martes, julio 28, 2015

El arrianismo a través de los tiempos

Cesáreo Jarabo Jordán
pensahispa@gmail.com
Índice:
¿Qué es herejía?................................................................Pag. 1
Las Herejías………………………………………….….Pag. 3
La doctrina cristiana antes del concilio de Nicea……….Pag. 8
El arrianismo……………………………………………Pag. 12
El Concilio de Nicea…………………………….………Pag. 23
Tras el Concilio de Nicea……………………….………Pag. 31
El Concilio de Antioquia…………………………….….Pag. 33
Nicea y el III Concilio de Toledo…………………….…Pag. 35
El Arrianismo en el siglo XXI…………………………..Pag. 37



¿Qué es herejía?
Nuestra cultura fue hecha por una religión. Los cambios o los desvíos de esa religión
necesariamente afectarán a nuestra civilización como un todo. 1
Si uno se pusiese a catalogar a las herejías siguiendo la larga Historia de la
Cristiandad, la lista de las mismas podría parecer casi infinita. Porque se dividen y se
subdividen, están en todas las escalas, varían de lo local a lo general. Sus vidas se
extienden desde menos de una generación hasta siglos enteros.2
Entre las herejías de la época visigoda descuella el arrianismo, con el cual (a pesar de
no haber contagiado ni a una parte mínima de la población española) tuvo que lidiar
reñidas batallas el episcopado hispano–latino, defensor de la fe y de la civilización
contra el elemento bárbaro.3
Actualmente vivimos bajo un régimen de herejía que se distingue de los períodos
herejes más antiguos tan sólo en que el espíritu herético se ha vuelto generalizado y
aparece bajo varias formas.4
Son cinco las principales formas de ataque al cristianismo. Los cinco ataques son, en
orden histórico: 1. el Arriano; 2. el Mahometano; 3. el Albigense; 4. el Protestante; y 5.
uno que aún no tiene un nombre específico asociado pero al cual llamaremos “el
Moderno” por una cuestión de conveniencia.5
El arrianismo fue una revuelta contra las dificultades inherentes a los misterios en
general aún cuando se expresó solamente en un ataque al misterio principal. El
arrianismo fue un típico ejemplo en gran escala de esa reacción contra lo sobrenatural
que, si se desarrolla a pleno, le quita a la religión todo aquello que la hace vivir.
El arrianismo veía en Dios a un principio superior; negaba que fuera el manso hijo de
Israel que se dejó prender y crucificar sin oponer resistencia. Apoyado en unos sólidos
y austeros razonamientos lógicos, el arrianismo consiguió atraer a grandes masas por
su simplicidad y ausencia de complicaciones intelectuales.
El arrianismo estaba dispuesto a otorgarle a Nuestro Señor toda clase de honores y
majestades menos la de la naturaleza plena de la Divinidad. Fue creado (o bien, si a
las personas no les gustaba la palabra “creado” entonces se utilizaba aquella otra de
“surgió”) de la Divinidad antes de todas las demás cosas. A través de Él fue creado el
mundo. Se le otorgó (paradójicamente) el poder de todos los atributos divinos menos el
de la divinidad.6
Una persona que piensa que el arrianismo es una simple discusión semántica está
dejando de ver que un mundo arriano sería mucho más parecido a un mundo
mahometano y mucho menos parecido a lo que el mundo europeo de hecho llegó a ser.
Esa persona está mucho menos en contacto con la realidad de lo que estuvo Atanasio
cuando afirmó la importancia suprema del punto de doctrina. 7
El ataque mahometano fue de una clase diferente. Geográficamente provino de fuera
del área de la Cristiandad; apareció, casi desde el comienzo, como un enemigo externo.
Sin embargo, estrictamente hablando, no fue una religión nueva que atacaba a la
antigua sino, esencialmente, una herejía; si bien, desde las circunstancias de su
nacimiento fue una herejía más bien externa que interna. Amenaza con matar a la
Iglesia Cristiana por invasión en lugar de socavarla por dentro.
El ataque albigense no fue sino el principal de un gran número de ataques, todos los
cuales tuvieron sus orígenes en la concepción maniquea de la dualidad del universo; en
la concepción de que el bien y el mal están siempre combatiendo como iguales y que el
Poder Omnipotente no es ni único ni benéfico. Estrechamente interrelacionada con esta
idea e inseparable de ella estuvo la concepción de que la materia es maligna y que todo
placer, especialmente el del cuerpo, es maligno. Esta forma de ataque, de la cual
sostengo que la albigense fue la más notoria y la que más cerca llegó de tener éxito, fue
más un ataque a la moral que a la doctrina. Tuvo el carácter de un cáncer fijándose al
cuerpo de la Iglesia desde adentro, produciendo una vida propia, antagónica de la vida
de la Iglesia y destructiva de la misma, al igual que el tumor maligno en el cuerpo
humano vive una vida propia, diferente y destructora del organismo en el cual ha
surgido en forma parasitaria.

El ataque protestante difirió del resto especialmente en la característica que su
ofensiva no consistió en la promulgación de una nueva doctrina, o de una nueva
autoridad, ni realizó un intento concertado de crear una contra-Iglesia. Su principio
fue la negación de la unidad. Fue un esfuerzo para promover aquél estado mental en el
cual una Iglesia en el antiguo sentido de la palabra, esto es: un cuerpo infalible, unido
y docente; una Persona hablando con autoridad divina, debía ser negada – no por las
doctrinas que podía llegar a ofrecer sino por la sola pretensión de ofrecerlas bajo su
autoridad exclusiva. Así, el protestante puede afirmar, como lo hacen los puseytas
ingleses, la verdad de todas las doctrinas subyacentes a la Misa: la Real Presencia, el
Sacrificio, el poder sacerdotal de consagración, etc. mientras otro protestante podría
afirmar que todas esas concepciones son falsas, y aún así ambos protestantes serían
protestantes porque están comunicados por la concepción fundamental de que la
Iglesia no es una personalidad visible, definible y unida; que no hay una autoridad
central infalible y que, por lo tanto, cada uno es libre de elegir su propio conjunto de
doctrinas.
Por otra parte, debemos tener en cuenta que las controversias doctrinales no surgen
espontáneamente; se deben, por lo general, a una serie de factores que, unidos, acaban
por desatar crisis que afectan en mayor o menor medida al dogma y a la convivencia
eclesial. Suele haber un sustrato filosófico que ofrece las categorías metodológicas y de
pensamiento necesarias para la elaboración de nuevas doctrinas. Por lo demás, el
contexto histórico, político, social suele ejercer una gran influencia, y su análisis nos
permite comprender que en la mayoría de los casos las disputas son no sólo
intelectuales sino políticas. Igualmente, es norma que surja un personaje que se erija
como líder y como centro de la discusión.8
Las herejías
Entendemos por herejía una doctrina que se opone inmediata, directa y
contradictoriamente a la verdad revelada por Dios y propuesta auténticamente como tal
por la Iglesia. La palabra "herejía" proviene de la lengua griega y encierra el concepto
de error, desviación o enseñanzas de doctrinas que van contra un programa de fe, ya
estructurado, o bien sometido a examen y finalmente aprobado con una definición de
base inmutable. Desde el tiempo de los apóstoles abundaron las herejías: unas negaban
la divinidad de Jesucristo, otras su humanidad y otras amalgamaban la doctrina cristiana
con otras religiones, etc.9
Se piensa que la herejía carece de interés contemporáneo. El interés en la herejía está
muerto porque la herejía tiene que ver con cuestiones que ya nadie toma en serio. Se
comprende que una persona puede interesarse en una herejía por curiosidad
arqueológica, pero difícilmente resulte comprendido si llega a afirmar que la herejía ha
tenido un gran efecto sobre la Historia y sigue siendo, hoy mismo, un impulso
contemporáneo viviente. 10
La herejía es la dislocación de una estructura completa y autosostenida mediante la
introducción de la negación de una de sus partes esenciales.11
La negación completa de un esquema no es herejía y no posee el poder creativo de una
herejía. Pertenece a la esencia de la herejía el dejar incólume gran parte de la estructura
a la cual ataca. 12
Debido a que la herejía afecta al individuo, afecta también a toda la sociedad, y cuando
uno examina cierta sociedad formada por una religión en particular, necesariamente
debe ocuparse extensamente de la distorsión o menoscabo de dicha religión. Ése es el
interés histórico de la herejía. 13
Apenas terminadas las persecuciones a principios del siglo IV, la Iglesia, como
institución, gozó oficialmente de plena libertad y fue, entonces, cuando aparecieron las
llamadas grandes herejías; las llamaron grandes por la extensión que cubrieron a lo
largo y ancho del imperio romano, que paulatinamente iba cristianizándose, y también
por el número de sus seguidores que se enrolaban en sus filas, sin excluir sacerdotes y
obispos. 14
Se puede hablar en general del siglo IV como del siglo de la gran crisis arriana.15
En el siglo IV, el arrianismo se convirtió en la religión de los pueblos que estaban fuera
de las fronteras del Imperio romano. Los cristianos de Nachran (en la península arábiga)
enviaron una delegación para discutir con los primeros musulmanes la conclusión de un
pacto y el Corán (C 3:61) menciona la ordalía que Mahoma les habría propuesto y que
los cristianos rechazaron. 16
Por esa relación, como es sabido, el Corán tiene algunas cosas de los cristianos; pero se
trata de los cristianos arrianos, como es el unitarismo divino; el Corán lo dice así:
“Vuestro Dios es un Dios Uno. No hay más dios que Él, el Compasivo, el
Misericordioso.” 17
Desde los primeros tiempos existieron herejías:
· Herejías docetas. Aparecieron en el siglo I en oriente afirmando que Jesús tenía
sólo un cuerpo aparente.
· Ebionitas. A fines del siglo primero ya hubo algunos herejes judaizantes,
Cerinto y los ebionistas (del hebreo pobres, también llamados "nazarenos" a
causa de su ideal de vida pobre), que tomando como base un rígido monoteísmo
unipersonal, negaron la divinidad de Cristo. Utilizaban un evangelio especial,
llamado "evangelio de los hebreos", sobre cuya identidad precisa discuten en la
actualidad los estudiosos.
· Mandeos gnósticos o sabios, que, si bien no ha reclutado muchos seguidores,
sin embargo, sobrevive actualmente en la Mesopotamia meridional. Su
característica principal es el dualismo: la realidad deriva de dos principios, que
se encuentran en el origen de todas las cosas, el dios masculino y el dios
femenino.
· Gnósticos Esta teoría fue una grave amenaza para la Iglesia, se impuso
especialmente entre los siglos I y III, su período de máximo esplendor es en el
siglo II.
Gnosticismo del griego gnosis, o sea, conocimiento, se debe a que los miembros
de este movimiento afirmaban la existencia de un tipo de conocimiento especial,
superior al de los creyentes ordinarios y, en cierto sentido, superior a la misma
fe. Este conocimiento podía conducir a la salvación por sí solo.
· Monoarquismo A fines del siglo II, la herejía, conocida con el nombre de
monoarquismo, enseñó que en Dios no hay más que una persona.
Según la explicación concreta que de acerca de Jesucristo, se divide en dos
tendencias:
a) Monarquianismo dinamístico o adopcionista.
Enseña que Cristo es puro hombre, aunque nacido sobrenaturalmente de la
Virgen María por obra del Espíritu Santo; en el bautismo le dotó Dios de
particular poder divino y le adoptó como hijo.
El Adopcionismo consideraba a Cristo como un Mesías, en definitiva un ser
mortal, el cual había sido elegido por Dios para realizar sus designios y que por
ello podía llamársele Hijo de Dios.18
Los principales propugnadores de esta herejía fueron Teódoto el Curtidor, de
Bizancio, que la transplantó a Roma hacia el año 190 y fue excomulgado por el
Papa Víctor I (189-198); Pablo de Samosata, obispo de Antioquía, a quien un
Sínodo de Antioquía destituyó como hereje el año 268, y el obispo Fotino de
Sirmio, depuesto el año 351 por el sínodo de Sirmio.
b) Monarquianismo modalístico (llamado también patripasianismo).
Esta doctrina mantiene la verdadera divinidad de Cristo, pero enseña al mismo
tiempo la unipersonalidad de Dios explicando que fue el Padre quien se hizo
hombre en Jesucristo y sufrió por nosotros.
Los principales propugnadores de esta herejía fueron Noeto de Esmirna, contra
el cual escribió Hipólito; Praxeas, de Asia Menor, combatido por Tertuliano;
Sabelio aplicó también esta doctrina errónea al Espíritu Santo enseñando que
en Dios hay una sola hipóstasis y tres <<prósopa>> (máscara de teatro, papel
de una función), conforme a los tres modos distintos con que se ha manifestado
la divinidad.
· Maniqueos Manes y sus seguidores profesan el dualismo persa: Todo procede
de dos principios contrarios: el de la luz (Ormuz) y el de las tinieblas (Ahrimán).

Ellos también defienden en el siglo II la separación del bien representado por
Dios y el mal que viene del pecado.
En el dualismo existen dos principios en lucha: bien y mal, espíritu y materia,
alma y cuerpo. Según Manes que nació en Persia hacia el año 217, estos
principios son irreductibles.
· Cátaros Es un rebrote del maniqueísmo, se interesaban por la austeridad,
pureza y pobreza. Menospreciaban a la jerarquía eclesiástica, tenían fuertes
penitencias para sobreponerse al mal; a estos también se les llama albigenses,
son dualistas.
· Montanismo A mediados del siglo II Montano opinaba que el cristianismo se
estaba convirtiendo en algo fácil y mundano y que era necesario volver al
cristianismo primitivo. Esta idea alcanzó gran prestigio en Frigia y Asia Menor.
Montano condenó acciones como las segundas nupcias, el huir de la
persecución, el servicio militar en el ejército imperial, el asistir a los juegos del
anfiteatro. Era un rigorista quien además pedía fuertes ayunos. También predijo
el retorno inminente del Mesías. Esta línea de austeridad y predicciones.
· Arrianismo Tomó su nombre de Arrio, nacido en la segunda mitad del siglo III,
en Libia. Arrio aparece en la historia de Alejandría, donde el Obispo Pedro,
que poco tiempo después le excomulga, lo ordena diácono en el año 308.
· Semiarrianos Ocupan un lugar intermedio entre los arrianos rígidos (anomeos)
y los defensores del Concilio de Nicea (homousianos). Enseñan que el Logos es
semejante al Padre o en todo semejante a El, o semejante a la esencia, de ahí
que se les denominase homousianos. 19
Si el arrianismo consiste en la negación de la consustancialidad de las Tres
Personas divinas, se puede designar a los semiarrianos como a aquellos que
ofrecen algunas dudas acerca de esta verdad del dogma católico, diciendo que el
Hijo no es consustancial sino solamente semejante al Padre o expresiones
parecidas.20
· Macedonianismo La secta de los pneumatómacos (enemigos del Espíritu Santo),
nacida del semiarrianismo y cuya fundación se atribuye, desde fines del siglo IV
al obispo semiarriano Macedonio de Constantinopla. 21.
· Nestorianismo La herejía de Nestorio, 428, patriarca de Constantinopla, hacia
el 451 en el destierro.
a) el hijo de la Virgen María es distinto del Hijo de Dios. Análogamente a como
hay dos naturalezas en Cristo, es menester admitir también que existen en El
dos sujetos o personas distintas.
b) estas dos personas están vinculadas entre sí por una simple unidad
accidental o moral. El hombre Cristo no es Dios, sino portador de Dios. Por la
encarnación no se ha hecho hombre propiamente el Logos-Dios, sino que ha
pasado a morar en el hombre Jesucristo, de manera parecida a como Dios
habita en los justos.
c) Las propiedades humanas (nacimiento, pasión, muerte) tan sólo se pueden
predicar del hombre Cristo; las propiedades divinas (creación, omnipotencia,
eternidad) únicamente se pueden enunciar del Logos-Dios, se niega por tanto,
la comunicación de idiomas. 22
d) En consecuencia, no es posible dar a María el título de "Madre de Dios" que
se le venía concediendo habitualmente desde Orígenes. Ella no es más que
"Madre del Hombre" o "Madre de Cristo".
e) La idea fundamental de la dualidad de sujetos en Cristo aparece también en
la doctrina confirmacionista, propia de los antioquenos, según la cual el
nombre Cristo habría merecido ser honrado y acatado como Dios por su
obediencia en someterse a los dolores de la pasión. 23
· Monofisismo Profesó el error opuesto, a saber, que en Cristo no había sino una
sola naturaleza, porque la naturaleza humana había sido absorbida por la
divina, como el océano absorbe una gota de agua. Esta herejía divulgada por
Eutiques fue condenada por el Concilio de Calcedonia 451.
· Valdenses Secta herética fundada por Valdo en Lyón en el último cuarto del
siglo XII, probablemente en 1176.
Su fundador quiso predicar, pero su incapacidad motivó la prohibición de Roma.
Valdo hace caso omiso de este veto y la Santa Sede lo excomulga.
Entonces, el y sus discípulos caen en la herejía. Negaban los sacramentos,
excepto el de la Eucaristía, y rechazaban la autoridad de la Iglesia. Querían
reproducir el sistema de vida Apostólico y acusaban de corrupción a la
Iglesia.24
Otras herejías se han ido sucediendo hasta nuestros días, (Islam, Valdenses, Cátaros,
Albigenses, Testigos de Jehová… Pero quedan fuera de lo que aquí nos ocupa ahora.
Por otra parte, con el predominio del cristianismo se acabó con las otras manifestaciones
religiosas existentes en el Imperio, de carácter politeísta, y con otra que fue ganando en
influencia y que gozó de cierta importancia durante el siglo tercero: el mitraísmo.
Esta religión adoptaba como propios aspectos de otras religiones; así, Mitra acabaría
naciendo de una virgen y acabaría viniendo en el final de los tiempos. Los templos,
generalmente subterráneos, guardaban una estructura similar a los templos cristianos y
se suministraban sacramentos. Bastantes aspectos del cristianismo fueron adoptados por
la religión mitraica, pero ésta no fue considerada por el cristianismo, que en el convulso
siglo IV, el Concilio de Nicea de 325 no trató del asunto sino del Arrianismo, al parecer
principal causante del declive del culto a Mitra mediante la predicación llevada a cabo
por el obispo Ulfilas.
Esta religión se difundió especialmente entre el ejército y entre algunos emperadores
como Nerón, Cómodo, Diocleciano, Aureliano, … Adoraban al dios Sol y celebraban su
fiesta la misma fecha que el dios Baco, coincidiendo con las Saturnales…el día 25 de
Diciembre. Fue declarada ilegal en el año 391 por el emperador Teodosio.
Tiene grandes afinidades con el maniqueísmo y posiblemente sea origen de la herejía
cátara. También guarda similitudes con los ritos masónicos.

La doctrina cristiana antes del Concilio de Nicea
Existen referencias de la antigua iglesia anterior a Nicea, donde se ordena: “Acerca
del bautismo, bautizad de esta manera: Dichas con anterioridad todas estas cosas,
bautizad en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo en agua viva”25
A Él [Jesucristo] sea la gloria con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los
siglos. Amén”26
El pastor Hermas, (141-155 dC) dice: Al Espíritu Santo, que es preexistente, que creó
toda la creación. Dios le hizo morar en el cuerpo de carne que Él quiso.27
Entre los nombres con los que San Ignacio de Antioquia (107 dC) designa a Jesús están:
Jesucristo (112 veces), Cristo Jesús (33), Señor (34). Dios (13), Cristo (7), Jesús (3),
Salvador, Hijo de Dios, Sumo Sacerdote, Puerta de Dios, Maestro, Pensamiento de
Dios, Logos, Boca de Dios, Conocimiento de Dios.28
Y sigue San Ignacio “…Aguarda al que está por encima del tiempo, al Intemporal, al
Invisible, que por nosotros se hizo visible; al Impalpable, al Impasible, que por
nosotros se hizo pasible: al que por todos los modos sufrió por nosotros?”29
Por su parte, Arístides (siglo II) habla de “Dios creador y artífice del universo en su
Hijo Unigénito y en el Espíritu Santo, y no adoran a ningún otro Dios fuera de éste”30
En el siglo II, Atenágoras aún sin usar el término Trinidad es bastante explícito al
definirla. También rechaza el subordinacionismo, y de la tendencia que posteriormente
tomaría el arrianismo al considerar a Cristo un ser creado, tal como se deduce del
siguiente texto escrito alrededor del 177 d.C.:
“Y si por la eminencia de vuestra inteligencia se os ocurre preguntar qué quiere decir
“hijo,” lo diré brevemente: El Hijo es el primer brote del Padre, no como hecho, puesto
que desde el principio, Dios, que es inteligencia eterna, tenía en sí mismo al Verbo,
siendo eternamente racional, sino como procediendo de Dios, cuando todas las cosas
materiales eran naturaleza informe y tierra inerte y estaban mezcladas las más gruesas
con las más ligeras para ser sobre ellas idea y operación 31
Taciano, en el siglo II, dice: Porque no estamos locos, oh helenos, ni predicamos
tonterías, cuando anunciamos que Dios apareció en forma humana. Vosotros que
insultáis, comparad vuestros mitos con nuestras narraciones”32

Melitón de Sardes, en el siglo II: Porque, nacido como hijo, conducido como cordero,
sacrificado como una oveja, enterrado como un hombre, resucitó de los muertos como
Dios, siendo por naturaleza Dios y hombre.33
Ireneo de Lyon (140-202 dC) dice: En su célebre tratado Contra las Herejías expresa
con claridad la fe Trinitaria de la Iglesia en un Solo Dios Padre, un Solo Señor
Jesucristo y en el Espíritu Santo. Para el obispo Jesucristo es para la los cristianos
“Señor y Dios y Salvador y Rey”. Y sigue diciendo: “Las iglesias de la Germania no
creen de manera diversa ni transmiten otra doctrina diferente de la que predican las de
Iberia o de los Celtas, o las del Oriente, como las de Egipto o Libia, así como tampoco
de las iglesias constituidas en el centro del mundo; sino que, así como el sol, que es una
criatura de Dios, es uno y el mismo en todo el mundo, así también la luz, que es la
predicación de la verdad, brilla en todas partes e ilumina a todos los seres humanos
que quieren venir al conocimiento de la verdad. “, culminando con esta sentencia:
“Así pues, si alguien nos pregunta: «¿Cómo el Padre emitió al Hijo?», le respondemos
que esta producción, o generación, o pronunciación, o parto, o cualquier otro nombre
con el que quiera llamarse este origen, es inefable. No la conocen ni Valentín, ni
Marción, ni Saturnino, ni Basílides, ni los Ángeles, ni los Poderes, ni las Potestades,
sino sólo el Padre que lo engendró y el Hijo que de él nació. Siendo, pues, inefable esta
generación, quienquiera se atreva a narrar las generaciones y emanaciones, no está en
su mente cuando promete describir lo indescriptible” 34
Se opone con más de dos siglos de antelación a la herejía del arrianismo que afirmaría
que hubo un tiempo en que el Hijo no estuvo con el Padre. También con antelación
rechaza el modalismo diferenciando las Tres Divinas Personas:
“Que el Verbo, o sea el Hijo, ha estado siempre con el Padre, de múltiples maneras lo
hemos demostrado. Y que también su Sabiduría, o sea el Espíritu estaba con El antes de
la creación”35
Por su parte, Clemente de Alejandría (150-217 dC) dice: “Él solo es Dios y Hombre, y
la fuente de todas las cosas buenas.”36
En su comentario sobre a la primera epístola de Juan escribe “El Hijo de Dios, siendo,
por igualdad de sustancia, uno con el Padre, es eterno e increado”. Más adelante en la
misma obra sigue profundizando en su teología del logos afirmando que la divina
palabra es “evidentemente verdadero Dios”, y agrega que estaba “al mismo nivel” que
el Padre, lo cual probaría que no tenía inclinaciones subordinacionistas. “Desdeñado
en cuanto a su apariencia pero en realidad adorado, el Expiador, el Salvador, la
Palabra Divina, Él que es absoluta y evidentemente Dios Verdadero, Él que está puesto
al mismo nivel del Señor del Universo porque Él era su hijo, y la palabra estaba en
Dios” 37

Teófilo de Antioquia (200 dC) “Teniendo, pues, Dios a su Verbo inmanente en sus
propias entrañas, le engendró con su propia sabiduría, emitiéndole antes de todas las
cosas. A este Verbo tuvo El por ministro de su creación y por su medio hizo todas las
cosas….Este se llama principio, pues es Príncipe y Señor de todas las cosas por El
fabricadas”38
Tertuliano (160-220 dC) Fue el primero en aplicar el vocablo latino Trinitas (Trinidad)
a las tres divinas Personas. En De pudicitia (Sobre la modestia) escribe:
“..Para la misma iglesia es, propiamente y principalmente, el Espíritu mismo, en el
cual es la Trinidad de Una Divinidad – Padre, Hijo y Espíritu Santo” 39
En Adversas Praxean (Contra Práxeas) tertuliano da una explicación de la doctrina
Trinitaria aún más completa:
“Sin embargo, como hemos hecho de hecho siempre (y más especialmente desde que
hemos sido mejor instruidos por el paráclito, que conduce a los hombre hacia toda la
verdad), creemos que hay un solo Dios, pero bajo la siguiente dispensación, o
οἰκονομία, como es llamado, que este único Dios tiene también un Hijo, Su Palabra,
que procede de Él mismo, por quien todas las cosas fueron hechas, y sin el cual nada
fue hecho. Creemos que Él ha sido enviado por el Padre a la Virgen, y ha nacido de
ella – siendo Dios y Hombre, el Hijo del Hombre y el Hijo de Dios, y ha sido llamado
Jesucristo; creemos que ha sufrido, muerto, herido, de acuerdo a las Escrituras, y,
después ha resucitado por el Padre y llevado al cielo, para sentarse a la derecha del
Padre, y él vendrá a juzgar a vivos y muertos, quien envió también desde el cielo del
Padre, de acuerdo con su promesa, al Espíritu Santo, el Paráclito, el santificador de la
fe de aquellos que creen en el Padre, y en el Hijo y en el Espíritu Santo. Esta es la regla
de fe que ha venido hasta nosotros desde el principio del evangelio, incluso antes de
todas las viejas herejías”40
Sigue Tertuliano afirmando: “El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo: tres, sin embargo
no en condición, sino en grado, no en sustancia, sino en forma, no en poder, sino en
aspecto”41
Orígenes (185-254) “Nuestro Señor y Salvador, en su relación con el Padre y Dios del
universo, no es una sola carne, ni tampoco un solo espíritu, sino algo mucho más
elevado que la carne y el espíritu, un solo Dios.” 42
Orígenes utiliza frecuentemente el término Trinidad41, que el Hijo procede el Padre, y
dado que Dios es eterno sigue que este acto de generación es también eterno, por lo
que el Hijo no tiene principio y no hubo un tiempo en que El no existiera (se opone con
antelación a la herejía del arrianismo que afirmaría posteriormente lo opuesto, a saber,
que hubo un tiempo en que el Hijo no existía” No obstante, Orígenes rozaba el
subordinacionismo, cuando afirma que “nosotros decimos que el Salvador y el Espíritu

Santo están muy por encima de todas las cosas creadas, con una superioridad absoluta,
sin comparación posible; pero decimos también que el Padre está por encima de ellos
tanto o más de lo que ellos están por encima de las criaturas más perfectas. 43
Justino Mártir (100-168dC) en diálogo con Trifón se refiere a Cristo como “Dios
engendrado del Padre del universo”, y parte de textos del génesis donde Dios habla en
primera persona del plural, para demostrar la pluralidad de las personas divinas.44
Gregorio de Taumaturgo (213-270 dC) “Hay un solo Dios, Padre del Verbo viviente,
de la Sabiduría subsistente, del Poder y de la Imagen eterna; Engendrador perfecto del
perfecto Engendrado, Padre del Hijo Unigénito. Hay un solo Señor, Único del Único,
Dios de Dios, Figura (carácter) e Imagen de la Divinidad, Verbo Eficiente, Sabiduría
que abraza todo el universo y Poder que crea el mundo entero, Hijo verdadero del
verdadero Padre, Invisible del Invisible, Incorruptible del Incorruptible, Inmortal del
Inmortal, Eterno del Eterno. Y hay un solo Espíritu Santo, que tiene su subsistencia de
Dios y fue manifestado a los hombres por el Hijo: Imagen del Hijo, Imagen Perfecta del
Perfecto, Vida, Causa de los vivientes, Manantial Sagrado, Santidad que comunica la
santificación, en quien se manifiestan Dios Padre, que está por encima de todos y en
todos, y Dios Hijo, que está a través de todos. Hay una Trinidad perfecta, en gloria y
eternidad y majestad, que no está dividida ni separada. No hay, por consiguiente, nada
creado ni esclavo en la Trinidad, ni tampoco nada sobreañadido, como si no hubiera
existido en un período anterior y hubiera sido introducido más tarde. Y así ni al Padre
le falló nunca el Hijo, ni el Espíritu Santo al Hijo, sino que, sin variación ni mudanza,
la misma Trinidad ha existido siempre”45
Novaciano (258dC) “El Hijo, por ser engendrado del Padre, está siempre en el Padre.
Cuando digo «siempre», no quiero decir que es ingénito. Afirmo, por el contrario, que
nació. Pero el que nació antes de todo tiempo, debe decirse que existió siempre en el
Padre, puesto que no se le pueden fijar fechas al que es anterior a todos los tiempos. Él
está eternamente en el Padre, pues de otra suerte el Padre no sería siempre Padre.” 46
No obstante, subordina al Espíritu: “El Paráclito recibió su mensaje de Cristo. Mas si
lo recibió de Cristo, Cristo es superior al Paráclito, pues el Paráclito no habría
recibido de Cristo de no ser inferior a Cristo.”47
Cipriano de Cartago (200-258dC) “Después de la resurrección, cuando el Señor envió
los apóstoles a las naciones, Él les ordenó bautizar a los gentiles en el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo… Cristo mismo ordenó que las naciones sean
bautizadas en la completa y unida Trinidad”48
Dionisio de Roma (? – 268 d.C.) Siendo Papa desde el 259 al 268 combatió el
modalismo y el subordinacionismo. Cuando se presentó ante él una acusación sobre
Dionisio de Alejandría (obispo) sobre expresarse de modo incorrecto sobre la Trinidad,

se originó una controversia que se ha conocido como “la controversia de los dos
Dionisios”. El Papa convocó un sínodo en el año 260 para solucionar la cuestión. En
nombre propio y en el del sínodo escribió una carta en la cual condena la doctrina
modalista de Sabelio y además las opiniones marcionistas que dividían la monarquía
divina en tres hipóstasis distintas, también a quienes representaban al Hijo de Dios
como una criatura.
En la carta a Dionisio de Alejandría el Papa llama blasfemia a la opinión que sostiene
que el Hijo es el mismo Padre (modalismo), pero también censura la doctrina que al
parecer apoyan catequistas de Dionisio de Alejandría que afirman que cada Persona
Divina tiene una naturaleza distinta de la otra. 49
El arrianismo
El arrianismo tomó su nombre de Arrio (256-336) sacerdote de Alejandría y después
obispo libio, quien desde el 318 propagó la idea de que no hay tres personas en Dios
sino una sola persona, el Padre. Jesucristo no era Dios, sino que había sido creado por
Dios de la nada como punto de apoyo para su Plan. hizo lo mismo con el Espíritu Santo,
que igualmente lo percibía como creatura, e incluso inferior al Verbo. 50
El Arrianismo es la primera entre las disputas doctrinarias que perturbaron a los
cristianos desde que en 313 d.C la Iglesia fuese reconocida por Constantino el
Grande.51
El arrianismo es el conjunto de doctrinas cristianas desarrolladas por Arrio, sacerdote
de Alejandría, quien consideraba que Jesús de Nazaret no era parte de Dios, sino una
criatura. Una vez que la Iglesia hubo aceptado como dogma la proposición opuesta, el
arrianismo fue condenado como una herejía.52
El arrianismo constituye un conglomerado de distintas posturas teológicas, cuyo punto
de unión consiste en la negación del homoousios niceno. En este conglomerado se
pueden establecer dos subdivisiones: una de tipo cronológico y otra de tipo doctrinal,
que a su vez resulta muy ramificada. Es más sencillo hablar, por tanto, de dos
«generaciones» de pensadores arrianos, separados -de modo un tanto convencionalpor
la muerte del emperador Constanzo, que tuvo lugar a comienzos del año 361. A la
primera pertenece Arrio, y a la segunda, Aecio, Eunomio, Ulfila, Eudoxio, Macedonio y
Euzoio, cuya doctrina separaba totalmente la sustancia del Padre de la del Hijo, y una

corriente semiarriana, ambigua, representada por Eusebio de Cesarea, Basilio de
Ancira y Jorge de Laodicea y otros.53
El pensamiento de Arrio está centrado en la inferioridad y condición creatural del
Verbo, prescindiendo de su Encarnación, para quién el Hijo es mutable, es inmortal de
por sí, es un «producto» y al mismo tiempo, es engendrado antes de los siglos.54
Jesús se llamó Hijo de Dios (Mateo 11,27; Juan 10,36), mientras que el Cuarto
Evangelio declara que Él es el Verbo el Logos, quien al principio estaba con Dios y era
Dios, por quien fueron hechas todas las cosas.
En el siglo II, Todo consiste en que Filón dijo que el Logos había sido engendrado por
el Padre; después, al querer cada uno explicar cómo fue ese engendramiento (como eso
era explicar algo que nunca había existido), se hartaron todos de decir errores. Esa
doctrina pagana sirvió como base a Arrio, para inventar su doctrina del unitarismo
divino contra el Logos-Dios y, después, contra la divinidad de Cristo; es decir, nada
más admite una sola persona en la Deidad, el Padre, que engendró al Logos (tal como
dijo Filón) y, después a Jesús (como corroboró el Concilio de Calcedonia).55
Arrio, tras formarse en Antioquía, difunde sus ideas en Alejandría, dónde en el 320,
Alejandro, obispo de Alejandría, convoca un sínodo que reúne más de cien obispos de
Egipto y Libia, y en el se excomulga a Arrio y a sus partidarios, ya numerosos. No
obstante, la herejía continúa expandiéndose, llegando a desarrollarse una crisis de tan
grandes proporciones, que el Emperador Constantino el Grande se vio forzado a
intervenir para encontrar una solución.56
Los arrianos se preguntan ¿cómo podía (el Verbo, o el Hijo) llegar a ser hombre, si era
Dios?57
Pero la pregunta de cómo estaba el Hijo relacionado al Padre (Él mismo reconocido
totalmente como la Suprema Deidad), dio lugar, entre los años 60 y 200 d.C., a una
cantidad de sistemas teosóficos, llamados generalmente gnosticismo, cuyos autores
fueron Basílides, Valentino, Tatiano y otros especuladores griegos.58
Los términos técnicos de la doctrina no estaban completamente definidos; y aún en
griego palabras como esencia (ousia), sustancia (hypostasis), naturaleza (phisis),
persona (hiposopon) conllevaban una variedad de significados extraídos de las sectas
de filósofos pre-cristianos, lo que no podía sino implicar malos entendidos hasta que
fueran aclaradas. La adaptación del vocabulario empleado por Platón y Aristóteles a la
verdad cristiana solucionaría la cuestión.59
Para Arrio, de Dios se predican todas las perfecciones en grado sumo (unidad,
impasibilidad, eternidad, etc.), luego estas perfecciones no se pueden predicar
exactamente más que de El, y si el Hijo, como nos dice la Revelación, es distinto del
Padre, no puede poseer aquellas perfecciones sino de una forma distinta, es decir,
derivada y participada60
Arrio y los arrianos admiten que haya un Lógos eterno o Sabiduría divina que, sin
embargo, no es sino un atributo del mismo Dios Padre. Con un acto de su voluntad
Dios Padre produjo, antes de los siglos) un Lógos engendrado, que no es Dios, pero
posee, por la misma voluntad del Padre, cualidades divinas. 61
No obstante, Arrio, a regañadientes, admite que Jesús es «Dios», pero en el mismo
sentido en que lo es el Lógos: es un «Dios por producción», no en sí y absolutamente,
Con lo cual es imposible que Arrio admita algo del tipo de la unión hipostática de una
naturaleza humana con una persona divina.62
Cristo, siendo criatura, no puede salvar, sólo puede ser ejemplo. S. Atanasio atacará
precisamente aquí, con gran acierto, la herejía arriana, señalando su «oculto
gnosticismo63.
Los arrianos deducían que el Hijo había sido elevado por el Padre a la dignidad divina,
que en origen no poseía64. Optaron por negar que en ningún sentido Dios podía tener
un Hijo, y por tener a Jesús como segundo, o Dios inferior, ubicado entre medio de la
Primera Causa y las criaturas, aunque previo a todas las criaturas, creado, dando pie a
lo que conocemos como unitarismo; Posteriormente Mahoma afirmaría que “Dios no
engendra, ni es engendrado” (Corán, 112). Las discusiones al respecto llevaron a no
pocas dificultades entre los teólogos. El mismo Orígenes llegó a llamar a Jesús “el
segundo Dios”65.
Los arrianos se limitan a afirmar que Cristo pudo (y no que quiso) ser tentado y que
recibió su gloria extrínsecamente. La cristología arriana es una pura descripción de las
operaciones llevadas a cabo por un ser extraordinario, divinizado, que no es Dios.
Cristo no es el Salvador, es solamente un modelo de obediencia al Padre que nosotros
debemos imitar.66

Para los arríanos, el Espíritu Santo era la primera creatura hecha mediante el Logos.
El debate inmediato posniceno se centró en la divinidad del Logos, siendo apenas
mencionado el Espíritu, como en el Credo de Nicea 67
También dirán que hubo un 'tiempo' que no era y en que el Padre no era Padre. Los
ortodoxos responderán que la generación del Hijo es un misterio, que no sucede como
entre los hombres, que el Padre es mayor que el Hijo solo en cuanto principio. Dios es
inmutable y siempre ha sido Padre, luego eternamente ha tenido un Hijo. 68
Los arríanos argüirán que Dios no puede engendrar, porque perdería substancia y se
mutaría (padecería). Los ortodoxos responderán que la generación divina no es como
la animal, sino un misterio indecible. 69
Los arríanos dirán que Padre o es nombre de substancia y el Hijo otra substancia o es
nombre de acción y el Hijo posterior. Los ortodoxos responderán que es nombre de
relación, y no accidental porque en Dios todo es inmutable, no hay accidentes. 70
Los arríanos, en su argumentación, concluirán que es una creatura eminente , por tanto
no como las otras, y que se la puede llamar dios; pero no lo es verdaderamente sino
que es desemejante. Los ortodoxos responderán que no viene de la nada sino de la
substancia del Padre71
Los arríanos probarán la inferioridad del Logos por los sufrimientos de Cristo, porque
es el Logos el que los sufre muy directamente (diríamos en su llamada naturaleza
'divina') al no tener Cristo alma humana, en una concepción que compartían varios
'ortodoxos'. Los ortodoxos responderán que lo que implica inferioridad se aplica a lo
humano de Cristo, a la forma servi como insistirá Agustín, la cual lógicamente tiene
alma72
Espíritu Santo, expresión que entra fuertemente en el Nuevo Testamento, implica que
comparte la santidad de Dios y que santifica en referencia a la nueva creación traída
por Cristo 73
Otros argumentos arrianos:
Dicen que el Hijo es inferior al Padre en base a Juan 14,28
“Habéis oído que os he dicho: “Me voy y volveré a vosotros.” Si me amarais, os
alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo.” 74
Otro consiste en afirmar que Jesús no era Omniciente en base a Mateo 24,36

“Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino
sólo el Padre.”75
El problema radica en la incapacidad arriana de entender que en Cristo hay dos
naturalezas: La humana y la divina. La naturaleza humana es inferior a la naturaleza
divina del Padre, pero su naturaleza divina es la misma.76
San Agustín argumenta que los que dicen que Cristo es inferior al Padre apoyan su
sentencia en las palabras del Señor cuando dice: El Padre es mayor que yo (Juan
14,28). Más la verdad demuestra que en ese sentido, el Hijo es también inferior a sí
mismo. Y, como no ha de ser inferior si se anonadó tomando la forma de esclavo?
(Filipenses 2,7). No obstante, al venir en forma de esclavo, no perdió la forma de Dios,
en la que es igual al Padre. Si, pues, tomó la forma de siervo sin perder su forma divina
– en su forma de siervo y en su forma de Dios es siempre el hijo unigénito del Padre-,
en su forma divina igual al Padre, en su forma de siervo, mediador entre Dios y los
hombres, Jesucristo hombre, ¿quien no ve que en su forma de Dios es superior a sí
mismo, y en su forma de esclavo de sí mismo inferior?
Con plena razón la Escritura afirma ambas cosas: Que el Hijo es igual al Padre y que
el Padre es mayor que el Hijo. No existe aquí confusionismo alguno: Es igual al Padre
por su naturaleza divina, inferior a causa de su naturaleza de esclavo.77
Con Mateo 24,36 cometen el mismo error. Cristo en cuanto hombre tenía limitaciones,
en cuanto a Dios lo sabía todo. En este sentido la misma Escritura testifica:
“para que sean consolados sus corazones, unidos en la caridad, y alcancen en toda su
riqueza la perfecta inteligencia y conocimiento del misterio de Dios, de Cristo, en quien
están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia.” Colosenses 2,2-3
“Sabemos ahora que lo sabes todo y no necesitas que nadie te pregunte. Por esto
creemos que has salido de Dios.»” Juan 16,30
“Le dice por tercera vez: «Simón de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció Pedro de que le
preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes
que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas” Juan 21,17
San Hilario de Poitiers da una explicación algo larga pero buena buena (San Hilario
de Poitiers, La Trinidad, IX, 58-67. BAC 481,492-502)
58. Pero los herejes entienden como una negación de su naturaleza divina el que se
haya dicho: El Padre es mayor que yo (Juan 14,28); o también: El día ni la hora nadie
lo sabe, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre (Marcos 13,12+Mateo
24,36). Por lo tanto, la ignorancia del día y la hora, les sirve para negar que sea Dios
unigénito; de tal manera que el Dios nacido de Dios no tendría aquella perfección de
su naturaleza que es propia de Dios, ya que, al dominarle necesariamente esta
ignorancia, una fuerza exterior sería más fuerte que él, y esta le mantendría en la
fragilidad de su ignorancia como a quien es impotente frente a ella. Mas todavía: la
locura de los herejes nos quiere obligar a esta interpretación impía, como si tuvieran
derecho de imponer la confesión de que así se ha de creen; y aducen la razón de que
así lo ha dicho el Señor, y puede parecer muy irrespetuoso que el testimonio que él da
de sí mismo sea alterado con nuestra interpretación distinta.
59. Y en primer lugar, antes de hablar del sentido y la razón de estas palabras, se ha de
considerar, con el juicio del sentido común, si puede creerse que ignore algo de
cualquier cosa aquel que es el principio de todas ellas en lo que son y serán. Pues si
todo existe por medio de Cristo y en Cristo y existe de tal modo por medio de él que
todo tiene en él (Colosenses 1,16) su ser, aquello que no es ajeno a él ni deja de existir
por medio de él, ¿cómo no entrará también en su conocimiento, cuando muchas veces
este por virtud de su naturaleza, que no puede ignorar nada, abarca aquello que no
existe ni en él ni por el? Y aquello que no tiene su razón de ser más que a partir de él y
no recibe más que en él el desarrollo hacia lo que es y será. ¿Cómo quedará fuera del
conocimiento que corresponde a su naturaleza por el cual y en el cual se contiene todo
aquello que se ha de hacer?
Pues el Señor Jesús no ignora los pensamientos humanos; no solo aquellos despertados
por un motivo presente, sino también los que se agitarán a causa de los deseos futuros;
así lo atestigua el evangelista: pues Jesús sabía desde el principio quienes no creían y
quien era el que le iba a entregar (Juan 6,65). ¿Se podrá considerar que el poder de su
naturaleza, que abarca el conocimiento de las cosas que todavía no existen y no ignora
las inquietudes que habrán de soportar los ánimos todavía tranquilos desconocía lo que
existe por él y en él? ¿Y que sea impotente en lo suyo el que es poderoso en lo ajeno,
aquel del que recordamos que se ha dicho: Todo ha sido creado por Él y en Él y Él
existe antes que todos (Colosenses 1,16s); o aquello: Porque tuvo a bien que en él
habitara toda la plenitud, y por medio de él reconciliar para él todas las cosas?
(Colosenses 1,19s).
Puesto que en él está toda la plenitud, todas las cosas son reconciliadas por medio de él
y en él y aquel día es la esperanza de nuestra reconciliación, ¿va a ignorar cuando será
aquel día cuya fijación está en él y cuyo misterio existe por él? Pues ese día es el de su
venida de que dice el Apóstol: Cuando aparezca Cristo, vuestra venida, entonces
también vosotros apareceréis con él en gloria (Colosenses 3,4).
Nadie ignora lo que existe por medio de él y dentro de él. Cristo va a venir, ¿e ignora el
día de su venida? Es su día, como dice el mismo Apóstol: porque el día del Señor
vendrá de noche como un ladrón (1 Tesalonicenses 5,2), ¿y se ha de creer que él no lo
conoce? Los seres humanos planean lo que tienen que hacer, lo conocen de antemano
en cuanto pueden, y el conocimiento de lo que han de hacer acompaña a la voluntad de
llevarlo a cabo; y el que ha nacido como Dios, ¿ignora lo que existe por medio de él y
en él? Por él existen los tiempos y el día está en él, pues por medio de él se determinan
las cosas futuras y en su mano está el disponer su venida. ¿y vivirá en tal ignorancia
que no conozca aquello que existe para él debido a la torpe naturaleza de su mente?
¿Será como las fieras y las bestias salvajes, que con su vida ajena a toda previsión
aquello mismo que hacen cuando, movidas por cualquier impulso de su instinto
irracional, son llevadas a cualquier parte con un proceder causal e incierto?
60. Como se puede creer que el Señor de la gloria, por ignorar el día de su venida,
18
posea una naturaleza desintegrada e imperfecta, que, por una parte, tiene necesidad de
venir y, por otra, no conoce el tiempo de su venida? Por lo cual sería mejor atribuir a
Dios la ignorancia que le quita el poder de conocer.

62. Pero Pablo, el doctor de las gentes, no tolera entre nosotros esta confusión del
error impío según la cual se cree que el Dios unigénito ha ignorado algo. Pues dice:
Fundados en el amor sean llevados a la riqueza de la plena inteligencia, al
conocimiento del misterio de Dios, Cristo, en el que están escondidos todos los tesoros
de la sabiduría y de la ciencia (Colosenses 2,2s). El Dios Cristo es un misterio, y en él
están ocultos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia. Pero esto no se puede
decir a la vez de una parte y del todo, porque la parte no significa el todo y el todo no
puede ser interpretado como una parte. Pero, si el Hijo ignora el día, ya no están en él
todos los tesoros de la ciencia. Pero, si en él están todos los tesoros de la ciencia, no
ignora el día, pues tiene en sí todo el tesoro de la ciencia. Pero nos conviene recordar
que estos tesoros de la ciencia están en él ocultos, pero no por estar ocultos dejan de
estar, pues están en él porque es Dios, pero por ser misterio se ocultan.
Pero para nosotros no está oculto ni es ignorado el misterio de Dios, Cristo, en quien
están escondidos todos los tesoros de la ciencia. Y porque él es misterio, veamos si es
ignorante en aquellas cosas que no sabe. Pero, si en otros lugares la confesión de
ignorancia no puede interpretarse como desconocimiento, tampoco ahora ignora lo que
desconoce. Pues como su ignorancia dado que todos los tesoros de la ciencia están
ocultos en él, es designio salvador mas que ignorancia, se puede explicar la razón del
ignorar sin entenderlo como un no saber.
63. Pues todas las veces que Dios dice que ignora, ciertamente confiesa ignorancia,
pero no se encuentra limitado por ella.
Pues no saber nada tiene que ver con la debilidad de la ignorancia, sino que se debe a
que no es tiempo de hablar o a que no ha llegado la oportunidad de obrar. Dios habla
así a Abraham: El clamor de Sodoma y Gomorra ha colmado la medida y sus pecados
son muy grandes. Por lo tanto, bajaré y veré si, de acuerdo con su clamor, han llegado
hasta el límite; y en el caso contrario, lo sabré (Génesis 18,20s). Tenemos, por
consiguiente, al Dios que no sabe y que, con todo, no ignora; pues, si sabe que los
pecados son muy grandes y, a pesar de todo, baja para ver si han colmado la medida o
para saberlo sino la han colmado, vemos que no lo ignora porque no lo sepa, sino que
entonces lo sabe, porque ha llegado el tiempo de obrar. El Dios sepa, no es, por lo
tanto, un cambio desde la ignorancia, sino la plenitud del tiempo. Hay que esperar
todavía a que sepa. Pero no podemos pensar de Él que no sepa, y, con todo, todavía
espere para saber; por ello es preciso que el hecho de que no sepa sabiendo o sepa
ignorando no obedezca más que al designio de hablar y de actuar.
64. No podemos dudar, por lo tanto, de que el conocimiento de Dios es cuestión de
tiempo más que de mutación en él; pues, cuando se habla de que Dios sabe, se trata del
tiempo de dar a conocer el conocimiento más que en el momento en que se ha
adquirido. Esto mismo se nos enseña con lo que se le dijo a Abraham: No pongas la
mano sobre el niño y no le hagas nada, pues ahora he conocido que temes, al Señor, tu
Dios, y no haz perdonado a tu hijo amado por mi causa (Génesis 22,12). Así pues, Dios
ahora sabe. El que ahora sepa es indicación de una ignorancia anterior; pero esto no
se acomoda al ser de Dios. Como tampoco es posible que antes ignorase que le era fiel
19
Abraham, del que se ha dicho: Abraham creyó a Dios, y se le reputó como justicia
(Génesis 15,6). El que ahora conozca significa el momento en que Abraham recibió este
testimonio, pero no que Dios en ese momento empezara a saber. Abraham con el
holocausto de su hijo había mostrado el amor que tenía a Dios. Dios lo conoce en ese
momento en que habla de ello. Pero como no se ha de pensar que antes no lo supiera,
tenemos que considerar que se dice que entonces lo ha sabido porque habla. Y entre los
muchos pasajes que se contienen en el Antiguo Testamento acerca de la ciencia de Dios,
hemos presentado estos solo a modo de ejemplo, para que se comprenda que el que
Dios no sepa no es debido a su ignorancia sino al tiempo.
65. En los evangelios encontramos muchas cosas que el Señor ignora conociéndolas.
No conoce a los que obran la iniquidad y se glorían en muchos milagros hechos en su
nombre cuando dice: Y entonces juraré que no os conozco. Apartaos de mi todos los
que obráis la iniquidad (Mateo 7,23). Afirma incluso con juramento que no conoce a
aquellos a los que, con todo, no desconoce como obradores de la iniquidad. No los
conoce, por tanto, no por su ignorancia, sino por que a causa de la iniquidad de sus
obras son indignos de su conocimiento; confirma la verdad de lo que dice incluso con
el vínculo del juramento. Tiene él no ignorar en el poder de su naturaleza y conserva el
no saber en el misterio de su voluntad.
….
66…Cuando el que conoce perfectamente los pensamientos y las acciones pregunta,
como ignorante, sobre los pensamientos y las acciones – como cuando pregunta a la
mujer porqué ha tocado la orla de su vestido, o a los apóstoles porqué discuten, o a los
que lloraban donde estaba el sepulcro de Lázaro-, no se ha de pensar que realmente no
sabe, sino que se trata de un modo de hablar. Pues no tiene sentido que el que, estando
ausente, sabe que Lázaro ha muerto y ha sido sepultado, no sepa el lugar del sepulcro,
y que el que ve los pensamientos, no haya conocido la fe de la mujer, o que el que no
necesita preguntar acerca de nada, haya ignorado la discusión de los apóstoles. Para
aquel que todo lo conoce es un designio oculto el decir de vez en cuando que no conoce
aquello que ignora. Así, en el caso de Abraham oculta, por un tiempo, su conocimiento;
o en el caso de las vírgenes necias y de los obradores de iniquidad, en los que dice que
no los conoce porque son indignos; o en el misterio del hijo del hombre si pregunta
como si ignorase, es debido a su condición humana. El que se adapta a la realidad de
su nacimiento corporal en todo aquello en que se encuentra limitada nuestra débil
naturaleza. No porque sea, por naturaleza, débil aquel que es Dios, sino porque el Dio
nacido como hombre ha asumido las debilidades de los hombres. Y las ha asumido no
de modo que la naturaleza inmutable se haya transformado en una naturaleza débil,
sino que tal manera que el misterio de la asunción ha tenido lugar en la naturaleza
inmutable, pues el que era Dios es hombre y el que es hombre no ha dejado de ser Dios.
Al obrar y mostrarse como quien ha nacido como hombre, la Palabra, que sigue siendo
Dios, utiliza con mucha frecuencia el modo de hablar propio de su ser de hombre, y
muchas veces el modo de hablar de Dios es el mismo que el de los hombres, pues dice
que no sabe aquello que no es tiempo de revelar o aquello que no merece ser conocido.
Por consiguiente, tenemos que comprender por qué el Señor ha afirmado que
desconoce el día. Si se cree que lo ignora absolutamente, el Apóstol contradice esta
afirmación: En el que están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia
(Colosenses 2,3). 78
San Agustín se enfrentó directamente con algunas corrientes arrianas en los últimos
años de su actividad. Más exactamente a partir del año 418, aunque ya anteriormente
había tenido noticia de la herejía, sobre todo -como es probab1e- a través de S.
Ambrosio79.
El arrianismo no es principalmente ni una herejía trinitaria ni una herejía cristológica,
sino que es una visión global de las relaciones entre Dios y el mundo, en base a la cual
se niega que pueda haber puntos de contacto entre ellos: en concreto ni es posible una
verdadera Encarnación, ni es posible una verdadera creación, ni es posible una
verdadera Redención. Además Dios, el Dios verdadero, permanece invisibilis
(á,6pa:toc;), a pesar de la atribución de un sentido unívoco al lenguaje teológico. En
breve el arrianismo es, en el fondo, una manifestación de ateismo, o mejor de
agnosticismo, oculto. 80
Los doctores ortodoxos no niegan la existencia de los textos citados por los arrianos, y,
en algunos casos, llegan hasta a compartir su interpretación. Pero repiten
constantemente que los textos citados por los heterodoxos no son los únicos: junto a
ellos hay otros que afirman precisamente lo contrario de 10 que los arrianos pretenden.
No se trata de escoger entre unos u otros, sino de aceptar unos y otros. 81
San Agustín no se cansa de repetir que todos los ortodoxos comparten la defensa
arriana de la unidad de Dios, así como las afirmaciones relativas a la obediencia de
Cristo, aliter tamen et aliter. 82
La obediencia de Cristo, que es cierta, no prueba la diversidad de naturaleza, porque una cosa
es obedecer, otra es ser de naturaleza distinta. Esta respuesta, vale la pena señalarlo,
implica una opinión preliminar: que una cosa es la voluntad de Cristo quo homo y otra
la voluntad de Cristo quo Deus. La Sagrada Escritura afirma que la voluntad humana
de Cristo es distinta de la voluntad divina y nada más. En cambio la voluntad divina de
Cristo es la misma voluntad del Padre, sin diferencia. Aún más, es necesario que Cristo
posea una voluntad humana distinta de la divina, y que esta voluntad humana esté
sometida perfectamente a la divina, para reparar el pecado original. 83
Por tanto, si miras a la distinción de sustancia, el Hijo de Dios bajó del cielo, el Hijo
del hombre fue crucificado: si miras a la unidad de persona así bajó del cielo el Hijo
del hombre como fue crucificado el Hijo de Dios84.

San Agustín afirma que el Hijo ha sido verdaderamente «engendrado» y no factus por
el Padre y, en este sentido, si es verdaderamente Hijo no puede ser sino de la misma
naturaleza y sustancia85.
San Agustín señala en “de Trinitate” la función mediadora de Cristo asegura su
perfecta divinidad y su perfecta humanidad. 86 La teología arriana consiste en negar
que pueda haber alguna relación entre un Dios, perfecto e inmutable (que sería Dios
Padre), con un mundo corrompido y destinado a la muerte. 87
Aún conforme a la fábula inventada por Arrio, Dios Padre habría impuesto a la
Segunda Persona la probación de hacerse hombre, pero no en el sentido católico de
Dios y Hombre verdadero.88
Debemos tener en cuenta que la naturaleza de Jesús era el problema más complejo de
los primeros siglos del cristianismo, como lo revelan las discusiones teológicas. En los
primeros siglos del cristianismo se planteaba el problema de la relación del Hijo y de
Dios. A esto se le llamó las disputas cristológicas.89
El arrianismo estaba dispuesto a otorgarle a Nuestro Señor toda clase de honores y
majestades menos la de la naturaleza plena de la Divinidad. Fue creado (o bien, si a
las personas no les gustaba la palabra “creado” entonces se utilizaba aquella otra de
“surgió”) de la Divinidad antes de todas las demás cosas. A través de Él fue creado el
mundo. Se le otorgó (paradójicamente) el poder de todos los atributos divinos menos el
de la divinidad.90 En este aspecto se observan influencias mitraicas (a través de Mitra se
creó el mundo según el mitraísmo).
El arrianismo se refirió a Nuestro Señor como un Agente Supremo de Dios el Demiurgo
y lo consideró como la primera y más grande de aquellas emanaciones de la Divinidad
Central mediante las cuales la filosofía de moda por aquellos días trataba de superar la
dificultad de reconciliar al Creador infinito y simple con un universo complejo y finito y
atrajo grandes cantidades de aquellos que realmente eran cristianos. Pero también fue
el punto de encuentro de estas fuerzas no-cristianas que tanta importancia tenían en la
sociedad de aquella época. 91
Con la predicación de Ulfilas, El ejército abandonó el mitraísmo que había importado
de Persia hasta los confines del Imperio y se hizo sólidamente arriano. Éste es el
detalle fundamental de todo el asunto. De no ser por el ejército, el arrianismo nunca
hubiera significado lo que significó. Con el ejército – y con ese ejército apoyándolo con
entusiasmo – el arrianismo casi triunfó y consiguió sobrevivir aún cuando no
constituyó sino poco más que las tropas y sus principales oficiales.92
Pero Arrio tuvo un precursor: Pablo de Samosata, contemporáneo de Dionisio, y
obispo de Antioquía. Tres concilios efectuados en Antioquía (264-268 ó 269)
condenaron y excomulgaron al samosateno, pero Luciano estructuró la doctrina que
sería seguida por el historiador Eusebio de Cesarea, Eusebio de Nicomedia y Arrio. De
haber finalmente triunfado esta doctrina, se hubiera anticipado al Islam, reduciendo al
Hijo Eterno a la categoría de profeta, y deshaciendo así la revelación cristiana.93
Arrio, un libio por descendencia, se crió en Antioquía y fue compañero de escuela de
Eusebio, luego obispo de Nicomedia, tomó parte (306) del oscuro cisma meleciano, fue
hecho presbítero de la iglesia llamada “Baucalis”, en Alejandría, y se opuso a los
sabelianos, comprometidos ellos mismos a una visión de la Trinidad que negaba toda
real distinción en el Supremo. San Epifanio describe al hereje como alto, grave y
persuasivo; no se ha sostenido ninguna calumnia sobre su carácter moral; pero hay
alguna posibilidad de que diferencias personales hayan llevado a su disputa con el
patriarca Alejandro a quien, en sínodo público, acusó de enseñar que el Hijo era
idéntico al Padre (319). Las circunstancias reales de esta disputa son oscuras; pero
Alejandro condenó a Arrio en una gran asamblea, y este último encontró un refugio con
Eusebio, el historiador de la Iglesia, en Cesarea. Motivos políticos o partidarios
amargaron el conflicto. Muchos obispos de Asia Menor y Siria tomaron la defensa de
su “compañero Lucianista”, como no dudaba en llamarse a sí mismo Arrio. Sínodos en
Palestina y Bitinia se opusieron a los sínodos en Egipto. 94
Basándose en el esquema de Plotino sobre las hipóstasis (el Uno, el Intelecto y el Alma),
Arrio consideró que esas mismas hipóstasis, o realidades individuales subsistentes, se
podían aplicar respectivamente al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. El problema surge
cuando vemos que las hipóstasis a las que se refieren los neoplatónicos se distinguen
entre sí, participan de una misma naturaleza pero mantienen relaciones
de subordinación. En fin, vayamos a la conclusión: el Hijo y el Espíritu Santo no son
sino emanaciones o productos del Padre que no pueden ser comparados con Él y que
carecen de Su naturaleza.95
Por lo que se refiere al dato de la Escritura, Arrio ve confirmado su esquema en el
pasaje del libro de los Proverbios (8, 22) que se refiere a la Sabiduría: "El Señor me
creó al principio de sus tareas, antes de sus obras más antiguas". Cristo, considerado
como la Sabiduría de la que habla el Antiguo Testamento, es una criatura de Dios, la
primera de todas pero criatura al fin y al cabo, que serviría como intermediario entre
Dios y el resto de la creación.96

El concilio de Nicea
El Concilio I de Nicea es el primer Concilio Ecuménico, es decir, universal, en cuanto
participaron unos trescientos obispos de todas las regiones donde había cristianos.
Fomentado por Constantino tras haber logrado con su victoria contra Licinio en el año
324 la reunificación del Imperio, que también deseaba ver unida a la Iglesia, que en
esos momentos estaba sacudida por la predicación de Arrio, de donde se deduce que
hubo un tiempo en que el Hijo no existió, por tanto Dios fue siempre Dios pero no
siempre fue Padre; el Hijo no pertenece a la esencia del Padre sino que es creado y
producido; el Hijo es Dios por participación y no por esencia.97
Las principales enseñanzas de Arrio condenadas en Nicea aparecen en el anatema que
sigue a la exposición que el concilio hace de la fe católica. Podemos sintetizarlas en
seis proposiciones:
a) el Verbo no es eterno ya que «hubo un tiempo en que no existía»
b) el Verbo no existía antes de ser engendrado c) fue hecho de la nada
d) no es de la misma sustancia o esencia que el Padre);
e) es una criatura
f) posee una naturaleza mudable y, en virtud del libre albedrío, es capaz del bien y del
Mal.98
Afirmaban que el Hijo de Dios no es eterno pretendían establecer la diferencia entre el
Padre y el Hijo en base al atributo divino de la eternidad, atributo que correspondería
solamente al Padre; el Hijo sería de distinta naturaleza por ser posterior en el tiempo.
Basilio, en cambio, negará enérgicamente que la unión Padre-Hijo se dé solamente en
el tiempo; esa unión, dice, va más allá de todos los siglos y no existe intermedio alguno
entre el que engendra y el engendrado . El Hijo existe antes de los siglos y S. Juan lo ha
puesto de relieve cuando dice: «En el principio existía el Verbo El Hijo guarda con el
Padre una unión natural y, por tanto, eterna.
También del Espíritu Santo se dice que no es eterno con el fin de mostrar su
desemejanza con el Padre. Basilio responde con una fórmula llena de solemnidad: el
Espíritu Santo existía, preexistía y estaba en compañía del Padre ya antes de todos los
siglos también en cuanto a la eternidad está unido con el Padre y el Hijo, o lo que es lo
mismo, coincide con ambos en la noción de eternidad . Por ser eterno como el Padre y
el Hijo, está justificado el decir que coexiste con ellos; coexistir significa lo mismo que
consorcio eterno y resulta perfectamente adecuado para expresar la existencia antes de
los siglos y la duración sin fin. Según el concilio de Nicea, (el 20 de mayo del 325 D.C.)
una de las características de la herejía arriana es calificar al Hijo como hechura

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y criatura del Padre. El arrianismo piensa, en efecto, que no hay diferencia alguna
entre el Hijo y las criaturas . La herejía arriana enseñaba que el Verbo no existió desde
siempre, y que, por ser engendrado no era increado, sino hecho y hecho de la nada por
ello no era posible comunión alguna entre el Padre y el Hijo ni que el Padre
engendrara a alguien de su misma naturaleza .
Para Basilio ni el Hijo ni el Espíritu Santo provienen de una sustancia anterior común
a las tres divinas Personas. Pero tampoco proceden de la nada: ambos proceden del
Padre, pero no por eso son criaturas ya que proceden de un modo radical y
esencialmente distinto; tan distinto que ese modo de proceder da testimonio de su
divinidad. Sólo el Hijo y el Espíritu Santo proceden del Padre en el sentido más
auténtico y pleno. Ambos proceden en sentido estricto, aunque de diferente manera: el
Hijo por generación y el Espíritu Santo de un modo que nos resulta desconocido e
inefable. Nicea condenó a quienes afirmaran que el Verbo es capaz del bien y del mal,
es decir, de voluntad mudable los arrianos sostenían así porque pensaban que se seguía
ineludiblemente del hecho de que Cristo poseyera el libre albedrío. Paralelamente,
también del Espíritu Santo dirán que es capaz del mal es decir, que no tiene la santidad
por naturaleza pero, precisamente, dirá Basilio, la diferencia que se da entre el
Espíritu Santo y los poderes celestiales consiste en que aquél tiene la santidad por
naturaleza mientras que éstos la poseen de una manera participada los ángeles tienen
una naturaleza mudable y, en virtud de su libre albedrío tienen capacidad de hacer el
bien y el mal; en exacta contraposición con el modo de ser y calidad de naturaleza de
los poderes celestiales, Basilio afirma que el Espíritu Santo es fuente de santidad;
posee una santidad no recibida graciosamente, sino poseída esencialmente,
coesencialmente con el Padre y el Hijo y llena completamente su naturaleza. Pero el
atentado más fuerte contra la verdadera doctrina del Hijo y del Espíritu Santo es el que
supone que ni uno ni otro poseen la misma naturaleza, la misma esencia (oúcrla) que el
Padre. 99
De las afirmaciones del Evangelio relativas al hambre, a la sed, al sueño y a las
pasiones (ira, emoción, llanto, etc.) de Cristo, los arrianos inducían que Jesucristo no
podía ser Dios, porque era mutable y pasible100.
Maximino, obispo arriano de África en el siglo IV habla de la Encarnación como de ad
humana contagia et ad humanam carnem descendere, cosa incompatible con el Padre
que es: innatus, infectus, invisibilis; en este sentido atribuye sólo al Padre el texto de 1
Tim 6, 15s que habla de la inmortalidad e invisibilidad de Dios, y que la unidad entre
Dios Padre y Cristo es una unidad moral, producida por la unión de voluntades.101
La fe arriana se basa en que el Hijo: «valuntate et praecepta Patris se encaminó
a la pasión y muerte, como él mismo dijo: Padre, pase de mí este cáliz; pero no lo que
yo quiero, sino lo que quieras tú (Mt 26, 39.59); y el Apóstol afirma y dice: hecho
obediente al Padre hasta la muerte, y la muerte de cruz (Phi! 2,8)102

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En sus orígenes, Cristo era considerado ante todo como un Mesías, en definitiva un ser
mortal, el cual había sido elegido por Dios para realizar sus designios y que por ello
podía llamársele Hijo de Dios; a esta doctrina se la llama adopcionismo. Sin embargo,
en la Iglesia cristiana fue creciendo en importancia la opinión de que Cristo había
preexistido como Hijo de Dios a su encarnación humana en Jesús de Nazaret, y que
había descendido a la Tierra para redimir a los seres humanos; a esta nueva doctrina
se la denomina encarnacionismo. Esta nueva concepción de la naturaleza de Cristo
trajo aparejados varios problemas teológicos, ya que se discutió si en Cristo existía una
naturaleza divina o una humana, o bien ambas, y si esto era así, se discutió la relación
entre ambas (fundidas en una sola naturaleza, completamente separadas, o
relacionadas de alguna manera).
El encarnacionismo prendió fuertemente en el mundo gentil, y especialmente en el
occidente del Imperio Romano, mientras que las iglesias orientales defendían nociones
más cercanas al adopcionismo. Arrio había sido discípulo de Pablo de Samosata, un
predicador oriental del siglo III, y creía que Cristo era una criatura, aunque concedía
que había sido la primera criatura formada por el Creador.
En la lucha de los encarnacionistas contra los arrianos hay varios factores a tomar en
cuenta, como trasfondo de la discusión doctrinal:
· Había una lucha de poder entre la Iglesia de Roma y las iglesias orientales, en
una época en que la supremacía de la primera no estaba bien asentada todavía.
Las iglesias orientales apoyaron a Arrio, mientras que las occidentales
tendieron a apoyar a los encarnacionistas.
· Pablo de Samosata había sido apoyado por la reina Zenobia de Palmira,
enemiga mortal del Imperio Romano, y el emperador tendía a apoyar el
encarnacionismo.
· Por razones psicológicas, el encarnacionismo gustaba más a las clases
acomodadas del Imperio (que vivían en Grecia o Roma), mientras que el
Adopcionismo gustaba más a las clases empobrecidas (las que predominaban
en las regiones orientales del Imperio).
San Atanasio, secretario de San Alejandro, obispo de Alejandría, y el mismo obispo, se
enfrentaron acaloradamente con Arrio. Para calmar las disensiones. Constantino, que
practicaba la religión mitraica y se ocupaba de restablecer la paz religiosa y el orden
civil envió cartas a San Alejandro y a Arrio censurando sus acaloradas controversias
relativas a asuntos sin importancia práctica y aconsejándoles que se pusieran de
acuerdo sin demora.103 Para suavizar la situación, fue enviado Osio a Alejandría, que
vio imposible reducir al primero y opinó por la celebración de un concilio. Juntóse éste
en Nicea de Bitinia el año 325, con asistencia de 318 obispos, presididos por el mismo
Osio, que firma el primero después de los legados del papa, en esta forma: Hosius
episcopus civitatis Cordubensis, provinciae Hispaniae, dixit…. Aquel concilio, el
primero de los ecuménicos, debe ser tenido por el hecho más importante de los
primeros siglos cristianos, en que tanto abundaron las maravillas. 104

26


Al fracasar la mediación de Osio, Constantino convocó el concilio de Nicea. El
emperador puso a disposición de los obispos los medios de transporte públicos y las
postas del imperio; incluso, aportó provisiones abundantes para el mantenimiento de
los asistentes durante el Concilio. Eusebio de Cesarea habla de más de 250 obispos.
San Atanasio, miembro del Concilio, habla de 300 y en su carta "Ad Afros" menciona
explícitamente 318. Parece que el presidente fue, realmente, Hosio de Córdoba,
asistido por los legados papales , Víctor y Vincencio. 105
El emperador Constantino decidió actuar para poner fin a las disputas teológicas, no
porque estuviera especialmente interesado en la materia, ya que de teología sabía bien
poco, sino porque podrían suponer a la larga un motivo de desestabilización social.106
San Atanasio nos asegura que las actividades del Concilio no se vieron, de ninguna
manera, perturbadas por la presencia de Constantino. 107
Fue el Concilio de Nicea, el 20 de mayo del 325 D.C., donde el partido anti-arriano
bajo la guía de San Atanasio, diácono de Alejandría, logró una definición ortodoxa de
la fe y el uso del término homoousion (consustancial, de la misma naturaleza) para
describir la naturaleza de Cristo. ««Creemos en un solo Dios Padre omnipotente... y en
un solo Señor Jesucristo Hijo de Dios, nacido unigénito del Padre, es decir, de la
sustancia del Padre, Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no hecho, consustancial al Padre...»» (Manual de Doctrina Católica
Denzinger - Dz 54).
San Atanasio, reconocido como "Padre de la Ortodoxia", recibió una educación clásica
y teológica de Alejandría, donde fue ordenado diácono y también nombrado secretario
del obispo Alejandro. Como experto teológico en el Concilio de Nicea, En 328 sucedió
a Alejandro como obispo de la sede sobre la que iba a presidir durante 45 años.
Diecisiete de ellos los pasó en el exilio, que se le impusieron en cinco ocasiones
distintas entre 335 y 366.108
En reacción a los que negaban tanto la plena humanidad y la plena divinidad de
Jesucristo, Atanasio explicó cómo el Logos, la Palabra de Dios, se unió con la
naturaleza humana y cómo su muerte y resurrección venció la muerte y el pecado.
Trabajó las implicaciones de pasajes bíblicos sobre la Encarnación y aseguró la
unidad del Logos y la naturaleza humana en Cristo. Sostuvo que si Cristo no era de la
misma naturaleza (homoousios, "tener el mismo ser") con Dios el Padre, entonces la
salvación no sería posible y si Cristo no eran plenamente hombre, entonces la
naturaleza humana no podía ser salvada. 109
Se había descubierto una fórmula que serviría como comprobación, aunque no simple
de encontrar en las Escrituras, sin embargo resumía la doctrina de San Juan, San

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Pablo y el propio Cristo, “Yo y el Padre somos uno”. La herejía, como destaca San
Ambrosio, había provisto desde su propia vaina el arma para cortar su cabeza.
Si Cristo no fuera plenamente hombre y plenamente Dios, no podría llevar a cabo la
salvación, puesto que sólo se salva lo que se asume (la humanidad) y sólo puede salvar
quien tenga potestad para ello (la divinidad).110
La consubstancialidad numérica es en la substancia, que es común a ambos. Si fuera en
la persona (del Padre), caeríamos en el modalismo que temían los adversarios. 111
Tratando de las "personas", Gregorio de Nacianzo : "El nombre propio del sin
principio, es Padre; del engendrado de modo sin principio, hijo; del que de modo no
engendrado o procede hacia, el Espíritu Santo"112
Ni el Hijo es el Padre, pues hay un solo Padre, sino lo que es el Padre, ni el Espíritu es
el Hijo por (venir) de Dios, pues hay un solo Unigénito, sino lo que es el Hijo. Los tres
son uno en la divinidad y lo uno es tres en las propiedades"113
La “consubstancialidad” fue aceptada. Solamente trece obispos disintieron, y
rápidamente se redujeron a siete. Hosio redactó las declaraciones conciliares, a las
que fueron anexados anatemas contra aquellos que afirmaran que el Hijo alguna vez no
había existido, o que no existía antes de ser engendrado, o que Él había sido hecho de
la nada, o que Él era de una substancia o esencia diferente del Padre, o era creado o
variable. Todos los obispos hicieron esta declaración excepto seis, de los cuales cuatro
a la larga se retractaron. Eusebio de Nicomedia retiró su oposición a los términos de
Nicea, pero no firmaría la condena de Arrio. El emperador, que consideraba la herejía
como rebelión, propuso las alternativas de suscripción o destierro; y, en el terreno
político, el Obispo de Nicomedia fue exiliado poco después del concilio, involucrando a
Arrio en su ruina. El heresiarca y sus seguidores soportaron su sentencia en Iliria.114
Finalmente, en el Concilio de Nicea del año 325 se aprobó el credo propuesto por
Atanasio (y a lo que parece formulado por Osio)115, y la cerrada defensa del
encarnacionismo hecha por Atanasio consiguió incluso el destierro de Arrio. Cuando
éste fue perdonado el año 336, murió en misteriosas circunstancias (probablemente
envenenado). La disputa entre encarnacionistas y arrianos iba a durar durante todo el
siglo IV, llegando incluso a haber emperadores arrianos (el propio Constantino I el
Grande fue bautizado en su lecho de muerte por el obispo arriano Eusebio de
Nicomedia. Ulfila, obispo y misionero, propagó el arrianismo entre los pueblos
germánicos, particularmente los visigodos ostrogodos y vándalos. Después del Concilio
de Calcedonia del año 381, el arrianismo fue definitivamente condenado y considerado
como herejía en el mundo católico. Sin embargo, el arrianismo se mantuvo como

28


religión oficial entre los germanos hasta el siglo VI. El último rey germano en mantener
el arrianismo fue Leovigildo, rey de los visigodos.116
La adhesión al credo niceno fue general y entusiasta. Todos los obispos, excepto cinco,
se declararon prestos a suscribir dicha fórmula, convencidos de que contenía la
antigua fe de la Iglesia Apostólica. Los oponentes quedaron pronto reducidos a dos,
Teonas de Marmárica y Segundo de Tolemaida, quienes fueron exilados y
anatematizados. Arrio y sus escritos fueron también marcados con el anatema, sus
libros fueron quemados y él fue exiliado a Iliria.117
El concilio también fijó la celebración de la Pascua en el primer domingo después del
primer plenilunio de primavera, siguiendo la praxis habitual en la iglesia de Roma y en
muchas otras.118
Fueron condenados los escritos de Arrio y tanto él como sus seguidores desterrados,
entre ellos Eusebio de Nicomedia. Aunque no era arriano, Constantino gradualmente
relajó su posición anti-arriana bajo la influencia de su hermana, quien tendía simpatías
arrianas. A Eusebio y a otros se les permitió regresar y pronto comenzaron a trabajar
para destruir lo hecho en el Concilio de Nicea. Por los manejos de Eusebio de
Nicomedia, Constantino intento traer a Arrio de regreso a Constantinopla (334-335) y
rehabilitarlo, pero murió antes de que llegara. Aprovechando la nueva situación, el
partido arriano fue ganando terreno y logró el exilio de San Atanasio, quien ya era
obispo de Alejandría, y de Eustaquio de Antioquía. Avanzaron aún más durante el
reinado del sucesor de Constantino en Oriente, Constancio II (337-361), quien dio un
apoyo abierto al arrianismo.119
Se puede decir que, en realidad, el arrianismo resultó fortalecido después de su
primera derrota superficial. Esta paradoja obedeció a una causa que se puede hallar
en muchas formas de conflicto. El adversario derrotado aprende de su primer revés las
características de la cosa que ha atacado; descubre sus puntos débiles; aprende la
forma de confundir a su oponente y percibe los compromisos hacia los cuales el
adversario puede ser conducido. Por consiguiente, después de esta prueba, el
derrotado está mejor preparado que antes de la primera batalla. Eso fue lo que sucedió
con el arrianismo.120
Tras la muerte de Alejandro, Atanasio había accedido al episcopado en Alejandría. Fue
una de las mayores figuras de la Iglesia en todo el siglo IV, que defendió con gran
altura intelectual la fe de Nicea, pero que precisamente por eso fue enviado al exilio
por el emperador. 121
Eusebio, que en 328 recobró el favor de Constantino, propició un período de reacción
arriana. San Eustaquio de Antioquía fue depuesto bajo el cargo de sabelianismo, y el
emperador envió su mandato de que Atanasio debía recibir de regreso a Arrio a la

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comunión. El santo rehusó firmemente. En 325 el heresiarca fue absuelto por dos
concilios, en Tiro y en Jerusalén, el primero de los cuales depuso a Atanasio basado en
falsos y vergonzosos fundamentos de mala conducta personal. Fue exiliado a Tréveris y
su estadía de dieciocho meses en esos lugares cimentó más estrechamente a Alejandría
con Roma y el Occidente católico.122
Los arrianos estaban dispuestos a admitir que Cristo había sido de la esencia divina,
pero no plenamente Dios; no increado. Cuando los arrianos comenzaron con esta
nueva política de compromiso verbal, el emperador Constantino y sus sucesores la
consideraron como una oportunidad honesta de reconciliación y reunión. La negativa
de los católicos a dejarse engañar quedó a los ojos de quienes así pensaban como mera
obstinación; y a los ojos del Emperador, como una rebelión facciosa y una
desobediencia inexcusable. “Aquí estáis vosotros que os llamáis los únicos verdaderos
católicos, prolongando y envenenando innecesariamente una mera pelea facciosa.
Debido a que tenéis los personajes populares detrás de vosotros, os creéis amos de
vuestros seguidores. Tal arrogancia es intolerable. Vuestros adversarios han aceptado
el punto principal. ¿Por qué no podéis acordar la disputa y restablecer la unión? Al
resistiros estáis dividiendo a la sociedad en dos bandos; estáis alterando la paz del
Imperio y estáis siendo tanto criminales como fanáticos.”123
Constantino ordenó a Alejandro, obispo de la Ciudad Imperial, darle la Comunión en
su propia iglesia . Arrio triunfó abiertamente; pero mientras andaba pavoneándose, la
tarde anterior al día en que iba a tener lugar este acontecimiento, murió de un
repentino desorden, al que los católicos no pudieron dejar de atribuir a un juicio de los
cielos. Constantino entonces no favoreció más que a los arrianos.
No obstante, fue bautizado en sus últimos momentos por el prelado de Nicomedia.124
La muerte del arrianismo en el Este se produjo cuando los conquistadores árabes
convirtieron a la masa del Imperio Cristiano Oriental en un pantano125, pero la herejía
no moriría aun por siglos y crecería en algunas tribus germánicas que habían sido
evangelizadas por predicadores arrianos, las cuales la traerían de nuevo al Imperio en
el siglo V con la invasión de Occidente. Aunque todavía se encuentran grupos de
cristianos-arrianos en el Oriente Medio y el Norte de África, el arrianismo profesado
como tal desapareció hacia el siglo VI. 126
No obstante, bajo forma mitigada, el arrianismo permanece hasta hoy implícito, al
menos bajo algunos aspectos, entre los protestantes, especialmente por su rechazo a la
Santísima Virgen en cuanto Madre de Dios: pues si Jesucristo no es verdaderamente
Dios —¡arrianismo!— y hombre, María Santísima no es Madre de Dios y no ejerció

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entonces una participación excelsa en la obra de la Redención, lo que es contrario a la
fe.127
Bajo el astuto rótulo de Teología de la Liberación se designa a una amalgama de
errores de los más disparatados en materia de teología, filosofía, sociología, economía,
etc.
Ella es fruto de los errores teológicos y filosóficos que penetraron en la Iglesia a fines
del siglo XIX y que fueron condenados por San Pío X (Papa de 1903 a 1914) bajo la
denominación de modernismo. Tales errores pretendían adaptar a la Iglesia y al pueblo
fiel al espíritu y a los errores del mundo y de la vida “moderna”, los cuales buscan
satisfacer el orgullo y la sensualidad dejados en el corazón humano por el pecado
original.128
El arrianismo revivió por un momento en el caos general de la Reforma. Intelectuales
dispares, incluyendo a Milton en Inglaterra y presumiblemente a Bruno en Italia, y todo
un grupo de franceses, presentaron en los Siglos XVI y XVII doctrinas que intentaban
reconciliar un materialismo modificado y una negación de la Trinidad con alguna parte
de la religión cristiana.129
Tras el concilio de Nicea
Cuando se sugirió el primer compromiso con el arrianismo, Atanasio ya era arzobispo
de Alejandría. Constantino le ordenó readmitir a Arrio a la Comunión. Atanasio se
negó, por lo que fue exiliado a la Galia, pero el Atanasio en el exilio resultó ser aún
más formidable que el Atanasio en Alejandría. Su presencia en Occidente tuvo el efecto
de reforzar el fuerte sentimiento católico de esa parte del Imperio. Los hijos de
Constantino que se sucedieron uno tras otro en el Imperio, vacilaron entre una política
de asegurarse el apoyo popular, que era católico, o bien asegurarse el apoyo del
ejército, que era arriano. Más que otra cosa, la corte se inclinaba por el arrianismo
porque le molestaba el creciente poder del Clero Católico organizado como rival del
poder secular del Estado. El último y el más longevo de los hijos de Constantino –
Constancio – se hizo decididamente arriano. A Atanasio lo exiliaron una y otra vez,
pero la causa que defendía siguió aumentando en fuerza.130
Los arrianos rígidos, estaban dirigidos por un tal Aezio (Ezio) de Antioquía, calderero
primero, luego platero, más tarde médico y finalmente diácono de Antioquía. Buen
dialéctico, árido y seco en sus silogismos, identificaba la esencia divina con la noción
de «no engendrado», evidentemente propia del Padre, resultando de ello que el Hijo,

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lejos de ser consustancial o al menos semejante al mismo, venía a ser totalmente
diferente (anhomoios). 131
En el conciliábulo de Antioquía, en 341, depusieron a Atanasio, eligiendo en su lugar a
Gregorio. El nuevo obispo penetró en Alejandría con gente armada, y San Atanasio
hubo de retirarse a Roma, donde alcanzó del papa San Julio la revocación de aquellos
actos anticanónicos; pero el emperador Constancio persiguió de tal suerte al santo
Obispo, que éste se vio precisado a mudar continuamente de asilo, sin dejar de
combatir un punto a los arrianos de palabra y por escrito. 132
A la muerte de Constantino (a. 337), se levanta una fuerte reacción antinicena contra
los hombres que más decididamente habían propugnado su credo y la doctrina del
homousios, como los papas julio 1 y Liberio, Osio de Córdoba, S. Atanasio de
Alejandría, Marcelo de Ancira, Eustacio de Antioquía, etc.133
Convocóse al fin un concilio en Sardis, ciudad de Iliria, el año 347. Concurrieron 300
obispos griegos y 76 latinos. Presidió Osio, que firma en primer lugar, y que propuso y
redactó la mayor parte de los cánones, encabezados con esta frase: Osius Episcopus
dixit. El sínodo respondió a todo: Placet. San Atanasio fue restituido a su silla, y
condenados de nuevo los arrianos. Otra vez en España Osio, reunió en Córdoba un
concilio provincial, en el cual hizo admitir las decisiones del Sardicense y pronunció
nuevo anatema contra los secuaces de Arrio134.
Las persecuciones se alargarían. El año 362, en Alejandría, unió Atanasio a los
ortodoxos semiarrianos con él mismo y el Occidente. Cuatro años después cincuenta y
nueve prelados macedonios, es decir, hasta entonces anti nicenos, se sometieron al
Papa Liberio. Pero el Emperador Valente, un feroz hereje, todavía ponía devastación a
la Iglesia.135
Teodosio I, un español y católico, gobernaba todo el Imperio. Atanasio murió en 373;
pero su causa triunfó en Constantinopla, arriana por largo tiempo, primero por la
prédica de San Gregorio Nacianceno, luego en el Segundo Concilio General (381),
cuya apertura presidió Melecio de Antioquía.Desde este momento el arrianismo en
todas sus formas perdió su lugar dentro del Imperio.136
Su desarrollo entre los bárbaros fue más político que doctrinal. Ulfilas (311-388),
quien tradujo las Escrituras al maeso-gótico, enseñó una teología acaciana a los
ostrogodos del Danubio; reinos arrianos surgieron en España, África, Italia. Los
gépidas, hérulos, vándalos, alanos y lombardos recibieron un sistema que eran tan
poco capaces de comprender como de defender137.

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Ulfilas divulgó el credo arriano: Creo que sólo hay un Dios Padre y en su Hijo
unigénito, nuestro Dios y Señor, creador y hacedor de todas las cosas, como el que no
hay nadie. Por lo tanto hay un Dios de todo, que es también Dios de nuestro Dios, y
creo en el Espíritu Santo como un poder iluminador y santificador. Como Cristo dice
tras la resurrección a sus Apóstoles: “Y he aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre
sobre vosotros: mas vosotros asentad en la ciudad de Jerusalem, hasta que seáis
investidos de potencia de lo alto” (Lucas, 24.49) y después “Mas recibiréis la virtud del
Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros; y me sereís testigos en Jerusalem, en toda
Judea, y Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1.8) Ni Dios ni Señor, sino el
ministro de Cristo; no igual, pero sujeto y obediente en todas los aspectos al Hijo. Y
creo que el Hijo está sujeto y obedece en todo a Dios Padre.138
Comprenderemos mejor su significado si la calificamos como un intento Oriental de
racionalizar el credo despojándolo del misterio en lo concerniente a la relación de
Cristo con Dios.139
El concilio de Antioquía
En el año 341 se celebró un Concilio en Antioquía, el cual no fue reconocido como
concilio ecuménico y fue encabezado por Eusebio de Nicomedia. Este Concilio aceptó
varias afirmaciones heréticas sobre la naturaleza de Cristo. La oposición fue tal en
Occidente, que Constancio II, emperador de Oriente, y Constante, de Occidente,
convinieron en convocar un Concilio en Sárdica en el 343, donde se logró el regreso de
Atanasio y su restauración como obispo de Alejandría, así como la deposición de sus
sedes de muchos obispos arrianos. Tras la muerte de Constante y el advenimiento de
Constancio como único emperador en el año 350, los arrianos recuperaron mucho de
su poder, generándose persecuciones anticatólicas en el Imperio. Durante este período
se dio el momento de mayor poder y expansión de la herejía arriana con la unificación
de los diversos partidos en el interior del arrianismo en el año 359 y su máximo triunfo
doctrinal en los concilios de Seleucia y Arimino.140
En este concilio se fijaron cuatro fórmulas de fe conciliatorias. Si bien los padres allí
reunidos, ortodoxos en su mayoría, repudiaban decididamente la doctrina arriana, su
condenación arriana no era tan limpia ni tan explícita como la que lanzaron, allí
mismo, contra Marcelo de Ancira (v.), que, aun sosteniendo una doctrina confusa,
había apoyado decididamente la fe de Nicea. Poco tiempo después moría Eusebio de
Nicomedia, alma de las maquinaciones contra S. Atanasio y de la reacción antinicena.
El hecho contribuyó a mitigar el ardor de sus secuaces. En la cuarta fórmula de
Antioquía, que fue presentada a la Corte imperial de Tréveris, ellos mismos repudian
las tesis principales de Arrio, pero dejando aparte la palabra homousios. Las fórmulas
antioquenas pecan de imprecisión y ambigüedad, aunque alguna admita una

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interpretación ortodoxa. Concretamente, la segunda será utilizada más tarde por S.
Atanasio y por S. Hilario de Poitiers (v.) con el fin de atraer a los semiarrianos.141
Un nuevo concilio celebrado en Sárdica (hoy Sofía) (342-343) acentuó aún más la
división. Los obispos occidentales admitieron en seguida su comunión con S. Atanasio y
con Marcelo, pero los orientales se reunieron después por su cuenta, excomulgando no
ya sólo a los citados defensores de la fe, sino también al papa Julio 1 (337-352; v.), a
Osio (m. 357; v.) y a otros obispos, bajo la acusación de favorecer la herejía, y fijando
un nuevo símbolo de fe semejante a la cuarta fórmula antioquena. Los ortodoxos, bajo
el venerable obispo de Córdoba, Osio, excomulgaron, a su vez, a los cabecillas
contrarios, reafirmándose otra vez en el símbolo de Nicea142
Osio murió el mismo año 357, a la edad de ciento un años, después de haber sido
azotado y atormentado por los verdugos de Constancio, conforme testifica Sócrates
Escolástico143 Osio fue acusado posteriormente de herético incluso por San Agustín,
pero todo parece ser debido justamente a las malas artes de quienes con tanta saña
combatió, en concreto, el luciferiano Marcelino, que hizo proliferar un libelo
difamatorio contra Osio. La Iglesia griega venera a Osio como santo el 27 de agosto.
La latina no le ha canonizado todavía, quizá por estar en medio el libellus de los
luciferianos144
Por este tiempo habíase puesto resueltamente Constancio del lado de los arrianos, y
consentía en 355 que desterrasen al papa Liberio por no querer firmar la condenación
de Atanasio.145
El obispo cordobés Osio, santo en la iglesia ortodoxa, a quién no obstante se le ha
tachado de heterodoxo, quizá porque condescendió con dos obispos arrianos, quienes
probablemente propalaron la fama de heterodoxia de aquel, le respondía (a
Constancio): Yo fui confesor de la fe cuando la persecución de tu abuelo Maximiano. Si
tú la reiteras, dispuesto estoy a padecerlo todo, antes que a derramar sangre inocente
ni ser traidor a la verdad. Mal haces en escribir tales cosas y en amenazarme...
Acuérdate que eres mortal, teme el día del juicio, consérvate puro para aquel día, no te
mezcles en cosas eclesiásticas ni aspires a enseñarnos, puesto que debes recibir
lecciones de nosotros. Confióte Dios el Imperio, a nosotros las cosas de la Iglesia. El
que usurpa tu potestad, contradice a la ordenación divina; no te hagas reo de un
crimen mayor usurpando los tesoros del templo. Escrito está: Dad al César lo que es
del César y a Dios lo que es de Dios. Ni a nosotros es lícito tener potestad en la tierra,
ni tú, emperador, la tienes en lo sagrado. Escríbote esto por celo de tu salvación. Ni
pienso con los arrianos ni les ayudo, sino que anatematizo de todo corazón su herejía;
ni puedo suscribir la condenación de Atanasio, a quien nosotros y la Iglesia romana y
un concilio han declarado inocente146.

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Contra ese cuento absurdo que llama avaro y tímido al Osio autor de la carta a
Constancio y dos veces confesor de la fe, hemos de poner el testimonio brillante de San
Atanasio, que con él lidió bizarramente contra los arrianos: «Murió Osio protestando
de la violencia, condenando la herejía arriana y prohibiendo que nadie la siguiese ni
amparase... ¿Para qué he de alabar a este santo viejo, confesor insigne de Jesucristo?
No hay en el mundo quien ignore que Osio fue desterrado y perseguido por la fe. ¿Qué
concilio hubo donde él no presidiese? ¿Cuándo habló delante de los obispos sin que
todos asintiesen a su parecer? ¿Qué iglesia no fue defendida y amparada por él? ¿Qué
pecador se le acercó que no recobrase aliento o salud? ¿A qué enfermo o menesteroso
no favoreció y ayudó en todo?» 147
Bajo el gobierno del emperador Valentiniano (364-375), el cristianismo ortodoxo fue
restablecido en Oriente y Occidente, y la ejemplar acción de los Padres Capadocios
(San Basilio y San Gregorio Nacianceno) condujo a la derrota final del arrianismo en
el Concilio de Constantinopla en el año 381148, que fue un concilio oriental,
posteriormente reconocido como ecuménico.149 En Occidente, solo Hilario de Poitiers,
buscando ese mismo frente común, en su De synodis, había defendido cierta
equivalencia de la fórmula nicena150. Occidente solo conoció los pormenores del
concilio de Constantinopla cuando se leyó en el concilio de Calcedonia, después que ya
Agustín había desarrollado el Filioque, que terminó imponiéndose en Occidente.151
Este concilio oriental, que terminó con la crisis arriana gracias a la nueva fórmula
trinitaria de los Capadocios y al apoyo de Teodosio, confesó la divinidad del Espíritu
Santo con términos equivalentes, como que procede del Padre y no por generación. Es
el fin de la interpretación subordinacionista a que tendía la antigua cultura platónica o
estoica. 152
El II Concilio ecuménico celebrado en Constantinopla (v.) el año 381 señala la
desaparición del semiarrianismo, que sólo continúa perviviendo entre las tribus
germanas que acabarían convirtiéndose en la ortodoxia después de invadir el Imperio y
de asentarse en su territorio.153
S. Atanasio, en su Orat. III c. Arrianos, nos revela que un autor arriano, cuyo nombre
no dice, formulaba sus objeciones contra la consustancialidad entre Padre e Hijo en
base a los textos del N. T. relativos a la Pasión de Cristo154.
La Iglesia, que jamás introduce nueva doctrina, no hizo otra cosa que definir el
principio de la consustancialidad tal como se lee en el primer capítulo del Evangelio de
San Juan.

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La palabra homoousios (consustancial), empleada la primera vez por el Niceno, no es
mas que una paráfrasis del Verbum erat apud Deum et Deus erat Verbum. El
cristianismo no ha variado ni variará nunca de doctrina.155
Nicea y el III concilio de Toledo
El año 409 irrumpieron en Hispania varios pueblos bárbaros y, tras ellos los también
bárbaros visigodos. Todos practicaban el arrianismo, que se mantendría como minoría
dominante hasta la ascensión de Recaredo, que se convirtió, y con él todos los visigodos,
al catolicismo.
Poco antes, su padre Leovigildo intentó la unidad religiosa en el arrianismo.
La tentativa de unificación religiosa de Leovigildo resulta, pese a su fracaso, un claro
exponente de la importancia decisiva que el monarca visigodo atribuía a la unidad
religiosa, para el logro de una vigorosa unidad nacional. Importa advertir que tal fue
la opinión dominante durante muchos siglos entre los hispanos; y recordar también que
el primer intento de unidad confesional, surgido tras la constitución de España como
entidad política independiente, fue un intento de unidad arriano-tardía, no de unidad
católica. Esta llegó después, de acuerdo con una providencial lógica de la historia, y
fue la unidad religiosa destinada a configurar durante catorce siglos el talante y el
horizonte espiritual del pueblo español.156
El primer concilio de Toledo se abrió con estas palabras de Patruino, obispo de Mérida:
«Como cada uno de nosotros ha comenzado a hacer en su iglesia cosas diversas, y de
aquí han procedido tantos escándalos que llegan hasta el cisma, decretemos, si os place,
la norma que han de seguir los obispos en la ordenación de los clérigos. Yo opino que
deberíamos guardar perpetuamente las constituciones del concilio Niceno y no
apartarnos de ellas jamás». Y respondieron los obispos: «Así nos place; y sea
excomulgado todo el que obre contra lo prevenido en los cánones de Nicea» . Nótese
bien: en los Cánones de Nicea, en la disciplina universal (católica) de Oriente y de
Occidente; porque la Iglesia española, fiel a las tradiciones del grande Osio, nunca
aspiró a esa independencia semicismática. En el mismo concilio se dictó la Assertio
fidei contra priscillianistas, 157 Es de suponer que no hicieron lo mismo con el
arrianismo porque los visigodos, gobernantes de España, eran arrianos, pero
proclamaron el Credo niceno: «Creemos en un solo y verdadero Dios omnipotente,
Padre, Hijo y Espíritu Santo, Hacedor de todas las cosas visibles e invisibles, del cielo
y de la tierra. Creemos que hay un solo Dios, y una Trinidad de la sustancia divina; que
el Padre no es el Hijo; que el Hijo no es el Padre, pero el Hijo de Dios es de la
naturaleza del Padre; que el Espíritu Santo, el Paráclito, no es el Hijo ni el Padre, pero
precede del Padre y del Hijo. Es, pues, no engendrado el Padre, engendrado el Hijo, no

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engendrado el Espíritu Santo, pero procedente del Padre y del Hijo. El Padre es aquél
cuya voz se oyó en los cielos: Éste es mi hijo amado, en quien tengo todas mis
complacencias: oídle a Él. El Hijo es aquél que decía: Yo procedí del Padre y vine de
Dios a este mundo. El Paráclito es el Espíritu Santo, de quien habló el Hijo: Si yo no
tornare al Padre, no vendrá el Espíritu. Afirmamos esta Trinidad distinta en personas,
una en sustancia, indivisible y sin diferencia en virtud, poder y majestad.
Fuera de ésta, no admitimos otra naturaleza divina, ni de ángel ni de espíritu, ni de
ninguna virtud o fuerza que digan ser Dios. Creemos que el Hijo de Dios, Dios nacido
del Padre antes de todo principio, santificó las entrañas de la Virgen María, y de ella
tomó, sin obra de varón, verdadero cuerpo, no imaginario ni fantástico, sino sólido y
verdadero. Creemos que dos naturalezas, es a saber, la divina y la humana,
concurrieron en una sola persona. que fue Nuestro Señor Jesucristo, el cual tuvo
hambre y sed, y dolor y llanto, y sufrió todas las molestias corporales, hasta que fue
crucificado por los judíos y sepultado, y resucitó al tercero día. Y conversó después con
sus discípulos, y cuarenta días después de la resurrección subió a los cielos. A este Hijo
del hombre le llamamos también Hijo de Dios, e Hijo de Dios y del hombre juntamente.
Creemos en la futura resurrección de la carne, y decimos que el alma del hombre no es
de la sustancia divina ni emanada de Dios Padre, sino hechura de Dios creada por su
libre voluntad . Si alguno dijere o creyere que el mundo no fue creado por Dios
omnipotente, sea anatema. Si alguno dijere o creyere que el Padre es el Hijo o el
Espíritu Santo, sea anatema. Si alguno dijere o creyere que el Hijo es el Padre o el
Espíritu Santo, sea anatema. Si alguno dijere o creyere que el Espíritu Santo es el
Padre o el Hijo, sea anatema. Si alguno dijere o creyere que el Hijo de Dios tomó
solamente carne y no alma humana, sea anatema. Si alguno dijere o creyere que Cristo
no pudo nacer, sea anatema. Si alguno dijere o creyere que la divinidad de Cristo fue
convertible y pasible, sea anatema. Si alguno dijere o creyere que es uno el Dios de la
Ley Antigua y otro el del Evangelio, sea anatema. Si alguno dijere o creyere que este
mundo fue hecho por otro Dios que aquél de quien está escrito: En el principio creó
Dios el cielo y la tierra, sea anatema. Si alguno dijere o creyere que los cuerpos
humanos no resucitarán después de la muerte, sea anatema. Si alguno dijere o creyere
que el alma humana es una parte de Dios o de la sustancia de Dios, sea anatema. Si
alguno dijere o creyere que han de recibirse y venerarse otras Escrituras fuera de las
que tiene y venera la Iglesia católica, sea anatema. Si alguno dijere que la divinidad y
la humanidad forman una sola naturaleza en Cristo, sea anatema. Si alguno dijere o
creyere que fuera de la Trinidad puede extenderse la esencia divina, sea anatema. Si
alguno da crédito a la astrología o a la ciencia de los caldeos, sea anatema. Si alguno
dijere o creyere que es execrable el matrimonio celebrado conforme a la ley divina, sea
anatema. Si alguno dijere o creyere que las carnes de las aves y de los pescados que
nos han sido concedidos para alimento son execrables, sea anatema. Si alguno sigue en
estos errores a Prisciliano y, después de haber sido bautizado, cree algo contra la Sede
de San Pedro, sea anatema.» 158

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El III Concilio de Toledo, a juicio de Juan de Bíclaro, tuvo inmensa trascendencia
puesto que, no sólo solemnizó la conversión de los Godos de España, sino que vino a
cerrar el ciclo vital de la herejía arriana en la historia del Cristianismo.159
Nicea y Toledo serían así los dos concilios que marcaron el orto y el ocaso de la
herejía: «Y así como en la ciudad de Nicea –sigue la Crónica– tuvo su comienzo la
herejía arriana y fue condenada, aunque no se extirparan sus raíces... en el reciente
santo sínodo Toledano la perfidia de Arrio, tras prolongados sacrificios de cristianos y
estragos de inocentes, ha sido cortada de raíz».160
El arrianismo en el siglo XXI
La cristología de los Testigos de Jehová guarda similitudes con el arrianismo, en el
sentido que ambas consideran a Jesús como el Hijo unigénito del Dios Padre, pero
también tiene diferencias.
Dicen los Testigos de Jehová: “El Concilio de Nicea sí aseguró que Cristo era de la
misma sustancia que Dios, lo que colocó la base para la teología trinitaria posterior.
Pero no estableció la Trinidad, pues en aquel concilio no se dijo que el espíritu santo
fuera la tercera persona de una Deidad trina y una.”… 161, y sigue afirmando que fue
una imposición del emperador Constantino.
Los socinianos, una denominación nacida luego de la Reforma Protestante en Polonia,
y los unitarios, que se desarrollaron en Transilvania y Hungria, y posteriormente en el
Reino Unido, América del Norte y otras regiones, no creen en el aspecto divino de
Jesús, por lo que en alguna medida pueden ser considerados herederos del arrianismo.
Durante siglos, el mundo cristiano tendió a ver al Islam como una forma de arrianismo.
Se ha avanzado la hipótesis de que la permanencia de arrianos tanto en Oriente Medio
como en África del norte y en Hispania habría facilitado la expansión musulmana en
estas regiones durante el siglo VIII, aunque es una cuestión aún muy debatida. 162
Los argumentos principales del arrianismo hoy día siguen siendo muy populares entre
los testigos de Jehová. Uno de ellos es afirmar que el Hijo es inferior al Padre en base
a Juan 14,28
“Habéis oído que os he dicho: “Me voy y volveré a vosotros.” Si me amarais, os
alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo.”

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Otro consiste en afirmar que Jesús no era Omnisciente en base a Mateo 24,36
“Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino
sólo el Padre.”163
En 1925, Rutherford, presidente de los Testigos de Jehová, envió a un testigo de Jehová
llamado George Yung, a España, para comenzar aquí la obra del jehovismo. Yung, con
la ayuda del “embajador británico”, consiguió que las autoridades españolas le dieran
permiso para que el propio Rutherford pronunciara una conferencia en Barcelona y,
después, en Madrid, con la protección de los respectivos gobernadores civiles.164
La Patrología dice que los textos usados por los arrianos, para negar, con la Biblia, la
divinidad de Cristo, eran, entre otros, los siguientes: Juan 5:19; 14:28 y 20:17 (tomo II,
p. 335).
Para proteger sus argumentos, los máximos jefes de los Testigos de Jehová, que se
autodenominan El Cuerpo Gobernante, enseñan lo siguiente a sus seguidores, para que
lo practiquen en sus visitas por las casas: “Evite los argumentos complicados, técnicos.
Por ejemplo, si usted está refutando la doctrina de la trinidad, use pruebas tales como
Juan 14:28; 5:19; 20:17, e ilustraciones como la de Jesús orando a Jehová como Dios
suyo, como en 1 Corintios 15:27, etc. Estos convencerán a la persona honrada del
término medio que quiera razonar, y generalmente la persona de buena voluntan
quedará convencida por argumentos como ésos que se entienden claramente.”
En otro libro de los TJ, usando más textos bíblicos de su Biblia falsificada que todos los
empleados por Arrio (hasta donde podemos tener noticia), se encuentran frases como
éstas: “Jesús no fue Dios-hombre, Dios en la carne, sino Hijo de Dios, inferior a Dios”.
Se refiere a él (a Jesucristo) como Dios Poderoso, pero no el Dios Todopoderoso,
Jehová”.165
Por fin, en otra obra jehovista, se compara a Jesucristo con Satanás; así lo dice el
Cuerpo Gobernante de los TJ: “¿Está en conflicto con la enseñanza bíblica de que hay
un solo Dios el decir que Jesucristo es ‘un dios’? No, porque a veces la Biblia emplea
el término ‘dios’ para referirse a criaturas poderosas. […[ Hasta a Satanás se le llama
‘el dios de este sistema de cosas’ en 2 Corintios 4:4” (¿Debería creer usted en la
Trinidad?, p. 28. Por otra parte, los dirigentes de la Iglesia, a lo largo de los siglos II y
III, dijeron que el Logos había sido engendrado por Dios y, por tanto, era Hijo de Dios.
Arrio se apoyó en esas afirmaciones, para decir que el Logos no podía ser verdadero
Dios, porque tenía principio al ser Hijo de Dios, mientras que el Padre era eterno
(artículos VII y VIII). Pues bien, los TJ, apoyándose ahora en el mismo argumento de
Arrio, dicen así: “Considerando desde el punto de vista del lenguaje, el mismísimo
hecho de que la Palabra (= al Logos) es el ‘Hijo de Dios’ indica un principio, ya que

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un hijo siempre es más joven que su padre. En cuanto al Padre, él siempre ha existido.”
(La Atalaya, 15 de Agosto de 1975, p. 495). 166
En los textos obviados por los arrianos y por los TJ (sus herederos doctrinales), dice
que el Logos (antes de su encarnación) era Dios (y no hijo de Dios), Juan 1:1; y,
después de su encarnación, presenta la declaración de Tomás a Cristo, cuandole dijo:
“¡Señor mío y Dios mío!” (Juan 20:2; después, Juan, refiriéndose a Cristo, afirma:
“Éste es el verdadero Dios ...” (1 Juan 5:20); y, en otra ocasión, presenta esta
declaración de Jesús, según el texto griego: “Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor
Dios, que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.” (Apocalipsis 1:; y,
concluyentemente, el que vendrá es Cristo, según Hechos 3:20-21, luego Cristo es el
Todopoderoso.
Como el Logos se había encarnado en María, según Juan 1:14 y Hebreos 2:14, resulta
que, en Jesús hombre, estaba oculta la naturaleza divina del Logos; por esto, el Padre,
cuando nació Jesús, dijo a los ángeles que le adoraran (lo que habría sido un acto de
idolatría, si Jesús hubiera sido sólo un hombre): “[…] cuando introduce a su
Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los ángeles de Dios.” (Hebreos 1:6). Lo
cual se cumplió al pie de la letra, así: “Díjoles el ángel (a los pastores): no temáis, os
traigo una buena nueva, una gran alegría, que es para todo el pueblo; pues os ha
nacido hoy un Salvador, que es el Mesías Señor, en la ciudad de David. Esto tendréis
por señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y reclinado en un pesebre. Al
instante se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios
diciendo: ‘Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena
voluntad’.” (Lucas 2: 10-14). Por todo esto, Juan dice: “En el principio, existía el
Logos, y el Logos estaba con el Dios, y Dios era el Logos. […]. Y el Logos se hizo
carne y habitó entre nosotros, […]” (Juan 1:1, 14).167
Porque tanto amó el Dios al mundo, que le dio a su Hijo, para que todo el que cree en
El no perezca, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16).
En el principio el Logos era Dios, cuya existencia no tiene comienzo; por tanto, nadie
le engendró y, por consiguiente, no tiene padre ni madre. Después el Logos-Dios tomó
la naturaleza humana por medio de la encarnación y, así, llegó a ser un hombre
llamado Jesús, que tenía oculta en él la naturaleza divina del Logos; por esto era (y es),
desde su encarnación, Dios y Hombre; como hombre, su padre es "el Dios" (de Juan
1:1) y su madre es María. Decimos que Jesús continúa siendo Dios y Hombre porque
así lo afirma el apóstol Pablo168
Pero el arrianismo, hoy, no se encuentra sólo en los testigos de Jehová. También se
encuentra encriptado dentro de la propia Iglesia católica. Uno de esos encriptados es el
popular José Antonio Pagola.

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José Antonio Pagola, vicario general del obispo de San Sebastián José María Setién. Su
último libro, Jesús, aproximación histórica, ha sido criticado fuertemente y finalmente
ha sido retirado por una de las editoriales PPC, a pesar de contar con el nihil obstat e
imprimatur episcopal de monseñor Uriarte obispo de San Sebastián. Siguen sin
embargo circulando la edición latinoamericana (Editorial Claretiana Argentina), así
como las traducciones en catalán, euskera, portugués e inglés.169
Las Conferencia Episcopal Española ha sentenciado que "el Autor parece sugerir
indirectamente que algunas propuestas fundamentales de la doctrina católica carecen
de fundamento histórico en Jesús".170
Ha desempeñado la responsabilidad de ser rector del Seminario diocesano de San
Sebastián y, sobre todo, la de ser Vicario General de la diócesis de San Sebastián. José
Antonio Pagola es la cabeza visible del movimiento de la teología vasca.
El tercer volumen de la colección, el evangelio de Lucas, ha vuelto a PPC. La orden de
los marianistas, que auspicia el grupo SM, se reunió para tratar esta cuestión y decidió
sacar los últimos trabajos de Pagola sin pedir el 'nihil obstat' 171
Según publica en El Correo del 30-1-2011 Pedro Ontoso, la vaticana Congregación
para la Doctrina de la Fe abre una causa contra José Antonio Pagola por su libro
sobre Jesús. 172
Por otra parte, Pagola no se encuentra solo en la propagación del nuevo arrianismo.
El cardenal Gianfraco Ravasi, responsable de cultura del Vaticano publicó un artículo
en el periódico italiano “Il Sole 24 Ore”, el 5 de diciembre de 2010, en el que habla del
“Jesús” de Pagola en términos muy elogiosos. Tanto es así que el purpurado asegura
que “la mejor forma para guiar al lector no técnico en medio de esta selva (de
interpretaciones cristológicas) me parece la narrativa realizada en España por dos
teólogos, Armand Puig i Tarrech (Jesús. Respuesta a los enigmas. San Pablo) y José
Antonio Pagola (Jesús. Una aproximación histórica. PPC)”.
En respuesta a la herejía, la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe emitió una
nota aclaratoria en la que afirma que desde el punto de vista metodológico, tres son las
deficiencias principales de la obra: la ruptura que, de hecho, se establece entre la fe y
la historia; la desconfianza respecto a la historicidad de los evangelios; y la lectura de
la historia de Jesús desde unos presupuestos que acaban tergiversándola. 173
En cuanto a las deficiencias doctrinales, las resume en seis: presentación reduccionista
de Jesús como un mero profeta; negación de su conciencia filial divina; negación del
sentido redentor dado por Jesús a su muerte; oscurecimiento de la realidad del pecado
y del sentido del perdón; negación de la intención de Jesús de fundar la Iglesia como

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comunidad jerárquica; y, confusión sobre el carácter histórico, real y trascendente de
la resurrección de Jesús. 174
En la obra de Pagola se asume acríticamente una ruptura entre la investigación
histórica sobre Jesús y la fe en Él, entre el llamado “Jesús histórico” y el “Cristo de la
fe”, dando la impresión de que la fe carece de un fundamento histórico sólido. Ahora
bien, si la fe de la Iglesia no tiene su fundamento en la historia, entonces el cristianismo
deriva en ideología175
Es contrario a la fe cristiana introducir cualquier separación entre el Verbo y
Jesucristo. San Juan afirma claramente que el Verbo, que «estaba en el principio con
Dios», es el mismo que «se hizo carne» (Jn 1, 2.14). Jesús es el Verbo encarnado, una
sola persona e inseparable: no se puede separar a Jesús de Cristo, ni hablar de un
«Jesús de la historia», que sería distinto del «Cristo de la fe». La Iglesia conoce y
confiesa a Jesús como «el Cristo, el Hijo de Dios vivo» (Mt 16, 16). Cristo no es sino
Jesús de Nazaret, y éste es el Verbo de Dios hecho hombre para la salvación de todos»:
Juan Pablo II, Carta Encíclica Redemptoris missio (7.12.1990).
La obra de Pagola es considerada por la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe
como una Aproximación a la historia desde presupuestos ideológicos, cargada de
Desconfianza en la historicidad de los Evangelios, y marca una Ruptura entre fe e
investigación histórica176
El revuelo originado por la obra de Pagola le ha llevado a hacer una segunda edición
de su obra en la que no modifica nada de lo esencial de la misma. Pagola por su lado
mantiene una clara ruptura entre el Jesús de la historia y el Cristo de la fe, olvidando
que un cristianismo sin historia no es cristianismo. De hecho la obra de Pagola es una
obra de mínimos e incluso de bajo mínimos, por ejemplo cuando desconoce lo que hoy
muchos autores denominan una cristología implícita en dichos y actuaciones de Jesús.
En su investigación histórica no encuentra lugar un hecho tan fundamental como la
pretensión de divinidad de Jesús y su clara conciencia de ello.177
Teólogos cristianos han combatido la doctrina herética de Pagola (Demetrio Fernández
González, Xavier Pikaza, José Antonio Sayés), al tiempo que otros heresiarcas, con
altos cargos dentro de la Iglesia, le siguen apoyando abiertamente.
También el teólogo y profesor Juan José Tamayo Acosta expresa su simpatía por Arrio,
pues dice: "Recuerdo a Arrio (256-336), sacerdote piadoso, que situaba a Jesús en la
máxima cercanía de Dios, pero no lo reconocía como Dios […]." Y, en su libro titulado
Dios y Jesús , p. 125, se sirve de un texto bíblico que parece ser el caballo de batalla de
los arrianos de todos los tiempos para mostrar que Cristo no puede ser verdadero Dios,
porque él dice que es inferior a su Padre: el texto es el de Juan 14:28. En parte, dice
así: "[…] el Padre es mayor que yo." En esta frase, se apoyan los arrianos; pero
obvian la otra frase del mismo Jesús, que dice: "Yo y el Padre somos una cosa." (Juan
10:30). Es difícil llegar leyendo al texto anterior sin haber pasado por éste; pero así de

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absurdos son los arrianos. No quieren reconocer que al ser, Jesús, Dios y hombre, se
refiere a su humanidad en el primero de estos dos textos, y, a su divinidad, en el
segundo. Esto lo hizo Jesús en más de una ocasión, para desesperación de los judíos,
que no entendían nada; como cuando dice: "[…], antes que Abraham llegara a existir,
yo soy. Cogieron entonces piedras para arrojárselas; […]." (Juan 8:58-59). Aquí, es
evidente que Jesús se refiere a su existencia prehumana como el Logos-Dios, y, además,
se identifica con el Dios que mandó a Moisés que fuera a Egipto, quien le dijo:
"[…].Jesús insistió en identificarse con el Yavé (el Yo soy) del Antiguo Testamento178
En sus escritos, Pagola hace constantes referencias a conceptos arrianos y otras
herejías, como la musulmana; así transcribe textos como el siguiente: Vengo a ti, Dios
mío, desde un país lejano... Solo te pido que me acojas con tu misericordia. Tú conoces
mis secretos más íntimos, nada se te oculta de mí ser. Soy un pobre que implora tu
ayuda y busca tu protección. Vengo a ti anhelando tu perdón (.ORACIÓN RITUAL
MUSULMANA179
No es que la plegaria no pueda ser asumida; en este caso, parece que lo es abiertamente.
En este caso concreto no es la forma lo que preocupa, sino el fondo que trasluce la
lectura de la obra de Pagola.
En su obra “Conversión de la Iglesia a Jesús, el Cristo” dice cosas como las que siguen:
Durante siglos se le ha educado a la masa de los fieles para la sumisión, la obediencia,
el silencio y la pasividad. El cristianismo se ha organizado como una religión de
autoridad y no de llamada180.
Argumento torticero, y sobre todo estúpido, que no tiene para nada en cuenta las
realidades que rodean a un hecho. El cristianismo ha aportado libertad allí donde ha
llegado; el cristianismo ha aportado justicia e igualdad donde hasta su llegada eran
asuntos incuestionables. Que el cristianismo se ha organizado como una religión de
autoridad… ¡Por supuesto! De una autoridad que se basa en la esencia de de la
“autoritas”; de una autoridad que, por supuesto, es ajena a este nuevo arriano.
Sumisión, sí, a Dios. Ahí tenemos nuestra literatura, que deja muestra de esa realidad;
baste citar el teatro de Lope de Vega y sus obras con trasfondo social; baste citar a
nuestro inmortal Don Quijote. Obediencia, ¿qué podemos decir de esta virtud que no se
encuentre en las antípodas de Pagola?, ¿y del silencio creador?... Desde luego, nada en
común con el ruido liberal. En cuanto a la pasividad, creo que situarla entre las virtudes
citadas sólo es propio de servidores del tirano. Nada tiene de pasividad la actitud del
cristianismo a lo largo de los tiempos. Véase cómo actuó frente a la tiranía de Nerón o
de Diocleciano; véase cómo actuó frente a las herejías, desde la arriana hasta la
protestante, pasando por la musulmana. Hoy sí, tal vez, estamos pecando de pasividad,
admitiendo principios anticristianos como el aborto y el liberalismo, con su carga
permanente contra los principios humanos.

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Un asunto señala Pagola como negativo: La idea que parece estar en el trasfondo es
que los dieciséis siglos transcurridos desde “el giro constantiniano” hasta nuestros
días han consolidado una estructuración de la Iglesia que es prácticamente imposible
cambiar. 181
Esfuerzos en contra están realizando elementos como Pagola con excesivo éxito. Sólo
es deseable que Dios nos de la suficiente fuerza y sabiduría para poder extirparlos.
Citando a Casaldáliga defiende un principio contrario la fe: El Dios en quien creemos,
el Abbá de Jesús, no puede ser de ningún modo causa de fundamentalismos, de
exclusiones, de inclusiones absorbentes, de orgullo proselitista. Ya basta con hacer de
nuestro Dios el único Dios verdadero. 182
Por supuesto, ni el fundamentalismo ni la exclusión es propio de la doctrina cristiana.
Pero lo que a los católicos nos hace seguir siendo tales es justamente el convencimiento
de que nuestro Dios es el único Dios verdadero. Para otros, su único dios verdadero es
alguna extraña que va desde Mammon hasta el Liberalismo, desde el hedonismo hasta el
mismo hedonismo.
Una cosa señala Pagola que sí reclamo: hemos de detectar también con más honestidad
y humildad las desviaciones y adulteraciones del cristianismo actual. 183 Y ello, a mí,
me lleva a detectar en el mismo autor un peligroso germen de desviación y adulteración.
En “Creer ¿para qué?”, José Antonio Pagola señala citando a Martín Lutero184 que
“religión es lo que hace uno en su soledad”. ¿Tal vez defecar es religión? Bien, José
Antonio Pagola sabrá…
En ese mismo orden de cosas, refiriéndose a Dios dice: Eres Padre de todos. No vives
encerrado en los templos, mezquitas o sinagogas (¿qué dice la Iglesia del sincretismo?)
Pero, para colmo, esta frase la incluye citando a HUUB OOSTERHUIS, poeta y
escritor, conocido principalmente por su contribución a la música cristiana y la liturgia,
que ha dado lugar a la prohibición de varias canciones en algunas diócesis, que en
1954, inspirado por el Che Guevara, combinó su sacerdocio con el activismo político y
que en 1965, se convirtió en uno de los principales partidarios de ecumenismo después
de la moderna interpretación del Concilio Vaticano II. Sus puntos de vista políticos, los
conflictos con respecto a la liturgia y su rechazo de celibato llevado a Oosterhuis ser
expulsado de la orden de los jesuitas en 1969185. Naturalmente, un ejemplo a seguir.
Naturalmente estas heterodoxias surgen de alguien que afirma que Jesús de
Nazaret ha sido un hombre que ha vivido y ha comunicado una experiencia
sana de Dios.186 Conclusión típicamente arriana, como arriano es afirmar que si

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creyéramos en el Dios de Jesús, nos inundaría una alegría y una confianza
desconocidas.187 Personalmente me llena de alegría saber que Jesús es Dios.
En el campo estrictamente lingüístico debo reconocer, no obstante, que ocasionalmente
Pagola coincide con el cristianismo al afirmar que Dios no es «omnipotente». No lo
puede todo. No puede hacer contigo cualquier cosa. Solo puede hacerte el bien.188 No
obstante, realizar tal afirmación no puede llevar sino una intención torticera, porque
facultad física para hacer el mal, sin lugar a dudas, la tiene, del mismo modo que
cualquier padre tiene capacidad física de asesinar a su hijo. Otra cosa es que esa
omnipotencia sea controlada y anulada por la magnificencia, que en ningún momento
señala Pagola en Dios.
No quiero señalar sólo las herejías de Pagola. También quiero resaltar
algunos aspectos que comparte con el cristianismo. Así, señala: ¿no importa
pecar o no pecar?, ¿da todo igual? En absoluto. El pecado te hace mucho
daño. Te deshumaniza, te encierra en ti mismo, te distancia de los demás, no te deja
vivir con dignidad.189
Dios es compasivo y clemente, paciente y misericordioso190... Cierto… como cierto es
que esta proclamación identifica a un tipo de herejes: los musulmanes.
En el repiqueteo constante de negar la dignidad divina a nuestro Señor, dice Pagola
citando a Friedrich Novalis, autor romántico (1772- 1801): Jesucristo sabía que, para
Dios, nada hay más importante que las personas.191 Pues naturalmente que lo sabía…
Es más, lo sabe, como Dios que es.
Pagola utiliza las artimañas que los sofistas han venido utilizando desde hace siglos;
primero dejaron de llamarse sofistas (sabios), y pasaron a integrar nominalmente el
número de sus enemigos, los filósofos, hasta el extremo que se les estudia en la “historia
de la Filosofía”, para a continuación utilizar conceptos que por definición les son ajenos,
con el único fin de confundir. Así no duda este sofista en proclamar: No os sentís bien
en la Iglesia. Os parece anacrónica, poco tolerante, machista, prepotente.192 Pero… si
eso sólo le parece a quienes carecen de información… Y por otra parte ¿qué decir de los
que tienen ese sentimiento por lo contrario?... ¿qué decir de quienes sienten que la
Jerarquía no sigue la doctrina cristiana? Esos no cuentan.
Pero claro, los sofistas defienden que la verdad no es tuya, ni mía, ni de nadie. No es
hindú, ni cristiana, ni mahometana.193
A esa afirmación se llama sincretismo, y sincretismo, según la Real Academia de la
lengua Española es un sistema filosófico que trata de conciliar doctrinas diferentes.
Wikipedia dice más: Comúnmente se entiende que estas uniones no guardan una

45

coherencia sustancial. También se utiliza en alusión a la cultura o la religión para
resaltar su carácter de fusión y asimilación de elementos diferentes.
Siguiendo con las citas de las citas, dice Pagola: Dorothee Sólle, tal vez la teóloga de
mayor prestigio en nuestros días, recientemente fallecida, decía en uno de sus libros
más leídos que uno de los fenómenos más claros hoy en Europa es el«miedo a la
religión».194
Pero Dorothee Sólle tiene estos argumentos, tan cristianos ellos: ¿La teología política
significa la salvación común de todos los hombres, el arco de la alianza? -Sí, porque
nadie puede salvarse solo. La fe no es un negocio particular. La fe personal, existencial,
es como la propiedad privada. Marx, en sus Manuscritos económico-filosóficos, habla
de la «esencia subjetiva de la propiedad privada», lo que puede explicarnos este
contenido individualista de la religión. 195 Terrible.
Por otra parte, parece como si esta cita de Pagola se contradijera con la anteriormente
señalada de Lutero. Recordemos: “religión es lo que hace uno en su soledad”.
El sincretismo arriano del que Pagola hace gala lo lleva a aconsejar alejarse de la
doctrina católica: Lo primero que puedes hacer es adquirir una buena traducción del
Nuevo Testamento. Por ejemplo, en español: Nuevo Testamento, de J. Mateos y L.
Alonso Schókel; Nuevo Testamento, de la Biblia Interconfesional.196
El trato que Pagola da a Jesucristo no es cristiano, como vengo afirmando; como
muestra, tres citas más de su obra:
Esta fe de Jesús en la bondad universal de Dios hacia todos sorprendía y escandalizaba
a no pocos.197
¿Te has preguntado alguna vez cómo vivía Jesús a Dios? 198
Dios conduce a Jesús a acoger a los excluidos.199
Pero, hablando del perdón, ¿qué entiende Pagola al respecto? Dice: Los jueces, cuando
imparten justicia, tienen que atenerse a las leyes vigentes. Pero Dios no está sometido a
ninguna ley. Solo se atiene a su amor infinito por sus criaturas. DIOS PERDONA
SIEMPRE. Su perdón es incondicional e inmerecido. No tienes que hacer nada para
lograrlo. Solo una cosa: dejarte perdonar.200
Es la sublimación de la herejía. Sí, es cierto que Dios perdona siempre… pero no contra
la voluntad del pecador. ¿Dónde quedaría la libertad humana si Dios perdonase al
pecador contra la voluntad del pecador? Pongamos los términos en otros parámetros;
supongamos que yo me manifiesto enemigo del sistema democrático. ¿Me tiene

46

perdonado la democracia mi pecado democrático? Sin embargo, estoy convencido que
nada desearía más la democracia que mi arrepentimiento, y estoy convencido que, si
llegase a arrepentirme, la democracia me acogería en su seno. Sí, parece ejemplo fuera
de lugar, pero en definitiva, también la democracia es el dios de muchos.
También afirma: A lo largo de estos años me he encontrado con personas que se han
ido alejando de Dios porque ya no soportaban oír constantemente que es
«Omnipotente» y «Todopoderoso».Se sentían mal ante ese Dios.201
¡Y qué le vamos a hacer!… que se arrepientan. Dios les espera con los brazos abiertos.
Ante las recriminaciones recibidas por parte de la Jerarquía eclesiástica (demos gracias
a Dios porque se haya atrevido a efectuarlas), el servicio diocesano del laicado de la
diócesis de Vitoria editó una nota laudatoria el 14-3-2010 en que dice: En este momento,
en que parece que algunas cosas se ponen en duda sobre esa publicación, nosotros y
nosotras queremos decir sencillamente esto: gracias, Jose Antonio porque tu obra a
nosotros sólo nos ha hecho bien.202 También le apoya un grupo denominado
“cristianosgays.com” que en su página de internet tiene enlaces con los más variopintos
grupos.
Pero José Antonio Pagola no limita sus herejías a las citadas. Hay más, mucho
más en su “Jesús, Aproximación Histórica”.
En la misma afirma: Sé que Jesús es de todos, no solo de los cristianos. Su vida y
su mensaje son patrimonio de la Humanidad. 203
Yo me pregunto si cree que ha descubierto el Mediterráneo. El mismo Jesús, en la
tierra, mandó a sus discípulos a realizar la tarea. Pero creo que hay veneno en el
“Su vida y su mensaje son patrimonio de la Humanidad”; parece deducirse de tal
afirmación que ese patrimonio es ajeno a la voluntad del Padre y más acorde con
la redacción de los “derechos humanos”; vamos, parece que se trata más de una
exigencia hecha por la Humanidad a Dios que de un don que Dios hace a la
Humanidad.
También afirma que el encuentro con Jesús no es fruto de la investigación histórica ni
de la reflexión doctrinal. Solo acontece en la adhesión interior y en el seguimiento
fiel.204
Tampoco es falsa la afirmación… y también lleva veneno en su exposición, pues si bien
es cierto que la adhesión debe ser interior y el seguimiento debe ser fiel, no es menos
cierto que la doctrina de Pagola pone en entredicho al mismo Jesucristo, como tampoco
es menos cierto que para ese seguimiento fiel es más que conveniente la reflexión
doctrinal.

47


A estas afirmaciones de Pagola responde la Conferencia Episcopal: Los escritos del
Nuevo Testamento son, ciertamente, documentos de fe, pero «no [por ello] son menos
atendibles, en el conjunto de sus relatos, como testimonios históricos». Los autores
sagrados no se han limitado a poner por escrito sus experiencias subjetivas en torno a
Jesús, ni tampoco han recreado a la luz de la Pascua una figura diferente de la que
aconteció en la historia. La verdad del relato evangélico se fundamenta tanto en la
asistencia del Espíritu Santo (inspiración) como en el testimonio histórico directo: Lo
que hemos visto y oído, os lo anunciamos (1 Jn 1, 3).205
Sigue diciendo la Conferencia Episcopal respecto a la obra de Pagola: Se asume
acríticamente una ruptura entre la investigación histórica sobre Jesús y la fe en Él,
entre el llamado “Jesús histórico” y el “Cristo de la fe”, dando la impresión de que la
fe carece de un fundamento histórico sólido. Ahora bien, si la fe de la Iglesia no tiene
su fundamento en la historia, entonces el cristianismo deriva en ideología.206
Y es que Pagola pone en entredicho cuanto le parece oportuno, al puro estilo arriano.
Por ejemplo en lo relativo a la matanza de inocentes: El recuerdo de esta actuación
siniestra de Herodes ante cualquiera que pudiera poner en peligro su poder está sin
duda en el trasfondo del relato legendario de la “matanza de los inocentes” en Belén a
manos de sus soldados (Mateo 2,1-18).207 Llama fabulista a San Mateo.
Pero no sólo llama fabulista a San Mateo; los cuatro evangelistas entran en liza. Así,
Pagola dice: En una de sus parábolas habla de un terrateniente que “arrendó su viña a
unos labradores” y de los conflictos que tuvo con ellos al negarse a entregar la parte
convenida de la cosecha (Marcos 12, 1-9.).208
Así son los sofistas. La cita exacta es la siguiente: Un hombre plantó una viña. La rodeó
con una cerca, cavó un lagar, edificó una torre, la arrendó a unos labradores y se fue
lejos.
Ciertamente tal acción puede ser llevada a cabo por un terrateniente… y por alguien que
no lo sea. ¿A qué viene tildar de terrateniente cuando la escritura no dice tal cosa?
Además, aún conviniendo que se tratase de un terrateniente, la parábola es, según la
R.A.E. “Narración de un suceso fingido, de que se deduce, por comparación o
semejanza, una verdad importante o una enseñanza moral.” Y eso es lo que utilizaba
Nuestro Señor. ¿A qué viene la tergiversación del sofista?
Pero el sofista sigue… Los tributos servían para alimentar a las legiones que vigilaban
cada provincia, para construir calzadas, puentes o edificios públicos y, sobre todo,
para el mantenimiento de las clases gobernantes.209
¿Sobre todo para eso? Veamos…

48

En los primeros días de la República Romana, los impuestos públicos consistían en
modestas liquidaciones de las riquezas y propiedades que se poseían. La tasa
de impuesto bajo circunstancias normales era de 1% y, en ocasiones podía elevarse
tanto como al 3% en situaciones tales como guerra. Estos impuestos modestos eran
aplicados a la tierra, hogares y otras propiedades, esclavos, animales, artículos
personales y riqueza monetaria. Los impuestos se cobraban a las personas y, en
ocasiones, el Tesoro podía realizar reembolsos por cobros excesivos. Con una limitada
precisión de los censos, la recaudación tributaria de las personas naturales era una
tarea difícil en el mejor de los casos. Los impuestos eran aplicados como un diezmo
sobre todas las comunidades en lugar de hacerlo individualmente. Las liquidaciones
tributarias en estas comunidades estaban bajo la jurisdicción de los gobernadores
provinciales y varios magistrados locales, utilizando reglas similares a las del antiguo
sistema.
El sistema impositivo romano incrementó en gran medida el volumen de comercio en el
imperio; los niveles de consumo eran muy superiores en el período romano, que en el
prerromano, la mayor incidencia de naufragios, haciendo suponer un mayor tráfico
marítimo y por último, se produjo un incremento de la oferta monetaria, que permitió
financiar un aumento del comercio interregional.210
Parece que el “sobre todo para el mantenimiento de las clases gobernantes” es, como
mínimo un exabrupto intelectual sin base. Y es que, la reconstrucción histórica
realizada por el autor alterna datos supuestamente históricos con recreaciones
literarias inspiradas en la mentalidad actual, adoptando, además, el análisis propio de
la lucha de clases para describir el entorno familiar, social, económico, político y
religioso. El objetivo de esta descripción es situar la actividad de Jesús y su
predicación del Reino en un horizonte preferentemente terreno. Así, al uso selectivo de
los estudios utilizados en la redacción del libro le corresponde una utilización
igualmente selectiva de las fuentes. Los relatos evangélicos son adaptaciones
posteriores cuando desmienten la propia tesis; son históricos cuando concuerdan con
ella.211
La tergiversación histórica parece ser el campo de cultivo en el que mejor se
desenvuelve Pagola. Dice: Jesús conocía bien los apuros de estos campesinos que,
tratando de sacar el máximo rendimiento a sus modestas tierras, sembraban incluso en
suelo pedregoso, entre cardos y hasta en zonas que la gente usaba como sendero
(Parábola del sembrador (Marcos 4,3-8).212
Pero la verdad es que el señor Pagola tendría que decir de dónde saca esa información
aviesa. La verdad es que la parábola referida por Jesús dice así:
"¡Oíd! He Aquí un sembrador Salió a sembrar. Y mientras sembraba, Aconteció que
parte de la semilla Cayó junto al camino; y vinieron las aves y la devoraron. Otra parte
Cayó en pedregales, donde no Había mucha tierra, y en seguida Brotó; porque la tierra
no era profunda. Y cuando Salió el sol se Quemó, y porque no Tenía Raíces se Secó.

49

Otra parte Cayó entre los espinos. Y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto.
Y otras semillas cayeron en buena tierra y creciendo y aumentando dieron fruto. Y
llevaban fruto a treinta, sesenta y ciento por uno.
¿Que sembraban incluso en suelo pedregoso, entre cardos y hasta en zonas que la gente
usaba como sendero? Bueno, si lo dice el señor Pagola…
Tanto el evangelio de Mateo como el de Lucas ofrecen en sus dos primeros capítulos un
conjunto de relatos en torno a la concepción, nacimiento e infancia de Jesús. Son
Conocidos tradicionalmente como “evangelios de la infancia” Ambos ofrecen notables
diferencias entre sí en cuanto al contenido, estructura general, redacción literaria y
centros de interés. El análisis de los procedimientos literarios utilizados muestra que
más que relatos de carácter biográfico son composiciones Cristianas elaboradas a la
luz de la fe en Cristo resucitado. 213
No fueron redactados para informar sobre los hechos ocurridos (probablemente se
sabía poco), sino para proclamar la Buena Noticia de que Jesús es el Mesías davídico
esperado en Israel y el HIJO de DIOS nacido para salvar a la humanidad. 214….Sin
embargo, Jesús no era un desconocido. 215
Jesús nació probablemente en Nazaret. Solo en los evangelios de la infancia de Mateo y
Lucas se nos habla de su nacimiento en Belén, lo hacen seguramente por razones
teológicas, como cumplimiento de las palabras de Miqueas, un profeta del Siglo VIII a.
C, que dIce así “Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las
ciudades de Judá, pues de ti saldrá un Jefe que será pastor de mi pueblo, Israel” 216
Pagola dixit…
En contra de lo que solemos imaginar, Jesús no vivió en el seno de una pequeña célula
familiar junto a sus padres, sino integrado en una familia más extensa. Los evangelios
nos informan de que Jesús tiene cuatro hermanos que se llaman Santiago, José, Judas y
Simón, y también algunas hermanas a las que dejan sin nombrar, por la poca
importancia que se le daba a la mujer.217
Y redixit nuevos argumentos arrianos. El señor Pagola sabe, con toda seguridad
bastante mejor que yo, que en el mundo judío en que vivió Jesús los nombres de “ah”
(hermano) y “ahoth” (hermana), designan parientes de grado mucho más lejano que el
de hermano y hermana carnal. En efecto, en el antiguo hebreo no se encuentra un
término específico para definir a los primos. En cualquier caso ese es un debate que
siempre ha existido entre el catolicismo y el arrianismo. He aquí la respuesta que da el
mismo Pagola:
Según Marcos 6,3, los habitantes de Nazaret se expresan así: “No es este el carpintero,
el hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón?, ¿no están sus hermanas

50


aquí con nosotros?”, El término adelfós utilizado por el evangelista significa
normalmente “hermano” en sentido estricto, no primo o pariente. Desde un punto de
vista puramente filológico e histórico, la postura más común de los expertos es que se
trata de verdaderos hermanos y hermanas de Jesús.218
Pero si comprobamos el asunto en el Antiguo Testamento podemos encontrarnos con lo
que Isaac dijo a Jacob: Que los pueblos te sirvan, y las naciones se postren ante ti. Sé
señor de tus hermanos, y póstrense ante ti los hijos de tu madre (Gen 27.29). Quizás
pueda aclarar el señor Pagola cuantos hermanos uterinos tenía Jacob.
Bien, ahí queda el asunto.
Dice Pagola: Al parecer, su familia e incluso su grupo familiar le quedaban pequeños.
Él buscaba una “familia” que abarcara a todos los hombres y mujeres dispuestos a
hacer la voluntad de Dios (Marcos 3,34-35). La ruptura con su familia marcó su vida
de profeta itinerante. 219
Deducción, cuando menos, atrevida. Parece que Jesús vino al mundo a salvarlo, y a
salvarlo con el ejemplo, y ¿cómo puede exigir a los demás que lo abandonen todo y le
sigan si Él no ha hecho lo mismo antes? Pero, ¿eso es romper con la familia?
Había dos aspectos, al menos, en estas familias que Jesús criticaría un día. En primer
lugar, la autoridad patriarcal, que lo dominaba todo; la autoridad del padre era
absoluta; todos le debían obediencia y lealtad. Él negociaba los matrimonios y decidía
el destino de las hijas. Él organizaba el trabajo y definía los derechos y deberes. Todos
le estaban sometidos. Jesús hablará más tarde de unas relaciones más fraternas donde
el dominio sobre los demás ha de ser sustituido por el mutuo servicio. Una fuente
atribuye a Jesús estas palabras: “No llaméis a nadie "padre" vuestro en la tierra,
porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo”. (Mateo 23,9). Aunque estas palabras
están elaboradas en la comunidad cristiana para alertar de una peligrosa
jerarquización emergente, son eco del pensamiento auténtico de Jesús.
¿Dónde critica la autoridad del padre? Sólo dice de abandonarlos para formar una nueva
familia: desde el principio de la Creación, Dios los hizo varón y mujer. Por esta causa
el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer; y serán los dos una
sola carne. Así que, ya no son más dos, sino una sola carne (Marcos 10,6-8). Y, tú
conoces los mandamientos: No cometas homicidio, no cometas adulterio, no robes, no
des falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre (Marcos 10,19).
Tampoco la situación de la mujer era la que Jesús defendería más tarde. La mujer era
apreciada sobre todo por su fecundidad y su trabajo en el hogar. Sobre ella recaían la
crianza de los hijos pequeños, el vestido, la preparación de la comida y demás tareas
domésticas. Por lo demás, apenas tomaba parte en la vida social de la aldea. Su sitio
era el hogar. No tenía contacto con los varones fuera de su grupo de parentesco. No se
sentaba a la mesa en los banquetes en que había invitados. Las mujeres se

51

acompañaban y se apoyaban mutuamente en su propio mundo. En realidad, la mujer
siempre pertenecía a alguien. La joven pasaba del control de su padre al de su esposo.
Su padre la podía vender como esclava para responder de las deudas, no así al hijo,
que estaba llamado a asegurar la continuidad de la familia. Su esposo la podía
repudiar abandonándola a su suerte. Era especialmente trágica la situación de las
mujeres repudiadas y las viudas, que se quedaban sin honor, sin bienes y sin protección,
al menos hasta que encontraran un varón que se hiciera cargo de ellas. Más tarde,
Jesús defenderá a las mujeres de la discriminación, las acogerá entre sus discípulos y
adoptará una postura rotunda frente al repudio decidido por los varones: “El que
repudia a su mujer y se casa con otra comete adulterio contra la primera” (Marcos
10,11). 220
Y todo esto, ¿qué tiene que ver con lo que defiende el señor Pagola? Parece que se
limita a seguir las enfermizas directrices del feminismo para formular evidencias que
hoy (y desde Cristo) nadie discute.
En su ánimo por poner en tela de juicio todo lo que los evangelistas relatan, dice el
sofista: la escena que narra Lucas 4,16-22 en “la sinagoga de Nazaret” es
probablemente una composición del evangelista.221 Y luego dice: No sabemos con
certeza si Jesús pudo tener otra formación aparte de la que recibió en su casa.
Ignoramos si en aquella aldea desconocida existía una escuela vinculada a la sinagoga,
como hubo más tarde en bastantes poblados de Palestina.222
La escena citada es: Fue a Nazaret, donde se Había criado, y conforme a su costumbre,
el día sábado entró en la sinagoga, y se levantó para leer. A lo que parece, si, Jesús
sabía leer.
E insiste: no sabemos, pues, si Jesús aprendió a leer y escribir. Si lo hizo, tampoco
pudo practicar mucho: en su casa no había libros para leer ni tinta o pergaminos para
escribir.223
Lo único que está claro es que Jesús no dejó ningún escrito personal… Como tampoco
lo dejó Sócrates, por ejemplo.
Afirma José Antonio Pagola que Jesús no tiene todavía un proyecto propio cuando se
encuentra con el Bautista.224 Y que en contra de lo que se afirma de ordinario, parece
que la estancia de Juan en el desierto tenía más el carácter simbólico de una “vida
fuera de la tierra prometida” que el tono ascético de un penitente225. Esta es su tarea:
ayudar al pueblo a prepararle el camino a Dios, que ya llega. Dicho de otra manera, es
“el mensajero” que de nuevo guía a Israel por el desierto y lo vuelve a introducir en la
tierra prometida. 226

52

Para Pagola, así, Juan no anuncia a Jesús, sino que al bautismo de agua le sucederá un
“bautismo de fuego” que transformará al pueblo de forma definitiva y lo conducirá a
una vida plena. En contra de lo que muchas veces se piensa, el Bautista no consideraba
esta segunda etapa como “el final de este mundo”, sino como la renovación radical de
Israel en una tierra transformada227
Con toda seguridad, Pagola conoce a la perfección la psique del Bautista.
Cuando Jesús se acerca a ser bautizado, el Bautista trata de apartarlo con estas
palabras: “Soy yo el que necesita ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?”. Jesús le
responde: “Conviene que cumplamos toda justicia”. Así pues, ha de quedar claro que
Jesús no necesita ser bautizado; si lo hace es por alguna razón desconocida que lo
empuja a actuar así (Mateo 3,14-15). Lucas no necesita ya hacer ningún retoque, pues,
aunque menciona el bautismo de Jesús, suprime la intervención del Bautista (está ya
encarcelado por Antipas). Es Jesús quien ocupa toda la escena: mientras está orando,
vive la experiencia religiosa sugerida por Marcos (Lucas 3,21-22). El cuarto
evangelista ni siquiera narra el bautismo; Juan no es ya el bautizador de Jesús, sino el
testigo que lo declara como “cordero de Dios que quita el pecado del mundo” y que
viene a “bautizar con el Espíritu Santo”. (Juan 1,29-30.33-34).
La cita no deja de ser torticera. El paréntesis (Mateo 3,14-15) debe ser puesto tras la
respuesta de Jesús: “Conviene que cumplamos toda justicia” y no donde está situado, ya
que da pie a que las palabras de Pagola pueden ser entendidas como emitidas por
Nuestro Señor. En cuanto a la cita de Lucas, es conveniente señalar que sufre una grave
interpretación por parte del sofista; veamos, en concreto dice así: Pero el tetrarca
Herodes, cuando fue reprendido por Juan respecto de Herodía, la mujer de su hermano,
y de todas las maldades que Herodes había hecho, añadió a todo también esto: Encerró a
Juan en la Cárcel. Aconteció que, en el tiempo en que todo el pueblo era bautizado,
también Jesús fue bautizado.
¿De veras se deduce de este texto que cuando Jesús fue bautizado Juan ya estaba en la
cárcel? A ver, cita el evangelista que Juan había sido encarcelado, pero para nada se
deduce que Jesús fuese bautizado estando el Bautista en la cárcel; más bien, el
evangelista señala que Jesús fue bautizado cuando todo el pueblo era bautizado.
En cuanto a la referencia al evangelio de Juan, efectivamente, Juan no relata el bautismo,
pero su relato es esclarecedor: Al Día siguiente, Juan vio a Jesús que Venía hacia él y
dijo: --¡He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo! Este es aquel de
quien dije: "Después de mí viene un hombre que ha llegado a ser antes de mí, porque
era primero que yo." (Juan 1,29-30)
Está claro que para el heresiarca Pagola hay cosas más importantes que la verdad, y se
sitúa por encima de los Padres de la Iglesia al dar más valor a los evangelios apócrifos,
en los que no niego que pueda existir alguna cosa rescatable.
En ese sentido, afirma que los escritos apócrifos siguieron evolucionando en el mismo
sentido. En un fragmento del Evangelio de los ebionitas, Juan se arrodilla ante Jesús
diciendo: “Te lo pido, Señor, bautízame tú”. Y en otro pasaje del Evangelio de los

53

nazarenos, cuando Jesús es invitado por su madre y hermanos para ir con ellos al
Bautista, Jesús responde: “¿En qué he pecado yo para acudir y ser bautizado?”.
Dejemos por ahora esta lectura cristiana posterior. 228
Pues eso… A este respecto dice la nota de C.E.: Sorprende también comprobar cómo en
esta obra se citan con igual autoridad escritos canónicos y apócrifos (cf. p.ej. pp. 92-
95). La consecuencia inevitable es la confusión sobre el valor histórico de las fuentes
empleadas, así como la asunción acrítica del prejuicio liberal que considera la fe y su
formulación (el dogma) como una adulteración del auténtico dato histórico.229
Entiende Pagola que, al parecer, Jesús no tiene todavía un proyecto propio bien definido.
Sin embargo, su decisión de hacerse bautizar por Juan deja entrever algo de su
búsqueda. 230
La situación se hizo explosiva cuando el Bautista, que predica a menos de veinte
kilómetros de la frontera con los nabateos, denuncia públicamente la actuación del rey,
considerándola contraria a la Torá. Según nos informa Flavio Josefo, “Herodes temió
que la enorme influencia de Juan en la gente indujera una especie de revuelta... y
consideró mucho mejor eliminarlo antes que afrontar luego una situación difícil con la
revuelta y lamentar la indecisión” (Antigüedades de los judíos 18,5, 2). Antes de que la
situación empeorara, Antipas manda encarcelar al Bautista en la fortaleza de
Maqueronte y, más tarde, lo ejecuta.
Dato histórico, ajeno al cristianismo, que corrobora lo que ya sabíamos; sin embargo,
Pagola añade. El evangelio de Marcos (6,17-29) recoge una leyenda popular que corría
entre la gente sobre la ejecución del Bautista. En lo fundamental encaja con la
información que ofrece Flavio Josefo. 231. Toma el dato de Flavio Josefo, y en vez de
servirle como corroboración, no se le ocurre otra que presentar como fábula el relato del
evangelio de Marcos.
Cuando los discípulos del Bautista le preguntan: “¿Eres tú el que tenía que venir?”,
Jesús se limita a exponer lo que está ocurriendo: “Id y contad a Juan lo que oís y veis:
los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los
muertos resucitan y se anuncia a los pobres la buena noticia; y dichoso el que no se
escandalice por mi causa”. Mateo 11,4-6 y Lucas 7,22-23 copian literalmente esta
respuesta de Jesús… Bastantes investigadores piensan que se trata de una elaboración
de la comunidad cristiana para mostrar que en Jesús se cumplen las profecías de
Isaías.232
Vamos, que el Evangelio se trata de una fábula…
En Jesús se va despertando una convicción: Dios va a actuar en esta situación
desesperada de un modo insospechado. La muerte del Bautista no va a ser el fracaso de

54

los planes de Dios, sino el comienzo de su acción salvadora. Dios no va abandonar al
pueblo. Al contrario, es ahora cuando va a revelar todavía mejor su misericordia. 233
Aunque la fuente Q234 (Lucas 7,1-10// Mateo 8,5-13) narra la curación realizada por
Jesús del criado de un centurión residente en Cafarnaún, es inverosímil históricamente
la presencia de una centuria de legionarios romanos en Galilea.235
Si el erudito señor Pagola dice tal cosa, habrá que profundizar en el asunto, aunque
siendo que Cafarnaún se encuentra en el camino entre Jerusalén y Damasco, con algún
trabajo podremos dilucidar algo. No olvidemos que estamos hablando de una provincia
romana que no se romanizaba. Es cuando menos dudoso que no existiese presencia
militar, máxime encontrándose ubicada Cafarnaún en el lago de Tiberíades, un lago de
agua dulce de 21 km de largo por unos 12 de ancho, en cuya ribera se encontraba la
importante ciudad de Tiberiades, mandada construir por Herodes el Grande en honor a
Tiberio, y distante 15 Km de Cafarnaún. Por otra parte, existen excavaciones que
confirman la presencia romana: casas construidas en la hilera que va de la sinagoga a la
llamada "ínsula sacra".
Sea como fuere, el señor Pagola sigue diciendo que en estas aldeas de Galilea está el
pueblo más pobre y desheredado, despojado de su derecho a disfrutar de la tierra
regalada por Dios; aquí encuentra Jesús como en ninguna otra parte el Israel más
enfermo y maltratado por los poderosos; aquí es donde Israel sufre con más rigor los
efectos de la opresión. En las ciudades, en cambio, viven los que detentan el poder,
junto con sus diferentes colaboradores: dirigentes, grandes terratenientes,
recaudadores de impuestos. No son ellos los representantes del pueblo de Dios, sino sus
opresores, los causantes de la miseria y del hambre de estas familias. 236
Por otra parte, su vida itinerante al servicio de los pobres deja claro que el reino de
Dios no tiene un centro de poder desde el que haya de ser controlado. Este aspecto es
sugerido por Theissen, Crossan y otros autores, que subrayan la dimensión itinerante
de Jesús.237
Bien, salvando la terminología marxista aplicada por el hereje Pagola, podemos
abstraernos y estar de acuerdo en lo referido, no sin señalar que otros eruditos tienen
una visión bien distinta: el peso de la autoridad de los autores señalados entre los
estudiosos españoles es evidente. Y eso peso, en el tema de la singularidad de Jesús
lleva, opino, a una visión de Jesús que no me parece correcta.238
Los autores citados pertenecen a un grupo denominado «Jesus Seminar» heterodoxos
cuyas conclusiones son rechazadas justamente por otros investigadores que, digámoslo

55

así no coinciden en sus métodos. Muchos críticos afirman que el «Jesus Seminar» aísla
las palabras de Jesús, separándolas del contexto narrativo; que suele dejar de lado los
datos históricos de los evangelios canónicos, para dar prioridad al Evangelio de Tomás,
al que consideran anterior a aquéllos, y a los logia de Q. Los críticos alegan que el
«Jesus Seminar» sólo toma en cuenta las palabras de Jesús que los miembros
consideran históricas, aplicando como criterios de autenticidad histórico el criterio del
testimonio múltiple entendido de forma muy particular, y el criterio de discontinuidad
entendido de forma muy rígida, lo cual da como resultado la imagen de un Jesús
totalmente desconectado del judaísmo de su tiempo y de la comunidad cristiana que lo
siguió.239
Y resumiendo las alegaciones contra “Jesús Seminar” y la logia Q: Separar a Jesús de
su contexto cultural, Usar un sistema de votación defectuoso, Hacer caso omiso de las
pruebas referidas a las enseñanzas escatológicas de Jesús, «Crear un Jesús» sobre la
base de los presupuestos de los miembros del «Jesus Seminar», Sesgar en contra de las
fuentes canónicas y a favor de las fuentes no canónicas, Integrar el «Jesus Seminar»
con miembros poco calificados.240
Hecha la aclaración sobre las fuentes de nuestro erudito señor Pagola, sigamos con las
herejías de su obra.
Aunque pueda sorprender a más de uno, Jesús solo habló del “reino de Dios”, no de la
“iglesia”. El reino de Dios aparece 120 veces en los evangelios sinópticos; la iglesia
solo dos veces (Mateo 16,18 y 18,17), Y obviamente no es un término empleado por
Jesús. 241
Mas yo también te digo que Tú eres Pedro; y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las
puertas del Hades no prevalecerán contra ella (Mateo 16,18)… si tu hermano peca
contra ti, ve, amonéstale a solas entre tú y él. Si él te escucha, has ganado a tu hermano.
Pero si no escucha, toma aún contigo uno o dos, para que todo asunto conste según la
boca de dos o tres testigos. Y si él no les hace caso a ellos, dilo a la iglesia; y si no hace
caso a la iglesia, tenlo por gentil y publicano. (Mateo 18,15-18)
¿Cómo pudo Jesús entusiasmar a aquellas gentes hablándoles del “reino de Dios”?
¿Qué captaban detrás de esa metáfora? 242
¿Metáfora? Jesús usa parábolas para sus enseñanzas, pero no parece que la
proclamación del Reino de Dios sea una metáfora, cuando en los evangelios sinópticos
es nombrada hasta 120 veces.
Respecto de la parábola del hijo pródigo: ¿Es posible que Dios sea así? ¿Como un
padre que no se guarda para sí su herencia, que respeta totalmente el comportamiento
de sus hijos, que no anda obsesionado por su moralidad y que, rompiendo las reglas
convencionales de lo justo y correcto, busca para ellos una vida digna y dichosa? ¿Será

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esta la mejor metáfora de Dios: un padre acogiendo con los brazos abiertos a los que
andan “perdidos” fuera de casa, y suplicando a cuantos lo contemplan y le escuchan
que acojan con compasión a todos? La parábola significa una verdadera “revolución”
¿Será esto el reino de Dios? ¿Un Padre que mira a sus criaturas con amor increíble y
busca conducir la historia humana hacia una fiesta final donde se celebre la vida, el
perdón y la liberación definitiva de todo lo que esclaviza y degrada al ser humano?
Jesús habla de un banquete espléndido para todos, habla de música y de danzas, de
hombres perdidos que desatan la ternura de su padre, de hermanos llamados a
perdonarse ¿Será esta la buena noticia de Dios? 243
Por supuesto, cualquier cristiano entiende que es eso. Algunas cosas las clava el señor
Pagola, pero reiteradamente insiste en que algunos pasajes del Evangelio son inventados.
Así, citando a los fundadores de “Jesús Seminar” dice: Esta parábola está en Lucas
7,41-42. Autores recientes consideran que ha sido compuesta por Lucas (Funk, Scott).
En cualquier caso es un ejemplo cuyo contenido es coherente con el mensaje de Jesús
sobre Dios “perdonador de deudas”.244
También son frecuentes en el libro las referencias al carácter no histórico de muchas
de las escenas evangélicas (cf. p.ej. pp. 39, n. 2; 206; 215, n. 12; 336-337; 349, n. 42;
363-364; 368; 377; 379; 429; 432) o a la dificultad para determinar si describen
acontecimientos reales o invenciones de los evangelistas (cf. pp. 372-373). Se podría
decir que, para el Autor, la desconfianza frente al dato de los evangelios es una
condición para proceder con rigor en la investigación histórica. Esta desconfianza es
consecuencia de la ruptura que se establece entre Jesús mismo (su vida y enseñanza) y
el testimonio que sus seguidores dieron de Él (cf. p. 118, n. 9). 245
Respecto a las curaciones también queda al descubierto Pagola : Algunas veces se trata
de relatos que provienen probablemente de testigos, pero que han sido embellecidos y
desarrollados para que Jesús no desdiga de otros taumaturgos famosos. Tampoco se
puede descartar que algunas narraciones hayan sido creadas solo para ofrecer una
visión teológica de Jesús y de su actividad. 246
Las técnicas concretas que Jesús emplea alguna que otra vez recuerdan a los
procedimientos que utilizaban los magos y curadores populares. A nadie extrañaba.
Según fuentes cristianas, en alguna ocasión llevó aparte a un sordomudo y lo curó
“metiéndole sus dedos en los oídos” y “tocándole la lengua con su saliva”. Otro día le
trajeron un ciego y él lo sacó fuera del pueblo, “le puso saliva en los ojos”, “impuso
sus manos sobre él” y lo curó. 247

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Según Marcos 2,5, Jesús declara explícitamente al paralítico de Cafarnaún: “Hijo mío,
tus pecados te son perdonados”. Algunos autores consideran que se trata de una
añadidura posterior a un relato que originalmente solo hablaba de una curación.248
Y digo yo que algunos no creen en Dios; otros creen en Mahoma, otros buscan el
Nirvana, y otros, al fin buscan la perdición de la Iglesia de Jesucristo.
En cuanto a los endemoniados dice: ¿Había alguna relación entre la opresión que
ejercía sobre Palestina el Imperio romano y el fenómeno contemporáneo de tantas
personas poseídas por el demonio? ¿Era esta una forma enfermiza de rebelarse contra
el sometimiento romano y el dominio de los poderosos?…Según el relato, el demonio
es uno solo, pero se llama “legión”, porque son muchos, como la división armada de
Roma que controla Palestina; los demonios entran en los “cerdos”, los animales más
impuros de todos y los que mejor podían definir a los romanos.249
A eso se le llama ser retorcido. Por cierto, Pagola tiene cierta relación con “Mammon”,
ya que Pagola tiene cierta referencia con “pagar” y Mammon es una palabra aramea que
significa «riqueza», o con la palabra ‘matmon’, que significa «tesoro». También se
utiliza en hebreo con el significado de «dinero». Total, puestos a elucubrar,
elucubremos.
Probablemente a nosotros se nos escapa el terror y la frustración que generaba el
Imperio romano sobre gentes absolutamente impotentes para defenderse de su
crueldad.250
Insultar de esa manera al Imperio Romano no tiene calificativo. No voy a defender a
determinados emperadores ni a determinadas actuaciones, pero si de algo podemos estar
orgullosos es del Imperio Romano en su conjunto, civilizador, humanista, lleno de
virtudes que no serán nunca manchadas por sus múltiples y evidentes vicios, que
justamente no creo sean los destinatarios de las críticas emitidas por Pagola. Esos vicios
fueron los destinatarios de las críticas del cristianismo.
La pequeña parábola de Jesús hay que entenderla en el contexto cultural de su tiempo,
en el que se pensaba que, aunque Dios tiene el poder supremo sobre el mundo, permite
a los demonios una cierta influencia sobre la tierra, hasta que al final restablezca su
autoridad y los destruya para siempre. 251
Las fuentes no presentan a Jesús caminando por Galilea en busca de pecadores para
convertirlos de sus pecados, sino acercándose a enfermos y endemoniados para
liberarlos de su sufrimiento. 252
¿A qué fuentes se refiere el señor Pagola?, ¿a las de la logia Q? Veamos: Sucedió que,
estando Jesús sentado a la mesa en casa, he aquí muchos publicanos y pecadores que

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habían venido estaban sentados a la mesa con Jesús y sus Discípulos. Y cuando los
fariseos le vieron, Decían a sus discípulos: --¿Por qué come vuestro maestro con los
publicanos y pecadores? Al oírlo, Jesús les dijo: --Los sanos no tienen necesidad de
médico, sino los que están enfermos. Id, pues, y aprended qué significa: Misericordia
quiero y no sacrificio. Porque yo no he venido para llamar a justos, sino a pecadores.
(Mateo 9.10-13) (Marcos 2,15). Y vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen:
'He aquí un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores.'
Pero la Sabiduría es justificada por sus hechos." (Mateo 11.19). Os digo que del mismo
modo habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y
nueve justos que no necesitan de arrepentimiento (Lucas 15,7).
Los evangelistas hablan de “pecadores”, pero detrás de ese lenguaje sexista hemos de
ver también a “pecadoras”.253
Reiteradamente habla de hijos e hijas, de discípulos y discípulas254, siguiendo el
formalismo de la corrección política que cita ingenieros e ingenieras; médicos y
médicas, pero no, por ejemplo: artistas y artistos. Tampoco esta cuestión es una minucia,
sino muestra del rodillo del que el señor Pagola parece ser portador.
La obra de Pagola es una lectura del Evangelio a la luz del materialismo histórico. En
ese orden dice: El señor de la parábola reacciona de forma inesperada. Habrá
banquete por encima de todo. De pronto se le ha ocurrido una idea insólita. Invitará a
los que nunca invita nadie: “los pobres y lisiados, los ciegos y cojos”, gentes
miserables que no le pueden aportar honor alguno. ….La mayoría son forasteros y
gentes de mala reputación, no pertenecen a la ciudad, tampoco son propiamente
campesinos. El siervo los tiene que “obligar a entrar” en la casa, pues jamás se
hubieran atrevido a penetrar en la ciudad hasta el barrio residencial de la elite.255
Bien traída la cita… Pero Pagola no cita para nada que el rey expulsó a las tinieblas a
aquel que no asistió con traje de fiesta, cuando justamente ahí está el meollo de la
cuestión.
En ese orden de tergiversaciones no es de extrañar que el autor diga que lo sorprendente
es que Jesús acoge a los pecadores sin exigirles previamente el arrepentimiento, tal
como era entendido tradicionalmente, y sin someterlos siquiera a un rito penitencial,
como había hecho el Bautista. Les ofrece su comunión y amistad como signo de que
Dios los acoge en su reino incluso antes de que vuelvan a la ley y se integren en la
Alianza. 256
No es sorprendente. Es la misión de Nuestro Señor, que ha venido a salvarnos.
La mujer era ritualmente impura durante su menstruación y como consecuencia del
parto. Nadie debía acercarse a la mujer impura. Las personas y los objetos que tocaba
quedaban contaminados. Esta era, probablemente, la principal razón por la que las

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mujeres eran excluidas del sacerdocio, de la participación plena en el culto y del
acceso a las áreas más sagradas del templo. 257
Personalmente desconozco las razones. Lo que parece evidente es que, si bien Jesús no
descarta a nadie, eligió sólo doce varones para el cargo de apóstol. La mujer tiene otras
funciones que no son de menor valor. Pensemos que, tras la Resurrección fueron
mujeres quienes primero le vieron. Por cierto, este asunto también lo destaca, pero
enmarcado no como realidad, sino como “experiencia espiritual”: El anuncio primero
de la resurrección de Jesús está ligado a las mujeres. ¿Fueron ellas las primeras en
experimentar a Jesús resucitado? 258
Pero si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra Predicación; vana también es vuestra fe
(1Corintios 15,14)
“Mujer..., ¿nadie te ha condenado?”. La mujer, que acaba de escapar de la muerte, le
responde atemorizada: “Nadie, Señor”. Las palabras de Jesús son inolvidables. Nunca
las podrán escuchar los varones adúlteros que se han retirado irritados. Solo aquella
mujer abatida: “Tampoco yo te condeno. Vete y, en adelante, no peques más”. 259
Según él, si el repudio está en la ley, es por la “dureza de corazón” de los varones y su
actitud machista, pero el proyecto original de Dios no fue un matrimonio patriarcal...
Jesús no se pronuncia propiamente sobre el divorcio tal como se plantea en la
actualidad, sino sobre el privilegio exclusivo de los varones de repudiar a sus
mujeres.260
Veamos qué dice el Evangelio: Pero yo os digo que todo aquel que se divorcia de su
mujer, a no ser por causa de adulterio, hace que ella cometa adulterio. Y el que se casa
con la mujer divorciada comete adulterio (Mateo 5,32). Ante vuestra dureza de Corazón,
Moisés os Permitió divorciaros de vuestras mujeres; pero desde el principio no fue así.
Y os digo que cualquiera que se divorcia de su mujer, a no ser por causa de fornicación,
y se casa con otra, comete adulterio (Mateo 19, 8-9). Parece bastante claro que sí se
pronuncia propiamente sobre el divorcio tal como se plantea en la actualidad.
Jesús propone una práctica de resistencia no violenta a la injusticia. 261 La lucha no
violenta por la justicia262
También esta apreciación parece totalmente fuera de lugar. Recordemos: Y a cualquiera
que haga tropezar a uno de estos pequeños que creen en Mí, mejor le fuera que se le
atase al cuello una gran piedra de molino y que se le hundiese en lo profundo del mar
(Mateo 18,6). Y más: Entró Jesús en el templo y echó fuera a todos los que vendían y
compraban en el templo. Volcó las mesas de los cambistas y las sillas de los que
vendían palomas (Mateo, 21,12)

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No, ni Jesús ni el cristianismo es pacifista. Pacífico, sí. Pacifista, no.
Pero claro, para Pagola nada de eso vale, como no vale que Jesús sea Dios; es, eso sí,
profeta, como lo es para el Islam. Lo demuestra reiteradamente. Así, dice: La
experiencia de Dios fue central y decisiva en la vida de Jesús. El profeta itinerante del
reino, curador de enfermos y defensor de pobres, el poeta de la misericordia y maestro
del amor, el creador de un movimiento nuevo al servicio del reino de Dios, no es un
hombre disperso, atraído por diferentes intereses, sino una persona profundamente
unificada en torno a una experiencia nuclear: Dios, el Padre de todos. 263
Es reiterada esta referencia. Veamos alguna más:
¿Qué confianza se despierta en este profeta que acoge incondicionalmente a los
pecadores cuando ora un salmo como este: “El Señor es paciente y misericordioso; no
está siempre acusando ni guardando rencor perpetuo. No nos trata como merecen
nuestros pecados ni nos paga según nuestras culpas... Como un padre siente ternura
por sus hijos, así siente el Señor ternura por sus fieles”? (Salmo 103,8-10.13) 264
Desde la lejanía de la fe en que parece estar el autor dice: Incluso el grupo del Jesus
Seminar piensa que “probablemente Jesús vivió algún tipo de experiencia religiosa
muy poderosa” en el contexto de su bautismo. 265
Esta cita mueve a la rebeldía por dos aspectos. El primero por la referencia al grupo,
posiblemente masónico de Jesús Seminar; el segundo por la referencia a la experiencia
religiosa de Jesús. Vamos a ver: Jesús es Dios, y cada acto que efectúa es una enseñanza,
no una “experiencia” que vive Él.
¿Y qué podemos decir cuando leemos lo siguiente?: Este no es el Dios vigilante de la
ley, atento a las ofensas de sus hijos, que le da a cada uno su merecido y no concede el
perdón si antes no se han cumplido escrupulosamente unas condiciones…no hemos de
humillamos o autodegradarnos en su presencia. Al hijo no se le exige nada. Solo se
espera de él que crea en su padre.
266
¿Algo que argumentar contra el aserto? Por supuesto nada. Sin embargo la cita destila
veneno anticristiano, porque al fin, deberá uno desear el perdón y arrepentirse, ¿no? ¿Y
eso es autodegradarse? Pues eso parece querer transmitir Pagola.
En el fondo de su experiencia religiosa hay un cambio decisivo de acento: Dios es para
los hombres, y no los hombres para Dios (Schillebeeckx, Sobrino). 267
Y dale con la experiencia religiosa de Nuestro Señor. Verdades, sí, verdades, pero
verdades combatidas por el mismo lenguaje que las emite. No es sólo lo que se dice,
sino cómo se dice.
Dice también Pagola que cuanto mejor vive la gente, mejor se realiza el reino de
Dios.268 Bien, ¿eso es criticable? Sencillamente no. ¿Quién lo discutirá? Acto seguido
dice: Jesús se distancia de los ricos y poderosos, que generan hambre y miseria, para

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solidarizarse con los desposeídos.269 En principio todo lleva a dar también la razón al
hereje, pero pensemos un poco: sabed que el que haga volver al pecador del error de su
camino salvará su vida de la muerte, y cubrirá una multitud de pecados (Santiago 5,20).
No es el malo el pecador. Lo es el pecado, y Jesús repite que no ha venido a curar a los
sanos, sino a los enfermos, y Jesús come con publicanos (ricos y pecadores). Así,
también quiere rescatar a los herejes.
Dios no bendice los abusos y las discriminaciones, sino la igualdad fraterna y solidaria;
no separa ni excomulga, sino que abraza y acoge. 270 ¿Y no discriminan las herejías,
señor Pagola?
Es el Padre de todos, sin discriminación ni exclusión alguna. No pertenece a un pueblo
privilegiado. No es propiedad de una religión. Todos lo pueden invocar como Padre. 271
Jesús no pudo disfrutar de una vejez tranquila. Murió violentamente en plena madurez.
No lo abatió una enfermedad. Tampoco fue víctima de un accidente. Lo ejecutaron en
las afueras de Jerusalén, junto a una vieja cantera, unos soldados a las órdenes de
Pilato, máxima autoridad romana en Judea. Era probablemente el 7 de abril del año 30.
Esa misma mañana, el prefecto lo había condenado a muerte como culpable de
insurrección contra el Imperio. 272
Lo que dice el Evangelio es lo siguiente: Estando ellos reunidos, Pilato les dijo: --¿A
Cuál queréis que os suelte? ¿A Barrabás o a Jesús, llamado el Cristo? Porque Sabía que
por envidia le Habían entregado. Mientras él estaba sentado en el tribunal, su esposa le
Mandó a decir: "No tengas nada que ver con ese justo, porque hoy he sufrido muchas
cosas en sueños por causa de él." Entonces los principales sacerdotes y los ancianos
persuadieron a las multitudes que pidieran a Barrabás y que dieran muerte a Jesús. Y
respondiendo el procurador les dijo: --¿A Cuál de los dos queréis que os suelte? Ellos
dijeron: --¡A Barrabás! Pilato les dijo: --¿Qué, pues, haré con Jesús, llamado el Cristo?
Todos dijeron: --¡Sea crucificado! Y el procurador les dijo: --Pues, ¿qué mal ha hecho?
Pero ellos gritaban aun Más fuerte diciendo: --¡Sea crucificado! Y cuando Pilato se dio
cuenta de que no se lograba nada, sino que Sólo se Hacía Más alboroto, Tomó agua y se
Lavó las manos delante de la multitud, diciendo: --¡Yo soy inocente de la sangre de éste!
¡Será asunto vuestro! Respondió todo el pueblo y dijo: --¡Su sangre sea sobre nosotros y
sobre nuestros hijos! Entonces les Soltó a Barrabás; y después de haber azotado a Jesús,
le Entregó para que fuese crucificado. (Mateo 27,17-26)
Evidentemente, Pagola miente. La acusación, así, no era ser enemigo de Roma, como
señala el hereje, sino que la acusación escrita que pusieron sobre su cabeza fue: ESTE
ES JESUS, EL REY DE LOS JUDIOS. (Mateo 27,37)
Son famosos los “ayes” de Jesús contra “escribas y fariseos” (Mateo 23,2-36). Sin
embargo, este enfrentamiento tan hostil necesita ser revisado y corregido. 273… Tanto
Jesús como los fariseos competían por ganar a la gente para su propia causa.274

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“No hubo ningún conflicto importante entre Jesús y los fariseos por los asuntos del
sábado, la comida y las leyes de pureza”. 275 (Es una cita, pero la muestra como
asintiendo con ella.
Veamos qué dice el Evangelio: "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque
cerráis el reino de los cielos delante de los hombres. Pues vosotros no entráis, ni dejáis
entrar a los que están entrando.¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque
devoráis las casas de viudas y como pretexto hacéis largas oraciones. ¡Por esto recibiréis
mayor condenación! "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque recorréis
mar y tierra para hacer un solo prosélito; y cuando lo lográis, le hacéis un hijo del
infierno dos veces más que vosotros. "¡Ay de vosotros, guías ciegos! Pues decís: 'Si uno
jura por el santuario, no significa nada; pero si jura por el oro del santuario, queda bajo
obligación.' ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más importante: el oro o el santuario que
santifica al oro? O decís: 'Si uno jura por el altar, no significa nada; pero si jura por la
ofrenda que está sobre el altar, queda bajo obligación.' ¡Ciegos! ¿Qué es más importante:
la ofrenda o el altar que santifica a la ofrenda? Por tanto, el que jura por el altar, jura por
el altar y por todo lo que está sobre él. Y el que jura por el santuario, jura por el
santuario y por aquel que habita en él. Y el que jura por el cielo, jura por el trono de
Dios y por aquel que está sentado sobre él. "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos,
hipócritas! Porque entregáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino; pero
habéis omitido lo más importante de la ley, a saber, el juicio, la misericordia y la fe. Era
necesario hacer estas cosas sin omitir aquéllas. ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito
pero tragáis el camello! "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque
limpiáis lo de afuera del vaso o del plato, pero por dentro están llenos de robo y de
desenfreno. ¡Fariseo ciego! ¡Limpia primero el interior del vaso para que también el
exterior se haga limpio! "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque sois
semejantes a sepulcros blanqueados que, a la verdad, se muestran hermosos por fuera;
pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda impureza. Así también
vosotros, a la verdad, por fuera os mostráis justos a los hombres; pero por dentro estáis
llenos de hipocresía e iniquidad. 29 "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!
Porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos, y
decís: 'Si hubiéramos vivido en los días de nuestros padres, no habríamos sido sus
cómplices en la sangre de los profetas.' Así dais testimonio contra vosotros mismos de
que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas. ¡Colmad también vosotros la
medida de vuestros padres! "¡Serpientes! ¡Generación de Víboras! ¿Cómo os escaparéis
de la condenación del infierno? (Mateo 23,13-33)
¿Y cómo sabe Pagola lo que parece contradecir sus afirmaciones?
Hubo, pues, enfrentamiento entre Jesús y los sectores fariseos, pero no tan violento y
fanático como lo presentan los evangelios. No fueron ellos, los fariseos, los
instigadores de su ejecución. 276 ¡Si sabrá Pagola más que los Evangelios!
Según un episodio situado en el templo, del que nos informa Marcos 11,27-33, cuando
Jesús pregunta a los sumos sacerdotes, escribas y ancianos: “El bautismo de Juan,
¿era del cielo o de los hombres? Respondedme”, sus adversarios eluden la respuesta,

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pues nunca han creído en el bautismo del Jordán. No todos admiten la historicidad de
este relato.277
¿Y puede haber alguien que pueda admitir los argumentos de Pagola?
Probablemente, en el palacio de Cesarea del Mar, donde residía Pilato, y en la torre
Antonia de Jerusalén, donde permanecía vigilante una guarnición de soldados, a nadie
dejaban indiferente las confusas noticias que les llegaban de Galilea, pero tampoco les
inquietaba sobremanera. Solo cuando van comprobando la atracción que Jesús ejerce
en el pueblo y, sobre todo, cuando ven la libertad con que lleva a cabo algunos gestos
provocativos en la misma capital, en el ambiente explosivo de las fiestas de Pascua,
toman conciencia de su potencial peligrosidad. 278
Sin embargo, no parece que Pilato mostrase mucha preocupación por el asunto que
torticeramente presenta Pagola, cuando tuvo que esperar que Jesús le fuese entregado y
acusado, a pesar de los intentos que él mismo hizo por dejarlo libre.
El término basileia, que repiten invariablemente las fuentes cristianas para traducir
“reino [de Dios]”, solo se empleaba en los años treinta para hablar del “imperio” de
Roma. Es el César de Roma el que, con sus legiones, establece la pax romana e impone
su justicia al mundo entero. Él proporciona bienestar y seguridad a los pueblos,
exigiendo a cambio de su protección una implacable tributación. ¿Qué pretende ahora
Jesús al invitar a la gente a “entrar en el imperio de Dios”, que, a diferencia de Tiberio,
no busca poder, riqueza y honor, sino justicia y compasión precisamente para los más
excluidos y humillados del Imperio romano?279
Sí, de forma torticera Pagola repite los mismos argumentos que los fariseos adujeron
ante Pilato, y en ese mismo camino va más allá cuando afirma que para “entrar” en el
imperio de Dios hay que “salirse” del imperio de Roma.280
Y remacha más su odio a la civilización cuando afirma que los romanos son las fuerzas
malignas que se han apoderado del pueblo y lo están despojando de su identidad…En
Marcos 5,1-20, los demonios que poseen al hombre de Gerasa son muchos y llevan el
nombre de “legión”, como las divisiones armadas que controlaban el Imperio. Al ser
expulsados entran en unos “cerdos”, los animales más impuros y los que mejor podían
definir a los romanos.281
El endemoniado responde a Jesús: Me llamo Legión, porque somos muchos (Marcos
5,9). El resto es invención del heresiarca.
Son cada vez más los investigadores que subrayan la dimensión política que podían
tener los exorcismos de Jesús (Hollenbach, Horsley, Crossan, Sanders, Evans, Herzog
II, Guijarro). 282
Investigadores cuestionables, como el mismo Pagola, naturalmente integrados en el
grupo Jesús Seminar.

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Más les tuvo que inquietar la postura ambigua de Jesús sobre el tributo exigido por
Roma, si es que alguna vez les llegó la noticia. 283

La posición de Jesús era sin duda hábil y sorteaba la trampa que le habían tendido,
pero su resistencia al opresor romano y su reconocimiento absoluto del Dios de los
pobres era claro.284

Interpretaciones que cuando menos, podemos calificar de gratuitas, que culminan con la
duda manifiesta sobre la labor que Jesús tenía marcada en la tierra: Los investigadores
modernos no piensan ya que Jesús subiera a Jerusalén en la Pascua del año 30
buscando su muerte para provocar la irrupción del reino de Dios.285

Naturalmente se abroga el título de “moderno” para sembrar la duda sobre la labor
salvífica de Jesucristo. No conocía que lo iban a crucificar, según Pagola, y no sólo eso,
sino que, al parecer, Jesús no elaboró ninguna teoría sobre su muerte, no hizo teología
sobre su crucifixión. La vio como consecuencia lógica de su entrega incondicional al
proyecto de Dios… Jesús no interpretó su muerte desde una perspectiva sacrificial. No
la entendió como un sacrificio de expiación ofrecido al Padre. No era su lenguaje… El
Padre no necesita que nadie sea destruido en su honor. Su amor a sus hijos e hijas es
gratuito, su perdón, incondicional. 286

Y como es el centro de la sabiduría, no duda en afirmar sin rubor que el dicho recogido
en Marcos 10,45 “El hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su
vida como rescate de muchos”, es creación del evangelista287.
También asegura el heresiarca que nunca se afirma en las fuentes el motivo que impulsó
a Jesús a subir a Jerusalén. 288. Eso dice Pagola. Sin embargo, el Evangelio dice: Pero
vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondió Simón Pedro y dijo: --¡Tú eres el Cristo,
el Hijo del Dios viviente! Entonces Jesús respondió y le dijo: --Bienaventurado eres,
Simón hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en
los cielos. Mas yo también te digo que tú eres Pedro; y sobre esta roca edificaré mi
iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del
reino de los cielos. Todo lo que ates en la tierra habrá sido atado en el cielo, y lo que
desates en la tierra habrá sido desatado en los cielos. Entonces mandó a los discípulos
que no dijesen a nadie que él era el Cristo. Desde entonces, Jesús Comenzó a explicar a
sus Discípulos que le era preciso ir a Jerusalén y padecer mucho de parte de los
ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas, y ser muerto, y resucitar al
tercer Día. (Mateo 16-15,21)
Lo que dice el Evangelio parece algo distinto de lo que afirma Pagola.
Montado en su pequeño asno aparece ante aquellos peregrinos como profeta, portador
de un orden nuevo y diferente, opuesto al que imponían los generales romanos,
montados sobre sus caballos de guerra. Su humilde entrada en Jerusalén se convierte
en sátira y burla de las entradas triunfales que organizaban los romanos para tomar
posesión de las ciudades conquistadas. Más de uno vería en el gesto de Jesús una
graciosa crítica al prefecto romano que, por esos mismos días, ha entrado en Jerusalén

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montado en su poderoso caballo, adornado con todos los símbolos de su poder
imperial. .. Este acto público de Jesús anunciando un antirreino no violento habría
bastado para decretar su ejecución.
289
Realmente torticero, interpretación gratuita de una mente atormentada, que presenta
deducciones sin base histórica y sin base filosófica, mucho menos religiosa. Y lo peor
de todo es que heresiarca tiene sobrados fundamentos filosóficos, históricos y religiosos.
Eso es lo peligroso.
En su ataque a Nuestro Señor, afirma que la cena pascual, al parecer, no se trata de una
cena pascual. Es cierto que algunas fuentes indican que Jesús quiso celebrar con sus
discípulos la cena de Pascua o séder, en la que los judíos conmemoran la liberación de
la esclavitud egipcia. Sin embargo, al describir el banquete, no se hace una sola
alusión a la liturgia de la Pascua, nada se dice del cordero pascual ni de las hierbas
amargas que se comen esa noche, no se recuerda ritualmente la salida de Egipto, tal
como estaba prescrito. Por otra parte es impensable que esa misma noche en la que
todas las familias estaban celebrando la cena más importante del calendario judío, los
sumos sacerdotes y sus ayudantes lo dejaran todo para ocuparse de la detención de
Jesús y organizar una reunión nocturna con el fin de ir concretando las acusaciones
más graves contra él. Parece más verosímil la información de otra fuente que sitúa la
cena de Jesús antes de la fiesta de Pascua, pues nos dice que Jesús es ejecutado el 14
de nisán, la víspera de Pascua. Así pues, no parece posible establecer con seguridad el
carácter pascual de la última cena…Hoy, por lo general, los autores niegan el carácter
pascual de la última cena o lo dejan bajo interrogante.290
Por sembrar dudas, todo acto es bueno para el Enemigo. Dice el heresiarca que no se
hace una sola alusión a la liturgia de la Pascua, y me parece que, a lo largo de los
Evangelios, no se profundiza tampoco en otros temas, que se dan por sabidos, y se
atiende más a las enseñanzas concretas de Nuestro Señor. ¿Y por qué es impensable
que justo esa noche los sumos sacerdotes no aprovechasen la ocasión para detener a
Jesús?, ¿Porque lo dice Pagola?, y los autores que niegan el carácter pascual de la
última cena, ¿qué son?, ¿militantes de Jesús Seminar?, ¿o de la logia Q?
El relato de Marcos 14,13-15 y paralelos sobre la preparación de la cena pascual tiene
rasgos legendarios y no permite deducir ninguna conclusión histórica…Los relatos
dicen que celebró la cena con los Doce, pero no hemos de excluir la presencia de otros
discípulos y discípulas que han venido con él en peregrinación. Sería muy extraño que,
en contra de su costumbre de compartir su mesa con toda clase de gentes, incluso
pecadores, Jesús adoptara de pronto una actitud tan selectiva y restringida. 291

Pagola dixit…
¿Hace además Jesús un nuevo signo invitando a sus discípulos al servicio fraterno? El
evangelio de Juan dice que, en un momento determinado de la cena, se levantó de la
mesa y “se puso a lavar los pies de los discípulos”. Según el relato, lo hizo para dar
ejemplo a todos y hacerles saber que sus seguidores deberían vivir en actitud de
servicio mutuo: “Lavándoos los pies unos a otros”. La escena es probablemente una
creación del evangelista, pero recoge de manera admirable el pensamiento de Jesús. 292

66


Nada, que el Evangelio es una novela y Pagola es el oráculo que todo lo aclara. Por eso
afirma: ¿quién pudo saber cómo se desarrolló la conversación entre Jesús y el sumo
sacerdote o el encuentro con Pilato? Probablemente, los primeros cristianos tenían
noticia del curso general de los acontecimientos (interrogatorio ante las autoridades
judías, entrega a Pilato, crucifixión), pero no de sus detalles293.
Y situándonos en la misma postura de Pagola, ¿no es posible que, dada la envergadura
del asunto, algún discípulo no conocido sondease a alguno de los presentes?, soldados,
sirvientes…
Las dos monografías más recientes y autorizadas sobre la pasión reflejan la diferente
sensibilidad en la investigación actual: R. E. Brown tiende a considerar los relatos
como “historia recordada” en las comunidades cristianas, iluminada finalmente por
las citas de los escribas; J. D. Crossan, por el contrario, piensa que la mayor parte de
los relatos son “profecía historizada”, es decir, composiciones de los escribas que no
se derivan del recuerdo de unos hechos concretos, sino que han sido elaboradas a
partir de los textos bíblicos. 294
Vamos, traduciendo para el vulgo: que es mentira lo que cuenta el Evangelio. Y si es
mentira, entonces Pagola es un libertador.
Frente a los que pueden considerar los hechos de la pasión como desprovistos de
sentido, estos escritos se esfuerzan por hacer ver, a veces de manera artificiosa, que se
han ido cumpliendo providencialmente los designios de Dios. Mateo, sobre todo, va
ofreciendo citas explícitas o indicaciones implícitas del Antiguo Testamento al hablar
de la huida de los discípulos, la respuesta de Jesús al sumo sacerdote, las treinta
monedas pagadas a Judas por su traición, los gritos del pueblo pidiendo la crucifixión
de Jesús, las burlas y escarnios de los soldados, la bebida que le ofrecen en la cruz, el
reparto de sus vestidos, su ejecución entre dos malhechores, su grito de queja a
Dios...295
Relatos que confirman lo anunciado en el Antiguo Testamento, naturalmente.
Es clara también la tendencia cada vez mayor de la tradición a disculpar a los romanos,
subrayando la inocencia de Pilato, mientras se insiste de manera cada vez más brutal
en culpabilizar a todo el pueblo judío de la crucifixión del Mesías, Hijo de Dios. 296
Podemos leer en el Evangelio: Pilato les dijo: --¿Qué, pues, haré con Jesús, llamado el
Cristo? Todos dijeron: --¡Sea crucificado! Y el procurador les dijo: --Pues, ¿qué mal ha
hecho? Pero ellos gritaban aun más fuerte diciendo: --¡Sea crucificado! Y cuando Pilato
se dio cuenta de que no se lograba nada, sino que sólo se hacía más alboroto, tomó agua
y se lavó las manos delante de la multitud, diciendo: --¡Yo soy inocente de la sangre de
éste! ¡Será asunto vuestro! Respondió todo el pueblo y dijo: --¡Su sangre sea sobre
nosotros y sobre nuestros hijos! (Mateo27,22-25)
Al negar la evidencia, Pagola da la sensación de, torticeramente, querer levantar
sentimientos antisemitas. ¿Por qué se obstina en negar la evidencia? Los evangelios
están escritos por judíos, y Jesús hombre, era judío.

67


Este hecho, que está en el origen de tantas persecuciones a los judíos, se debe a que los
cristianos, que se están extendiendo entre los gentiles, no quieren ganarse la hostilidad
de Roma presentándose como herederos de alguien condenado por las autoridades
romanas como peligroso para el Imperio; al mismo tiempo desean diferenciarse
claramente del resto de los judíos, que están siendo perseguidos por Roma después de
la caída de Jerusalén.297
Es alarmante la desfachatez de este hereje. Las persecuciones llevadas a cabo contra los
cristianos en el Imperio desmontan estos falaces argumentos. Nerón… Diocleciano…
eran adoradores de Mitra y no necesitaban encontrar en los cristianos principios judíos
para combatirlos, sino justamente principios cristianos. Y los perseguidos eran judíos,
romanos, griegos… eran cristianos. Vamos, como ahora mismo.
Según Marcos, el Sanedrín se reúne durante la noche y condena solemnemente a Jesús
por haberse proclamado Mesías e Hijo de Dios, y por haberse arrogado la pretensión
de venir un día sobre las nubes del cielo, sentado a la derecha de Dios. Su actitud,
según el relato, provoca el escándalo del sumo sacerdote, que grita horrorizado. Aquel
pobre hombre que está allí atado ante ellos no es el Mesías ni el Hijo de Dios: ¡es un
blasfemo! El veredicto del Sanedrín es unánime: “Reo de muerte”. En realidad, todo
hace pensar que esta comparecencia de Jesús ante el Sanedrín judío nunca tuvo lugar.
Probablemente, esta dramática escena es una composición cristiana posterior,
elaborada para mostrar que Jesús ha muerto en la cruz por los títulos de “Mesías” e
“Hijo de Dios” que le atribuyen los cristianos y que tanto escandalizan a los judíos.298

Ya vamos terminando la obra de Pagola, a Dios gracias, y ante citas como ésta veo al
hereje organizando un gran teatro quitando y poniendo personajes para acomodar mejor
la representación de la obra que lleva entre manos. Lo que es una composición es la
parodia de teólogo llevada a cabo por este personaje.
Probablemente existía ya en tiempos de Jesús una institución parecida al Sanedrín que
describe años más tarde la Misná, pero ciertamente no tenía poder de dictar sentencias
de muerte, o al menos de ejecutarlas.299

Sí, pero eso lo dice el Evangelio, no puede ser usado como argumento nuevo.
Por otra parte, el “proceso” ante el Sanedrín, tal como aparece en los evangelios,
contradice lo que podemos saber por la Misná, que, al describir el funcionamiento del
Sanedrín, dice que las reuniones están prohibidas en días festivos o preparatorios, no
pueden celebrarse de noche y han de tener lugar en el atrio del templo, no en el palacio
del sumo sacerdote.
Esa noche no hubo, pues, una sesión oficial del Sanedrín, y mucho menos un proceso en
toda regla por parte de las autoridades judías, sino una reunión informal de un consejo
privado de Caifás para hacer las debidas indagaciones y precisar mejor los términos en
que se podía plantear la cuestión ante Pilato.300
Galgos o podencos, señor Pagola, el caso es que el Sanedrín condenó a muerte a Jesús y
exigió su cumplimiento a Pilato.

68

Aunque, según el relato, Jesús es condenado por “blasfemo” al haberse proclamado
“Mesías”, “Hijo de Dios” e “Hijo del hombre”, la combinación de estos tres grandes
títulos cristológicos que constituían el núcleo de la fe en Jesús, expresada en el
lenguaje cristiano de los años sesenta, nos está indicando que estamos ante una escena
que difícilmente puede ser histórica. Jesús no es condenado por nada de esto. En
ningún momento manifiesta pretensión alguna de ser Dios: ni Jesús ni sus seguidores
en vida de él utilizaron el título de “Hijo de Dios” para confesar su condición
divina.301
Pero, contra lo que el señor Pagola pueda imaginar, la historia no es la voluntad
posterior al hecho, ni la filosofía que produzca, sino los hechos; así, lo que nos cuenta la
historia es que Jesús hizo lo contrario de lo que el señor Pagola relata: el sumo
sacerdote le dijo: --¡Te conjuro por el Dios viviente que nos digas si Tú eres el Cristo, el
Hijo de Dios! Jesús le dijo: --Tú lo has dicho. Además os digo: De aquí en adelante
veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder, y viniendo en las nubes del
cielo. (Mateo 26,63-64)
Y también: El tentador se acercó y le dijo: --Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se
conviertan en pan. Pero él respondió y dijo: --Escrito está: No sólo de pan vive el
hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Entonces el diablo le llevó a
la santa ciudad, le puso de pie sobre el pináculo del templo, y le dijo: --Si eres Hijo de
Dios, échate abajo, porque escrito está: A sus ángeles mandará cerca de ti, y en sus
manos te llevarán, de modo que nunca tropieces con tu pie en piedra. Jesús le dijo: --
También está escrito: No pondrás a prueba al Señor tu Dios. Otra vez el diablo le llevó a
un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y su gloria. Y le dijo: --Todo
esto te daré, si postrado me adoras. Entonces Jesús le dijo: --Vete, Satanás, porque
escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y a él solo servirás. (Mateo 4,3-10)
Pero si Jesús no se presentó a sí mismo como Dios y como Hijo de Dios, ni reclamó
para sí la fe que reclamó para el Padre, la posterior confesión de fe de los apóstoles no
fue más que una interpretación exagerada y, en cuanto tal, deformadora de su maestro,
formulada a partir de una Pascua que ya no se sabe lo que es. La conciencia que Jesús
tenía de sí y de su misión es inseparable de la verdad histórica contenida en la profesión
de fe... Esta afirmación contradice el dato histórico recogido en el testimonio evangélico,
custodiado y transmitido por la Iglesia apostólica. Jesús, en efecto, es Dios, sabe que es
Dios y habla continuamente de ello.302
El autor insiste a lo largo de toda la obra en su voluntad maniquea, y afirma: El ataque
al templo es, sin duda, la causa principal de la hostilidad de las autoridades judías
contra Jesús y la razón decisiva de su entrega a Pilato. El relato cristiano no lo ha
podido ocultar303… Y parece que no han querido ocultarlo, a la luz de lo que relata el
Evangelio.

69


No es extraño que los investigadores sospechen cada vez más que pudo haber un buen
entendimiento y hasta una cierta “complicidad” entre Caifás y Pilato en la resolución
del problema que Jesús les planteaba a ambos.304
Bueno, pudiera ser, pero los únicos datos que poseemos están en el Evangelio. A partir
de ahí se puede hacer la novela que el señor Pagola quiera, como afirmar que el
episodio (que ladinamente señala Pagola como “legendario”) de Barrabás les lleva a
sospechar que nos encontramos ante una composición cristiana y no ante una
información histórica.305
¿Legendario?, ¿por qué?, ¿Porque al señor Pagola le apetece para justificar su herejía?
En ese mismo orden continúa: Lucas dice que Jesús compareció también ante Antipas
(23,8-12). Es difícil determinar el carácter histórico de esta
información. …Seguramente el episodio es una composición cristiana elaborada a
partir del Salmo 2 para subrayar aún más la inocencia de Jesús: “Los reyes de la tierra
se sublevan y los grandes conspiran entre sí contra el Señor y su Ungido” (2,2). 306
También son frecuentes en el libro las referencias al carácter no histórico de muchas de
las escenas evangélicas (cf. p.ej. pp. 39, n. 2; 206; 215, n. 12; 336-337; 349, n. 42; 363-
364; 368; 377; 379; 429; 432) o a la dificultad para determinar si describen
acontecimientos reales o invenciones de los evangelistas (cf. pp. 372-373). Se podría
decir que, para el autor, la desconfianza frente al dato de los evangelios es una
condición para proceder con rigor en la investigación histórica. Esta desconfianza es
consecuencia de la ruptura que se establece entre Jesús mismo (su vida y enseñanza) y
el testimonio que sus seguidores dieron de Él (cf. p. 118, n. 9). 307
En su elucubración permanente (475 páginas de elucubración) proclama que la
inocencia de Pilato, proclamada de diversas maneras en todos los evangelios, no es
creíble. Los estudios recientes consideran que esta presentación exculpatoria del
prefecto romano no es un dato histórico, sino “propaganda cristiana”308; una
elucubración que llega al insulto cuando dice que: El terrible grito, repetido una y otra
vez, del “crucifícalo” es una deplorable dramatización ingeniada en las comunidades
cristianas contra los judíos de la sinagoga. En aquellos primeros momentos del
cristianismo era una invención relativamente ingenua de unos cristianos que se sentían
amenazados y trataban de defenderse ante el poder de las autoridades. Los
simpatizantes tienen miedo y se callan. Sus seguidores más cercanos huyen. El profeta
del reino de Dios se queda solo.309
Afirma que la crucifixión de Jesús no parece haber sido un acto de ensañamiento
especial por parte de los verdugos.310 Para Pagola; para el resto no parece deducirse ese
extremo de los relatos.

70

Los relatos de la pasión no ofrecen una información fría de los hechos; desde el
comienzo, los cristianos acudieron a las sagradas Escrituras, y en especial a los salmos
del sufrimiento del justo (22 y 69), para dar algún sentido a aquel final tan horroroso
de Jesús. Esta referencia a las Escrituras ha influido de manera notable en la manera
de presentar la pasión, pero esto no significa en modo alguno que todo haya sido
inventado a partir de textos bíblicos. 311
La burla de los judíos está descrita en Marcos 14,65; Mateo 26,67-68; Lucas 22,63-65,
La burla de los soldados de Pilato en Marcos 15,16-20; Mateo 27,27-31; Juan 19,2-3,
Lucas habla del escarnio en el palacio de Herodes (23,11). Probablemente, tal como
están descritas, ninguna de estas dos escenas goza de rigor histórico.312 Y
probablemente Pagola persigue fines inconfesables al hacer tales afirmaciones.
Afirma que desconocemos los instrumentos que pudieron utilizar los verdugos de Jesús,
pero sabemos cuál era siempre el resultado.313 Evidentemente eso tampoco es cierto; se
tiene conocimiento punto menos que exacto de esos instrumentos; para corroborarlo
podría tomar como referencia la Sábana Santa, que tiene más datos históricos que el
Jesús Seminar o la fuente Q.
La vida es el regalo más grande de Dios. Para Jesús, como para cualquier judío, la
muerte es la mayor desgracia, pues destruye todo lo bueno que hay en la vida y no
conduce sino a una existencia sombría en el sheol. El sheol es el “país de los muertos”.
Según la fe judía se encuentra en las profundidades de la tierra. Allí no hay luz, sino
tinieblas y densas sombras. No hay vida, ni cánticos, ni alabanza a Dios. Allá
descienden todos los muertos, buenos y malos, sin que nadie pueda volver a esta vida.
En tiempos de Jesús, muchos lo consideraban como lugar de espera de la
resurrección.314
Pero Jesús, además de judío, es Dios. Jesús no podía estar cohibido por esa patraña,
sostenible tan sólo por las afirmaciones vertidas previamente por el autor.
Probablemente las primeras generaciones cristianas no sabían con exactitud las
palabras que Jesús pudo haber murmurado durante su agonía. Nadie estuvo tan cerca
como para recogerlas. Las “siete palabras” de Jesús en la cruz no están arraigadas en
la tradición sino de forma débil. Solo el grito: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
abandonado?” está atestiguado por más de un evangelista (Marcos-Mateo). Las demás
palabras solo aparecen unas en Lucas y otras en Juan, sin coincidencia alguna. Existía
el recuerdo de que Jesús había muerto orando a Dios y también de que, al final, había
lanzado un fuerte grito. El dato parece histórico. Así piensa la mayoría de los autores.
Tal vez se recordaba porque tal grito no es normal en un crucificado que muere
asfixiado. Poco más. Casi todas las palabras concretas que ponen los evangelistas en
labios de de Jesús reflejan probablemente las reflexiones de los cristianos, que van
ahondando en la muerte de Jesús desde diversas perspectivas, poniendo el acento en
diferentes aspectos de su oración: desolación, confianza o abandono en manos del
Padre. Al no poder recurrir a recuerdos concretos conservados en la tradición, acuden

71

a salmos bien conocidos en la comunidad cristiana en los que se invoca a Dios desde el
sufrimiento. 315
Pero no es eso lo que nos relata el Evangelio. El Centurión que estaba de pie delante de
él, cuando vio que había muerto de esta manera, dijo: --¡Verdaderamente este hombre
era Hijo de Dios! También estaban allí algunas mujeres, mirando desde lejos. Entre
ellas se encontraban María Magdalena, María la madre de Santiago el Menor y de José,
y Salomé. (Marcos 15,39-40)
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María esposa de
Cleofas y María Magdalena. Cuando Jesús vio a su madre y al discípulo a quien amaba,
de pie junto a ella, dijo a su madre: --Mujer, ahí tienes a tu hijo. Después dijo al
Discípulo: --Ahí tienes a tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su
casa. Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo se había consumado, para que se
cumpliera la Escritura, dijo: --Tengo sed. (Juan 19,25-28)
Pero claro, Pagola sale de la situación afirmando que es difícil aceptar la historicidad
de este episodio. Ninguna otra fuente habla de la presencia de la madre de Jesús junto
a la cruz. Por otra parte, la figura del “discípulo amado” solo aparece en el evangelio
de Juan. Probablemente la escena es una composición joánica.316
Y para que el encaje de bolillos herético resulte completo, afirma que el diálogo entre
los malhechores colgados junto a Jesús, del que solo habla Lucas, es artificial. 317
Es tal la sucesión de sinrazones que hasta parece pesado y fuera de lugar a quién critica
al heresiarca seguir en el empeño. Pone absolutamente todo en duda apoyado en un
supuesto conocimiento de las cosas por encima de quienes se las da a conocer; así
afirma que produce un cierto desencanto saber que la oración tal vez más bella de todo
el relato de la pasión es textualmente dudosa. Según el evangelista Lucas, al ser
clavado a la cruz, Jesús decía: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.
Sin duda, esa ha sido su actitud interior. Lo había sido siempre. Ha pedido a los suyos
“amar a sus enemigos” y “rogar por sus perseguidores”; ha insistido en perdonar
hasta “setenta veces siete”. Quienes lo han conocido no dudan de que Jesús ha muerto
perdonando, pero, probablemente, lo ha hecho en silencio, o al menos sin que nadie le
haya podido escuchar. 318
Es fácil también entender la reacción de Lucas. El grito angustioso de Jesús
quejándose a Dios por su abandono le resulta duro. Marcos no había tenido ningún
problema en ponerlo en boca de Jesús, pero tal vez algunos lo podían interpretar mal.
Entonces, con gran libertad, lo sustituye con otras palabras, a su juicio más adecuadas:
“Padre, en tus manos abandono mi vida”. Lucas omite el grito angustioso de Jesús
tomado del Salmo 22,2 y lo sustituye por una oración de confianza tomada del Salmo
31,6 Además acentúa la actitud confiada de Jesús introduciendo el término “Padre”
(Léon-Dufour, Grelot, Brown ) Tenía que quedar claro que la angustia vivida por Jesús
no había anulado en ningún momento su actitud de confianza y abandono total en el
Padre. 319

72


Pero bueno, ¿no nos había dicho antes que nadie había escuchado a Jesús en la Cruz?,
¿en qué quedamos?
Por supuesto, Pagola no cree en la Resurrección; así manifiesta que para los primeros
cristianos, la exaltación de Jesús a la gloria del Padre no es algo que sucede después
de su resurrección, sino otro modo de afirmar lo que Dios ha hecho con el
crucificado.320
La resurrección no pertenece ya a este mundo que nosotros podemos observar. Por eso
se puede decir que no es propiamente un “hecho histórico” 321
¿Por qué los relatos evangélicos hablan de apariciones el “primer día de la semana”,
antes de que llegue el “tercer día”? 322
El señor Pagola padece de algo… ¿Desconocimiento?... Lo dudo. ¿Mala fe?... Seguro.
El señor Pagola es un erudito, y no desconoce la forma de contar los días en la
antigüedad, cuando el primer día es el día en que sucedía el hecho; así, sí es cierto que
Jesús resucitó al tercer día. Murió el viernes (primer día); estuvo en los infiernos
(segundo día), y resucitó el domingo (tercer día).
Aunque afirma que la resurrección es algo que le pasa a Jesús, se niega la referencia a
su cuerpo real y se explica como la convicción de los discípulos de que “Dios le ha
llenado de vida”, sin que se explique qué quiere decir con eso323
Sigue diciendo que el esquema de Lucas limitando las manifestaciones del resucitado a
cuarenta días es meramente convencional. 324 ¿En base a qué hace esa afirmación?
Haciendo gala de buenismo afirma que en el corazón mismo de este proceso está Dios
inspirando su búsqueda, iluminando sus preguntas, desvaneciendo sus dudas y
despertando su fe inicial a horizontes nuevos. Esta es la convicción de los discípulos:
Dios está haciendo presente a Jesús resucitado en sus corazones. En algún momento
caen en la cuenta de que Dios les está revelando al crucificado lleno de vida. No lo
habían podido captar así con anterioridad. Es ahora cuando le están “viendo”
realmente, en toda su “gloria” de resucitado. Sin esta experiencia, tal vez lo hubieran
venerado durante algún tiempo. Luego su recuerdo se habría ido borrando. 325 (es una
“experiencia personal” de los discípulos”), Se trata de una experiencia compartida por
diversos seguidores y repetida en diversas circunstancias. 326
Niega reiteradamente la Resurrección de Jesús y afirma: No es que Dios se aparezca en
forma visible, sino que sale de su misterio insondable para establecer una
comunicación real con los humanos: Abrahán o Jacob experimentan su presencia. Por
eso, este lenguaje por sí solo no nos dice nada de cómo perciben los discípulos la
presencia del resucitado. Lo que se sugiere es que, más que mostrar su figura visible, el

73
resucitado actúa en sus discípulos creando unas condiciones en las que estos pueden
percibir su presencia. 327
En fecha más tardía, alguien añadió al evangelio de Marcos un breve sumario de
algunas apariciones (Marcos 16,9-20). Estas descripciones han configurado de manera
decisiva la idea que se hacen muchos cristianos sobre las “apariciones” del resucitado.
Enseguida se ve que estos relatos no pretenden ofrecernos información detallada sobre
lo ocurrido cuarenta o cincuenta años antes. De hecho, es imposible reconstruir los
acontecimientos a partir de lo que nos cuentan. 328 ¡Qué raro, Pagola dice que es
imposible reconstruir algo que él está reconstruyendo.
En definitiva, para Pagola el Evangelio es una fábula, por lo que hemos de aprender a
leer correctamente estos textos viendo en esas escenas tan gráficas no descripciones
concretas sobre lo ocurrido, sino procedimientos narrativos que tratan de evocar, de
alguna manera, la experiencia de Cristo resucitado. 329
Poco antes dice que no puede construir, pero sigue construyendo; así, afirma que María
de Magdala se encuentra con el Maestro que la ha curado y del que se ha enamorado
para siempre: todavía con lágrimas en los ojos oye que Jesús la llama por su nombre
con un tono inconfundible; solo él la podía llamar así (Juan 20,16). No. Las cosas,
probablemente, no ocurrieron exactamente así, pero difícilmente se puede evocar de
manera más expresiva algo de lo que viven estos hombres y mujeres cuando
experimentan de nuevo a Jesús en sus vidas. 330
Y finalmente, ¿qué puede decir sino que La “ascensión” es una composición literaria
imaginada por Lucas con una intención teológica muy clara? 331
Ciertamente, Jesús no tuvo un entierro con honras fúnebres. No asistieron sus
seguidores: los varones estaban escondidos, las mujeres solo podían mirar de lejos.
Todo fue muy rápido, pues había que acabar antes de que llegara la noche. No sabemos
con certeza si se ocuparon de él los soldados romanos o los siervos de las autoridades
del templo. No sabemos si terminó en una fosa común como tantos ajusticiados o si
José de Arimatea pudo hacer algo para enterrarlo en algún sepulcro de los
alrededores332. Vamos, que para Pagola, Jesús no resucitó, y si no resucitó, nuestra fe es
un absurdo.
E insiste: Para muchos investigadores, tampoco queda del todo claro si las mujeres
encontraron vacío el sepulcro de Jesús. La cuestión se plantea en estos términos: ¿está
describiendo este relato lo que realmente sucedió o es, más bien, una deducción nacida
a partir de la fe en la resurrección de Jesús, que está ya consolidada entre sus
seguidores?333 Todo hace pensar que no fue un sepulcro vacío lo que generó la fe en
Cristo resucitado, sino el “encuentro” que vivieron los seguidores, que lo
experimentaron lleno de vida después de su muerte. 334 El relato nació en ambientes

74


populares donde se entendía la resurrección corporal de Jesús de manera material y
física, como continuidad de su cuerpo terreno. 335
El Concilio I de Nicea, contra el arrianismo proclamó justamente lo contrario, y los
arrianos siguieron su camino. Siga el señor Pagola el suyo y deje la religión en paz.
Me quedo sin palabras para seguir comentando la herejía del señor Pagola; no obstante,
él sigue teniendo:
No ha de resultar excesivamente escandaloso que bastantes autores modernos, incluso
de actitud moderada, piensen que es posible creer en la resurrección real de Jesús con
un “cuerpo glorioso”, sin que esto implique necesariamente tener que afirmar que su
sepulcro ha quedado vacío.336
En la resurrección, Dios se ha manifestado tan identificado con Jesús que el
evangelista se atreve a poner en su boca estas misteriosas palabras: “El Padre y yo
somos uno”, “el Padre está en mí y yo en el Padre” (Juan 10,30; 10,38b). 337
Los cristianos no hablan de un “hijo” engendrado por un “dios padre”, al estilo de los
dioses griegos. Solo Lucas sugiere, de manera delicada, que el hijo de María tiene su
origen último en Dios diciendo que “es concebido por el Espíritu Santo”. Por eso se le
llamará “Hijo de Dios” (1,30-35). 338
No obstante lo señalado, dice más adelante… La resurrección de Jesús es para nosotros
la razón última y la fuerza diaria de nuestra esperanza: lo que nos alienta para
trabajar por un mundo más humano, según el corazón de Dios, y lo que nos hace
esperar confiados su salvación. 339
Y eso, ¿por qué lo dice?, ¿para que los incautos le escuchen y sean capaces de apoyarle
creyendo cosas contrarias?
Dice más cosas sobre Jesús coincidiendo con lo que ya señala ya en la página 46 de su
obra: No sabemos con certeza si sabía leer y escribir. 340
Sin embargo, en el evangelio podemos leer: Fue a Nazaret, donde se había criado, y
conforme a su costumbre, el día sábado entró en la sinagoga, y se levantó para leer.
(Lucas 4,16), y más… Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en la tierra con el
dedo. (Juan 8,6)
Bien, a Dios gracias hemos terminado con Pagola, quién para los principales datos
arqueológico no tiene en cuenta para nada el Santo Sudario, donde quedan reflejados los
distintos instrumentos de tortura aplicados a Nuestro Señor, que, casualmente, coinciden
con los habitualmente utilizados en la época.

75

Resumiendo con palabras ajenas:
Teniendo en cuenta cuanto se lleva dicho, se puede afirmar que el Autor parece sugerir
indirectamente que algunas propuestas fundamentales de la doctrina católica carecen de
fundamento histórico en Jesús. Este modo de proceder es dañino, pues acaba
deslegitimando la enseñanza de la Iglesia al carecer –según el Autor– de enraizamiento
real en Jesús y en la historia.
En el libro no se quiere negar esa enseñanza pero, de hecho, se muestra infundada. En el
origen de las cuestiones señaladas se encuentran dos presupuestos que condicionan
negativamente la obra: la ruptura entre la investigación histórica de Jesús y la fe en Él, y
la interpretación de la Sagrada Escritura al margen de la Tradición viva de la Iglesia. El
Autor parece dar a entender que, para mostrar la historia se debe dejar de lado la fe,
logrando como resultado una historia que es incompatible con la fe. 341
Por otra parte, debemos dar gracias a Dios por la existencia de dignos herederos de Osio
y de San Atanasio, del Beato de Liébana y de San Eulogio. Así, el Dr. Joan Antoni
Mateo García ha publicado unos comentarios titulados EL LIBRO RENOVADO DE
PAGOLA Anotaciones a Jesús. Aproximació històrica, de J.A. Pagola, que combate la
herejía con los siguientes argumentos:
El investigador cristiano que estudia la vida de Cristo según el método histórico-crítico
no tiene por qué prescindir de su fe, porque no solamente no habrá contradicción entre
la historia y la fe, sino que incluso la fe puede orientar la investigación en la verdadera
dirección.342
Pagola por su lado mantiene una clara ruptura entre el Jesús de la historia y el Cristo de
la fe, olvidando que un cristianismo sin historia no es cristianismo. En la larga
introducción que hace Pagola en su obra observa que no da el mismo valor a todas las
fuentes literarias y que los evangelios son la fuente más importante y decisiva. Sin
embargo, su valoración de la historicidad de los evangelios nos parece muy minimalista.
Para Pagola "los escritos de los evangelios están impregnados de su fe en Jesucristo
resucitado, son sumamente selectivos, han sido narrados en función de problemas y
necesidades de las primeras comunidades cristianas y están ordenados y orientados
hacia objetivos teológicos concretos. Por esto exigen un estudio crítico cuidadoso antes
de obtener información fidedigna para la investigación", siendo que "un estudio
desapasionado, libre de prejuicios racionalistas, lleva a concluir que los evangelios son
parte del género literario bíos: eso significa que las narraciones evangélicas están más
interesadas en referir acerca de "las gestas" de Jesús que a dar testimonio de la "fe" de
los primeros cristianos. 343
No se puede encontrar en la Escritura un solo texto que diga que Jesús creía o tenía fe,
mientras que pide siempre para sí la misma fe que pide para el Padre (Jn 1,12; 3,18;
5,3.8.46; 6,30; 7,37; 8,31.45.46; 10,37-38; 14,1). Esto es una prueba de su divinidad. Se

76


le acusa en múltiples ocasiones de blasfemia, no sólo ante el Sanedrín sino en textos
como Mc 2,1 y ss. y Jn 5, 18; 8,58; 10,33-34; 19,7. 344
Para Pagola, el Reino no exige una conversión. Jesús perdona sin condiciones, sin exigir
un arrepentimiento. Nosotros por el contrario vemos en la parábola del hijo pródigo (Lc
15) que el hijo vuelve a casa pidiendo perdón. A la adúltera le dice "vete y no peques
más" (Jn 8,11). El publicano sale del Templo perdonado porque ha pedido perdón (Lc
18,9-14). 345
En el capítulo "Vecino de Nazaret" (pp. 59 ss) Pagola escribe "La gente sabe que
se ha criado en Nazaret. Conocen a los padres y hermanos…" (p. 59). En una nota
a pie de página el autor, refiriéndose a los evangelios de la infancia, dice que más
que relatos de carácter biográfico son composiciones cristianas elaboradas a la luz
de la fe en Jesús resucitado y que no fueron redactados para informar de hechos
ocurridos (p.59). Insistiendo en el tema Pagola escribe que "los evangelios nos
informan que Jesús tiene cuatro hermanos que se llaman Jaime, José, Judas y
Simón, y también algunas hermanas que no se nombran por la poca importancia
que se daba a la mujer" (p. 64). A pie de página el autor insiste en que esta
denominación de "hermanos" debe entenderse en el sentido de hermanos carnales,
pero también dice que "la Iglesia católica siempre ha entendido que estos pasajes
no se refieren a otros hijos de la Virgen María". 346
Pagola quiere explicar los milagros como acciones de un curandero religioso que
transmite la autoconfianza a los hombres para despertar en ellos posibilidades
ocultas. De esta forma no podemos explicar cómo se podía resucitar a un muerto
que olía, como es el caso de Lázaro (Jn 11) o la multiplicación de los panes (Jn 6).
No olvidemos que en San Juan los milagros aparecen en boca de Cristo como
pruebas de su divinidad: Jn 3,2; 15,24; 10,37-38; 9,32-33). 347
El cristianismo o se basa en la historia o no es cristianismo. 348





NOTAS:

1 Las grandes herejías
http://www.laeditorialvirtual.com.ar/pages/Belloc_Hilaire/LasGrandesHerejias_01.htm
2 Las grandes herejías
http://www.laeditorialvirtual.com.ar/pages/Belloc_Hilaire/LasGrandesHerejias_01.htm
3 Historia de los heterodoxos españoles. Marcelino Menéndez Pelayo
http://www.filosofia.org/aut/mmp/hhein1.htm
4 Las grandes herejías
http://www.laeditorialvirtual.com.ar/pages/Belloc_Hilaire/LasGrandesHerejias_01.htm
5 Las grandes herejías
http://www.laeditorialvirtual.com.ar/pages/Belloc_Hilaire/LasGrandesHerejias_01.htm
6 Id. Id.
7 Id. Id.
8 El arrianismo. Juan Antonio Cabrera Montero. http://historia.libertaddigital.com/el-arrianismo-
1276240018.html
9 Las herejías http://churchforum.org/lasherejias.htm
10 Las grandes herejías
http://www.laeditorialvirtual.com.ar/pages/Belloc_Hilaire/LasGrandesHerejias_01.htm
11 Id. Id.
12 Id. Id.
13 Id. Id.
14 Las herejías http://churchforum.org/lasherejias.htm
15 ARRIANISMO CRISTOLOGICO y PNEUMATOLOGICO EN EL SIGLO IV: LA RESPUESTA DE
S. BASILIO DE CESAREA. José Mª Yanguas.
http://dspace.unav.es/dspace/bitstream/10171/6175/1/JOSE%20MARIA%20YANGUAS.pdf
16 http://foros.monografias.com/showthread.php/34565-Arrianismo-moderno-Watchtower
17 http://foros.monografias.com/showthread.php/34565-Arrianismo-moderno-Watchtower
18 ARRIANISMO, LA CUESTIÓN ARRIANA http://lacuestionarriana.wordpress.com/arrianismo/
19 las herejías. http://churchforum.org/lasherejias.htm
20 Semiarrianismo. http://www.mercaba.org/Rialp/S/semiarrianismo.htm
21 las herejías. http://churchforum.org/lasherejias.htm
22 las herejías. http://churchforum.org/lasherejias.htm
23 las herejías. http://churchforum.org/lasherejias.htm
24 las herejías. http://churchforum.org/lasherejias.htm
25Daniel Ruiz Bueno, Padres Apostólicos, Biblioteca de Autores Cristianos, Quinta Edición, Madrid 1985,
pág. 84
26 Doctrina de la Santísima Trinidad. José Miguel Arraiz.
http://apologeticacatolica.org/Trinidad/TrinidadN02.html
27 id. Id-
28 id. Id.
29 id. Id.
30 id. Id.
31 id. Id.
32 Id. Id.
33 Doctrina de la Santísima Trinidad. José Miguel Arraiz.
http://apologeticacatolica.org/Trinidad/TrinidadN02.html
34 id. Id.
35 id. Id.
36 id. Id.
37 Id. Id.
38 Doctrina de la Santísima Trinidad. José Miguel Arraiz.
http://apologeticacatolica.org/Trinidad/TrinidadN02.html
39 Id. Id.
40 id. Id.
41 id. Id.
42 id. Id.
43 Doctrina de la Santísima Trinidad. José Miguel Arraiz.
http://apologeticacatolica.org/Trinidad/TrinidadN02.html
44 Id. Id.
45 Id. id
46 id. Id.
47 Id. Id.
48 Id. Id.
49 Doctrina de la Santísima Trinidad. José Miguel Arraiz.
http://apologeticacatolica.org/Trinidad/TrinidadN02.html
50 ARRIANISMO Y SEMIARRIANISMO http://www.corazones.org/diccionario/arrianismo.htm
51 Barry, William. "Arianism." The Catholic Encyclopedia http://ec.aciprensa.com/wiki/Arrianismo
52 LA CUESTIÓN ARRIANA. http://lacuestionarriana.wordpress.com/arrianismo/
53 Claudio Basevi.. Los textos de la Sagrada Escritura sobre la Pasión de Cristo en la exégesis arriana y agustiniana Pag. 362
54 Id. Id. Pag. 363
55 Arrianismo moderno: Watchtower http://foros.monografias.com/showthread.php/34565-Arrianismomoderno-Watchtower
56 ARRIANISMO Y SEMIARRIANISMO http://www.corazones.org/diccionario/arrianismo.htm
57 Claudio Basevi.. Los textos de la Sagrada Escritura sobre la Pasión de Cristo en la exégesis arriana y agustiniana Pag. 363
58 Barry, William. "Arianism." The Catholic Encyclopedia http://ec.aciprensa.com/wiki/Arrianismo
59 Barry, William. "Arianism." The Catholic Encyclopedia http://ec.aciprensa.com/wiki/Arrianismo
60 Claudio Basevi.. Los textos de la Sagrada Escritura sobre la Pasión de Cristo en la exégesis arriana y agustiniana Pag. 367
61 Id. Id. Pag. 367
62 Id. Id. Pag. 369
63 Id. Id. Pag. 369
64 Id. Id. Pag. 370
65 Barry, William. "Arianism." The Catholic Encyclopedia http://ec.aciprensa.com/wiki/Arrianismo
66 Claudio Basevi.. Los textos de la Sagrada Escritura sobre la Pasión de Cristo en la exégesis arriana y agustiniana Pag. 373
67 El Concilio de Constantinopla I y el proceso previo. Algunas anotaciones. Sergio Zañartu, S.J.
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0049-34492007000300009 Pag. 3
68 Id. Id. Pag. 3
69 Id. Id. Pag. 3
70 Id. Id. Pag. 3
71 Id. Id. Pag. 4
72 Id. Id. Pag. 4
73 Id. Id. Pag. 6
74 APOLOGÉTICA PARA EL MUNDO. José Miguel Arráiz
http://infocatolica.com/blog/apologeticamundo.php/contestando_algunos_argumentos_arrianos
75 APOLOGÉTICA PARA EL MUNDO. José Miguel Arráiz
http://infocatolica.com/blog/apologeticamundo.php/contestando_algunos_argumentos_arrianos
76 Id. Id.
77 San Agustín, La Trinidad, I,7,14: BAC 39,135-136
78 APOLOGÉTICA PARA EL MUNDO. José Miguel Arráiz,
http://infocatolica.com/blog/apologeticamundo.php/contestando_algunos_argumentos_arrianos
79 Claudio Basevi.. Los textos de la Sagrada Escritura sobre la Pasión de Cristo en la exégesis arriana y agustiniana Pag. 374
80 Id. Id. Pag. 377
81 Id. Id. Pag. 377
82 Id. Id. Pag. 377
83 Id. Id. Pag. 378
84 Id. Id. Pag. 380
85 Sermo 139, 3, 4; PL 38; 771
86 Claudio Basevi.. Los textos de la Sagrada Escritura sobre la Pasión de Cristo en la exégesis arriana y agustiniana Pag. 384
87 Id. Id. Pag. 385
88 LA HEREJIA ARRIANA Y LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN
http://www.fatima.org.pe/seccion-verarticulo-438.html
89 ARRIANISMO, LA CUESTIÓN ARRIANA http://lacuestionarriana.wordpress.com/arrianismo/
90 Las grandes herejías
http://www.laeditorialvirtual.com.ar/pages/Belloc_Hilaire/LasGrandesHerejias_01.htm
91 Id. Id.
92 Las grandes herejías
http://www.laeditorialvirtual.com.ar/pages/Belloc_Hilaire/LasGrandesHerejias_01.htm
93 Barry, William. "Arianism." The Catholic Encyclopedia http://ec.aciprensa.com/wiki/Arrianismo
94 Barry, William. "Arianism." The Catholic Encyclopedia http://ec.aciprensa.com/wiki/Arrianismo
95 El arrianismo. Juan Antonio Cabrera Montero. http://historia.libertaddigital.com/el-arrianismo-
1276240018.html
96 Id. Id.
97 ¿Qué sucedió en el Concilio de Nicea? Francisco Varo. http://www.opusdei.es/art.php?p=15384
98 ARRIANISMO CRISTOLOGICO y PNEUMATOLOGICO EN EL SIGLO IV: LA RESPUESTA DE S. BASILIO DE CESAREA. José Mª Yanguas.
http://dspace.unav.es/dspace/bitstream/10171/6175/1/JOSE%20MARIA%20YANGUAS.pdf
99 ARRIANISMO CRISTOLOGICO y PNEUMATOLOGICO EN EL SIGLO IV: LA RESPUESTA DE S. BASILIO DE CESAREA. José Mª Yanguas.
http://dspace.unav.es/dspace/bitstream/10171/6175/1/JOSE%20MARIA%20YANGUAS.pdf
100 Claudio Basevi. Los textos de la Sagrada Escritura sobre la Pasión de Cristo en la exégesis arriana y
agustiniana. Pag. 359
101 Id. Id. Pag. 360
102 Id. Id. Pag. 361
103 PRIMER CONCILIO DE NICEA http://ec.aciprensa.com/wiki/Primer_Concilio_de_Nicea
104 Historia de los heterodoxos españoles. Marcelino Menéndez Pelayo
http://www.filosofia.org/aut/mmp/hhein1.htm
105 PRIMER CONCILIO DE NICEA http://ec.aciprensa.com/wiki/Primer_Concilio_de_Nicea
106 El arrianismo. Juan Antonio Cabrera Montero. http://historia.libertaddigital.com/el-arrianismo-
1276240018.html
107 PRIMER CONCILIO DE NICEA http://ec.aciprensa.com/wiki/Primer_Concilio_de_Nicea
108 San Atanasio http://mb-soft.com/believe/tsom/athanas.htm
109 Id. Id.
110 El arrianismo. Juan Antonio Cabrera Montero. http://historia.libertaddigital.com/el-arrianismo-
1276240018.html
111 El Concilio de Constantinopla I y el proceso previo. Algunas anotaciones. Sergio Zañartu, S.J.
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0049-34492007000300009 Pag. 7
112 Id. Id. Pag. 9
113 Id. Id. Pag. 10
114 Barry, William. "Arianism." The Catholic Encyclopedia http://ec.aciprensa.com/wiki/Arrianismo
115 Historia de los heterodoxos españoles. Marcelino Menéndez Pelayo
http://www.filosofia.org/aut/mmp/hhein1.htm
116 LA CUESTIÓN ARRIANA. http://lacuestionarriana.wordpress.com/arrianismo/
117 PRIMER CONCILIO DE NICEA http://ec.aciprensa.com/wiki/Primer_Concilio_de_Nicea
118 ¿Qué sucedió en el Concilio de Nicea. Francisco Varo. http://www.opusdei.es/art.php?p=15384
119 ARRIANISMO Y SEMIARRIANISMO http://www.corazones.org/diccionario/arrianismo.htm
120 Las grandes herejías
http://www.laeditorialvirtual.com.ar/pages/Belloc_Hilaire/LasGrandesHerejias_01.htm
121 ¿Qué sucedió en el Concilio de Nicea. Francisco Varo. http://www.opusdei.es/art.php?p=15384
122 Barry, William. "Arianism." The Catholic Encyclopedia http://ec.aciprensa.com/wiki/Arrianismo
123 Las grandes herejías
http://www.laeditorialvirtual.com.ar/pages/Belloc_Hilaire/LasGrandesHerejias_01.htm
124 Barry, William. "Arianism." The Catholic Encyclopedia http://ec.aciprensa.com/wiki/Arrianismo
125 Las grandes herejías
http://www.laeditorialvirtual.com.ar/pages/Belloc_Hilaire/LasGrandesHerejias_01.htm
126 ARRIANISMO Y SEMIARRIANISMO http://www.corazones.org/diccionario/arrianismo.htm
127 LA HEREJIA ARRIANA Y LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN
http://www.fatima.org.pe/seccion-verarticulo-438.html
128 LA HEREJIA ARRIANA Y LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN
http://www.fatima.org.pe/seccion-verarticulo-438.html
129 Las grandes herejías
http://www.laeditorialvirtual.com.ar/pages/Belloc_Hilaire/LasGrandesHerejias_01.htm
130 Id. Id.
131 Semiarrianismo. http://www.mercaba.org/Rialp/S/semiarrianismo.htm
132 Historia de los heterodoxos españoles. Marcelino Menéndez Pelayo
http://www.filosofia.org/aut/mmp/hhein1.htm
133 Semiarrianismo. http://www.mercaba.org/Rialp/S/semiarrianismo.htm
134 Historia de los heterodoxos españoles. Marcelino Menéndez Pelayo
http://www.filosofia.org/aut/mmp/hhein1.htm
135 Barry, William. "Arianism." The Catholic Encyclopedia http://ec.aciprensa.com/wiki/Arrianismo
136 Barry, William. "Arianism." The Catholic Encyclopedia http://ec.aciprensa.com/wiki/Arrianismo
137 Barry, William. "Arianism." The Catholic Encyclopedia http://ec.aciprensa.com/wiki/Arrianismo
138 Ulfìlas y las herejías http://es.wikipedia.org/wiki/Ulfilas
139 Barry, William. "Arianism." The Catholic Encyclopedia http://ec.aciprensa.com/wiki/Arrianismo
140 ARRIANISMO Y SEMIARRIANISMO http://www.corazones.org/diccionario/arrianismo.htm
141 Semiarrianismo. http://www.mercaba.org/Rialp/S/semiarrianismo.htm
142 Semiarrianismo. http://www.mercaba.org/Rialp/S/semiarrianismo.htm
143 Historia de los heterodoxos españoles. Marcelino Menéndez Pelayo
http://www.filosofia.org/aut/mmp/hhein1.htm
144 Id. Id.
145 Id. Id.
146 Id. Id.
147 Historia de los heterodoxos españoles. Marcelino Menéndez Pelayo
http://www.filosofia.org/aut/mmp/hhein1.htm
148 ARRIANISMO Y SEMIARRIANISMO http://www.corazones.org/diccionario/arrianismo.htm
149 El Concilio de Constantinopla I y el proceso previo. Algunas anotaciones- Sergio Zañartu, S.J.
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0049-34492007000300009 pag 1
150 Id. Id. pag 2
151 Id. Id. pag 2
152 Id. Id.
153 Semiarrianismo. http://www.mercaba.org/Rialp/S/semiarrianismo.htm
154 Claudio Basevi. LOS TEXTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA SOBRE LA
PASION DE CRISTO EN LA EXEGESIS ARRIANA y AGUSTINIANA. Pag. 359
155 Historia de los heterodoxos españoles. Marcelino Menéndez Pelayo
http://www.filosofia.org/aut/mmp/hhein1.htm
156 EL SIGNIFICADO DEL CONCILIO III DE TOLEDO EN LA HISTORIA HISPÁNICA Y
UNIVERSAL. José Orlandis Rovira* REVISTA DE LA HERMANDAD DEL VALLE DE LOS
CAÍDOS Nº 111 – Enero de 2007 (Extraordinario)
157 Historia de los heterodoxos españoles. Marcelino Menéndez Pelayo
http://www.filosofia.org/aut/mmp/hhein1.htm
158 Historia de los heterodoxos españoles. Marcelino Menéndez Pelayo
http://www.filosofia.org/aut/mmp/hhein1.htm
159 EL SIGNIFICADO DEL CONCILIO III DE TOLEDO EN LA HISTORIA HISPÁNICA Y
UNIVERSAL. José Orlandis Rovira* REVISTA DE LA HERMANDAD DEL VALLE DE LOS
CAÍDOS Nº 111 – Enero de 2007 (Extraordinario)
160 EL SIGNIFICADO DEL CONCILIO III DE TOLEDO EN LA HISTORIA HISPÁNICA Y
UNIVERSAL. José Orlandis Rovira* REVISTA DE LA HERMANDAD DEL VALLE DE LOS
CAÍDOS Nº 111 – Enero de 2007 (Extraordinario)
161 Wathtower Library 2007, Testigos de Jehová - Folleto grande – ¿Cómo se desarrolló la doctrina de la Trinidad?
162 LA CUESTIÓN ARRIANA. http://lacuestionarriana.wordpress.com/arrianismo/
163 CONTESTANDO ALGUNOS ARGUMENTOS ARRIANOS. José Miguel Arráiz.
http://infocatolica.com/blog/apologeticamundo.php/contestando_algunos_argumentos_arrianos
164 Arrianismo moderno: Watchtower http://foros.monografias.com/showthread.php/34565-Arrianismomoderno- Watchtower
165 Id. Id.
166 Arrianismo moderno: Watchtower http://foros.monografias.com/showthread.php/34565-Arrianismomoderno-Watchtower
167 Arrianismo moderno: Watchtower http://foros.monografias.com/showthread.php/34565-Arrianismomoderno-Watchtower
168 Id. Id.
169 http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Antonio_Pagola
170 http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Antonio_Pagola
171http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/20120409/sociedad/aventura-editar-evangelios-pagola-20120409.html
172 http://mavs-mipequenomundo.blogspot.com.es/2011/02/mi-apoyo-jesus-aproximacion-historica.html
173 http://www.revistaecclesia.com/index.php?option=com_content&task=view&id=5042&Itemid=48
174 http://www.revistaecclesia.com/index.php?option=com_content&task=view&id=5042&Itemid=48
175 http://www.revistaecclesia.com/index.php?option=com_content&task=view&id=5042&Itemid=48
176 http://www.revistaecclesia.com/index.php?option=com_content&task=view&id=5042&Itemid=48
177 Dr. Joan Antoni Mateo García El Libro renovado de Pagola.
http://www.mercaba.org/ARTICULOS/P/pagola_libro_renovado.htm
178 Arrianismo moderno: Watchtower http://foros.monografias.com/showthread.php/34565-Arrianismomoderno-Watchtower
179 ¿Creer, para qué?, José Antonio Pagola. Pag. 9
180 Volver a Jesús, el Cristo José Antonio Pagola. Frontera. Año 2009-3
http://2001.atrio.org/PRIVADO/FRONTERA/PR51/FRONTERA-51.pdf
181 Volver a Jesús, el Cristo José Antonio Pagola. Frontera. Año 2009-3
http://2001.atrio.org/PRIVADO/FRONTERA/PR51/FRONTERA-51.pdf
182 Volver a Jesús, el Cristo José Antonio Pagola. Frontera. Año 2009-3
http://2001.atrio.org/PRIVADO/FRONTERA/PR51/FRONTERA-51.pdf
183 Id. Id.
184 Creer para qué. José Antonio Pagola. Pag. 15
185 Creer para qué. José Antonio Pagola. 19
186 Id. Id. Pag. 21
187 Id. Id. Pag. 22
188 Id. Id. Pag. 25
189 Creer para qué. José Antonio Pagola Pag. 25
190 Id. Id. Pag. 25
191 Id. Id. Pag. 28
192 Id. Id. Pag. 55
193 Id. Id. Pag. 67
194 Id. Id. Pag. 70
195 http://elpais.com/diario/1977/10/27/cultura/246754801_850215.html
196 Creer para qué. José Antonio Pagola. Pag. 85
197 Id. Id. Pag. 88
198 Id. Id. Pag. 89
199 Id. Id. Pag. 90
200 Id. Id. Pag. 91
201 Id. Id. Pag. 93
202
http://www.diocesisvitoria.org/datos//documentos/servicio_laicado/Agradecimiento%20a%20Pagola.pdf
203 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf
204 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 8
205 Nota de clarificación sobre el libro de José Antonio Pagola, Jesús. Aproximación histórica,
http://www.iglesiaviva.org/234/234-31-NOTA.pdf
206 Id. Id.
207 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 12
208 Id. Id. Pag 19
209 Id. Id. Pag 19
210 Belén Suárez de Lezo http://www.monografias.com/trabajos/roma/roma.shtml
211 Nota de clarificación sobre el libro de José Antonio Pagola, Jesús. Aproximación histórica,
http://www.iglesiaviva.org/234/234-31-NOTA.pdf
212 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 21
213 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 32
214 Id. Id. Pag. 32
215 Id. Id. Pag. 32
216 Id. Id. Pag. 32
217 Id. Id. Pag. 36
218 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag 36
219 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 36
220 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 37
221 Id. Id. Pag. 43
222 Id. Id. Pag. 46
223 Id. Id. Pag. 46
224 Id. Id. Pag. 53
225 Id. Id. Pag. 56
226 Id. Id. Pag. 56
227 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag 60
228 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 61
229 Nota de clarificación sobre el libro de José Antonio Pagola, Jesús. Aproximación histórica,
http://www.iglesiaviva.org/234/234-31-NOTA.pdf
230 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 62
231 Id. Id. Pag. 65
232 Id. Id. Pag. 84
233 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag 65
234 Fuente imaginada por algunos investigadores que pone en duda la esencia de los evangelios,
remitiendo a los mismos a un tiempo indeterminado y a la suma de sentencias, consejos y principios
morales
235 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag 70
236 Id. Id. Pag 72
237 Id. Id. Pag. 73
238 Antonio Piñero. http://www.tendencias21.net/crist/Sobre-Crossan-Meier-Dunn-Theissen-y-otrosacerca-del-mito-de-la-singularidad-de-Jesus-416-01_a1107.html
239 Gregory A. Boyd, The Jesus Seminar and the Reliability of the Gospels.
http://reknew.org/2007/12/are-the-gospels-reliable/
240 Jesús Seminar. http://es.wikipedia.org/wiki/Jesus_Seminar
241 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 73
242 Id. Id. Pag. 73
243 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 111
244 Id. Id. Pag. 126
245 Nota de clarificación sobre el libro de José Antonio Pagola, Jesús. Aproximación histórica,
http://www.iglesiaviva.org/234/234-31-NOTA.pdf
246 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 138
247 Id. Id. Pag. 139
248 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag 143
249 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 145
250 Id. Id. Pag. 146
251 Id. Id. Pag. 149
252 Id. Id. Pag. 150
253 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 187
254 Id. Id. Pag. 183
255 Id. Id. Pag. 176
256 Id. Id. Pag. 179
257 Id. Id. Pag. 184
258 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 201
259 Id. Id. Pag. 190
260 Id. Id. Pag. 195
261 Id. Id. Pag. 231
262 Id. Id. Pag. 231
263 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag 267
264 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 273
265 Id. Id. Pag. 274
266 Id. Id. Pag. 286
267 Id. Id. Pag. 287
268 Id. Id. Pag. 287
269 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag 288
270 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 288
271 Id. Id. Pag. 291
272 Id. Id. Pag. 296
273 Id. Id. Pag. 298
274 Id. Id. Pag. 299
275 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag 300
276 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 300
277 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag 303
278 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 306
279 Id. Id. Pag. 307
280 Id. Id. Pag. 307
281 Id. Id. Pag. 308
282 Id. Id. Pag. 309
283 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag 309
284 Id. Id. Pag. 310
285 Id. Id. Pag. 312
286 Id. Id. Pag. 313
287 Id. Id. Pag. 313
288 Id. Id. Pag. 315
289 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag Pag. 319
290 Id. Id. Pag. 325
291 Id. Id. Pag. 326
292 Id. Id. Pag. 330
293 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag 334
294 Id. Id. Pag. 335
295 Id. Id. Pag. 335
296 Id. Id. Pag. 335
297 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 335
298 Id. Id. Pag. 339
299 Id. Id. Pag. 340
300 Id. Id. Pag. 340
301 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 341
302 Nota de clarificación sobre el libro de José Antonio Pagola, Jesús. Aproximación histórica,
http://www.iglesiaviva.org/234/234-31-NOTA.pdf
303 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 342
304 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. Pag. 345
305 Id. Id. Pag. 346
306 Id. Id. Pag. 348-349
307 Nota de clarificación sobre el libro de José Antonio Pagola, Jesús. Aproximación histórica,
http://www.iglesiaviva.org/234/234-31-NOTA.pdf
308 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 349
309 Id. Id. Pag. 350
310 Id. Id. Pag. 352
311 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 353-354
312 Id. Id. Pag. 354
313 Id. Id. Pag. 356
314 Id. Id. Pag. 363
315 Id. Id. Pag. 364-365
316 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 365
317 Id. Id. Pag. 365
318 Id. Id. Pag. 366
319 Id. Id. Pag. 367
320 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 373
321 Id. Id. Pag. 377
322 Id. Id. Pag. 374
323 Nota de clarificación sobre el libro de José Antonio Pagola, Jesús. Aproximación histórica,
http://www.iglesiaviva.org/234/234-31-NOTA.pdf
324 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 379
325 Id. Id. Pag. 381
326 Id. Id. Pag. 383
327 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 382
328 Id. Id. Pag. 383
329 Id. Id. Pag. 384
330 Id. Id. Pag. 384
331 Id. Id. Pag. 386-387
332 Id. Id. Pag. 389
333 Id. Id. Pag. 389
334 Id. Id. Pag. 390
335 Jesús, Aproximación Histórica. José Antonio Pagola
http://www.sancarlosborromeo.org/docs/Libro_Pagola.pdf Pag. 391
336 Id. Id. Pag. 391
337 Id. Id. Pag. 396
338 Id. Id. Pag. 414
339 Id. Id. Pag. 421
340 Id. Id. Pag. 422
341 Nota de clarificación sobre el libro de José Antonio Pagola, Jesús. Aproximación histórica,
http://www.iglesiaviva.org/234/234-31-NOTA.pdf
342 EL LIBRO RENOVADO DE PAGOLA Anotaciones a Jesús. Aproximació històrica, de J.A. Pagola.
Dr. Joan Antoni Mateo García http://www.mercaba.org/ARTICULOS/P/pagola_libro_renovado.htm
343 Id. Id.
344 EL LIBRO RENOVADO DE PAGOLA Anotaciones a Jesús. Aproximació històrica, de J.A. Pagola.
Dr. Joan Antoni Mateo García http://www.mercaba.org/ARTICULOS/P/pagola_libro_renovado.htm
345 Id. Id.
346 Id. Id.
347 Id. Id.
348 Id. Id.

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