La almirante Isabel Barreto de Castro
Nacida en Pontevedra (o en Lima) en 1567 y fallecida en Castrovirreyna (Perú), el 3 de noviembre de 1612. Gobernadora de las islas Salomón.
Isabel Barreto de Castro fue una conquistadora española, primera mujer que ejerció el cargo de almirante en la historia de la navegación.
Existen dudas sobre su lugar de nacimiento, existiendo fuentes que indican que vino al mundo en Pontevedra, aunque es probable que fuese natural de Lima.
En 1585 casó con Álvaro de Mendaña, descubridor de las Islas Salomón, de las que era adelantado.
En una segunda expedición que tuvo efecto diez años después, Barreto acompañó a quién ya era su marido, y a su costa financió cuatro naves en las que viajarían 280 hombres y 98 mujeres destinados a poblar las islas.
Salieron el 16 de junio de 1595 y estuvieron navegando tres meses en busca de su destino, pero antes de llegar, el 21 de julio de 1595, tropezaron con las que llamaron Islas Marquesas, y acabarían realizando un viaje de unos 20.000 kilómetros.
El 18 de octubre de 1595 moría en la isla de Santa Cruz Álvaro de Mendaña. Había enfermado de malaria. Siendo consciente de la situación, dejó el cargo de gobernadora de las nuevas tierras descubiertas a su mujer, Isabel Barreto, y el de almirante a su hermano Lorenzo Barreto, pero Lorenzo murió poco después, recayendo su cargo de adelantado del mar océano en Isabel, que decidió abandonar las Salomón y dirigirse a Manila.
Una dura travesía que arrostró el racionamiento y la deserción de dos buques de la expedición, de los que nunca más se supo, pero la fortaleza de espíritu de Isabel supo sobreponerse a las dificultades, entre las que no eran menores los enfrentamientos con el piloto Pedro Fernández de Quirós.
La tripulación sufrió una atroz mortandad como consecuencia del escorbuto y la malaria, siendo que un tercio de la misma no llegó a destino.
Pero la fortuna la acompañaba; llegó a Guam y finalmente a Manila el once de febrero de 1596 con un centenar de supervivientes de la expedición que llevaban noticias de la existencia de un continente nuevo: Australia.
La fama, la belleza y la viudez de Isabel propiciaron el interés de Fernando de Castro, sobrino del gobernador de Filipinas, con quién casaría ese mismo año. Poco después irían a Guañacos, hoy en Argentina, como encomenderos.
Y en su haber, una doble gesta: haber cruzado por primera el Océano Pacífico por el hemisferio sur, y haberlo hecho bajo el mando de una mujer, la primera que ostentó el título de Almirante de una flota… Y una tercera que no se pudo, no se quiso o no se supo aprovechar: habían regresado con datos sobre la cierta existencia de un quinto continente al que bautizaron con el nombre de Australia del Espíritu Santo en honor a Felipe III.
La única adelantada de la historia murió en 1612, a los 45 años, en Castrovirreyna, una población minera de Perú donde su marido era gobernador.
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