domingo, abril 15, 2018

Los campamentos del Frente de Juventudes







Cesáreo Jarabo Jordán






ÍNDICE



Introducción Pag. 3

Capítulo Primero
¿Qué fue el Frente de Juventudes
En el marco del Estado y del Movimiento Pag. 5
Existencia de otros movimientos
Españoles Pag. 6
Extranjeros Pag. 8
Relaciones con los mismos Pag. 8
Influencia de los Movimientos Juveniles
Europeos en la ideología pedagógica del
Frente de Juventudes. Pag. 10

Capítulo Segundo
Campamento modelo. Organización.
Evolución Pag. 13
* Objetivos Pag. 22
* Tipos de Campamentos Pag. 24
* Métodos Educativos Pag 41
* Actividades Pag. 65
* Formación Integral. Aspectos. Pag. 67


Notas Pag. 93
Testimonios Pag 137
Impresos Pag. 139










LOS CAMPAMENTOS DEL FRENTE DE JUVENTUDES


INTRODUCCIÓN

El presente trabajo es compendio de la Tesis de Licenciatura que presenté en la Universidad de Barcelona en Junio de 1982.

El desarrollo del mismo tuvo un tiempo de gestación cercano a un año. Esta larga gestación fue debida a varios motivos entre los que destacó el profundo desconocimiento que tenía del tema, lo que tuvo como primera consecuencia pretender abordar el Frente de Juventudes en su conjunto, donde los Campamentos ocupaban un pequeño capítulo.

Posteriormente, ya decidido, me encontré con que, a las trabas inherentes a toda investigación, debía añadir el hecho de la casi inexistencia de trabajos anteriores a los que poder hacer referencia.

A todo ello se unió la desmantelación, casi absoluta, de organismos de la anterior e inmediata etapa histórica de España, con lo cual, los archivos, las publicaciones periódicas, y hasta la bibliografía, por otra parte muy extensa en el Frente de Juventudes, se hallaba desperdigada y oculta, si no destruida, por lo que tuve que recurrir a la buena voluntad de personas que en su día fueron relevantes en la obra, así como a la de aquellas otras que,  por curiosidad o recuerdo de su juventud, guardaban documentos que gentilmente pusieron a mi disposición.

Para la consulta de las publicaciones, y como consecuencia del boicot del que fui objeto en la Biblioteca de Cataluña, donde me fue negado el acceso a los documentos, me vi obligado a viajar reiteradas veces desde mi residencia en Barcelona a Madrid, donde en la Hemeroteca Nacional cuentan con una importante colección de periódicos y revistas.

No obstante, la inexistencia de algún material, como la colección del Boletín Oficial del Movimiento de Falange Española Tradicionalista y de las JONS, aumentó el problema, al encontrar nuevas dificultades administrativas en la Hemeroteca Municipal de Madrid.

Sin embargo, esas trabas, tras las que me obstino en encontrar razones de ocultismo político, se vieron ampliamente subsanadas por una serie de personas (algunas de ellas ya fallecidas) que relaciono al final del presente trabajo, y a las que les transmito mi más emocionado agradecimiento.

Una vez acopiado el material necesario, obtenido al tiempo que me entrevistaba con las referidas personas, la labor consistió en el análisis de lo escuchado y leído, debiendo remarcar la importancia de las entrevistas, ya que a su través llegué a conocer los extremos de mayor importancia para el estudio.

Son muchas las preguntas que surgen al iniciar la lectura del presente trabajo: ¿Era el Frente de Juventudes la obra predilecta del Régimen, como se decía? ; ¿era una institución militarista? ; ¿educaba?.

Estas y otras cuestiones pretendí desvelar en 1982, y ahora, veinte años después, para mí, y espero que para los demás, si no llegué a desvelar, cuando menos iluminé.

Antes de concluir esta breve introducción quiero indicar que mi deseo se centró, exclusivamente, en desentramar el aspecto educativo de los Campamentos del Frente de Juventudes… Y nada más.

Otros aspectos del Frente de Juventudes, tales como Flechas Navales o Academia de Mandos José Antonio, los dejo aparte, como merecedores que son de particular investigación.

Me limito, pues, a la vida cotidiana, a los modos, a las actividades que más de cuatro millones de muchachos españoles conocieron a través de estos campamentos.
































CAPÍTULO PRIMERO

En el marco del Estado y del Movimiento

Las circunstancias particularmente difíciles por las que transcurría la vida nacional durante el nacimiento de la Organización Juvenil (prolegómeno del F. de J.), en plena Guerra Civil, marcó su propia realidad.

Era lógico que las fuerzas nacionales quisieran mantener en su Organización Juvenil los mismos criterios de unidad que ya se habían aplicado en lo político y en lo militar.

Por ello, el Decreto 333 de 4-8-1937, abría las puertas a la Delegación Nacional de Organizaciones Juveniles, donde automáticamente pasaron a formar parte todas las organizaciones preexistentes.

Esta puerta, que encontraba su marco en los Estatutos de Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacionalsindicalista, se transformó en ley propia el 6 de Diciembre de 1940, en cuyo artículo primero se establece que el Frente de Juventudes se organiza como una sección de Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S.2 3  4

El Estado delegaba en el Frente de Juventudes la educación política, física y deportiva; la formación del hogar para las niñas, la organización de campamentos, colonias, albergues, cursos…5

En el capítulo de responsabilidades, el Delegado Nacional del Frente de Juventudes era designado por el Jefe Nacional del Movimiento, y la Regidora Central de la Sección Femenina, por la Delegada Nacional, debiendo ser aprobado el nombramiento por el secretario General del Movimiento, y dependiendo del Delegado Nacional el nombramiento de los Mandos de la Regiduría Central de la sección Femenina. 6

El Delegado Nacional del Frente de Juventudes designaba un secretario y un Administrador Nacionales, así como los Mandos y Asesores Nacionales que consideraba necesarios.7 8  9

Posteriormente, en 1a nueva ordenación de 29-4-1944, se concedía al Jefe Nacional del S.E.U. la segunda jerarquía del Frente de Juventudes, siendo designado del mismo modo que el Delegado Nacional del Frente de Juventudes.10

La tercera jerarquía sería el Secretario General, y sus funciones serían las de coordinar y vigilar la marcha de las secciones y departamentos.11

La relación con el Estado viene marcada en el artículo 27 de esta última ley citada y será forzosamente por intermedio de la Delegación Nacional y por conducto de la secretaría General del Movimiento.12





En su relación con otros movimientos juveniles

Si bien es cierto que el Frente de Juventudes ha sido el movimiento juvenil más importante en la historia de España, tanto por la cantidad de militantes como por el número de campamentos y otras actividades desarrolladas a lo largo de su historia, no es menos cierto que las prácticas de montaña, y más específicamente campamentales se venían desarrollando desde tiempo atrás, tanto en nuestra Patria como fuera de nuestras fronteras, por otros movimientos juveniles, a los que brevemente voy a referirme a continuación.

Movimientos juveniles españoles

La técnica de acampada comenzó a practicarse en España hacia 1893, con la creación del Centro Excursionista de Cataluña13, que el 23 de Junio de 1905, adquirida su primera tienda de campaña, la instaló en el Pla dels Estanyols (Canigó), con seis acampados14.

En la Renclusa se celebra el primer centenario de la ascensión al Aneto. Se celebra el primer campamento de alta montaña de la Federación Española de Montañismo en los Picos de Europa, y el segundo en Collado Jermoso15

Si en cuanto a campamentos y actividades de montaña podemos citar como pioneros a los montañeros del CEC, en lo tocante a colonias de verano podemos citar a las filantrópicas Sociedades de Colonias Escolares de Vacaciones, que comenzaron muy tímidamente su actividad en España hacia 1890, costeando a unos niños unas semanas veraniegas en la playa, a expensas de cada sociedad particular, que siempre era promovida por algún mecenas con más voluntad que medios.16

Finalmente, dentro de los movimientos juveniles españoles, y ciñéndonos al momento más álgido de los mismos, que coincidió con la etapa de pre-guerra civil, podemos destacar tres sectores:

El asociacionismo religioso, representado por Acción Católica, que movilizaba sectores testimoniales, con escasísimas apariciones en público, por razones obvias de persecución religiosa.
Los Exploradores de España (versión española de los Boy-Scouts), que aparecieron en 1920 y alcanzaron su apogeo en la época de la Dictadura del General Primo de Rivera, en los años 1928-1929.
Secciones juveniles de partidos. Aparecieron en los marxistas, así como en el Carlismo y en la Falange, durante la Segunda República. No debemos olvidar que la Falange, en sí, era un movimiento juvenil.

Comenzada la Guerra por unos llamada Civil y por otros de Liberación, la Organización Juvenil de Falange Española de las Juntas de Ofensiva Nacionalsindicalista, aglutinó a la juventud, evitando con ello, quizá, llamamientos a filas similares a los de la quinta del biberón, realizados en la llamada zona roja, así como el exilio de niños llevado a cabo por las autoridades de la República. (Se calcula en unos 12.000 los evacuados por medio de Socorro Rojo Internacional; 10.000 más a través de la Federación Nacional de Pioneros, y unos 8.000 por intermedio del Comité Auxiliar de Niños)17

Con los niños que quedaron en la llamada zona roja, se nutrieron diversas asociaciones, la más famosa de las cuales era las Juventudes Socialistas Unificadas, compuesta por socialistas y comunistas, a partir de 1936, y otras, como la Juventud Nacionalista Vasca, ninguna de las cuales, al parecer, realizó actividades destacables, y que desaparecieron en Abril de 1939, tras la victoria militar de las tropas nacionales, que merced al voluntariado y a la gran cantidad de desertores del bando contrario que las nutrió, no se vieron en la necesidad de adelantar quintas.

Las secciones juveniles de los partidos de la llamada zona nacional, así como los Exploradores de España, cuyos mandos, por lo general eran mandos militares preocupados por el mundo juvenil al estilo de Baden Powell18, se integraron en las OOJJ, llamada en esos momentos Obra Nacional de Juventudes y Legión de Flechas.

La entidad que de modo inmediato alcanzó la Organización Juvenil19 provocó la anexión de las otras organizaciones. Sin embargo no conocieron prohibición explícita, encontrándonos con la permanencia independiente del Centro Excursionista de Cataluña y del Club Catalán de Camping.

Las prohibiciones existentes se ceñían a las asociaciones de carácter político, antinacional o internacionalistas, dependiendo esta decisión, en último extremo, de instituciones ajenas al Frente de Juventudes, el cual, en el capítulo VIII de su Ley Fundacional, asume la existencia de otros campamentos.20

En 1939 se inicia la reorganización de los Exploradores de España por parte de una Comisaría Nacional Provisional.

No obstante, el 22 de Abril de 1940, el Ministerio de Gobernación dispone la suspensión de actividades de la Asociación Nacional de Exploradores, que volvió a resurgir en 1950 bajo el nombre de Comisión de Reorganización del Escultismo Español.

El 31 de Marzo de 1968 celebró su Tercera Asamblea Nacional en Zaragoza, donde el Ilustrísimo Señor Arzobispo dirigió la palabra, ofreció su apoyo y bendijo al Movimiento Scout.21













Movimientos Juveniles Extranjeros

La Sociedad Industrial rompe con toda una serie de esquemas sociales que hasta el momento habían informado la convivencia humana. Dichos esquemas son suplidos por el asociacionismo o por las bandas en el campo juvenil.

Ante este fenómeno, la Iglesia reacciona a mediados del siglo XIX y crea sus propios organismos. Así, en 1855  nace en Inglaterra la Asociación Cristiana de Jóvenes Hombres mientras en Italia el Oratorio Festivo y en Francia, impulsada por Albert de Munt, Acción Católica, habían nacido en 188022.

En 1896, impulsado por Hoffman Folkesamb, se crean las wandervogël alemanas, a los que sigue, en 1877, y en Inglaterra, los Boy Scouts, impulsados por el general Roberto Baden Powell.

Estas asociaciones realizaron sus primeros campamentos en 1907.23

Estos movimientos, si bien fueron los primeros en imprimir carácter a la educación por el juego y por la convivencia, se diferencian del Frente de Juventudes (así como de los movimientos surgidos tras la Primera Guerra Mundial), en el naturismo de los primeros, en el goce de la actividad por la actividad, frente a la voluntad de los segundos en imprimir un carisma y una fe a la juventud.

El primer movimiento de este tipo fue creado en Rusia, en 1918, por decisión del Congreso Bolchevique, y recibió el nombre de Konsomol.

Pocos años después, Alemania creó la Hitler Jugend, e Italia la Giuventu Italiana del Litorio, u Obra Nacional Balilla, ambas en 192624

Todas ellas, así como las Mocedades Portuguesas, la Organización para el Trabajo de la Juventud Rumana, la Levante húngara, etc., fueron ideadas para tutelar veranos de jóvenes, impulsar las actividades deportivas, recreativas y de aire libre, siempre bajo el porte militar.


Relaciones del Frente de Juventudes con otros movimientos juveniles europeos

Si bien política y organizativamente el Frente de Juventudes se consideraba un movimiento netamente español, no debemos olvidar sus relaciones dentro del ámbito internacional, y especialmente, por su cercanía, el europeo.

Como primer dato destacable, señalar el viaje que realizaron 400 flechas y 200 flechas azules, huérfanos de la revolución y de la guerra, en el mes de Julio de 1937 a Italia, así como el iniciado en Sevilla, rumbo a Alemania, por parte de una centuria de flechas, el 27 de Agosto de 1938.25

Ya en el terreno puramente campamental, remarcar los campamentos celebrados el año 1942 en El Escorial y en Fuenfría, en Benicasim, a los que asistieron respectivamente 38 muchachos alemanes, 25 italianos, 100 del Marruecos francés (al primero), y 29 chicas alemanas, 28 francesas, 25 portuguesas y dos grupos de otras tantas chicas provenientes de Italia y Marruecos.26

Ese mismo año de 1942, el 17 de Agosto, el Papa Pío XII recibía a 30 cadetes montañeros, treinta del aire y 30 flechas navales de Huelva, que habían convivido con muchachos italianos en campamentos de la Giuventu Italiana del Litorio 27.

Pero los contactos no se limitaron a los realizados con la Alemania nazi y la Italia Fascista. Muy por el contrario, acabada la II Guerra Mundial, la estructura del Frente de Juventudes sufrió una sacudida similar a la del resto de la sociedad española, y se realizaron diversos intercambios con las juventudes de los nuevos señores de Europa.

No obstante, no es hasta la década los años 60 cuando, desaparecidas las Falanges Juveniles de Franco y creada la Organización Juvenil Española, se realizan experiencias como los Encuentros Juveniles Europeos o el Campamento Európolis, celebrado en 1968 en las instalaciones de Los Palancares (Cuenca), segunda edición del celebrado en Hober Meissner (Alemania) en 1967.28

En América se puede citar como obra del Frente de Juventudes la labor realizada en la República Dominicana por el padre Julio Ferrero, antiguo instructor de la O.J. y entusiasta de los campamentos, el cual envió a España muchachos del país hermano que posteriormente aplicarían al otro lado del Océano los conocimientos adquiridos en éste.29

Las experiencias internacionales (las mantenidas con Hispanoamérica no son experiencias internacionales), no obstante, me atrevo a afirmar que se enmarcaban en el terreno de la frialdad; si en los primeros tiempos era con los movimientos fascistas y nazis, a los que según testimonios se les condecoraba con chapas de chorizo, en la etapa posterior fue con los muchachos de los países vencedores de la Segunda Guerra Mundial con quienes se produjo el desencuentro.

Con los primeros, especialmente con los alemanes, se chocaba por su exceso de militarismo, y con los segundos por el exceso de campismo, que asombraba a los muchachos españoles, acostumbrados a vivir en el Campamento como en un lugar de formación más que de recreo.

Experiencias como las vividas en el Campamento Ras El Ma (Marruecos), en 195729, donde los acampados recibían diariamente dos botellas de Coca-Cola regaladas por los norteamericanos y que dejó de ser suministrada cuando los representantes de EEUU tuvieron que abandonar el campamento, es una muestra más de la debilidad de éstas experiencias, proveniente, no de las actuaciones concretas de ninguna representación, sino más bien de la falta de fe por parte de todos.

No obstante, no todo fue negativo. Ahí está la construcción de una capilla a la Virgen en la Alta Saboya, o el campamento Európolis antes citado.

Por otra parte, si bien ya se desdibujaba el espíritu campamental de la primera época, tenemos otras muestras de convivencia internacional tales como enfrentamientos deportivos, excursiones, fiestas, visitas culturales, etc., que se celebraban en los Encuentros Juveniles Europeos en la década de los 70.

Estos Encuentros estaban pensados para jóvenes de 16 a 25 años, y llevaron a los jóvenes españoles hasta lugares como Burgfeuerstein (a 50 Km. de Nuremberg), Noer (Mar Báltico), Colonia, Kiel, etc., completando las actividades citadas más arriba con prácticas de espeleología, navegación a vela o aprendizaje de idiomas.30

Finalmente, los Campos de Trabajo ultimaban este intento de hermanar las juventudes españolas con las juventudes europeas, y que completaban la tarea iniciada por las Falanges Juveniles, tanto en el campo de la repoblación forestal como en el de las excavaciones arqueológicas o la apertura de caminos.

Los Campos Internacionales de Trabajo, según José Antonio Sequi Alpuente31 debían tener como finalidad básica seis aspectos principales:
Afirmación entre los pueblos.
Creación y desarrollo de la comprensión internacional.
Estudio y conocimiento de la realidad socioeconómica y política del lugar de ubicación del Campo.
Contribución a la realización de obras eminentemente sociales con repercusión directa y generalizada.
Auténtica relación de los voluntarios con la población, así como los dirigentes del Campo con las instituciones oficiales y privadas.
Estudio y planificación de las actividades a realizar por los propios voluntarios, con una actuación motivadora por parte del Jefe del Campo y sus adjuntos.

A pesar de todo, esta etapa campamental ya había perdido la profundidad de que hacía gala en los primeros tiempos, ya fuese con muchachos españoles, marroquíes, saharauis o guineanos.


Influencia de los Movimientos Juveniles Europeos en la ideología pedagógica del Frente de Juventudes

Dice Aldo Agazzi32 que el escultismo fue una llamada a los sentimientos de honor, de caballerosidad, camaradería, orgullo, deseo de actuar con responsabilidad, de vivir al aire libre, típicos del muchacho que entra en la pubertad y atraviesa la adolescencia. No es propiamente un método escolar, es mucho más: es un sistema de vida, unido con una especial técnica y didáctica formativa, que se resume en la espontánea aceptación de una ley, en una obligación solemne confirmada con una promesa continuamente renovada. Es decir, se trata de un método educativo del que la misma escuela puede sacar fecundas enseñanzas, que forma a unos hombres, mediante el conocimiento verdadero del niño.

Este método evita tanto la comunidad uniforme como el individualismo antisocial: se basa en secciones de pocos elementos que se pueden conocer singularmente; la unidad es la patrulla de 6-8 niños o niñas, dirigidos por un jefe responsable. Cuatro o cinco patrullas forman una sección confiada a un instructor o guía, que debe ocuparse individualmente de cada scout, con espíritu de fraternidad.

Los fines a conseguir son la adquisición de un sentido viril y responsable de la vida; el espíritu personal de iniciativa y de invención; la salud, la energía física, la alegría de vivir; el amor y la ayuda al prójimo. Y esto no por medio de una enseñanza preceptiva, sino por medio de la virtud y del esfuerzo personal, con los ejercicios al aire libre, con los juegos colectivos, con la vida en el bosque, con la búsqueda de huellas y de senderos, de modo que la inteligencia, el espíritu de observación, la camaradería y la fuerza de carácter se ejerciten y se formen con naturalidad.

La ley del explorador comprende diez artículos: Un  scout tiene una sola palabra y es un hombre de honor.- Es sincero, leal y justo.- Es útil y hace todos los días una buena acción.- Sabe elegir los amigos y es amigo y hermano de todos.- Es educado y respetuoso, bueno para con los animales.- Sabe obedecer y aceptar la responsabilidad.- Crea a su alrededor una atmósfera de buen humor, sabe sonreir y silbar en las dificultades.- Es sobrio, enérgico y ahorrativo.- Es puro en el cuerpo, en los pensamientos, en los actos, en las palabras.

En 1952 el movimiento estaba difundido por 52 naciones, con cinco millones y medio de adheridos. No existe en los países con regímenes totalitarios.

Como veremos en el desarrollo de las diversas etapas del presente trabajo, el Frente de Juventudes perseguía ideales similares a los apuntados y, quizás, corregidos y aumentados.

Es conveniente tener presente que quienes impulsaron y desarrollaron el Frente de Juventudes eran antiguos miembros del escultismo español que, en el Frente de Juventudes, impulsaron sus principios pedagógicos.

Por otra parte, los movimientos juveniles tienen entre sí características muy comunes, siendo el fin perseguido objeto específico de la ideología que impulsa a cada uno de ellos, y no es ningún secreto que el Frente de Juventudes era un movimiento Nacional-Sindicalista.

Esos fines comunes pueden extractarse en los siguientes33:
Hallar una ocupación de los socios, evitando la masificación (peligro y evidencia en la sociedad actual).
Buscar al aire libre expansión física y psíquica de la personalidad.
Favorecer la integración: realizar actividades colectivas que serían imposibles de ejercitar individualmente. Facilitar el protagonismo juvenil: los jóvenes son, en ellos, sujeto y fin, no meros objetos.
Discreta actuación de los adultos: dueños sólo de la responsabilidad esencial de las organizaciones.
Selección de minorías con potencial capacidad directiva y su formación valiosa.
Cultivo entusiasta del espíritu deportivo. Promoción de servicios higiénico-sanitarios de protección de la juventud. (En nada parecido al póntelo - pónselo y similares).
Guía en la orientación y formación profesional.
Fomentar la responsabilidad ante los deberes políticos y sociales fundamentales y trascendentales. (Evidentemente enfrentado al actual concepto de derechos políticos y sociales).

La defensa de todos estos conceptos, encaminada a la formación de una sociedad libre y justa, pretendía imprimir en el espíritu de los educandos la responsabilidad social, la comprensión de que para llegar a la consecución de la Justicia Social, más que exigir la misma a un ente abstracto, lo que correspondía era exigírsela a sí mismo para con los demás.

La comprensión del propio deber; la autoexigencia para consigo mismo y para con los demás, era la garantía necesaria para conseguir una sociedad libre y justa.

El protagonismo de los jóvenes, no como seres incapacitados que deben recibir todo de los demás, sino como personas que deben formarse para la consecución de un mundo mejor. Protagonismo en la realización de los objetivos; protagonismo en brindar ayuda; protagonismo en ser mejores que los demás, no en el sentido crematístico de la palabra, sino en el sentido espiritual de la misma.

Principios radicalmente opuestos a los imperantes en la sociedad actual. Principios que fueron erradicados por una sociedad de consumo, siempre tan despreciada y combatida en el seno del Frente de Juventudes.
































CAPÍTULO SEGUNDO


CAMPAMENTO MODELO. ORGANIZACIÓN. EVOLUCIÓN

En un Campamento, absolutamente nada debía pasar desapercibido. Todos los detalles, hasta los más insignificantes, debían ser tenidos en cuenta: desde el cajón de pérdidas hasta la adecuada tensión de los vientos, y no podía ser menos si atendemos a la preparación de cada turno.

Como normas generales, cada Delegación Provincial debía contar con uno o más emplazamientos idóneos, susceptibles de ser utilizados, y en los cuales debía ir realizando paulatinas mejoras que redundasen en un buen acondicionamiento y posterior mantenimiento.

A la hora de elegir el lugar que ocuparía el Campamento debían tenerse en cuenta una serie de extremos34, sin cuyo cumplimiento, debidamente estudiado por la Delegación Nacional, no podía abrirse ninguna instalación.

Tampoco se permitía la instalación de un campamento si no se han cumplido los requisitos de aprobación definitiva del presupuesto, liquidación de deudas anteriores, existencia de fondos suficientes para llevar a buen término el turno propuesto y nombramiento de un Jefe de Campamento capacitado oficialmente para tal misión.35

Una vez determinado el emplazamiento y conocido el Jefe de Campamento, éste debía nombrar el cuadro de mandos.

Conocidas las necesidades de cada provincia y sus disponibilidades, la Delegación Nacional organizaba unos cursillos de capacitación que, anualmente, preparaban nuevas promociones de Jefes de Campamento.

El primer curso se celebró en Fuentes Blancas (Salamanca), en Julio de 1938.

En la promoción de 1942 se modificó, pasando a realizarse anualmente dos cursillos de 15 días de duración donde se favorecía el acceso de los más jóvenes al ser realizados en época de vacaciones.36

Finalizados los cursillos, los nuevos Jefes de Campamento ponían en práctica sus conocimientos, asesorados por los jefes de los departamentos provinciales.

La demostración de conocimientos giraba en torno a todo tipo de supuestos en un Campamento; desde un incendio hasta una inundación; un accidente; una inadaptación o cualquier otro problema que pudiera plantear un acampado, sin olvidar el montaje de tiendas, juegos, formación premilitar, actividades de aire libre, etc.

En la discusión de estos temas se procuraba dar lugar a una polémica sobre cual debía ser la actitud del mando en cada caso propuesto37, y se desarrollaban temas de religión, formación política, educación física, psicología, sanidad, etc.38

Roberto Cuñat, en entrevista concedida a Mástil39 declaraba: Fue para nosotros evidente que el éxito de los campamentos dependía de la calidad de sus mandos, y que éstos no debían formarse tan sólo a través de los tanteos y errores que supone todo aprendizaje exclusivamente práctico.

Por otra parte, Antonio Ayllón, en 1944 Jefe del Curso para Jefes de Campamento, define la pedagogía aplicada como sigue38:

Ha sido norma del curso la participación activa de los cursillistas en toda labor. Hemos huido de las largas peroratas, de los monólogos, del esfuerzo memorístico. Las clases, especialmente las de campamentos, han sido un continuo diálogo, una conversación entre los propios alumnos, mantenida y dirigida `por los mandos.

Finalmente, las pruebas de suficiencia no hacían referencia al aspecto memorístico ni al caudal de conocimientos, sino a comprobar la madurez y el buen juicio de los cursillistas.

La prueba final para los aspirantes a Jefe de Campamento consistía en la contestación a un test con 200 proposiciones donde debía señalar los errores observados en el plano de un campamento, y la confección del mismo, así como la demostración de conocimientos de las diversas facetas del mismo.


Financiación

Roberto Cuñat40 confesó al autor que la ayuda era importante, a pesar de los recelos que en las clases acomodadas suscitaba el Frente de Juventudes, y gracias a la ascendencia que José Antonio Elola Olaso, a la sazón Jefe Nacional, tenía sobre Franco.

Toda la suerte de instalaciones que promovió el Frente de Juventudes contó con el beneplácito del Estado, si bien los gastos de los acampados no eran atendidos por esas mismas arcas del Estado.

El mismo Roberto Cuñat41 hace una llamada de atención en este sentido, indicando que la Delegación Nacional no pagará hasta el último céntimo de la estancia en Campamentos, alcanzando la subvención tan sólo el 66% de la misma, debiendo pagar la Delegación Provincial el 34% restante, correspondiente a los gastos de alimentación.

En la misma circular se apunta que cada acampado debe aportar una cantidad proporcionada a sus medios económicos, ya que una cosa es el honor de asistir a nuestros campamentos, y otra el necesario esfuerzo material, que también debe exigirse a cada uno. No se agradece nunca lo que no cuesta ningún esfuerzo, y pedagógicamente conviene que dicho esfuerzo sea moral antes que nada, pero asimismo material.

No obstante, la atención, para ser justa, no podía ser igual para todos los acampados; así, no es igual el donativo de 100 pesetas del hijo de una familia pudiente, que el de dos pesetas de un muchacho necesitado.42

Al parecer, esta norma se veía plasmada en la vida campamental, tienda por tienda, en el seno de cada escuadra. Así, observamos en el relato que un muchacho hace del campamento, que a la hora de redactar el reglamento de régimen interior de la tienda, además de elegir un lema que significase algo para los componentes de la misma, se imponían una exigencia complementaria: repartir por igual lo que nos llegue de casa.43

Las normas, en todo caso, no se limitaban a marcar obligaciones, sino que al propio tiempo indicaban caminos para la provisión de los fondos necesarios que, sin falta, pasaban por el esfuerzo de los muchachos y se concretaban en la realización de festivales44, competiciones deportivas, etc.

No olvidemos que, hasta cercana la finalización del siglo XX se realizaron olimpiadas del trabajo, realizadas a nivel mundial por aprendices de taller, y éstas tuvieron su origen en la sección de Aprendices del Frente de Juventudes, que a su vez había recogido la idea de la Sección de Rurales de la misma organización juvenil.

Esta sección comenzó los juegos con una doble finalidad: mejorar las técnicas de los agricultores, y servir una distracción a los pueblos.45

Los concursos que se realizaban con más profusión y mayor éxito fueron los intercomarcales e interprovinciales de arada, poda, corta de troncos, etc., y su promotor fue Eugenio Martí Sanchís, Jefe Nacional de la Sección de Rurales.

Como colofón de esta iniciativa, que desbordó la primera idea de recaudación de fondos, nos encontramos con las citadas Olimpiadas Internacionales de Trabajo, que conocieron su primera edición el año 1952.

A los medios obtenidos por la realización de festivales, postulados, etc., había que añadir las ayudas ofrecidas por los ayuntamientos y por los particulares.

Finalmente, para acceder a los presupuestos estatales, cada Delegación Provincial debía presentar su propio presupuesto46.

Estas normas se ven plasmadas a lo largo de la Revista Mandos, con ocasión de las campañas de campamentos, y en la época de la Organización Juvenil Española es recogida la misma doctrina.

No obstante, en esta última época, y con objeto de que los más necesitados pudiesen asistir, se crearon becas que cubrían el 100% o el 50% de la estancia47.


Cuadro de Mandos

Una vez designado el Jefe de Campamento comenzaban sus responsabilidades.

Primero debía ordenar el cuadro de mandos y convocar reuniones periódicas con el mismo, donde se discutiría la futura actuación en el Campamento.

En todo caso, a las mentadas reuniones asistía siempre el Jefe de Campamento, el Secretario y los Jefes, no haciéndolo así los Mandos, salvo que se requiriese extraordinariamente su presencia.48

Dentro de un conjunto orgánico, cada cargo tenía sus funciones y responsabilidades bien definidas.

Estas responsabilidades han sufrido diversas variaciones a lo largo de la historia, destacando entre todas las del Jefe de Campamento.

Si bien la metodología educativa no varió sustancialmente en la transición de las Falanges Juveniles a la Organización Juvenil Española, sí lo hizo la definición de alguno de los cargos.

Veamos a continuación las diferencias más significativas entre las dos etapas.


Jefe de Campamento

La imagen de la más alta jerarquía dentro de la estructura campamental, en su primera etapa, era concebida desde un punto de vista paternalista.

Así, el Jefe de Campamento es, como indica su nombre, quien ordena y coordina todas las actividades del mismo. Será capaz de asumir, en un  momento dado, la dirección personal de cualquier servicio del Campamento. Se hará respetar como Jefe único y supremo que es de la pequeña “ciudad de lona”; pero también se hará querer como un padre. Se levanta el primero, se acuesta el último; su mirada vigilante todo lo ve y a todo pone remedio. Es el camarada alegre, franco, y cordial, pero a la vez también el Jefe, lleno de autoridad, inflexible contra los que no son capaces de asimilar nuestro espíritu. Mantiene su jerarquía, no por las insignias que ostenta, sino porque es el que más sabe y el que da el ejemplo hasta en los menores detalles de la vida diaria.49

En la primera campaña de campamentos de la Organización Juvenil Española, la definición, como queda dicho, sufrió alguna modificación, y así, su función claramente determinada no sufre variación, siendo, por tanto, quien ordena y coordina todas las actividades del Campamento. Será capaz de asumir en un momento dado la dirección personal de cualquier servicio del Campamento, siendo el responsable directo del funcionamiento del mismo, como igualmente en la elección de los mandos que han de actuar bajo sus órdenes.50


Secretario

Si al Jefe de Campamento se le priva de parte del carisma con que ejercía su función en la época de las Falanges Juveniles, al Secretario se le mantienen las funciones, si bien se especifica, contra lo sucedido anteriormente, que tal nombramiento no podrá recaer sobre Oficiales Instructores o Mandos cuya condición les demande el ejercicio de funciones de más responsabilidad50.

Así, las funciones del secretario continuaron siendo las anteriores definidas como sigue: Su misión es la de quitar al Jefe de Campamento todo trabajo de índole burocrática, con el fin de evitarle preocupaciones secundarias y permitirle dedicarse de lleno a sus funciones de dirección. Transmitirá sus órdenes, redactará partes, correspondencia, estados, etc. Llevará el diario reglamentario del Campamento y recogerá todos aquellos datos útiles para redactar posteriormente la memoria reglamentaria.51


Jefe de Formación Política y Prensa

Su misión es la de dar a conocer nuestra doctrina a los acampados o perfeccionarlos en ella, aprovechando el ambiente formativo del Campamento. Es el encargado de dar las charlas de carácter doctrinal, de dirigir el periódico “Mástil”, tanto en su confección como distribución, redactar el periódico mural, dar las consignas diarias, etc.

En los campamentos pequeños, sobre todo si son de Flechas, este curso se une con el de Actividades Culturales en un  solo mando.

El camarada encargado de este servicio poseerá completa formación falangista, espíritu joven, ciertas dotes de periodismo y conocimiento de las actividades culturales más interesantes para el turno a que asista.52

En la etapa de la Organización Juvenil Española desaparece el Jefe de Formación Política y Prensa, apareciendo en su lugar el Jefe de Formación, del que dependen los departamentos de Prensa y Actividades Culturales. Su definición es como sigue:

De él depende el principal objetivo del Campamento: el formativo. Deberá, por tanto, preparar el plan adecuado conforme a la clase de acampados de que se trate, teniendo en cuenta las normas en vigor dictadas la presente campaña, y los planes de actividades que figuran en estas mismas normas. Distribuirá las disciplinas de acuerdo con el tiempo marcado en el horario para actividades, velando por que las enseñanzas se den conforme a los procedimientos pedagógicos establecidos. Procurará imprimir un carácter formativo a todos los actos del Campamento, aprovechando las condiciones que el ambiente brinda.

Estará auxiliado por los Instructores de Especialidad que sean necesarios, pero siempre de acuerdo con las materias que en el turno se vayan a desarrollar.53


Jefe de Actividades Culturales

Como queda dicho más arriba, en la Organización Juvenil Española este departamento quedó supeditado al de Formación, sin variar, por otra parte, las funciones encomendadas en la primera etapa.

Su misión es la de dirigir las actividades de tipo cultural y varias, de aquellos Campamentos que por ser de gran número de acampados o de Cadetes no pueden encomendarse al Jefe de Formación Política y Prensa.

Se ocupará de organizar coros, rondallas, así como de llevar la biblioteca. En los campamentos de Flechas tendrá a su cargo la organización de los trabajos manuales y juegos recreativos. En los de Cadetes se ocupará de la enseñanza de especialidades, y en los de Aprendices, de las charlas de cultura general.

Organizará los Fuegos de Campamento. Siendo distintos los conocimientos que se requieren para cada tipo de campamento, deberá elegirse en cada caso al camarada más adecuado para esta función.54

Capellán

Su misión es la de la formación religiosa y moral de todos los acampados. Dirigirá cuantos actos religiosos estén reglamentariamente establecidos y los que, de acuerdo con el Jefe de Campamento, las circunstancias aconsejen establecer. Más que dar “clases” sabrá convivir con los acampados y ganar su confianza.55


Jefe de Educación Premilitar

Esta jefatura, que en la Organización Juvenil Española fue sustituida por la de Jefe de Actividades, tenía las siguientes funciones:

La de encuadrar orgánicamente a todos los acampados y dirigir todas las actividades de carácter premilitar en el sentido más amplio, o sea, no solamente los movimientos de conjunto, instrucción a pie, guardias, etc., sino también las prácticas utilitarias (aprovechamiento del terreno, orientación, etc.), que son también de verdadero carácter premilitar.

Este jefe debe tener aptitudes de mando y conocer tanto la disciplina militar como la manera de inculcarla a nuestra juventud. Por ello, debe tratarse de un Mando del Frente de Juventudes oficialmente capacitado y con suficiente experiencia anterior.56

En la etapa de la O.J.E., el Jefe de Actividades era “el encargado de encuadrar orgánicamente a todos los acampados, nombrando los servicios necesarios. Dirigirá todas las actividades que en el Campamento se realicen, velando porque se cumpla el horario establecido. Será el encargado de mantener la disciplina, proponiendo al Jefe de Campamento las sanciones o premios que crea oportunos. Estará auxiliado en sus funciones por los jefes de unidades (Mandos menores) con que cuente el Campamento.57


Jefe de Educación Física

Este jefe, que en la primera etapa disponía de unos monitores, tenía como misión dirigir todas las actividades relacionadas con la Educación Física, buena parte de las actividades corren a su cargo.

Debe tratarse de un camarada capacitado por la Delegación Nacional para desempeñar esta función. Es imprescindible que él mismo posea la necesaria actividad física para predicar con el ejemplo, sobre todo en los campamentos de Cadetes58.

En la O.J.E., desaparece esta jefatura, pasando a depender del Jefe de Formación.


Jefe de Sanidad

Sin variación a lo largo de toda la historia del Frente de Juventudes, dependía jerárquicamente del Jefe de Campamento.

Su misión es la de cuidar del estado sanitario del Campamento y colaborar en la labor educativa en cuanto a sanidad se refiere.

El camarada encargado de éste servicio poseerá título de doctor o licenciado en Medicina y debe residir en el Campamento.59


Jefe de Administración e Intendencia

Esta jefatura, que hasta 1960 dependía directamente del Jefe de Campamento, en la O.J.E. pasó a depender del Jefe de Servicios.

En cualquier caso, éste es el único depositario y pagador de fondos del Campamento y de los acampados.

Debe tratarse de un camarada que tenga conocimientos de contabilidad, se halle impuesto en las normas circuladas por la Delegación Nacional a estos fines y conozca perfectamente los problemas del abastecimiento del campamento y sea suficientemente activo.

Dirigirá personalmente la Intendencia del Campamento, procurando que el aprovisionamiento del mismo en materiales de toda clase y en víveres se lleve con absoluta regularidad. Está encargado igualmente de las compras y de ordenar el transporte. De él depende en buena parte el buen funcionamiento del Campamento y, desde luego, su resultado económico.60


Jefe de Servicios Técnicos

No existe diferencia en el cargo a lo largo de toda la historia de los campamentos con esta jefatura.

Su misión es realizar las instalaciones del Campamento con todas sus dependencias y servicios, así como conservarlas en el debido estado de buen funcionamiento. Vigilará igualmente la limpieza del Campamento. Debe tratarse de un camarada activo y emprendedor, a la vez que meticuloso y perseverante con cierto gusto artístico y habilidad manual.61




Observaciones para todos los mandos

De entre las múltiples normas, se pueden destacar las siguientes:

Todos los Mandos sin excepción deben vivir las veinticuatro horas del día en el Campamento, siguiendo el horario del mismo. Les será servida igual comida que a los acampados, tanto en calidad como en cantidad, siendo los últimos en el reparto.

Para mayor ejemplaridad, y como gesto de humildad, todos los Mandos deberán fregar sus utensilios perso0nales de comida, sin utilizar los pinches de cocina, y menos a los acampados.

A lo largo de los Manuales encontramos normas complementarias a las aquí expuestas. Cada mando debía tener condiciones especiales para desempeñar su cargo, pero en lo relativo al Jefe de Formación, los datos complementarios son, si cabe, de mayor relevancia:

Ha de poseer una sólida preparación falangista, así como profunda capacitación doctrinal y política. Debe tener forzosamente vocación y espíritu juvenil para que le agrade la vida de Campamento y pueda aprovechar las ocasiones propicias para intervenir con una consigna, una anécdota, una norma de estilo y de conducta. Poseerá ciertas dotes de periodista y será el animador de las reuniones…

Es su estilo, lo recio de su formación política y religiosa, su capacidad para enseñar al pequeño camarada, ese “algo” que le hace llegar al muchacho entusiasmándole y haciéndole ver lo auténtico con claridad, para ayudarle a distinguir lo auténtico de lo falso e imitado.62

Como colofón a este modelo de Jefe de Formación, una supuesta referencia a las memorias de un acampado nos indica el tipo de persona que elegía el Frente de Juventudes como Jefe de Formación:

A Morales le gusta a uno oírle porque no habla como un profesor, que te da el tostón con la lección, sino que parece un amigo que te está contando algo que acaba de pasarle.63

Las funciones de cada mando, si bien estaban ampliamente expresadas en los manuales, eran recordadas en cada campamento; así, las Delegaciones Provinciales editaban, esporádicamente, pequeños manuales o decálogos, ya para los mandos ya para los acampados; así, se pueden entresacar algunos consejos para los mandos:

Medita tu misión antes de aceptar el mando que se te confía. Si te encuentras con fuerzas, adelante, si no te crees capaz de cumplir con alegría plena la misión que se te encomienda, deja el puesto que se te confía, es el mejor servicio que puedes hacer a España y a la Falange.64

Por otra parte, y haciendo referencia a las enseñanzas impartidas en el Campamento, en el mismo decálogo se da un consejo que quiero remarcar: El hecho de señalar X minutos a cada enseñanza, no quiere decir que tenga que consumirla el Mando que explica, hablando él. Se ha de procurar que una parte quede dedicada a preguntas, enfocadas en plan de diálogo, para aclarar conceptos y ver la forma de comprender y explicar los temas expuestos.65


Nuevas Normas para los Campamentos de la Organización Juvenil Española

La O.J.E. nació el 18 de Julio de 1960, tras varios años de acontecimientos internacionales de grave importancia para España; en 1953, el pacto con Estados Unidos; en 1955, la entrada en la O.N.U.

El europeísmo, la democratización de las formas, por tanto, comenzó a dejarse notar.

Así sucedió con lo relativo al Frente de Juventudes, al que, con su nuevo delegado, D. José López Cancio, artífice del cambio, y Delegado Nacional hasta 1963, se le recortaron las facultades; en los más pequeños se sustituyó la camisa azul mahón por la camisa beig; se eliminó el yugo y las flechas en la camisa de los mayores y se incorporó la cruz potenzada del escultismo francés, a la par que se añadía una cabeza al histórico cisne, dando lugar a que los sectores que no admitieron el cambio comenzasen a llamar a la insignia citada “el pato mareado”.

No obstante lo apuntado, como defenderé a lo largo de esta exposición, no se desfalangizó la O.J.E., cuando menos hasta el año 1975, gracias a la perseverante labor de los muchachos de las Falanges Juveniles que, a pesar de las prohibiciones, continuaban usando la antigua simbología, las mismas consignas, los mismos saludos y las mismas canciones. Se puede decir, por tanto, que la normativa existente a partir de 1960 no acabada de acoplarse a la realidad social de la O.J.E.

La legislación seguía su propio camino, y así en 1967, la Ley Orgánica del estado no hace ninguna mención a las Falanges Juveniles, y por lo mismo, cualquier opción política que estuviese dentro de la legalidad podía ser asumida por los afiliados de la O.J.E.

Sin embargo, como ya queda apuntado líneas más arriba, los campamentos seguían manteniendo, con sus más y sus menos, las normas que caracterizaron al Frente de Juventudes, sin estar cerrados, como resulta obvio, a las normas emanadas de la Delegación Nacional.

Con las nuevas normas surgieron dos nuevas figuras en el organigrama66:

Junta de Gobierno
Junta Juvenil

Esta normativa, de la época de Gabriel Cisneros como Delegado Nacional, marca claramente la diferencia de la nueva O.J.E. con las antiguas Falanges Juveniles, adoptando un lenguaje propio de los tiempos que se avecinaban, de democracia inorgánica, de partidos y de libre asociacionismo, y que nada aportaban para una mejora de la tarea educativa.

Evidentemente, el léxico varió de manera importante. Pero la libertad era un elemento indispensable y siempre presente en los Campamentos de las Falanges Juveniles que, a pesar de la nueva y constantemente modificada ordenación de 1960, siguió aplicándose en los de la Organización Juvenil Española.

Bien es cierto que dentro de las primitivas normas de Campamentos no estaba recogida la posibilidad de aceptar sugerencias de los acampados, pero también es cierto que, además de no haber existido ninguna norma que lo prohibiese, las charlas de político eran libérrimos foros de opinión.

Se puede aceptar que con la llegada de la O.J.E. en sustitución de las Falanges Juveniles, se dulcificó la vida de los campamentos, en algunos aspectos, como puede ser el premilitar, pero ateniéndome a las experiencias a que he tenido acceso a través de las entrevistas personales con los protagonistas y en la consulta de la revista Mástil, sigo opinando que en la vida de los mismos no varió sustancialmente nada, limitándose las matizaciones y las dulcificaciones al campo de la semántica.





Objetivos

En principio, la educación impartida por el Frente de Juventudes estaba encaminada a la formación integral de los jóvenes, aprovechando para ello el tiempo libre.

Esta gestión formativa estaba encaminada a que cada muchacho desarrollase sus propias aptitudes. Para ello debe influir en los diferentes aspectos de la personalidad, que son, sustancialmente:

Aspecto físico: perfeccionamiento corporal, así funcional como morfológico.
Aspecto intelectual: perfeccionamiento de los hábitos intelectuales y adquisición de conocimientos.
Aspecto moral: formación de hábitos operativos sólidos y bien orientados.
Aspecto estético: formación del gusto
Aspecto vocacional: descubrimiento y orientación de la propia vocación.
Aspecto sobrenatural: favorecer las disposiciones naturales para la vida de la gracia y el robustecimiento de las virtudes, así como ayudar a la adquisición de conocimientos en este sentido.
Desarrollo de la capacidad de sociabilidad.
Integración en una empresa común. 67

Estos aspectos formativos eran todavía más matizados en el campamento; la vida en el mismo obliga al muchacho a realizar una serie de actos que, para su desgracia, no tienen continuidad en la ciudad, pero que en ese mismo hecho se halla la necesidad de realizarlos.

Junto a un aprendizaje social y político por parte del acampado, la vida al aire libre irá desarrollando poco a poco su propia personalidad individual, conformando un complejo de hábitos, un “modo de ser” que ha de traducirse en un constante “modo de reaccionar” ante todas las circunstancias de la vida. Es lo que llamamos el “estilo”, como expresión de la personalidad y como conclusión de una serie de enseñanzas que no son sólo aprendidas sino también vividas.68

Ese “estilo”, siempre presente, era la máxima expresión del modo de ser que se pretendía imprimir. Así, cuando se habla de responsabilidad, de disciplina, de confianza en sí mismo, se está hablando de aspectos concretos de ese “estilo”.

La meta de la educación falangista puede ser resumida en cinco grandes objetivos:

La voluntad de superación (El individuo se debe siempre a una superior empresa)69
El deseo de hacer hombres libres. Con personas no ambiciosas se podrán formar yuntas, tal vez, pero con las que lo sean honradamente todas las empresas serán posibles70
La paz, la voluntad de crear hombres superadores de tiempos pasados en los que cayeron tantos jóvenes, que por la propia idiosincrasia del sistema que los envolvía se enzarzaron en una lucha fratricida, iniciada quizás porque en la edad de su despertar político había más parlamentos que Campamentos70.
La moralidad. En el caso de que estén con conflicto las dos normas –la social y la moral -, es decir, entre ser correcto con un a persona –que es una norma social- y ser justo –que es una norma moral- debes hacer que triunfe la virtud de la justicia y no la mera fórmula tolerante del trato social.71
La convivencia. Hemos de aprender a convivir con los demás. Necesitamos que cada uno sea responsable de sus deberes sociales y conozca sus derechos… Debemos convivir y aprender a convivir; educarnos para la convivencia.72

Estos objetivos se ven plasmados y desarrollados en el códice del arquero de la Organización Juvenil Española.73

Este decálogo mantiene el espíritu del Frente de Juventudes, ya que la formación integral es el objetivo último del Frente de Juventudes.

Decimos que se posee formación integral cuando se ha adquirido un permanente modo de ser –complejo de hábitos -, que se refleja en un constante modo de reaccionar –estilo- ante todas las circunstancias de la vida, privadas y públicas… Cualquiera de estos muchachos de dieciséis a dieciocho años reacciona de un modo viril, enérgico, contra todo insulto a Dios y a la Patria. Son los que miran de frente al hablar a sus superiores, en lugar de bajar hipócritamente los ojos.74

La voluntad de educar, muy por encima de la voluntad de crear falangistas (eso vendría por añadidura), queda continuamente expresado. Veamos un juicio que apoya esta afirmación: Una clara consigna para quienes son denominados Mandos Políticos por antonomasia. No cumplirán su misión, es más, quizás traiciones lo que la Falange –nuestros caídos- espera de ellos si se limitan a un fácil y cómodo intelectualismo desconociendo su obligación de educar, de formar.75

No obstante, quién dice esto quería profundizar más aún en el aspecto formativo, lo cual le llevó a dimitir de su cargo en 1950.76




Tipos de Campamento

Teniendo en cuenta la corta vida de las Organizaciones Juveniles y la relativamente larga del Frente de Juventudes, es conveniente hacer una separación de ambos para estudiar más racionalmente las clases de campamento desarrolladas en una etapa y en otra.

No sucede lo mismo cuando tratamos a la Organización Juvenil Española, pues si bien es destacable su aparición por la consiguiente eliminación de las Falanges Juveniles, no sucede lo mismo con la técnica campamental, que no sufre rompimiento.


Campamentos de las Organizaciones Juveniles

Desde comenzada la guerra, antes de reconocerse oficialmente la existencia de las Organizaciones Juveniles77, éstas venían desarrollando actividades y contaban con una cabeza visible: José Mª Gutiérrez del Castillo.

En cada localidad de la zona liberada, tras ser reconocida oficialmente, comenzó a funcionar la O.J., desarrollando las actividades que le eran propias, y en definitiva, construyendo el edificio de lo que posteriormente sería el Frente de Juventudes.

Limitándonos a las referencias, dada la escasez de datos como consecuencia del incendio del edificio “Trilingüe” de Salamanca, en Febrero de 193878, se pueden citar como primeros campamentos los realizados en el verano de 1937 en Salas de los Infantes (Burgos), Pedraja del Portillo (Valladolid), a los que asistieron una centuria de “Balillas” y otra de “Cadetes”.

El material utilizado en estos campamentos era propiedad de los Exploradores de España y del Ejército.

También, en aquel verano, se celebraron campamentos en Santa Ponza (Baleares); Pinares de Almorox (Toledo); Valle de Ulzama (Navarra); Bergondo (La Coruña); Castillo de la Herradura (Granada), habiendo llegado a celebrar tres turnos de 15 días en el último de los citados.79

En conjunto, en el verano de 1937 asistieron a campamentos alrededor de 3000 acampados.

También en plena Guerra Civil, y a través de las ondas de Radio Nacional, también creada en esos momentos, se convocó sin especificar lugar, y como medida precautoria, un curso para la formación de Jefes de Campamento, que posteriormente se celebraría en Fuentes Blancas (Burgos) los días 20 al 29 de Junio de 193880.

Para asistir a este campamento era condición imprescindible tener entre 16 y 35 años, ser maestro nacional, afiliado a la O.J. o ser militante de FET y de las JONS, o Jefe o instructor de la O.J.

Loa aprobados se comprometían de antemano a cumplir la función que se les asignase en campamentos de carácter nacional o provincial, hasta el 15 de Septiembre del mismo año.

El Jefe de Campamento fue Cándido Lorenzo Molón, y al mismo asistieron personas que posteriormente tendrían honda proyección en el Frente de Juventudes: Joaquín Villegas Riancho (quizás el hombre más querido de las juventudes), Jesús Fragoso del Toro, Padre Indalecio, Áureo Gutiérrez Churruca, Solinís…

La vida campamental iba creciendo en importancia al compás que ingresaban nuevos refuerzos procedentes de los Exploradores de España (Villegas Riancho, Cuñat, etc.…)

Así, en 5 de Mayo de 1938, el Secretario Nacional, José Mª Gutiérrez del Castillo (también procedente de los Exploradores) , publicaba en el Boletín Oficial del Movimiento número 20 de 15 de Mayo de3 1938 la circular número 10 de las Organizaciones Juveniles, en la que señalaba que los campamentos de verano, que reúnen en una intensa vida de camaradería al aire a libre a los muchachos de la Organización Juvenil, constituyen, sin duda, el medio más eficaz para educarles en un rígido concepto de la disciplina y del sentido militar de la vida, en un ambiente de optimismo y alegría, entre toques de diana y canciones juveniles, que ha de quedar fuertemente grabado en las imaginaciones de nuestros cadetes, flechas y pelayos.

La preocupación de la Delegación Nacional, pienso que sin contravenir lo expuesto en el capítulo 2, a) del presente trabajo, se expresa en la misma citada circular indicando que no tolerará se organice campamento alguno sin su previo conocimiento y control.

Con objeto de controlar los citados campamentos, solicitaba a las provincias liberadas enviasen a la Secretaría Nacional los turnos y los parajes en que iban a celebrar los mismos.

Una vez en poder de la citada Secretaría, se estudiarían los datos, atendiendo preferentemente a las condiciones del terreno, la salubridad de las aguas, las posibilidades de instalar servicios propios de los campamentos, etc., estableciendo el Plan de Campamentos de 1938, que quedó como sigue81:

De carácter nacional: Cobreces (Santander), al que asistirían miembros de la Organización Juvenil de Valladolid, Palencia, Burgos, Santander y León.

De carácter regional: El albergue de Bergondo (La Coruña), en el Castañar de Hervás (Cáceres), y en el Lago de Sanabria (Zamora).

De carácter provincial: Álava (Arrechavaleta); Ávila (Piedrahita), Baleares(Playa de Mazallut y La Herradura), Cádiz, Las Palmas, Granada (Almuñecar), Guipúzcoa (Pasajes), Huesca (Jaca), Logroño (San Andrés), Madrid (que en esos momentos tenía cercano el frente de batalla), Málaga (Torremolinos), Navarra (Ulzama y Elizondo), Ceuta, Melilla, Asturias (Cudillero), Tenerife, Sevilla, Toledo (La Adrada), Vizcaya (Baquio), León (Vegacervera), Orense (Verín), y Segovia (Aldeanueva del Codonal)

El desarrollo y la importancia de los campamentos comienza a notarse en este verano de 1938, especialmente centrado en el Campamento Nacional de Cobreces, al que indefectiblemente, sin caer en la cuenta tanto de los anteriores como de los celebrados ese mismo verano, me han remitido las personas consultadas, señalándolo como el primero celebrado en la Organización Juvenil.

Los responsables del citado campamento fueron los siguientes82:

Jefe de Campamento: Áureo Gutiérrez Churruca
Jefe de Actividades: Joaquín Villegas Riancho
Prensa y Propaganda: Jesús Fragoso del Toro y Jorge Jordana
Educación Física: Ramón Solinís
Intendente: Machuca

De entre los acampados se seleccionaron 40 que posteriormente partirían en el “Isla de Tenerife” rumbo a Gran Canaria, al mando del Padre Indalecio, a quién acompañaba Jesús Fragoso como Jefe de Milicias.

Este mismo año se celebró en Valgrande (León), el primer curso de esquí de la O.J., también dirigido por Joaquín Villegas.

Ya en 1939 se instalaron 44 campamentos masculinos y 20 femeninos83 a los que asistieron 17.600 chicos y 7.500 chicas.

El año 1940, finalizada ya la guerra, se instalaron en casi todas las provincias, islas y protectorado marroquí. En total fueron 38 campamentos de la rama masculina y 22 de la femenina. El campamento “Gibraltar” de Barcelona (1939) albergó a hijos de españoles residentes en Alemania, Portugal e Italia.84

En este mismo año de 1940 se realizaron tres cursos en el Campamento Escuela de Fuente la Matorra, de El Pardo (Madrid). El primero, de Jefes de Campamento; el segundo, para Monitores de Educación Física, y el tercero para la capacitación de Administradores.85

Para la formación de mandos femeninos disponía de un caserío en Torremolinos, donde el año 1940 se celebró un curso para Jefes y Administradores y otro para auxiliares provinciales de campamentos. 86

A nivel comarcal (en nuestro caso Barcelona), señalar que en el año 1939, además de las concentraciones de Montjuich, Tarrasa, Mataró y Sabadell, de los campamentos provinciales ya citados, los desfiles, las representaciones… se celebraron otros campamentos masculinos y femeninos.87

En el año 1940 se organizó el primer campamento nacional de alta montaña en el Valle de Ordesa, en el que 35 participantes escalaron el Monte Perdido (3.355 metros), y el Vignemale (3.298 metros). Éste último en Francia, abordado desde la vertiente española, extremadamente dura.

La dureza de esta ascensión, unida al alto número de participantes hizo que fuese considerada una proeza de los muchachos de la Organización Juvenil. En la misma se hizo necesario realizar un campamento volante (el primero de la O.J.) y una jornada de trece horas de marcha, precedida y seguida por sendas jornadas de ocho horas.88

Estos campamentos de alta montaña alcanzarían verdadera importancia en el Frente de Juventudes.


Campamentos del Frente de Juventudes

La gran especialización alcanzada nos ha dejado una importante gama de campamentos, perfectamente identificables según las condiciones de los mismos89, amén de la Red Nacional de Albergues Juveniles, que bajo un régimen similar al de aquellos, desarrollaban actividades durante todo el año y estaban destinados, en principio, a muchachos que no reunían las condiciones físicas mínimamente exigidas para la estancia en campamentos. En un principio fueron denominadas “estaciones preventoriales”.

Para finalizar con la relación de los diversos tipos de campamento, deseo destacar los específicos para disminuidos físicos, donde resultó particularmente encomiable la labor realizada de manera altamente altruista (hoy se le llamaría ONG, pero a los protagonistas no les hubiese gustado).

Entre los jefes de este tipo de campamento destaca desde primera hora Jesús Ambrós Fabré, que en 1954 dirigió el primer campamento para invidentes, en Santa María del Buen Aire (El Escorial)90


Campamentos Fijos y Campamentos Volantes

Agrupado a este tipo de campamentos los relativos a los fines de semana, podemos destacar las siguientes particularidades:

Campamentos Fijos: Sus características quedan explicadas en el capítulo “Campamento modelo. Organización. Evolución”

Campamentos Volantes: A su vez se subdividen en dos modalidades que, sin variar sus funciones, tienen vida independiente:
Los radiales (giran en torno a un campamento fijo)
Los autónomos.

Los campamentos volantes autónomos cumplen todas las funciones propias de uno fijo, mientras que los radiales dependen de la disciplina del campamento fijo, si bien sus actividades son autónomas.

Su instalación y funcionamiento difiere de la del campamento fijo por el hecho que supone su eventualidad.

En los campamentos fijos se dispone de unas instalaciones mínimas que no pueden ser transportadas por los acampados en el campamento volante; no obstante, en éstos se procura encontrar el marco adecuado para facilitar la labor formativa.

Los campamentos radiales tienen actividades comunes con el campamento fijo, en especial durante los últimos días del curso.

El paraje propio de los mismos es la media montaña (donde estará enclavado el campamento matriz). Realiza marchas de más dificultad, que no pueden ser realizadas por los acampados en el fijo, ya sea por motivos de edad u otros.

Para la elección del terreno de acampada se escogerá terreno seco, permeable (nunca arcilloso), de campo limpio y tapizado de césped, ligero declive para que corran las aguas de lluvia torrencial.

Emplazado con arbolado o sombra continua, resguardado del viento y cercano al agua potable para consumo, aseo y lavado de vajilla. 91

Del mismo modo que se indican las particularidades que debe reunir el terreno de acampada, no pasa desapercibida la instalación de los servicios (letrinas, cocina, etc.).

La preparación de letrinas debía en cuenta, siguiendo las normas de conservación de la Naturaleza, y como una prueba más del “estilo”, ya que se inculcaba que un muchacho del Frente de Juventudes debía ser lo contrario a un pobre por nuestra limpieza, nuestro decoro y nuestro orgullo, y lo contrario de un rico por nuestra sencillez, nuestra generosidad y nuestro desinterés92

En el capítulo de las tiendas de campaña, la inexistencia de las fabricadas con materiales de poco peso obligaba a reducir a la mínima expresión la realización de campamentos volantes.

Esa contrariedad se vio salvada por la invención de la tienda modelo “español”, que fue ideada en 1943 en el Campamento Sancho el Fuerte, y que estaba compuesta por seis capotes  de lona impermeable que para marcha con lluvia eran utilizados individualmente, y a la hora de plantar el campamento podían montarse seis tiendas individuales o una sola, mayor, juntando los seis capotes93.

Además existían tiendas de alta montaña, pero su uso era muy restringido. En los años 60, la tienda pequeña estaba ya totalmente implantada94.

A la hora de preparar la comida, que salvo en ocasiones era caliente, se hacía necesario preparar un fuego (más tarde se utilizó el escudillómetro), que podía ser de tres tipos95:

de piedra
de fortuna
de cruz

Cada uno de estos tipos de hornillo debe ser utilizado según las características del tiempo.

El de piedra es aconsejable para aprovechar más el calor, no sólo con fines de cocción, sino como “calefacción; el de fortuna se utilizaría cuando la dirección del viento fuera constante, y el de cruz cuando fuera variable.

Por último, es perfecto campamento volante aquel que no deja señales de su paso. Debe preverse la diaria recogida y ocultación de toda clase de residuos, evitando así la propagación de moscas y el efecto de suciedad y desorden que produce la presencia de cáscaras, papeles, botes, etc.96

Entre las actividades realizadas merecían especial atención las tratadas en este capítulo (marchas y campamentos volantes), por lo que entrañan de fortalecimiento físico, recio temple moral, conocimiento de la realidad económica, hermandad social, complemento cultural, e instrumento político; es decir, procedimiento cabal y cumplido de formación humana.97

De entre las marchas por etapas destaca la realizada por los componentes del campamento “Sancho el Fuerte” de Pamplona hasta Burgos, donde se conmemoraba el milenario de Castilla. Pero no fue la única; es también célebre la realizada desde Covaleda a Javier, lugar de dislocación el 28-7-1949; así como la realizada ese mismo año a Riaño, a Covadonga, etc.98

Las marchas por etapas, y según Eloy Manuel Pastoriza, desarrollaban varias funciones99:

En el orden físico, endurecimiento del cuerpo, ejercitando músculos que de ordinario no son puestos en funcionamiento.

Constantes variaciones de temperaturas, al caminar en un solo día de marcha muchos kilómetros.

Acostumbrar el cuerpo a una sobria alimentación.

En el orden moral. El esfuerzo físico no es campo de recreaciones imaginativas ni de apetitos desordenados.

Se fomenta la generosidad, la paciencia, la prudencia, la fortaleza, la templanza, la abnegación, la disciplina, la obediencia, el ímpetu, la solidaridad, la veracidad, la decisión, el optimismo, la caballerosidad, la lealtad y la rectitud.

En el orden cultural, conocimiento de la realidad geográfica, histórica, artística, económica y social del pueblo español; viviendo en su auténtica dimensión los problemas planteados…

En el orden social, contacto con las gentes de diferente formación y nivel cultural; vivencia entre los más dispares usos y costumbres.

En el aspecto legal, el Boletín de Órdenes regulaba la realización de las marchas por etapas, y atendía su necesidad ordenando reparto del material imprescindible para su realización100

Al propio tiempo, las revistas se encargaban de airear consejos prácticos para los militantes (la respiración, el consumo de agua, etc.).101



Los campamentos según su amplitud

Existían tres tipos:

Provinciales.- Agrupaban a chicos de una sola provincia.
Nacionales.- Eran de mayor categoría que los provinciales, y a los mismos asistían muchachos de diversas provincias.
Internacionales.- A estos campamentos asistían muchachos de otros países, y ya hemos tratado el asunto páginas más arriba.


Los campamentos según la edad de los acampados

Campamentos de Flechas: A ellos asistían chicos de hasta 14 años.
Campamentos de Arqueros (en la O.J.E.): Asistían muchachos con edades comprendidas entre los 14 y los 17 años.
Campamentos de Cadetes: Para muchachos de hasta 21 años.


Los campamentos según su emplazamiento

Los campamentos llamados “de playa”, “de montaña” y “de alta montaña”, desarrollaban sus actividades precisamente en los lugares a los que hacían referencia, adaptando las actividades de cada uno de ellos a las características del lugar.


Los campamentos según la militancia

Para las Falanges Juveniles de Franco, y posteriormente para la Organización Juvenil Española, no existe variación, como vengo defendiendo.

En cuanto a los Aprendices, Escolares y Rurales, la situación estaba como sigue:

Escolares.-

Los métodos no diferían grandemente, si bien se dictaban unas normas específicas para estos casos de no militantes.

Las normas, dirigidas a los Oficiales Instructores encargados de las enseñanzas de Formación Política en los colegios, abarcaban los siguientes extremos:

Los profesores de los colegios podrán asistir a los citados campamentos, a título de asesores, etc., aunque sin mando, con objeto de que se informen respecto al funcionamiento de un Campamento.

Podrán agruparse chicos de dos o tres colegios (nunca más), para la realización del Campamento.102

En lo tocante a la uniformidad, desplazamientos y demás gastos, corrían por cuenta de los acampados, beneficiándose al cien por cien de las instalaciones y prestaciones no individuales.103

Un detalle a destacar es la ausencia de fuerza coactiva que, contra lo que se ha dicho, ejercía el Frente de Juventudes.

Tal es este extremo, que en la norma para la selección de escolares para los campamentos de verano hecha pública el 27-2-1945, en su apartado 2º dice:

Propondrás a los directores de institutos y colegios que tengan número suficiente de alumnos y observen positiva actitud hacia el Frente de Juventudes…104

Esa supuesta coacción no se veía, por lo que se puede comprobar, expresada en la realidad. De hecho, la experiencia campamental propició reiteradamente opiniones como la transcrita a continuación, y de la que fue protagonista un escolar105:

- ¿Ha coincidido la opinión que tenías de un Campamento, antes de asistir a un turno, con la realidad?

- No; creía que un campamento era una especie de cuartel con mucha instrucción y desfiles dirigidos por unos hombres muy severos y rígidos que castigaban con dureza la más pequeña falta de disciplina; pero me alegro que todo esto no fuera cierto, ya que los jefes eran como nosotros, les podíamos tratar de tú y bromear y jugar con ellos, claro que no siempre, porque cuando se desarrollaba alguna actividad de Campamento era muy serio y nosotros más. Lo que más me gustó fue la confianza y la amistad de los mandos con todos, y me extrañó porque en el colegio no se llama de tú a nadie y no hay tanta confianza con las personas mayores y profesores.


Aprendices

Tampoco existían hondas diferencias en los campamentos de aprendices.

La selección era llevada a cabo por los Instructores de la Sección, de acuerdo con la labor realizada sobre ellos durante el año. Con preferencia, la campaña iba dirigida a los alumnos de las Escuelas de Formación Profesional y a aquellos aprendices seleccionados de los Cursillo de Precapacitación Social que no obtuvieron puntuación suficiente para asistir a los Campamentos Nacionales o a los Cursos Nacionales de Ampliación Cultural.105

Rurales.-

La sección de rurales, con las especiales características que conllevan las faenas del campo, debía realizar los campamentos en invierno, siendo los primeros destinatarios de los albergues de montaña.106

Pero no era exclusiva su permanencia en este tipo  de instalaciones, sino que también, aunque contados, se realizaron campamentos de verano, de entre los que se pueden destacar los destinados a los hijos de campesinos andaluces en paro, el primero de los cuales se celebró a partir del día 2 de Septiembre de 1949 en Puerto de Santa María, y donde la labor principal desarrollada fue enseñar a leer y escribir a la mayoría de los acampados, utilizando el método onomatopéyico, ideado por un maestro toledano.107

Los campamentos según su especialidad

No nos vamos a detener en las particularidades de cada tipo de campamento concreto, atendiendo sin embargo a aquellos tipos o especialidades que destacaron de una forma o de otra sobre los demás. Es por ello que los “campamentos de alta montaña” los he sacado de su primer contexto, dedicándoles en esta ocasión un espacio junto a los que también destacaron.


Los campamentos de alta montaña

Hasta que el Frente de Juventudes desarrolló esta faceta, y en nuestra Patria, la alta montaña era coto privado de minorías exiguas.

El montañismo era entendido no tan sólo como un deporte completo, sino como un medio más de formación.

¿Dónde puede aprenderse mejor la camaradería que en la convivencia estrecha que exige la vida de la Alta Montaña, ya sea aguantando la frágil tienda contra la tempestad, ya sea escalando una difícil pared, encordados unos con otros?. ¿Hay mejor y más eficaz educación premilitar que la de aprender a valerse a sí mismo en todo tiempo y circunstancia, con el endurecimiento físico que impone esta clase de vida?108

Las actividades en este terreno, como se expone en el capítulo de la Organización Juvenil, comenzaron muy tempranamente en la juventud falangista.

Ya en el año 1940 se organizó el primer campamento de alta montaña en Ordesa, donde, al practicar la ascensión al Vignemale, se produjo el primer campamento volante del Frente de Juventudes109

El segundo campamento nacional de alta montaña tuvo ocasión en la Sierra de Gredos, en el año 1941; el tercero y el cuarto en 1942, en los Picos de Europa y en el Pirineo Aragonés El quinto en 1943 en Ordesa…110

En años sucesivos la actividad montañera fue muy extensa, y llama poderosamente la atención el hecho de que núcleos de 20 muchachos acometan la ascensión de picos que habitualmente sólo habían sido hollados por pequeños grupos de escaladores.

Las publicaciones glosaban el hecho de la siguiente manera: Para darse cuenta de lo que representa lo realizado en los últimos ocho años por los montañeros del Frente de Juventudes, basta con saber que en el pico del Aneto, el más alto del Pirineo, firmaban antes del año 1936 anualmente cinco o seis montañeros españoles, al lado de un gran número de extranjeros, y ahora pasan ya de los trescientos los nombres que en el libro de su cumbre han inscrito los camaradas montañeros falangistas, a pesar de que hay que tener en cuenta los obstáculos con que se han tropezado en el curso de estos años, debido a su situación fronteriza y a las dificultades del transporte.111

Pero si las ascensiones que se emprendían no dejaban de tener su dificultad, agravado con el hecho de la dimensión de los grupos que las acometían, no se limitaba ahí la actividad montañera. Así, recogiendo la idea de “El Cruzado Aragonés”, periódico de Barbastro, y en homenaje a los montañeros que morían intentando la ascensión, 230 montañeros del Frente de Juventudes se acercaron a Benasque, a la Renclusa, y de la Renclusa al Aneto, y a las 12 de la mañana del día 14 de Agosto de 1956, dejaban instalada en el punto más alto del Aneto una imagen de la Virgen del Pilar.112

Una misa, celebrada por el Capellán del Frente de Juventudes de Teruel, un hombre de 63 años, sellaba definitivamente la ascensión.

Los campamentos, volantes unos y fijos otros, se enclavaron en todos los lugares, en la mayoría de montañas importantes de España, en Astós, en los Picos de Europa, en Els Encantats, etc.113

Los Mallos de Riglos, imponentes masas de piedra conglomerada, sólo habían sido escalados cuatro veces hasta 1936, y en Junio de 1946, cuando dos cordadas, una del Centro Excursionista de Cataluña y otra del Frente de Juventudes de Zaragoza, compuesta de siete chicos, reanudan la exigua historia de escalada de estos monolitos de piedra, ascendiendo por primera vez los monolitos de Firé y Pisón,114 por dos puntos diversos (Norte y Sur), dando el nombre de “No Importa” a la vía, potestad ésta que recae en los montañeros que por primera vez la abren.

Las ascensiones a lo largo de la historia son muchas, pero es en la época de las Falanges Juveniles cuando se desarrolló con más intensidad.

Las ascensiones no se realizaban con el único fin de la preparación física. Esta afirmación es abonada por el anterior relato de la ascensión al Aneto.

La primera misa (y hasta el momento la última) celebrada en la cumbre del Naranjo de Bulnes se llevó a cabo el 5 de Agosto de 1945 cuando, conmemorando la primera ascensión a este pico por el Marqués de Villaviciosa, 30 montañeros madrileños acometieron la ascensión115

El Roque Nublo, en Gran Canaria, escalado por segunda vez en toda la historia; Gredos, Montserrat, Pedriza, etc., son montañas que han conocido, asiduamente, la presencia de camisas azules.

En 1940 nacieron los “Guías Montañeros”116 con objeto de canalizar esta afición dentro del F. de J., realizando posteriormente multitud de escaladas, cursos de esquí y de espeleología.

Esta afición a los deportes de montaña se mantuvo hasta los últimos tiempos. Así, entre los días 3 y 22 de Agosto de 1971, se celebraba el XXVII Curso Nacional de Alta Montaña de la Organización Juvenil Española, en Gredos. Curso al que asistieron 50 muchachos procedentes de las más diversas provincias.117

Pero si estas facetas son importantes, no podemos olvidar la defensa de la Naturaleza, que disponía de su particular Decálogo118



Campamentos de repoblación forestal.-

En este tipo de campamentos se moviliza a la juventud para contribuir con su aportación a la tarea nacional de repoblar nuestros campos y aumentar la riqueza forestal de España119

El primer campamento de este tipo tuvo lugar el año 1953 en Villavieja (Madrid), y su práctica perduró hasta el advenimiento de la monarquía, habiendo dejado tras de sí la repoblación de miles de hectáreas de monte, entre las que se encuentra, a título de ejemplo, la montaña del Tibidabo, en Barcelona.

El régimen horario de estos campamentos difería ligeramente de los demás; la diana se tocaba a las cinco y media de la mañana, y tras escuchar la Santa Misa, izar banderas, escuchar la consigna y desayunar, se daba comienzo a la labor a las 6,45 de la mañana, suspendiéndose la misma a las nueve, cuando se daba comienzo a las prácticas normales del campamento.

Por la tarde, y tras una siesta, se reemprendía la labor para dejarla al cabo de dos horas, momento en que se arriaban banderas, se efectuaba el homenaje a los caídos y se cenaba.120

Ante la importante labor realizada en este campo, Rafael Cavestany, a la sazón ministro de Agricultura, envió un manifiesto a las Falanges Juveniles que significó una importante inyección de ánimo a aquellos jóvenes de 1955.121


Campamentos de formación marinera

La marinería gozaba de un gran respeto en la estructura del Frente de Juventudes que, en su emotividad, tenía siempre presente que seis flechas navales murieron en el Crucero Baleares.

Se realizaron campamentos, tanto de iniciación marinera como náutica y pesquera, y sobre los Flechas Navales se produjo la segunda Ley de Juventudes, tras la relativa a la creación del Frente de Juventudes.

Tan sólo seis días separan la una de la otra. El 12 de Diciembre de 1940 se crea por ley la sección de Flechas Navales, y hasta el último cuarto de siglo XX perduraba parte de su obra en Madrid, Cádiz, San Lúcar de Barrameda, Palma de Mallorca, Gandía, Marbella, Ribadeo, Foz, Vigo, Adra, Almería, Barcelona y Santander.

Pero esto se aparta del tema tratado, ya que las citadas eran escuelas de formación marinera, de las que han salido multitud de tripulantes.121

No obstante gozar de un estatuto propio dentro del Frente de Juventudes, se realizaban dentro del mismo campamentos de especialización marinera, impartiéndose en los mismos clases de natación, navegación, salvamento, pesca, historia naval, así como las típicas de izar, arriar, ofrenda, fuego de campamento, formación política, religiosa y premilitar.122

Ya en tiempos de la Organización Juvenil Española se desarrollaron campamentos de actividades subacuáticas, en los que colaboraba de manera importante el Ministerio de Marina y la Escuela de Formación Profesional Sindical.

En estos turnos tenían una especial significación los actos solemnes, dado que la corona a los caídos se depositaba en el fondo del mar. 123


Campamentos para deficientes físicos y psíquicos

Experiencias tan peculiares como éstas las llevó a cabo el Frente de Juventudes, intuyendo, y constatando, sus posibilidades de éxito.

El Campamento “Santa María del Buen Aire”, sito en El Escorial, y que recibe el nombre en honor a la Argentina con ocasión del viaje de Eva Duarte en 1946, fue el lugar escogido para desarrollar esta experiencia campamental, donde acampados invidentes convivirían con acampados videntes, militantes de las Falanges Juveniles.

La gimnasia educativa, los partidos de competición y enseñanza del balompié, baloncesto, balonmano, balonvolea, bolos y algunos más, se practicaron con toda normalidad… Trabajos manuales, periódicos y reglamentos de escuadra fueron ejemplo de la preocupación de todos los acampados por superarse en el mejor formarse y servir.124

Al segundo campamento de invidentes asistió la esposa del Caudillo, Dª Carmen Polo, que observó cómo al toque de llamada, 120 muchachos in videntes y 115 videntes formaban las centurias en menos de dos minutos.125

Las normas que debían observar los videntes para el trato con los invidentes eran de estricto respeto a la normalidad.126

Los campamentos para minusválidos conocieron otras vertientes además de la expresada; deficientes mentales ligeros, deficientes físicos, pudieron conocer la experiencia campamental, cerrada a partir de 1975.

Don Juan Carlos Palavecino Castillo, del Centro de Educación Especial “Proa” de Cáceres, en el estudio realizado con posterioridad a la celebración de un campamento de estas especiales características, encomió la labor desarrollada127.

Por otra parte, el doctor Bernardino García Arribas afirma que a lo largo de cuatro años de asistir a albergues de Frente de Juventudes para deficientes mentales, ha observado que la infancia subnormal posee un alto grado de compañerismo, asumiendo muy bien la disciplina.128

Si los campamentos para ciegos y deficientes mentales supusieron un éxito del Frente de Juventudes, no podemos olvidar los específicos para deficientes físicos.

Los objetivos fijados para el desarrollo de un campamento con muchachos con estas características eran también específicos.129

A la vista de las normas y de los métodos se observa que el Frente de Juventudes no se convirtió en una institución caritativa, pretendiendo, por el contrario, acercar los campamentos al terreno de la educación especial.


Campamentos para la formación de mandos

Dentro de la extensa gama de campamentos, y con objeto de cubrir los puestos de mando con personas cualificadas, se desarrollaban unos campamentos especiales (a los que ya hemos hecho referencia), dedicados a la formación de mandos.

Creemos que la crisis de la educación no es más que una crisis de educadores. Y por esta razón concedemos vital importancia a la formación de mandos, sobre todo de aquellos que han de convivir directamente con los muchachos, cual sucede precisamente en campamentos. El verdadero educador, más que enseñar, conduce estimulando. Para nosotros, se define en una persona de incontenible vocación que alberga en sí la llama de una fe en principios permanentes.130

Pero para la consecución de un Mando se hacían necesarias unas determinadas premisas. Era convicción que las condiciones del mando debían abarcar dos facetas: Las condiciones innatas, y el aprendizaje.

Sobre este particular, el Jefe Nacional, José Antonio Elola Olaso, escribió:

La primera condición es la obediencia. Cuando se ha aprendido a obedecer, se sabe mandar.

La segunda es el ánimo de servicio. Serás obedecido cuando tu orden entrañe ese ánimo o intención de prestar un servicio, en el que está el secreto de la voz de mando.

La tercera es la clarividencia. Ordena siempre lo más conveniente, no lo que más te apetezca; fácil es decir derecha e izquierda; lo delicado es saber de antemano el camino que conviene seguir.

La cuarta es la preocupación constante. Sé solícito con los camaradas que mandas. No eres Jefe tan sólo para dar la voz de mando, sino para aconsejar y guiarles; cuida a tus camaradas con el alma vigilante y estremecida, sintiendo en todo momento la responsabilidad del mando.

La quinta es el ejemplo, Manda, más que con voces, con el ejemplo. 131

Existen otras normas que, impresas o verbales, vienen a reforzar lo expuesto. Se puede leer en “Mando y Organización”132:

Las cualidades del Jefe deben ser:

Voluntad.- “Querer es poder”, dice nuestro viejo refrán, y la experiencia le da plena validez.

Respetabilidad.- Para que los demás te respeten empieza por respetarte a ti mismo. Las bufonadas, los vicios, el desaliño, y todo cuanto represente desprecio o insultos a uno mismo redundan en desprestigio.

Discreción.- El dejar hablar es siempre buena táctica, pues se adquiere conocimiento del hablador, advertencia de sus yerros y muchas veces luz y camino para la propia decisión.

Vitalidad.- Sólo la pompa decadente de Bizancio y el mundo burgués degenerado del periodo liberal han podido valorizar y admitir las Jefaturas de seres dotados de una buena máquina intelectual, aunque desconectada de sanos instintos vitales e instalada en cuerpos degenerados y sin vigor.

Debe buscarse un perfecto equilibrio, y aún fortaleza física, mediante una vida sana y ordenada que preserve los reflejos nerviosos en buen estado hasta edad avanzada. Huir en todo instante de todos aquellos seres con instintos pervertidos. Buscar, en suma, seres de limpia vitalidad.

Frialdad.- Se puede ser frío por control esforzado de sí mismo o frío por incapacidad de reacción. Lo primero será cualidad; lo segundo, defecto.

Espíritu de iniciativa.- El problema es gravísimo y requiere a todo trance una reeducación salvadora. No basta el progresivo avance deportivo para detener el daño, sino que precisa reconocer, primero, la llaga que nos intoxica y aplicarle toda clase de remedios. En primer lugar, destruyendo armatostes jurídicos, sistemas administrativos y toda clase de construcciones que ahogan y enrarecen el aire, o sea la vida misma. Y en segundo lugar, yendo a nuevos procedimientos educativos.

Quizá sea preciso crear una conciencia de desprecio social hacia el empleado con escalafón. Quizá convenga que la juventud acepta el riesgo del hambre alegremente, antes que prostituirse tras un innoble pesebre.

Firmeza.- Frente a los titubeos de las razones y a las consideraciones de la convivencia, frente a los ratones intelectuales que derrumban fortalezas, se yergue siempre el valor superior del hombre, que dice sí o no manteniendo su posición sin reparar en nada.

La firmeza se impone en todo, decía Napoleón. Y, en efecto, la experiencia nos enseña a cada uno, y la Historia a todos, que jamás el éxito sonríe en las vacilaciones.

Justo.- El mando no es una función unilateral, en la cual sólo interviene la decisión del jefe, sino que éste necesita de una colaboración y de un cierto asentimiento. Pues bien: el español admitirá un mando duro y todo lo que se quiera menos un Jefe injusto.

Corazón.- Sólo por rara excepción podrá ser Jefe un hombre sin corazón. La posesión de víscera cordial es condición precisa para que la confianza y el amor sean recíprocos.

Estos conceptos morales, además de los específicos de la mecánica campamental eran los que los aspirantes a mandos debían asumir en los cursos a los que voluntariamente se sometían.

Los campamentos se desarrollaban por niveles de enseñanza, del mismo modo que la práctica normal se hacía atendiendo a las edades y a la procedencia de los acampados. Así nos encontramos con cursos para Jefes de Escuadra, de Falange, de Centuria, de Acampada y de Campamento.

Si bien se diferenciaban unos de otros en la profundidad de los temas tratados, y aumentaba el número de materias conforme lo hacía el grado de titulación, eran comunes las enseñanzas de orden moral, primado por los extremos apuntados más arriba, en busca de hombres emprendedores, recios de temple, enteros, afanosos en el trabajo y en el cumplimiento de un deber133.

La cualidad del mando sería poco menos que imposible pretender explicarla. Se pretendía, como ya se ha explicado, imprimir un modo de ser, y esto, unido a la riqueza del idioma español, puede hacer interminable la explicación de las cualidades.

No obstante, vamos a repasar alguna de ellas134:

Fe.- Es la fe, con su inconmensurable potencial espiritual, lo único que puede hacer salvar todas las dificultades y orillar todos los obstáculos que continuamente se presentan al mando.

Ejemplaridad.- El superior es el espejo en que el inferior se mira, y si el espejo está rugoso, lo que se refleja en él aparece como un monstruo. Por eso habéis de tener virtudes, grandeza de espíritu y el alma limpia, diáfana.

Magnanimidad.- Por magnanimidad, el mando no puede considerar el ejercicio de su función como un medio para obtener poder, dinero u honores.

Abnegación.- El jefe necesita una buena dosis de abnegación porque su sacrificio no tendrá muchas veces la recompensa a que es merecedor.

Austeridad.- Sólo es verdaderamente digno de su jefatura aquel cuya conducta se basa en el respeto que nuestra persona merece, no sólo de los demás, sino también de nosotros mismos y que nos impulsa a obrar en todas las circunstancias con arreglo a las normas del honor.

Constancia.- Ha de ser mando, con su ejemplo, con su constancia a toda prueba, el que rebaje prudentemente las fogosidades que sea preciso y el que levante los ánimos decaídos ante las contrariedades inevitables en toda obra valiosa.

Clarividencia, iniciativa, serenidad, decisión, preocupación, ecuanimidad, justicia, respetabilidad, presencia… son otras tantas facetas que resultaban imprescindibles para poder ejercer el mando en el Frente de Juventudes.

Por otra parte, la abulia, la desconfianza en sí mismo, el egoísmo, la soberbia, la envidia, la temeridad, el nerviosismo, etc., son aspectos que todo mando de Juventudes debía desechar de su espíritu.

Y es que el mando era totalmente necesario para la existencia del Frente de Juventudes. Toda comunidad necesita unos guías; esta realidad era atendida, y de ahí el esmero en su formación.

Para finalizar la exposición de lo que debía ser el mando, una última cita135:

El mando no se define por señales externas (prominencia del maxilar, labios, finos, resolución en la voz, mirada agresiva, etc.), sino por la capacidad para unas funciones y unas misiones propias, en la medida en que es apto para persuadir al grupo y lograr que participe en un ideal; en la medida en que acierta a servirlo y conducirlo a la consecución de su meta, superando obstáculos.

Se trasluce un espíritu de superación y de colaboración, pero ¿cómo se insuflan?.

Los medios aplicados eran similares a los que se debían cumplir en los campamentos de flechas, pero corregidos y aumentados.136

En la última etapa, el mando debía reunir varias cualidades: Físicas, intelectuales y de personalidad. Dentro de la personalidad, apuntada como la de mayor importancia137, deben destacar la vitalidad, la estabilidad emotiva, la sociabilidad y la competencia práctica.

Las funciones capitales del mando serían prever, programar, organizar, mandar, coordinar, controlar y decidir.138

Las normas, la elección del mando, su clasificación como autocrático irritable, autocrático benevolente, apático, cooperador, coinciden en forma y en estilo con las de años anteriores, de donde se nutre la Organización Juvenil Española.

Turnos de la Organización Juvenil Española 139

Debían seguir unas normas, que anualmente se verían reeditadas en las publicaciones al efecto, con ligeras modificaciones, especialmente en la ordenación de los capítulos.

Parece evidente que los Campamentos que en las Falanges Juveniles correspondían a Escolares y Aprendices se ven englobados en los “Especiales de Iniciación”, habiendo desaparecido los Campamentos para Rurales.

También el léxico es distinto, que tiene su primera muestra en el cambio de “militante” de las Falanges Juveniles al de “afiliado” en esta última época.

Por lo demás, como ya he afirmado reiteradamente, se encuentran diferencias estructurales y políticas con la etapa precedente, si bien se aprovechan los métodos y los hombres.


Camping Juvenil,-

Un año después de nacer la Organización Juvenil Española, en el verano de 1961, nació como nueva modalidad, la enunciada.

La disciplina de las Falanges Juveniles había desaparecido, y el auge del turismo extranjero fomentaba otras prácticas campamentales que si tenían algo que ver con la pedagogía del Frente de Juventudes, lo era en virtud de que los practicantes de esta modalidad aplicaban la experiencia con sentido diverso al programado, pues si en principio les debía ser aplicada la misma disciplina que a los acampados, tenían completa independencia en el orden de actividades.

Bien es cierto que el Jefe de Campamento tenía potestad para autorizar la permanencia de estos “visitantes”, con lo cual, en no pocas ocasiones, la disposición pasaba a engrosar el número de órdenes, si no incumplidas, sí tamizadas por las prerrogativas que en última instancia tenía el mando.

Las normas relativas a esta modalidad eran las siguientes:

Podrán utilizar estas zonas de “camping” (usando sus propias tiendas, o las que a este efecto habrá montadas) todos los afiliados a la Organización Juvenil Española, con edades comprendidas entre los 17 y los 21 años, previa autorización de su Delegado Provincial respectivo, respaldada con el permiso paterno.

El afiliado, tanto en sus desplazamientos como durante su permanencia en el “camping”, usará el uniforme reglamentario e irá provisto del imprescindible equipo de acampada.

A su llegada al Campamento o Albergue se presentará al Jefe del mismo y, autorizada su estancia, podrá usar con entera libertad de su tiempo, constituyendo única obligación la de estar en el Campamento antes del toque de silencio.

Por su condición de afiliado a la O.J.E. estará bajo la disciplina del Jefe de Campamento o Albergue en tanto dure su estancia en el mismo. Por tanto, cualquier incorrección, acto de indisciplina o transgresión de las normas establecidas, será sancionado por el Jefe de Actividades, dando cuenta de ello, por escrito, al Jefe Provincial de la O.J.E. de quién depende el campista.

La duración de la estancia, en régimen de “camping” en un Campamento o Albergue, no podrá exceder de cinco días…140

Los Albergues, más aptos para ser utilizados como hotel, cubrieron parte de esta función que en Campamentos tenía un difícil encaje, salvo que los visitantes lo fuesen a título de colaboradores.

En cualquiera de los casos, a éstos visitantes se les conocía en el ámbito campamental como “tenias”.

No obstante, la realidad es que muchos de éstos “tenias”, acudían los fines de semana a los campamentos para prestar sus servicios en los mismos y disfrutar del ambiente campamental.

Siempre que fuesen a trabajar eran bien recibidos, y siendo así, el coste de su estancia corría por cuenta del campamento.





Métodos Educativos

Los métodos educativos utilizados por el Frente de Juventudes en general,  y por sus campamentos en particular. Abarcaban diversas facetas, cada una de ellas destacable por sí misma, aunque imposible de desarrollar sin las demás.

Sin atender al orden de valores de las mismas, podemos destacar las siguientes:

La canción

Respecto al Cancionero, tan rico a lo largo de todas las etapas del Frente de Juventudes, existen diversas publicaciones que, en distintos ámbitos, intentaron cubrir las necesidades de cada momento.

Siempre hubo una canción específica para cada momento de la vida, ya fuese de alegría o de tristeza. La muerte, el decaimiento, la lluvia, la noche, la novia, el compañero caído, la decepción política, el triunfo, la superación, y muchos otros aspectos de la vida individual y colectiva se han visto representados en el Cancionero de Juventudes.

Cada canción tenía su función; así nos encontramos con los himnos, las canciones de desfile, las marchas, canciones para el Fuego de Campamento, canciones regionales, canciones populares y otras, que podemos enmarcar en canciones de animación.

Sin alcanzar la importancia que, especialmente en la canción regional, alcanzó la Sección Femenina, se puede afirmar que el Frente de Juventudes no puede ser entendido sin la canción.

Recurriendo a los dos cancioneros de mayor importancia, “Cancionero de Juventudes” y “España es mi canción”141, podemos hacernos una idea de lo afirmado.

El primero de ellos da razón y analiza 165 composiciones distintas, mientras el segundo llega hasta las 245, sin abordar, en ningún caso, la totalidad del cancionero.

Es de destacar que estos cancioneros sufrían censuras con motivo del previsible advenimiento de la monarquía, ya que existían canciones que expresaban sin tapujos el profundo desprecio hacia esa institución, que consideraban “gloriosamente fenecida”.

Salvando el “Cara al Sol”, que es la canción propia de la Falange, el primer himno que es tenido como tal por el Frente de Juventudes es el “Prietas las Filas”, si bien no podemos olvidar el de las primeras J.O.N.S., que siempre fue asumido con brío.

Éste, conocido como “Himno de Combate”, apareció en “La Conquista del Estado”, con la firma del autor, Juan Aparicio, y al mismo le puso música José Guerrero Fuensalida.142

La violencia implícita en esta canción de guerra es suavizada por la aportación de otra multitud de canciones que sin ceder en el espíritu patriótico dulcificaba las formas, dando como resultado marchas como “La Hermana lluvia”, “Isabel y Fernando”, compuesta por Onésimo Redondo, y otras muchas.

Pero ciñéndonos al capítulo de los himnos, y en particular al himno de combate de la J.O.N.S., que se cantó hasta los últimos años, remarcar que, por lo general, hacen referencia a la españolidad, a la justicia y a una juventud fuerte que las ha de conseguir.

La letra aparecida en “La Conquista del Estado” es la siguiente:

JUVENTUDES DE VIDA ESPAÑOLA
Y DE MUERTE ESPAÑOLA TAMBIÉN,
HA LLEGADO OTRA VEZ LA FORTUNA
DE ARRIESGARSE A LUCHAR Y A VENCER.
SOBRE UN MUNDO COBARDE Y AVARO,
 SIN JUSTICIA, BELLEZA NI DIOS,
IMPONGAMOS NOSOTROS LA GARRA,
DEL IMPERIO SOLAR ESPAÑOL.
NO MAS REYES DE EXTIRPE EXTRANJERA
NI MÁS HOMBRES SIN PAN QUE COMER,
EL TRABAJO SERÁ PARA TODOS
EXIGENCIA, TRIUNFO Y DEBER.

NUESTRA SANGRE ES ETERNA Y ANTIGUA
COMO EL SOL, EL AMOR Y LA MAR.
POR LA GLORIA DE SIGLOS DE ESPAÑA
NO PARAR HASTA CONQUISTAR.

LA NACIÓN NOS ORDENAY MARCHAMOS
CON LA ALEGRE VIRTUD DEL PARTIR.
EL PASADO SE IMPONE A LA RUTA
QUE PRETENDE TENER PORVENIR.
EL PASADO NO ES PASO NI ES TRABA,
SINO AFÁN DE EMULAR LO MEJOR.
VIVIREMOS LA GESTA DEL HÉROE
CON ORGULLO SOBERBIA Y VALOR.
ADELANTE, MUCHACHOS REUNIDOS
POR LA LANZA Y LA FURIA DEL CID.
TRAS SU FAMA MARCHAD ADELANTE,
QUE LA RAZA PROSIGUE SIN FIN.143

Este himno sufrió una ligera evolución, estructurándose en siete estrofas y variando el ultimo verso de la tercera, que quedaba:

UN DERECHO MÁS BIEN QUE UN DEBER144

De la cuarta:

NO PARAR HASTA RECONQUISTAR144

Y la séptima que quedaba:

ADELANTE, MUCHACHOS, REUNIDOS,
TRAS LA FURIA Y LA LANZA DEL CID,
TRIUNFAREMOS POR NUESTRA GRANDEZA,
QUE LA RAZA PROSIGA SIN FIN144

Hasta la composición del Himno del Frente de Juventudes, el Prietas las Filas, los muchachos de la O.J. cantaban las procedentes de  las J.O.N.S y otras de su estilo. Entre ellas encontramos el Himno de la Bandera Gallega de la Falange, Las J.O.N.S., Flechas y Yugo de las J.O.N.S., Cadetes de las J.O.N.S., Si un camarada falangista, y la Canción del Falangista145. En todas ellas se hacía mención a las trincheras, al heroísmo, a la camaradería de los que luchaban, a los luceros, a la España Grande y Libre que soñaba José Antonio.

Aparte estas canciones de primera época, el motivo principal del cancionero es el flecha. Es en el año 1938 cuando con letra de J. Villanueva y música de A. Cabanas se compone la canción que inmediatamente sería asumida como himno, primero de la O.J., y posteriormente del Frente de Juventudes.

El himno en cuestión, el Prietas las Filas, dice así146:

PRIETAS LAS FILAS
RECIAS, MARCIALES,
NUESTRAS ESCUADRAS VAN,
CARA AL MAÑANA
QUE NOS PROMETE
PATRIA, JUSTICIA Y PAN.

MIS CAMARADAS FUERON A LUCHAR,
EL GESTO ALEGRE Y FIRME EL ADEMÁSN;
LA VIDA A ESPAÑA DIERON AL MORIR,
HOY GRANDE Y LIBRE NACE PARA MÍ.

LÁNZATE AL CIELO,
FLECHA DE ESPAÑA,
QUE UN BLANCO HAS DE ENCONTRAR;
BUSCA EL IMPERIO
QUE HA DE LLEVARTE
POR CIELO, TIERRA Y MAR.

YA LAS BANDERAS
CANTAN VICTORIA
AL PASO DE LA PAZ;
YA HAN FLORECIDO,
ROJAS Y FRESCAS,
LAS ROSAS DE MI HAZ.147

Contrariamente a lo que se cita, tanto en el Cancionero de Juventudes como en España es mi Canción, la primera referencia al que fue himno del Frente de Juventudes no se encuentra en la obra anónima Marchas y Montañismo, sino en otra anterior, también anónima: Marchas y Canciones, editada en Madrid en 1940.

Otros himnos de solera son, por ejemplo, En pie, flechas de España, de Agustín de Foxá, Canto de la División Azul, de J.M. Alfaro y el maestro Tellería, Arriba España, etc.148

De entre ellas es interesante destacar el que fue himno de Arma del Aire149.

SOBRE CAMPOS Y TRINCHERAS,
COMO ESTRELLAS MATINALES,
CRUZAN ALAS NACIONALES
DEL IMPERIO MENSAJERAS.

AL REFLEJO DEL RADIANTE SOL
BRILLÓ EL CIELO ESPAÑOL
CON LUCES DE VICTORIA,
MIENTRAS TRIUNFA
EN SU ESMALTADO AÑIL
LA AUDACIA JUVENIL
FORJANDO NUEVA HISTORIA.

UNA, GRANDE, LIBRE E INMORTAL,
SURGES, VIEJA PATRIA, DEL DOLOR,
PRODIGIO REDENTOR
DEL MUNDO OCCIDENTAL.

ARMA IMPERIAL DEL CIELO
TU ALUCINANTE VUELO
SOBRE LOS BRAVOS QUE ACOMPAÑA,
CON DECISIÓN SABE ATACAR
HASTA VENCER.

HONOR A LOS UNGIDOS,
POR CLARA FE ASCENDIDOS
AL PURO AZUL QUE NADA EMPAÑA;
SU INSPIRACIÓN PUDO VOLAR Y RENACER.

¡EN VUELO AVIADORES!
YA RUGEN LOS MOTORES
CON ECO REGIO
¡ARRIBA ESPAÑA!
CLARO CLARÍN, LIMPIO VIBRAR, AMANECER

Más adelante, ya en el año 1943, el cancionero fue ampliado considerablemente, tanto con nuevas aportaciones de carácter netamente político o juvenil, como dando colorido a los himnos de las distintas armas del ejército. Así nos encontramos con el Himno de la Escuela Naval Militar, el Himno de los artilleros, el Himno de la Academia de Ingenieros, el Himno de la Guardia Civil150

Si bien los himnos jugaban un papel importante en el Cancionero, es conveniente tener en cuenta que sólo eran contados en momentos muy determinados. Para las demás ocasiones, prestaban su servicio las marchas, que si bien guardaban un estilo acorde con la disciplina del Frente de Juventudes, no eran para ser cantadas a pie firme, sino más bien para ser cantados, silbados o tarareados durante la marcha.

Entre aquellos es destacable el Himno de Campamentos, SURGIDO EN EL Campamento Ordoño II, de Riaño (León), creado por Félix Tellería y Anselmo Redondo151, cuya referencia más antigua se encuentra en Enero de 1945152.

EN MARCHA LAS CENTURIAS
CON PASO FIRMA VAN;
EN SUS LABIOS VIBRA
UNA CANCIÓN PRIMAVERAL.

POR RUTAS IMPERIALES,
FORJAN CON AFÁN
LA ESPAÑA INMORTAL.

CAMPAMENTOS JUVENILES,
CON LA ENSEÑA REDENTORA DE LA CRUZ
Y AL VIENTO NUESTRAS BANDERAS,
SON DE LA PATRIA LA LUZ.

CAMARADAS, SIEMPRE ALERTA ESTAD,
Y A NUESTROS CAIDOS SIEMPRE RECORDAD,
CAUDILLO, A TI TE JURAMOS SEGUIR;
EN HAZ UNIDOS LUCHAREMOS HASTA EL FIN.

CAMARADAS, SIEMPRE ALERTA ESTAD,
Y A NUESTROS CAIDOS SIEMPRE RECORDAD.
¡FRANCO!, A TI TE JURAMOS SEGUIR
HASTA LA VICTORIA O MORIR.

En los años 60-70 la letra de esta canción era modificada donde dice Franco y Caudillo, sustituyendo ambos sustantivos por Falange, y manteniendo el resto de la letra tal como figura transcrita.

Otra marcha que quiero destacar es En Marcha, Campamento o Pasa la Juventud.

Esta canción se escuchó por primera vez en el I Curso de Iniciación Coral, celebrado en la Escuela de Capacitación Social de Trabajadores de Madrid en Julio de 1960, y marca el eslabón entre la época de las Falanges Juveniles y la O.J.E.153

Es curioso el hecho de que hasta 1963 no fuese impresa por el Departamento de Cultura, no encontrándose por tanto reflejada en el Cancionero de 1962.

En definitiva, esta marcha anima a los acampados a desperezarse y a conocer la Patria, para de esa forma saber amarla mejor.

La letra es como sigue:

EN MARCHA, CAMPAMENTO,
EL DIA VA EMPEZAR;
EN MARCHA COMPAÑEROS,
QUE EL SOL ALUMBRA YA.

SEREMOS LOS PRIMEROS,
SI EMPEZAMOS A CANTAR;
DAME TU VOZ, AMIGO,
Y JUN TOS ECHEMOS A ANDAR.

VEREMOS LAS MONTAÑAS
Y RIOS AL PASAR;
AL CONOCER LA PATRIA,
MEJOR LA HEMOS DE AMAR.

ALEGRES MARCHAREMOS,
FIRMES BAJO EL AZUL;
ABRIDNOS TODOS PASO,
¡PASO A LA JUVENTUD154

Otra canción destacable que se encuentra en la misma tónica es Somos Héroes o Marchando, cuya letra es la que sigue:

SOMOS HÉROES DEL MAÑANA
LLENOS DE FE Y DE ILUSIÓN
Y EN NUESTROS PECHOS ARRAIGA
EL MÁS NOBLE Y PATRIO AMOR

SOMOS CAMISAS AZULES
DE LA FALANGE IMPERIAL
VENIMOS DE CAMPAMENTO
CON PASO ALEGRE Y MARCIAL.

MARCHARD, MARCHAD
MARCHAD, MARCHAD, MARCHAD,
SEMBRANDO PAZ Y AMOR

MARCHAD, MARCHAD,
MARCHAD, MARCHAD, MARCHAD,
POR LA RUTA IMPERIAL.

LA HERENCIA QUE ME DEJARON
MIS HERMANOS AL CAER,
SON LAS CONSIGNAS DE LUCHA
POR EL NUEVO AMANECER

¡ARRIBA ESPAÑA!, GRITEMOS,
QUE ES CONSIGNA JUVENIL,
POR ESPAÑA, LUCHAREMOS
HASTA VENCER O MORIR.

Esta marcha tiene una réplica, con la misma música, de origen desconocido, que se cantaba en la Organización Juvenil Española en los años sesenta.

Es la siguiente:

SOMOS MANADA DE LOBOS
QUE VAMOS AL COMEDOR
Y EN NUESTRAS MANOS LLEVAMOS
LA CUCHARA Y EL TENEDOR

¡ARRIBA EL CHUSCO!, GRITEMOS
QUE ES CONSIGNA JUVENIL,
POR EL CHUSCO, LUCHAREMOS
HASTA VENCER O MORIR.

COMER, COMER,
COMER, COMER, COMER,
COMER CON GANAS ES LO MEJOR

ESTE CHUSCO QUE NOS HAN DADO
ES MAS DURO QUE UN PEÑÓN.
NOSOTROS NOS LO COMEREMOS
AUNQUE NOS CUESTE UN RIÑÓN.

¡ARRIBA EL CHUSCO!, GRITEMOS,
QUE ES CONSIGNA JUVENIL,
POR EL CHUSCO, LUCHAREMOS,
HASTA VENCER O MORIR.

A pesar de las etapas que conoció el Frente de Juventudes, el espíritu, y como no, el Cancionero, se mantuvo siempre, pero no estático, sino dinámico.

Como muestra de la buena salud que mantenía el viejo espíritu, podemos referirnos a una canción de la O.J.E. que recoge los mismos ideales defendidos en las ya primitivas Falanges Juveniles de Franco.

Esta canción es Me gusta lo difícil, cuya letra es la siguiente:

AL MARCHAR,
CON UN CISNE PLATEADO VOY,
Y CON TODOS SIEMPRE ALEGRE ESTOY.

CAMARADA, JUVENTUD Y AMOR;
TE DOY LA MANO CON MI CANCIÓN.

Y AL MARCHAR,
MEGUSTA LO DIFICIL CUANDO EMPIEZO A CAMINAR,
MARCA EL UN DOS TRES,
QUE YA LO HACES BIEN.

ME GUSTA LA AVENTURA DEL CAMINO SIN ANDAR,
QUE YA LO HACES BIEN,
OTRA VEZ.

SERVIR A LO DIFÍCIL NO ES DIFÍCIL COMO VES,
TODO ESTÁ EN PISAR
FUERTE AL CAMINAR.

CUMPLIR LO PROMETIDO AUNQUE VUELVAS A CAER,
TODO ESTÁ EN VOLVER
A EMPEZAR.

AL MARCHAR…155

Pero no todo fueron himnos y marchas; existieron otras canciones de carácter festivo, y otras que expresaban la disconformidad de unos muchachos educados en unas directrices políticas que no tenían reflejo en la realidad cotidiana.

José Luís Alcocer nos recuerda una canción que se cantaba en Covaleda tras la visita de D. Juan Carlos de Borbón.156

Pero esta canción no se cantó sólo en Covaleda, sino que se transmitió verbalmente durante muchos años. Tenía varias versiones, pero en resumen, todas se dirigían contra la futura (actual) monarquía, que representaba el resurgir de funestos tiempos para la Historia de España.

La radical obsesión antimonárquica del Frente de Juventudes, ponía ribetes cómicos a un futuro que adivinaban, y lo hacían como sigue:

DE PORTUGAL HA VENIDO
DE PORTUGAL HA LLEGADO
UN PRINCIPE MUY BONITO
QUE SE LLAMA JUAN CARLOS

A LA ESTACIÓN DE DELICIAS
SALIERON A RECIBIRLE
LA ARISTOCRACIA ESPAÑOLA
ENTRE DOS GUARDIAS CIVILES

DUQUE ERA EL MAQUINISTA
MARQUÉS ERA EL REVISOR
Y LA MUJER DE LIMPIEZA
LA PRINCESA DE BORBÓN

EL QUE QUIERA UNA CORONA
QUE SE LA HAGA DE CARTÓN
QUE LA CORONA DE ESPAÑA
NO ES PARA NINGÚN… BORBÓN

La última estrofa podía tener multitud de variantes, dependiendo de la inventiva de quién cantaba la mayor o menor amplitud de la canción.

Rondando el mismo tema destaca otra canción, también profundamente arraigada, en la que se glosan a grandes rasgos las inquietudes de la Falange.

Su letra es la siguiente:

VIVA, VIVA, LA REVOLUCIÓN
VIVA, VIVA, FALANGE DE LAS JONS

FUERA, FUERA, FUERA EL CAPITAL
ARRIBA, ARRIBA, EL ESTADO SINDICAL

QUE NO QUEREMOS,
REYES IDIOTAS
QUE NO SEPAN GOBERNAR

LO QUE QUEREMOS
E IMPLANTAREMOS
EL ESTADO SINDICAL

Normalmente, y sin solución de continuidad, se cantaba:

EL QUE QUIERA UNA CORONA…

En 1969,  cuando se votó el Referéndum de Sucesión a la Jefatura del Estado, que coincidió en el tiempo con el éxito mundial del conjunto Viva la Gente, se hizo popular otra canción con la música de Viva la Gente, y que decía:

VIVA JUAN CARLOS
NOS LO ACABAN DE PONER

VIVA JUAN CARLOS
AUNQUE NO NOS CAIGA BIEN

CON MÁS GENTE A FAVOR DE REYES,
CON ÉSTA MIERDA DE REY
TENDREMOS MUCHA MENOS JUSTICIA
Y MÁS GENTE DEL OPUS DEI

No había mucha simpatía hacia el Opus Dei. Esta antipatía estaba motivada por la presencia de miembros del mismo en algunos gobiernos de la llamada Tecnocracia. No obstante, transcurridos los años, muchos militantes del Frente de Juventudes han acabado recalando en esta institución, ya que, a la postre, es donde han encontrado el espíritu que les fue infundido en el Frente de Juventudes.

En 1972 fue compuesta otra canción157, que con el nombre de La Verdadera Historia era escuchada veinte años después en los últimos reductos de la O.J.E.. Con música prestada, su texto, pobre en poesía, era como sigue:

EN NOMBRE DE ESPAÑA Y SU PUEBLO
HACE AÑOS UN JOVEN SURGIÓ
LE SIGUIÓ TODO AQUEL QUE QUERÍA
LA JUSTICIA Y SER ESPAÑOL

EGOÍSMO ESCONDÍA LA DERECHA
BAJO EL NOMBRE DE PATRIA Y DE DIOS
SE OLVIDABA DE DAR LA JUSTICIA
QUE MERECE TODO TRABAJADOR

BUSCANDO EL PAN DE SUS HIJOS
AL BURGUÉS, EL OBRERO SE ALZÓ
LA IZQUIERDA, SECTARIA Y RENCOROSA
DESPIADA AL OBRERO UTILIZÓ

UNIENDO PATRIA Y JUSTICIA
SUPERANDO TODA DIVIÓN
LA MEJOR JUVENTUD SINDICALISTA
FUNDÓ FALANGE DE LAS JONS

FALANGE ARRASTRABA JUVENTUDES
QUE QUERÍAN UNA ESPAÑA MEJOR,
PERO ESTABA AQUELLA SIN JEFES
UNOS MUERTOS Y HEDILLA EN PRISIÓN

LA DERECHA TEMIENDO AQUELLA FUERZA
A JOSE ANTONIO NO QUISO SALVAR
NOS QUITÓ NUESTRAS FLECHAS Y EMBLEMAS
PARA EL PUEBLO ESPAÑOL UTILIZAR

AQUÍ ESTÁN LAS NUEVAS JUVENTUDES
QUE BUSCANDO LA VERDAD Y EL HONOR
HAN LIBERADO LA REBELDE BANDERA
PARA ENTREGARLA AL PUEBLO ESPAÑOL

En cuanto al otro caudal poético, sin adjetivos, encontramos también multitud de referencias que forman, en igualdad de condiciones, en el Cancionero Juvenil.

Si nos atenemos en principio a las canciones propias del Fuego de Campamento, se pueden encuadrar todas las no detalladas hasta aquí, si bien este tipo de actividad campamental se prefería canciones desenfadadas que diesen pie a un desbordamiento de alegría.

De entre ellas, y a modo de ejemplo, podemos recurrir a Eugenia de Montijo, Desiderio, y un largo etcétera.

Alguna de ellas es muy conocida, como la siguiente158:

MI BARBA TIENE TRES PELOS
TRES PELOS TIENE MI BARBA
SI NO TUVIERA TRES PELOS
YA NO SERÍA MI BARBA

Otra que también alcanzó éxito era Pirulápiz, cuya letra es como sigue:159

EN ESTE CAMPAMENTO
PIRULA,
EN ESTE CAMPAMENTO,
PIRULA,
HAY UNA CENTURIA,
RAS CON RAS, PIRULAPIZ,
TENGO UN LÁPIZ, RAS CON RAS,
HAY UNA CENTURIA,
SE LLAMA SAN FERNANDO,
PIRULA,
SE LLAMA SAN FERNANDO,
PIRULA,
Y ES LA QUE ZURRA,
RAS CON RAS PIRULAPIZ,
TENGO UN LÁPIZ, RAS CON RAS,
Y ES LA QUE ZURRA.
UN BUEN ARQUERO VALE
POR SIETE FLECHAS.
LO DICEN LAS CHAVALAS
Y SUS ABUELAS. RAS…

También el Fuego de Campamento era idóneo para ensayar habaneras; las más famosas, La Bella Lola, Adiós – adiós, Linda Batelera, Hawai – Hawai, Salí de la Habana160.

En cuanto a las canciones regionales, si bien la tarea de investigación era llevada por la Sección Femenina, con probada eficacia, no es menos cierto que el Frente de Juventudes colaboraba en la tarea de difusión. Así, desde el primer momento encontramos canciones dedicadas a cada región.

En el manual de Marchas y Canciones, publicado en 1940, se recoge un importante número de canciones regionales que se va viendo ampliado en sucesivos cancioneros, dando muestra de los frutos obtenidos en las tareas de investigación antes citadas.

En estos programas, lógicamente, no se olvidaba ninguna región española, como a continuación podemos observar.

Andalucía, evidentemente, se ha visto muy reflejada en el cancionero del Frente de Juventudes; no en vano, y en particular Granada, tuvo el frente de batalla tan sólo a quince kilómetros del centro de la ciudad, y los muchachos de la O.J., realizaban sus campamentos de verano en lugares que pueden ser calificados de segunda línea de fuego.161

Una canción andaluza destacable es La Petenera162.

SI LLEGA HASTA TI UN SUSPIRO,
NO PREGUNTES DE QUIÉN ES,
PETENERA DE MI VIDA,
PORQUE YA TE LO DIRÉ,
SI LLEGA HASTA TI UN SUSPIRO.

SON TUS OJOS, MORENA MÍA,
LLEVAN PLEITO CON EL SOL,
PORQUE EL SOL ES UNO SOLO,
TUS OJOS DOS SOLES SON.

COMO QUIERES QUE TE QUIERA,
SI TODO EL MUNDO LO SABE,
TIENES EL PLEITO PERDIDO,
CONMIGO QUIERES GANARLE.

LA FRUTA QUE MÁS ME GUSTA,
EN INVIERNO Y EN VERANO,
ES HACERTE UNA VISITA
POR LA MAÑANA TEMPRANO.
LA FRUTA QUE MÁS ME GUSTA.

Con Andalucía, y abordando temas puramente de labradores, propios de estas tierras de España, nos encontramos con Extremadura, Castilla y León.

SEGADOR QUE VES LA LIEBRE163

SEGADOR QUE VES LA LIEBRE
CORRIENDO ENTRE LAS GAVILLAS,
SAL A SU PASO SI PUEDES
Y CÓRTALE LA CORRIDA.

LA LIEBRE, LA LIEBRE,
SALIR A SU ENCUENTRO,
LA LIEBRE, LA LIEBRE,
QUITARLE EL PELLEJO.

EL ALCALDE DE SEQUEROS
LE DICE AL DE CAÑIZARES
QUE LAS LIEBRES DE SU PUEBLO
SE LE COMEN LOS TRIGALES.

LA LIEBRE, LA LIEBRE… ETC.

Veamos algunos ejemplos del cancionero de las demás regiones.

GALICIA

AIRIÑOS D’A MIÑA TERRA164

AIRIÑOS D’A MIÑA TERRA,
AIRIÑOS D’O MEU LUGAR,
AIRIÑOS, AIRIÑOS, AIRES,
AIRES VIDEME BUSCAR.

AGORA QUE M’EN HEI DIR
AS PEDRIÑAS CHORARAN
CHORARAIS, PEDRIÑAS, A NOITE,
QUE ME VOU PO LA MAÑAN.

CANTA, CANTA, PAXARIÑOS
TAMEN DE MOZO CANTEI;
INDA A CANTAR COMENZADES
EN DE CANTAR ACABEI.

ADIOS RIOS, ADIOS FONTES,
ADIOS AGUAS DE BEBER,
ADIOS CASA DE MEUS PADRES,
CAND’A VOLVEREI A VER.

CATALUÑA

MUNTANYES DEL CANIGÓ165

MUNTANYES DEL CANIGÓ
FRESQUES SON I REGALADES
SOBRE TOT QUAN ES ESTIU
QUE LES AIGÜES SON GELADES (BIS)

SIS MESOS M’HI SOM ESTAT
SENS VEURE PERSONA NADA
SINO UN ROSSINYOLET
QUE EN EIXER DEL NIU CANTAVA.








VALENCIA

LA MEUA XIQUETA166

LA MEUA XIQUETA
ES L’AMA DEL CORRAL I DEL CARRER
DE LA FIGUERA DE LA PARRA
I LA FLOR DEL TARONGER

EL TÍO PEP

EL TÍO PEP S’EN VA A MURO               )
TIO PEP          )  BIS

DE MURO QU’EM PORTARÁ           )
TIO PEP, TIO PEP, TIO PEP, TIO PEP      )  BIS

UNA TARTANA I UN BURRO           )
TÍO PEP           )  BIS

PER ANAR A PASEJAR           )
TIO PEP, TIO PEP, TIO PEP, TIO PEP      )  BIS

EN PUJAR UNA REVOLTA           )
TIO PEP           )  BIS

LA TARTANA S’HA VOLCAT           )
TIO PEP, TIO PEP, TIO PEP, TIO PEP      )  BIS

TE DOS COSTELLES TRENCADES        )
TIO PEP          )  BIS

I L’AN DUT A L’HOSPITAL          )
TIO PEP, TIO PEP, TIO PEP, TIO PEP     )  BIS


MALLORCA

TONADA DE S’ETSECAIDA167

JO ESTIC DAMUNT UN CIMAL
ES MES ALT DE S’OLIVERA
FEIS PREGÀRIAS AMOR MEVA
QUE SI CAIZ NO’M FACI MAL

ES POBRE ESSECAIADOR
TE SA VIDA MOLT LLEUGERA
PER AIXÓ PER ELL ESPERA
LA SEVA EXTREMAUCIOR.


CANARIAS

OTRO ESTILO168

AYER LE DIJE A TU MADRE
QUE CONTIGO HE DE CASARME
ELLA ME DIJO QUE NONES
Y YO LE DIJE QUE PARES


VASCONIA

AURTXO TXIKIA169

AURTXO TXIKIA NEGAREZ DAGO
AMAK ESANAZ LO EITEKO
AITA GAIZTOA TABERNAN DAGO
PIKORO JOKOLARIA.

AURTXO TXIKIA NIK ZURETZAL
OPILAZUTAN DAARAUTZAK
BERE ERDIA EMANGO DIZUT
BESTE ERDIA NERETZAT

Canciones para todo; cada tema tenía su canción, y a su través, una intencionalidad educativa. No existió campamento en el que no se explicase la importancia de la canción.

Como todo en el frente de Juventudes, la canción tenía sus normas. El cómo, el qué y el para qué se canta, es tema de una lección, de la misma categoría que pudiera ser la botánica en un campamento específico del tema, o la forma de plantar un pino en los campamentos de repoblación forestal. Con una salvedad: el tema de la canción estaba presente en ambos campamentos, en las marchas, en las concentraciones, en las reuniones, en los viajes… siempre la canción precedía la llegada de las centurias del Frente de Juventudes.

Cómo se canta

La mejor forma para cantar es de pie o sentado, manteniendo el tórax erguido y la cabeza elevada. Caminando, también la posición es buena.

Por lo general, la repercusión física en la marcha se logra mejor cantando, pues la respiración es automáticamente rítmica.

Vale la pena comprobar que no se canta bien con los labios fruncidos, ni con los dientes apretados, ni con la barbilla caída, ni con la garganta bloqueada. Tampoco se podrá cantar bien si se está distraído. En todo caso no confundir cantar con gritar. Comprobado está que el que más grita es el que menos sabe.

Qué se canta

Cada himno, cada marcha, cada canción de la O.J.E. es una:
lección de historia
exaltación patriótica
consigna política
promesa de servicio
compromiso de honor
recuerdo de los caídos

Para qué se canta

Son varios los objetivos de la canción:

ejercita la atención
mejora la vocalización
educa el oído
ensancha la cavidad torácica
ensaya la convivencia170

La canción, en definitiva, no es un instrumento de relleno ni fácil accesorio de los Campamentos, sino que desarrolla un papel determinante en el programa educativo del Frente de Juventudes.




Escuadrismo y camaradería


La vida interna de los Campamentos puede interpretarse como un constante ensayo de sociabilidad; toda la vida campamental giraba en torno a esa formación, a una voluntad de constante superación que debía redundar en beneficio, no sólo individual, sino colectivo, a través de la escuadra, del pelotón o de la centuria.

En el momento de pisar el terreno del Campamento, los acampados tenían una primera obligación: formar las escuadras.

Estas escuadras, que se procuraba estuviesen compuestas por muchachos de una misma localidad, con objeto de iniciar una amistad duradera, no se aislaban del resto, ya que las relaciones con las demás escuadras eran constantes, y no sólo de carácter competitivo.

Una vez organizadas, sus miembros debían confeccionar un reglamento interno que todos los miembros se comprometían a cumplir, existiendo graves sanciones para aquellos que transgredieran aquello que de una forma que podemos calificar como democrática, habían decidido entre todos, pues, como era norma, había que combinar la camaradería con la mayor inflexibilidad en la disciplina.171

Las graves sanciones citadas eran del orden siguiente:

Hablarle de Vd.(al castigado) durante 24 horas.
Hacerle dormir en el suelo.
Hacerle aprender un capítulo de “El Coyote” para decirlo en el Fuego de Campamento.172

Castigos que, por otra parte, revestían gravedad, si tenemos en cuenta que el tuteo era norma esencial de camaradería.

Señalemos, además, que el hecho de la camaradería era repetido constantemente; los camaradas… deben ser constante ejemplo de entrañable camaradería y abnegada preocupación para con sus compañeros, procurando ayudarles con afectuosa solicitud, evitando hacer aquellas cosas que puedan molestarles, y sobre todo teniendo especial cuidado con las bromas que se gastan173.

El hecho de vivir con otros muchachos, de relacionarse continuamente, estaba encaminado a una formación de espíritu juvenil; vivir en compañía de otros nos obliga a adoptar un especial cuidado en nuestro comportamiento… Una buena formación de la persona lleva consigo una actitud de permanente consideración y respeto hacia los demás; no permite que sea el egoísmo o el capricho quién domine; ni que nuestros impulsos salgan espontáneos, sin tener en cuenta que somos parte de una comunidad que exige atención y cuidado.174

A este respecto son multitud las citas de manuales a las que se puede recurrir, pero quiero hacer referencia tan sólo a dos que, separadas en el tiempo, nos muestran la perdurabilidad del estilo:

El buen falangista sabe ganar con nobleza y perder con elegancia. No olvides que juegas con camaradas y no incurras por tanto en falta de estilo.175

La vida normal de nuestro mundo pide, cada vez más, la cooperación. El individuo aislado nada logra. La división del trabajo señala a cada cual su parcela para que la cultive con esmero. La acción de cada individuo, coordinada con la de los demás, origina que el éxito y el progreso se den en el grupo. Los inadaptados y los rebeldes, que no saben colaborar y quieren ser ellos solos los que hagan todo, pierden. El aislamiento no conduce a ninguna meta en nuestra civilización. Hoy es el “nosotros” lo que vale y no el solitario “yo”.176

Máximas como la prestación de ayuda a quién lo precise, así como la admiración por los méritos ajenos, son extremos que atraen la atención de los manuales de acampado.

La persecución al individualismo, por tanto, era patente, y lo era, basándose en la doctrina política que inspiraba a la organización juvenil: la Falange.

El punto 16 de la Norma Programática joseantoniana reza así: Todos los españoles no impedidos tienen el deber del trabajo. El Estado Nacionalsindicalista no tributará la menor consideración a los que no cumplan función alguna y aspiren a vivir como convidados a costa del esfuerzo de los demás177

Este mismo extremo se ve reflejado en los 12 puntos de la O.J. El punto 9 dice así: Ser Nacional-Sindicalista significa no tener contemplaciones con privilegiados injustos. Luchamos por la Patria, el Pan y la Justicia.178

Estos constantes ataques a los privilegiados, al individualismo que los provoca, abocaban a la formación de grupos juveniles, tipo patrulla de los Boy Scouts que, con el nombre de escuadra agrupaba a seis o siete muchachos que, libremente, elegían de entre ellos el jefe que los mandaría en adelante.

El escuadrismo, por tanto, no es una forma casual de agrupar a los acampados, sino una forma estudiada de hacerlo.

En la escuadra, el muchacho colaboraba activamente en su propia formación, ya fuese en la redacción de su propio estatuto, en la creación artística, etc., concretando la responsabilidad de cada cual con respecto a sus compañeros, así como colectivamente.

Es, en definitiva, la aplicación de una pedagogía activa, donde los educandos colaboran en su propia formación.

Por eso mismo, la estructura de la escuadra no era variada u ordenada al gusto de algún mando superior, porque la escuadra debe ser un  pequeño grupo con individualidad y fisonomía propia. Para ello es necesario que los escuadristas tengan el tiempo necesario para compenetrarse mutuamente, siendo un gran error proceder constantemente a modificar los componentes de una escuadra.179

Finalmente, un artículo de Manuel Parra Celaya nos marca el espíritu de la escuadra:

La escuadra debe ser la unidad vital en nuestras filas. Una comunidad de afanes, de sacrificios, de alegrías, de SERVICIO.180


Ejemplaridad

Si esencial era la camaradería y el escuadrismo, la ejemplaridad no puede entenderse fuera de aquel contexto.

Como se apunta en Ciudades de Lona181, lo más importante del mando es dar ejemplo con su conducta en todos los actos; el Jefe de Campamento se levantará el primero y se acostará el último, vigilando contantemente el cumplimiento de las misiones señaladas a cada servicio. Velará de una manera extremada y constante la utilización y conservación del material a su cargo. Dará constante ejemplo, hasta en los más mínimos detalles de su vida diaria, sin abandonar el recinto del Campamento excepto cuando los acampados salgan de marcha, a los que acompañará.

Esa ejemplaridad debía reflejarse en la actuación diaria, y empezaba con el tuteo generalizado, con una vestimenta igual para todos (mandos y acampados), y cumpliendo servicios del mismo modo el flecha que el mando del campamento.

Esto, y el reconocimiento de las responsabilidades de los mandos, debía forzar el espíritu del acampado, y es que los Campamentos debían ser escuelas de vida, en donde la juventud española adquiera, con el diario quehacer, el hábito de un modo de ser en todas las ocasiones de actuar como miembro de una comunidad… el mando de campamento está mucho más sujeto a observación a lo largo de la duración del turno que nadie, y de ahí la necesidad de que la preocupación para que nuestro comportamiento sea siempre limpio y ejemplar deba constituir casi una obsesión en todos.182

Por su parte, la Delegación Nacional exigía a los mandos una ejemplaridad total en las virtudes personales; por ello no puede ser mando ni director de juventudes quién no sea lo que predica183

Y como era hábito, este tipo de consignas se repetían hasta la saciedad. De aquí que, en el Decálogo del Mando de Campamentos ya citado184, se insertasen una serie de consignas de obligado cumplimiento por parte de los mandos:

Mandar es servir.
Al Jefe no se le perdonan ni los pecados leves. En esto, el subordinado es exigente.
El mejor jefe de juventudes es aquel cuyas órdenes son sus propios ejemplos.

El mando no tenía previsto asistir a un campamento con voluntad de holgar.

El primero en el sacrificio: el jefe.

Este espíritu, evidentemente, tendía a la creación de conceptos firmes de entrega y servicio a los acampados que, generalmente, admiraban a sus superiores.


Estímulo.-

Una de las consecuencias de la recta utilización de las consignas de escuadrismo es la posibilidad de obrar intensamente por el estímulo, sin caer en el peligro de fomentar el egoísmo o la soberbia.

Juzgamos interesante para los mandos la manera de lograr un sano e intenso estímulo en todas las actividades del Frente de Juventudes, equivalente al afán de superación que caracteriza a todo verdadero falangista.

Para lograr dicho estímulo se utilizan en los campamentos y en las escuadras del F.J.F., en general, las competiciones y puntuaciones.185

Estas puntuaciones lo eran en orden a la limpieza de la tienda, la limpieza personal, la decoración del terreno de la escuadra, las posiciones obtenidas en las competiciones deportivas, etc.

Los resultados obtenidos se leían públicamente a la hora de arriar banderas, y se otorgaba a la escuadra vencedora la custodia del banderín acreditativo, participando su jefe, directamente, en el acto de arriar banderas.

Los premios no acostumbraban a verse reflejados en valores materiales, sino a menciones como la citada. Como regla general, se debe proscribir toda recompensa individual, así como todas aquellas que consistan en relevar a la unidad o individuo premiado de un servicio reglamentario y normal (turnos de guardia, asistencia a los actos y reuniones). Para nosotros, el servicio es un honor, y, por tanto, no tiene cabida un premio que consistiría en quitar dicho honor186.

Este mismo espíritu lo vemos reflejado en diversas ocasiones. Sin embargo, se atiende a las puntuaciones negativas, ya que el mayor mérito y el máximo honor de un militante de las F.J.F., es serlo, y no existen puntuaciones ni premios que puedan igualarse a semejante honor.187

El ascetismo, la exigencia, la voluntad, son conceptos que impregnan la vida campamental, hasta utilizarlos como argumentos del estímulo.

Este extremo, difícilmente asumible desde otra óptica, era entendido como lógico por los acampados, según manifestaciones personales de quienes conocieron la vida campamental,

La comodidad era un concepto que no acababa de ser entendido; el héroe lo es por haber superado una gran dificultad, no por haberse hundido en un cómodo y mullido sillón; esta era la lógica entendida, y la vida campamental un camino para aplicarla.


Iniciativa

Ya hemos visto las actividades desarrolladas y encaminadas a la preparación de los acampados, en lo relativo al espíritu de supervivencia, con enseñanzas tales como la construcción de sombrajos, zanjas de desagüe, orientación, etc.

A partir de aquí, donde se daban unas bases para la supervivencia, se encuentra presente la libertad de actuación en la pedagogía del Frente de Juventudes.

La formación incesante y continua de Mandos, mal puede concebirse si no es haciendo inteligente y constante uso de los procedimientos educativos que conducen a la formación de la personalidad en nuestro sentido español y católico. No puede conducir ni entusiasmar a los demás quién no tiene una recia personalidad188

Este concepto activista de la formación se ve constantemente plasmado… poco aprende la juventud de la experiencia de los mayores si no se consigue que ella misma “viva” esta misma experiencia189… Sería absurdo pretender que un niño aprendiese a andar sin caerse y darse muchos coscorrones190.

La iniciativa era condición exigida… En una buena centuria no solamente se aceptan, sino que se piden las iniciativas de las escuadras, considerándose insuficiente que se contenten con obedecer cumpliendo tal vez a la perfección las órdenes que reciben; pero sin ser fuente de actividades… Una prudente y vigilada autonomía en la disposición de material, propio manejo del fondo de escuadra, etc., también contribuyen a la efectividad de las consignas de autodirección e iniciativa en las distintas actividades que pueden ser propias de tales pequeñas unidades191.

Sólo queda añadir la cita del Reglamento Interior de la Tienda, la confección de elementos para uso de la escuadra, el terreno de la escuadra (todos ellos ya tratados), para hacernos una idea de la importancia de la iniciativa en la vida campamental.


Alegría

Este término, que conoce quizá su punto más álgido en la realización del Fuego de Campamento, no abandona en ningún momento la vida campamental.

La alegría, para que un campamento desarrolle toda su labor formativa, debe empezar con el día, y debe imperar a lo largo de todas las actividades, como medio de interesar al muchacho.

Como muestra, podemos recurrir a la de hacer limpiar un mismo cristal, cada uno por una cara, a dos muchachos que se habían enfadado.

Pero este hecho, que puede resultar sencillamente de la actuación concreta de un mando, no pasa desapercibida. Como afirma Roberto Cuñat reiteradamente, en técnicas de campamentos todo está inventado; sólo es necesario ponerlo en práctica.

El Frente de Juventudes, que como ya he argumentado tenía en la canción uno de sus principales medios formativos, tenía referencias en la misma para combatir la tristeza.

Son varias las canciones que hacen referencia a este tema: ME GUSTA LO DIFÍCIL192, LUCEROS193… y de entre ellas, una muy específica:

GUARDA TUS PENAS194

GUARDA TUS PENAS EN EL FONDO DEL MORRAL
Y RÍE YA.
PONTE CONTENTO Y ASÍ VENCERÁS
LA DIFICULTAD.
SIEMPRE ESTARÁS ALEGRE,
NUNCA TRISTE ESTARÁS.

GUARDA TUS PENAS EN EL FONDO DEL MORRAL
Y RÍE YA
SI LA NIEVE NO TE DEJA ANDAR
NO HAY QUE DESESPERAR JAMÁS.

Y lógicamente, no podían faltar las explicaciones al respecto, tanto en consignas, p.e. CON NOBLEZA Y ALEGRÍA195, como en los manuales del acampado… Virtud y vigor nunca se muestran con la cara de la tristeza… Un joven triste no es otra cosa que un triste joven. No merece estar en posesión de ese maravilloso tesoro de la juventud…196

La alegría es la manifestación de un alma limpia y de un temperamento joven. Sirve siempre con alegría.197

Ni las contrariedades ni la dificultad pueden ser jamás motivo de desaliento198


Responsabilidad

Si antes hemos hablado de iniciativa, hay que inferir que ésta no puede ir separada de un sentimiento de responsabilidad, dado que de otra forma, aquella quedaría en puro acto de libertad primaria, inconsciente.

Para calibrar la importancia de este aspecto podemos recurrir a las consignas:

NO ERES TÚ SOLO
SERVIR A LA VERDAD
O CRECE O MUERE
O VOLAR O DESPEÑARSE199

Son algunas de las que, a diario, eran explicadas por el Jefe de Formación y comentadas por escuadras.

La responsabilidad no era privativa de los mandos, que no eran pastores guiando un rebaño de muchachos sin criterio, sino personas que debían insuflar inquietudes.

Las normas al respecto, repetidas una y otra vez a lo largo de manuales y hojas volantes, consignas y consejos, pueden resumirse en el siguiente juicio:

Desde el reglamento de tiendas hasta los servicios que se encomiendan al acampado, todo contribuye a fomentar e iniciar este sentido de responsabilidad. La formación del carácter no es otra cosa que una educación para la libertad, mediante el sentido de la responsabilidad.200.

El resultado de este sentido de responsabilidad se reflejó en múltiples ocasiones, bien coincidiendo con tragedias locales201, bien en otras circunstancias particulares202.

La responsabilidad debía entenderse con una doble vertiente: Individual y colectiva.

Individualmente, el muchacho debía ser responsable de sus actos, aunque no hubiese nadie delante para reprender su conducta. No cumplir con esta premisa es un negativo y fatal ejercicio del estilo individual.203

Colectivamente debía asumir esa misma responsabilidad, cuyos extremos se pueden resumir en:

Un constante hacer de la propia personalidad un acto permanente de servicio a la Organización y a la comunidad.
Sentir la responsabilidad de ser español; luchar por la unidad de los hombres y las tierras de España.
Amar a Dios, y sobre este amor levantar sus pensamientos y acciones.
Hacer de la propia vida, alegría, humildad y servicio, para el estudio y el trabajo en corresponsabilidad con los demás204


Voluntariedad

Nadie, jamás, estuvo obligado a permanecer en el Frente de Juventudes como militante, y menos, si cabe, a asistir a un curso de campamentos.

Bien al contrario, de cara a la promulgación de la Ley Fundacional, se procedió a prescindir de aquellos afiliados que no alcanzaban el grado de militante205.

A raíz de este hecho, Barcelona, que fue la pionera, organizó las tres primeras centurias entendidas como tales en la O.J., y que se denominaron por colores: Azul, Verde y Amarilla, a las que posteriormente se añadió la Negra y la Hermanos Noya, constituidas exclusivamente por militantes.

Ya hemos visto las consignas dadas al respecto de los campamentos, pero veamos lo que dice el Manual de Campamentos sobre la voluntariedad:

Mejor puede comprenderse esta importantísima distinción observando que en nuestras actividades es básico el principio de voluntariedad. No nos valen, pues, los procedimientos y sistemas que rigen en otras colectividades, donde no es aplicable el principio de voluntariedad. En un buen Campamento, las puertas están abiertas para todo el que quiera irse. En nuestras centurias no se concibe a un solo afiliado que no lo sea por libérrima voluntad, que, además, se somete a diversas pruebas al pedirle un constante espíritu de servicio y sacrificio, que no soportan los tibios o indecisos.

Del mismo modo, si en la vida militar abundan las prohibiciones y las normas negativas, en los Campamentos y Marchas se hace uso muy preferentemente de las motivaciones positivas y de la emulación. Todo ello ayuda a situar nuestro estilo de milicia en sus justos términos y a evitar confusiones tan lamentables, en un sentido como en otro.206


Autodisciplina – autocastigo

El hecho de vivir con otras personas tenía en la observación ejercida por el Frente de Juventudes una doble vertiente: la educación que de ella se podía sacar, y la educación necesaria para ejercer la convivencia.

Ambas tienen un mismo fin: la propia convivencia, que debía ser asumida por todos. Para ello se utilizaban unos medios nada comunes en la enseñanza tradicional: Frente a la disciplina y el castigo impuesto, la disciplina y el castigo libremente asumidos.

Consignas como

NO ERES TÚ SOLO
ESCRIBE SIN RAYAS207

Intentaban forzar la inteligencia del muchacho.

Los mandos tenían una función muy concreta: hacer vivir la experiencia, encauzarla, ya que el mando vale más por lo que estimula que no por lo que él mismo pueda ejecutar208

Hacia los acampados, los juicios relativos a la autodisciplina eran continuos: poco vale aquel que necesita tener sobre su persona la mirada vigilante de algún mando o superior para no eludir o realizar de cualquier manera sus obligaciones209

Los medios aplicados para lograr que los acampados asumiesen el hecho de servir, moralmente obligados, eran los expuestos en varias ocasiones: la palabra y el ejemplo.

La autodisciplina, por otra parte, no podía ir separada de la camaradería y del altruismo. Hacer o dejar de hacer, teniendo en cuenta solamente el premio o el castigo que hemos de recibir, es de gente débil e hipócrita. Es preciso obrar teniendo otras motivaciones superiores.210

La excesiva disciplina no gozaba de buena prensa, y la posibilidad de su aplicación era tratada como sigue: un Campamento donde son excesivos los castigos denota que sus Mandos no han sabido aplicar correctamente los procedimientos de la motivación positiva y estímulo.211

Por otra parte, la necesidad de aplicar castigos, enmarcaba a los mismos en una escala de valores:
Reprensión privada (sin testigos)
Reprensión pública ante la unidad del interesado
Reprensión pública ante los acampados, en los actos de izar o arriar banderas.
Prohibición temporal del uso de camisa azul o uniforme.
Expulsión del campamento en forma solemne, ante todos los acampados.

Este último castigo debe imponerse con gran parsimonia y sólo en casos de mucha gravedad212





Ambiente

En 1948 conozcamos prácticamente al minero español, conviviendo con ellos en su propio medio de vida, con su jornal, su alimentación. Hagamos lo mismo con el pescador, participando en sus tareas y peligros del mar. Sepamos lo que es la juventud campesina, no precisamente organizando una concentración en cualquier lugar de España, sino acompañándola en su vida por los resecos campos del verano español213.

Si modernamente se atiende como novedosa la educación por el ambiente, también se puede tomar ejemplo de quienes la practicaron anteriormente.





Espontaneidad

Como final del proceso, surge la espontaneidad; adquirida la confianza necesaria, se da paso a la creatividad.

Este principio de la espontaneidad marca la exigencia de que en el ámbito campamental el proceso del aprendizaje se lleva a cabo “actuando” y en medio de un clima flexible en el que los muchachos ejercitan la acción volitiva, sin rigideces ni encauzamientos excesivos de los dirigentes adultos214.

La espontaneidad es, por tanto, un acto de serena responsabilidad y de libertad expresada en cada momento de la vida.

Ninguna actividad de campamentos era impuesta. Por otra parte, es cierto que la colectividad sigue al Jefe, pero una vez insuflados toda una serie de valores, de los que aquí se han reseñado algunos, esa misma colectividad no sigue a un jefe cualquiera.




Actividades

En los campamentos de las Organizaciones Juveniles

La vida en los campamentos de las OOJJ, como en el resto de las actividades, estaba imbuido por el espíritu guerrero del momento.

Por otra parte, si bien existía una organización unificada, las actividades para chicos diferían de las de chicas, motivo por el cual, los horarios de campamentos eran también distintos para unos y para otras.215

Con estos horarios, llevados a rajatabla, se mantenía en constante ocupación al acampado, existiendo por encima de todo algo  espiritual que en aquellos entonces se llamaba camaradería.

Las actividades, como se puede inferir, giraban en torno a varios conceptos esenciales: la exaltación de la Patria, del Nacionalsindicalismo, de la salud personal y de la disciplina, y todo, enmarcado en un espíritu sobrenatural, en la presencia de Dios.

La carrera matinal, obligada para todos, incluido el Jefe de Campamento, cumplía una clara función: despertar a los acampados y anunciar un día de constantes trabajos.

Los servicios, tanto los de guardia del Campamento como los de mantenimiento general (los de las tiendas dependían directamente de cada escuadra), estaban encomendados a sendas escuadras que, por turno, les tocaba el servicio de día.

La limpieza, verdadera manía216, era comprobada a diario por el Jefe de Campamento, acompañado por el médico y por el Jefe de día, tras haber dado tiempo a los acampados para recoger los petates y hacer la limpieza pertinente de cada tienda, así como el arreglo de sombrajos217 y la decoración del particular jardín de escuadra.

Durante esta revista, el secretario del campamento tomaba nota de las puntuaciones que, tanto a nivel personal como por escuadra concedía el Jefe de Campamento y el médico, premiando la limpieza. Estas puntuaciones servirían para resaltar públicamente a aquellos que mejor puntuación hubiesen obtenido.

Las canciones de esta primera época, si bien son dignas de consideración. No son, cuando menos en número, de la importancia que las del propiamente llamado Frente de Juventudes.

El 12 de Marzo de 1938, mediante circular de la O.J., se instituía como himno de las Organizaciones Juveniles el Prietas las Filas, obra del poeta vallisoletano J. Villanueva, inspirado en Salamanca ante un desfile de las Organizaciones Juveniles.

El himno, que perduró en la Organización Juvenil Española hasta el año 1976, está reproducido en el capítulo Educación, sus medios.

Canciones, marchas, deportes, cuidado del entorno, eran actividades de los acampados, pero no las únicas: la repoblación forestal, la confección de periódicos, y un largo etcétera, en el que se encontraba la biblioteca campamental, ocupaban el tiempo de los acampados.

Los años 39 y 40, ya relajados de la realidad viva de la guerra, vieron incrementado considerablemente el número de lectores en campamentos.


En los campamentos de las Falanges Juveniles

El logro de los objetivos citados anteriormente pasaban por la realización de una serie de actividades que a continuación vamos a tratar.

La vida campamental estaba totalmente ocupada por la actividad (el activismo pedagógico era el porqué de los Campamentos); no existía un momento sin su actividad específica, ya fuese de tipo cultural, ya de tipo físico- deportivo.

Estas actividades, más amplias y más completas en la etapa inmediatamente anterior, a la que acabamos de hacer referencia, se llevaban a cabo cubriendo un horario previamente estudiado, intentando eliminar la improvisación.

El horario no podía ceñirse a las mismas normas si se trataba de un turno de las Falanges Juveniles (posteriormente la O.J.E.), que si se trataba de aprendices o de escolares, dándose mayor importancia a determinado tipo de actividades en uno o en otro caso.218




FORMACIÓN INTEGRAL: ASPECTOS

Educación Física

La Educación Física, evidentemente, y para no ser menos que los otros aspectos tratados en el Frente de Juventudes, representó una importante faceta; no olvidemos que los Oficiales Instructores fueron, durante muchos años, los encargados de difundirla como asignatura en todos los colegios, tanto nacionales como privados.

En Campamentos no se hizo la excepción, siendo considerada una parte de la educación  general, que se propone favorecer y vigorizar el desarrollo natural del cuerpo humano para conseguir su perfeccionamiento anatómico y fisiológico y hacer de él un útil instrumento del espíritu.219

Por otra parte, se puede afirmar que el Frente de Juventudes entendía que sólo los fuertes pueden ser generosos, por lo que, para fortalecer el espíritu se hacía necesario forjar un cuerpo duro.

La gimnasia era entendida en tres amplios campos: gimnasia educativa, gimnasia de aplicación o utilitaria, y gimnasia deportiva.

Cada uno de estos aspectos cumple un fin concreto: La gimnasia educativa desarrolla armónicamente todas las partes del cuerpo, activa las funciones fisiológicas y corrige malformaciones, cumpliendo tres grandes funciones: mecánica, biológica y estética.

El método, la supresión del sobre esfuerzo, de ejercicios violentos continuados, eran los bastiones de una educación física controlada y encaminada, según los manuales, a la formación física y espiritual.

Los consejos al respecto no faltaban: eliminación de vestimentas que impidiesen la buena realización de los ejercicios, la necesidad de que los mismos no se desarrollasen durante los periodos de digestión, la buena alimentación, el aseo personal, la no ingestión de alcohol, etc., eran algunos de los consejos prácticos.

La explicación intelectual del hecho deportivo, por otra parte, también era atendida por los Oficiales Instructores encargados de esta labor.

Finalmente, para la unificación de programas, el Frente de Juventudes creó su propia terminología gimnástica, que alcanzó mayor relevancia al ser aplicada a la canción. Así, ya en Junio de 1943, la Revista Mandos daba a conocer esta aplicación con la marcha Juventud Española.

El éxito de este método hizo posible las demostraciones gimnásticas que cada año, y en particular todos los Primeros de Mayo, hasta 1975, se desarrollaron públicamente.220





Deportes

Aún siendo parcela de la Educación Física, es recomendable dar trato aparte a los deportes, al igual que a los juegos, con el único fin de resaltar aspectos desarrollados y hasta creados por el Frente de Juventudes.

Tengamos presente que, acabada la Guerra que entonces se llamaba de Liberación, la juventud española se encontraba sin terrenos deportivos, y hasta sin aliciente que desarrollar. Fue el Frente de Juventudes la institución que tanto en Campamentos como fuera de ellos encauzó, fomentó y ordenó el deporte en España.

Si destacable fue el desarrollo de los deportes de montaña, no podemos dejar de lado la labor desarrollada en otros deportes.

Considero que no es este el lugar de exponer la importancia de la infraestructura deportiva desarrollada, de la que podemos tomar como muestra los campos deportivos de Montjuich, en Barcelona, pero hay que tener presente que en esa labor jugó una importante baza la inquietud insuflada por el asunto, en los Campamentos.

Se importaron deportes como el baloncesto (juego); se popularizó el esquí y se divulgaron otros de la categoría de la esgrima o el tiro con arco, que dejaron de ser considerados deportes de minorías.

Situándonos en la España de los años 40, y no sólo como consecuencia de la recién acabada contienda, podemos observar que los campos de deporte eran prácticamente inexistentes; el Frente de Juventudes encauzó la posibilidad, fomentó el deporte y creó instalaciones.

Si en un principio se atendía la divulgación de juegos de equipo, muy pronto comenzaron a desarrollarse los deportes de equipo.

Así, la Revista Mandos de Abril de 1942 introducía oficialmente las reglas del baloncesto, dando paso con ello a toda esa serie de deportes que, como el balón volea, eran desconocidos en España.

Es de destacar la importancia de los campeonatos deportivos dentro de los campamentos.

El deporte, el juego, y en conjunto la Educación Física, tienen ramas comunes, por lo que su desarrollo también su desarrollo era común.

Al deporte en sí se le iba concediendo mayor importancia conforme aumentaba la edad de los acampados; así, en los campamentos de los más pequeños se le concedía más importancia a la formación física general y a la iniciación predeportiva; en los muchachos de 14 a 17 años, el perfeccionamiento psicofisiológico y la orientación deportiva, y en los mayores, el adiestramiento técnico, la iniciación a la actividad deportiva general y especial y el endurecimiento fisiológico.221

Para los flechas, el predeporte estaría siempre presente.

Para los cadetes, la formación deportiva adquiere una mayor importancia cuidando el adiestramiento, la velocidad, la coordinación, el fondo. Podrá alternarse esta actividad cada tres días con otras sesiones dedicadas a la práctica de ejercicios de endurecimiento (entrenamiento fraccionado, de intervalos o en circuito; componiéndose especialmente las sesiones de: un 50% de carreras; un 25% de ejercicios de velocidad; un 20% de ejercicios de fuerza y un 5% de ejercicios de coordinación…)… Entre los deportes se dedicará también atención especial al judo como medio de autodefensa.222



Juegos

Los juegos, como ya he apuntado, es6taban ligados a la actividad deportiva, y conocieron un gran auge en campamentos.

El juego, en definitiva, es una abstracción que permite forzar la inteligencia. A través de  esta actividad se pretende socializar al muchacho, basándose en la existencia de una reglas que deben ser cumplidas.

Los de mayor auge pueden ser divididos en dos grandes grupos:

de pelota
otros juegos

Los juegos de pelota, además del balompié, que ya era conocido en España, y del balonmano, balonvolea, baloncesto, introducidos por el Frente de Juventudes, abarcaban otros aspectos, algunos de los cuales son expuestos en la nota ampliativa 223al final del documento.

Juegos como “marcha de cangrejos”, “carretillas”, “repulsión en equilibrio”, “batalla de fronteras”, “la pescadilla”, y un larguísimo etcétera, hicieron la delicia de millones de muchachos.



Formación Política

Existen sectores de la sociedad que tienen la convicción de que la formación política primaba en el Frente de Juventudes sobre cualquier otro aspecto; otros sectores creen que ese puesto lo ocupaba la formación premilitar; otros, la formación religiosa, el anticlericalismo o el antimilitarismo.

Como en cualquier otro aspecto de la vida cotidiana, nada es absoluto, salvo Dios, y a continuación vamos a ver unas citas que abonan este “principio de relatividad”.

Se puede afirmar que a los muchachos no se les acosaba políticamente224, sino que se ejercía una formación mediante el ejemplo. A nadie se le satanizaba con adjetivos como “fascista”, o “rojo”, por ejemplo.

Las clases de formación política en Campamentos, estaban inmersas en la cotidianeidad de los mismos, poniendo en último extremo como ejemplo de entrega, a José Antonio Primo de Rivera, y ello, siempre supeditándolo a la inmensa generosidad de Dios.

Si observamos el horario de actividades, nos daremos cuenta que no se le dedicaba mucho tiempo a la estricta formación política, atendiendo más a la educación informal, por el ambiente.

Este hecho, el de la falta de programas tangibles de formación política , se unió a los motivos de desconfianza en la institución por parte de antiguos seuístas225, que ya no veían bien la institución por entender que respondería más a las consignas franquistas que a las falangistas.

Las fricciones que existían en los primeros tiempos se eliminarían al entender los militantes juveniles que, desde una óptica falangista, se les había engañado y por otra parte, decaer la importancia política del SEU.

El Frente de Juventudes, al estar dirigido por cuadros falangistas, era una institución educativa falangista crítica que dejaba sentir sus sentimientos en cada momento. Del ¿Monarquía?, ¿República?…¡Caudillaje!, al “¡Franco, eres un traidor!” de 1960226
Habían transcurrido dos décadas de esperanzas y muchas frustraciones.

La formación política de los muchachos del Frente de Juventudes, adquirida a base de camaradería y trato directo con las realidades del pueblo español, parece que no se correspondía, en absoluto, con la realidad del sistema establecido. En el Frente de Juventudes se atendían todos los aspectos; se hablaba de todas las cosas que eran tabú en la sociedad227; el objetivo para el que, vista la evolución legislativa fue creado, no parece coincidir con la realidad.

Según Antonio Gibello227, existía entre el Frente de Juventudes y la realidad socio-política un rosario de disconformidades que culminó con la Ley de Sucesión y los acontecimientos que la siguieron.

Los jóvenes de las Falanges Juveniles no se sentían en absoluto monárquicos. Antes al contrario, sentían hacia la monarquía una animadversión evidente y jamás ocultada228. Creían que como institución se había quedado vacía y se había desprendido como cáscara muerta el 14 de Abril de 1931.

Por otra parte, la dinastía borbónica, especialmente a partir de Carlos IV, estaba asociada a los peores momentos de decadencia y peligro de disolución nacional, y por ello consideraban que una vuelta a la monarquía iba a representar, otra vez, la vuelta del liberalismo político y económico, y el resurgimiento de los separatismos regionales y la lucha de clases. Esta creencia, por otra parte, y a la luz de la realidad actual, no parece demasiado errónea.229

Pero el anti, del que tanto renegaba José Antonio, tampoco era el espíritu del Frente de Juventudes.

El conocimiento de la Historia de España, expresado a lo largo de las charlas de Formación Política; el trato directo con las gentes, y un comentario a tiempo sobre las vivencias del momento representaban el principal bagaje de Formación Política.

El principio de la igualdad entre todos los hombres, entiendo se ve reflejado en el trato diario al que en el apartado anterior he hecho mención. No obstante considero que no es ocioso entresacar alguna cita al respecto en esta ocasión.

El reinado puro de la monarquía pertenece a la época de la ignorancia e ingenuidad política de los pueblos, que creían que los reyes eran hombres de una casta distinta y superior a la del resto de los mortales. Para el pueblo, el Poder les venía a los reyes directamente de Dios, y el día en que el pueblo supo, en la primera degollina de monarcas que conoce la vida de Europa, que los reyes tenían sangre roja y no azul; el día en que aprendieron, en frase de un filósofo contemporáneo, que sólo los niños creen que los reyes duermen con la corona puesta, la Monarquía se vino abajo como un castillo de naipes más. Perdida la misión que había desempeñado, el pueblo perdió el respeto a la institución.230

Este lenguaje abierto es el que conocían los muchachos del Frente de Juventudes. Quizá por ello se convirtió en un semillero de opositores231.

Ya ha quedado expuesto el espíritu de responsabilidad que se intentaba insuflar. Esa responsabilidad invita a tomar partido ante los hechos… pero también se ha hablado de disciplina. Estos dos conceptos, tomados como ejemplo de una larga serie de medios utilizados en la formación, hacían posible juicios como el siguiente: Que los necios disientas las formas de gobierno: lo mejor administrado es lo mejor… Cuando partimos de este concepto de gobierno, y pasamos a examinar Monarquía y República, se nos aparecen ambas como llenas de una pavorosa ineptitud; si nuestra doctrina hace causa común con los humildes; si queremos una revolución social; si queremos desmontar el capitalismo y realizar una reforma agraria; si queremos que dejen de existir todo género de privilegios, vamos a traer una Monarquía aristocrática, conservadora, capitalista y con sus visos de feudal?

Y si creemos que todas las clases sociales tienen un fin que cumplir en la sociedad; si creemos en la existencia de la Patria como una entidad de interés superior; si creemos en Dios como una verdad indiscutible, ¿vamos a admitir una República injustamente igualitaria; una República agnóstica, atea y democrática?232.

Los más furibundos ataques eran dirigidos hacia la burguesía, hacia el liberalismo y hacia la derecha, a quienes se les consideraba, basándose en la doctrina de José Antonio, precursores, en su descomposición, del anarquismo y del comunismo.

Comparativamente con la legislación, no ya con la posterior, sino mismamente coincidiendo en el tiempo con la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado, esta trayectoria puede ser considerada como ilegal, ya que el artículo primero de la ley citada reza como sigue:

España, como unidad política, es un Estado católico, social y representativo que, de acuerdo con su tradición, se declara constituido en Reino.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos institucionales por presentar al entonces príncipe como deseable a la juventud, el Frente de Juventudes continuaba afirmándose en su anti-monarquismo.

La contradicción que representaba reinstaurar la Monarquía, tras la huida de Alfonso XIII, era presentada como sigue a los herederos de las Falanges Juveniles, a la Organización Juvenil Española:

Franco y el pueblo español representado en las Cortes no restauró de ningún modo el antiguo régimen monárquico, sino que instauró una forma de Estado cuya fuente nutricia es el propio Movimiento Nacional.

La Monarquía del Movimiento fundamenta su futuro en su identificación con el 18 de Julio y la diferenciación de la antigua monarquía fenecida el 14 de Abril de 1931233.

Era la contradicción del Régimen. Por una parte se permitía (o era imposible atajar) la permanencia de jóvenes falangistas, de canciones, y por otro se pretendía injertar unas ideas que eran la antítesis de la organización.

Pero la verdad del cuento era que, como se ha repetido hasta la saciedad, todo estaba atado y bien atado. Así, frente a la falacia de quienes suponen caricaturescamente a un dictador difunto, chasqueado por la evolución de los acontecimientos, Franco tenía clara conciencia del futuro. Se lo dice a Vernon Walters, que en 1970, llega a El Pardo con el encargo del presidente Nixon para sondear directamente a Franco sobre lo que, a juicio del dictador, vaya a ocurrir en España tras su muerte. Esta es la clara respuesta de Franco:

El Príncipe será Rey, porque no hay alternativa. España irá lejos en el camino que desean ustedes, los ingleses y los franceses: democracia, pornografía, droga y qué sé yo. Habrá grandes locuras pero ninguna de ellas será fatal para España. [Estoy seguro] porque voy a dejar algo que no encontré al asumir el gobierno de éste país hace cuarenta años: la clase media española. Diga a su presidente que confíe en el buen sentido del pueblo español. No habrá otra guerra civil234

Estos eran los enjuagues tenidos en bambalinas, detrás de una juventud revolucionaria que se quedó con las canciones y con el ideal, mientras el control político siempre lo tuvieron otros.

En ocasiones con la norma, y en otras contra ella, y principalmente en la etapa de la Organización Juvenil Española, la Formación Política tenía un marco muy concreto.

La contestación surgida en el seno del Frente de Juventudes no es consecuencia de la aparición de la Organización Juvenil Española ni de los conceptos políticos que se pretendían encauzar a través suyo.

Si bien se agravó por este motivo (y se desvirtuó el espíritu nacionalsindicalista en alguna zona de la nación), la misma surgió casi al principio y como consecuencia del constante recurso institucional relativo a que el Frente de Juventudes era la institución predilecta y a que ellos eran el futuro, el relevo; un relevo que, por otra parte, nunca acababa de llegar.

Otro motivo de esa contestación puede encontrarse en el hecho social. Las constantes referencias al pensamiento nacionalsindicalista, a la Reforma Agraria, a la nacionalización del crédito, a las reformas sociales contrastaban con una realidad opuesta en la que la política nacionalsindicalista se limitaba al lucimiento de la camisa azul y poco más.

En los campamentos, por el contrario, se vivía un modelo de sociedad con un espíritu que no podía ser asimilado por la sociedad del resto del año.

Si nos atenemos a lo apuntado en los medios educativos, podemos inferir que la incomprensión debía ser recíproca: del Frente de Juventudes hacia la sociedad, y de la sociedad hacia el Frente de Juventudes. Quizá esta incomprensión fue el motivo que ocasionó el tránsito a la O.J.E.

¿Qué impidió la movilización de estos muchachos contra el sistema? Quizá el desfogamiento intelectual que ha quedado plasmado en las publicaciones y en las canciones, en el tiroteo a los cuadros de Franco o en los juicios sumarísimos a los que era sometido.

Como hemos visto en el horario y veremos más desarrollado en el apartado Formación Estética, los rituales desempeñaban una honda labor formativa. Tanto el acto de izar banderas como el de arriar estaban repletos de emotividad, y era el momento aprovechado para dar la consigna del día.

Este momento, y media hora vespertina, era todo el tiempo dedicado a la formación política. A partir de aquí cuenta el ejemplo y el trato.

Las consignas debían ser claras, breves y actuales, para lo cual debía conocerse perfectamente el ambiente reinante en el Campamento235.

En general, la preparación de una consigna nos exige observar bien hasta el último detalle, ya que a veces el más simple de ellos, el más pueril, es el que puede darnos el mayor éxito de ella.236

Por otra parte, no se atendía solamente a las circunstancias ambientales, sino también a las particularidades de cada campamento. Una consigna no tenía el mismo contenido `para un campamento de flechas que para uno de aprendices, de escolares, de cadetes o de guías, si bien tenían en común el servir a un fin moral.

Para los más pequeños se volcaba en la explicación de conceptos sencillos, adaptados a su mente en formación237, cubriendo la explicación de sencillas lecciones la media hora de clase diaria dedicada a la Formación Política, donde la Historia de España ocupaba lugar especial, ensalzándose la conciencia de unidad que Roma imprimió en las tribus de la península238.

Todos los conceptos finales giraban, en definitiva, en torno a tres grandes argumentos: En primer lugar, la idea de que la unidad nacional de España es un bien conquistado que no admite fisuras ni replanteamientos. En segundo término, la conciencia de solidaridad social que asegure la dignidad humana de cada español y el ejercicio de sus derechos; por último deberá quedar bien claro que todos los valores sociales o actitudes humanas que van adquiriendo tienen un fin trascendente, por lo cual el espíritu y sus manifestaciones ocuparán siempre un rango preferente y lo material no será sino un instrumento preciso para satisfacer nuestras necesidades y la posibilidad de ofrecer nuestra ayuda a los demás239.

Así pues, se puede inferir que los campamentos dedicados a Flechas pequeños obedecían más a objetivos de socialización240, mientras para los flechas mayores, para los que en la OJE serían arqueros, con edades comprendidas entre los 14 y los 16 años, el Plan de Formación era sensiblemente más profundo241; procurando grabar en todas las mentes un principio permanente: el no eres tú solo.

Es en los Campamentos de Cadetes, donde la formación política comienza a tener claros matices de representar lo que anuncia.

Los temas, en este caso, se reducen considerablemente en cuanto a cantidad de conceptos, aumentando por el contrario en cuanto a contenido puramente político.242

El Hombre y la Sociedad son los dos conceptos que se mayormente se repetían en los planes de formación. El cultivo de aquellos jóvenes en unos ideales procedentes de la más pura ortodoxia falangista contrastaba con una sociedad que, en su curso normal caminaba hacia la antítesis del Frente de Juventudes: la democracia liberal y la monarquía.

Como se ha ido anotando a lo largo de la exposición, desde los órganos del estado se intentaba reconducir a estas juventudes hacia posiciones políticas que jamás habían entendido; la oposición de los militantes a la consecución de este fin parecía invencible.

No obstante, primero con la eliminación de la auténtica simbología, luego con la implantación de una camisa “scout”, y siempre con una constante degeneración de los valores que dieron origen a la creación de las Organizaciones Juveniles, se daba paso a algo que poco tenía en común con ellas.

En 1974…la OJE iba perdiendo el estilo de sus afiliados y no meramente en cuanto a su manifestación externa, sino en cuanto a actitudes sentidas y vividas, a las que, paradójicamente, se pretendía moldear de nuevo243.

En 1975, el Día Nacional de la OJE se celebró en Valladolid. Una gigantesca acampada en el Campo Grande, a la vieja usanza, no conseguía alterar el ambiente de pesimismo que nos envolvía a muchos. En algunas alocuciones del día se sostenía que la OJE no se identificaba con ninguna ideología en concreto244.

Evidentemente, se estaba cumpliendo lo reglamentado. España ya no era un país totalitario; se había aprobado la ley de Asociaciones Políticas, y todas tenían cabida dentro del Movimiento, por lo que debía suceder lo mismo con su Organización Juvenil.

Ya no era necesario enardecer a las juventudes, y la existencia de algo que recordase al Frente de Juventudes significaba una carga difícil de llevar para quienes deseaban un reconocimiento internacional que les diese patente de demócratas. Fue lo que dio en llamarse de camisa vieja a chaqueta nueva.



Actividades culturales

Amplia fue la formación en Campamentos, y amplia, como consecuencia fue la formación cultural.

Si dada su relevancia hemos tratado el canto como actividad cultural, ahora vamos a abordar el resto de las actividades encaminadas a desarrollar la imaginación.

Hay que tener en cuenta que los Campamentos no tenían como único objetivo la vida al aire libre, sino que entendían a ésta como una auténtica escuela. Consecuencia de ello es que, con este tipo de actividades, se buscaba el cumplimiento de una segunda cuestión, cual es la función formativa.245 .

Los objetivos, en todo caso, se hallan enmarcados en una metodología encaminada a la sociabilidad .

Las actividades, que son la justificación del Campamento, abarcaban los más diversos aspectos; desde el teatro hasta el aeromodelismo; desde la poesía a la prensa, pasando por la música y por las manualidades246.

También se trabajaba el coleccionismo, y se efectuaban excursiones con interés cultural.

Para encauzar la afición por estos aspectos, en la etapa de la Organización Juvenil Española se crearon diversos tipos de proeles: guerrillero, paracaidista, intendente, rastreador, táctico, cartógrafo, etc., completados por otro tipo de especialidades, en este caso, timoneles, que a su vez se dividían en dos amplios grupos: de estudio y formación y de cultura y arte247.

Estos proeles debían conseguirse tras un curso de capacitación, para el que se manejaban unos manuales específicos de cada tema, y se impartían charlas relativas a cada proel.

La pintura y el dibujo encontraba rápida expresión al plasmarse en los murales, prensa gráfica campamental que alcanzó enorme éxito.

Otro aspecto a tener en cuenta es el teatro, no en tanto que representase una mayor dedicación en la vida campamental, donde fuera de la hora del Fuego de Campamento no conocía mayor expresión, sino en cuanto a la labor desarrollada ya fuera del ámbito veraniego.

Así, podemos referirnos al T.E.U. (Teatro Español Universitario), o a las mañanas del camarada, donde actuaban actores surgidos en cada hogar.

No obstante, se remarcaba que allí donde sea posible, y preferiblemente construido por los propios acampados, se organizará el teatro de títeres y el de escuadra. Ambos funcionarán a las órdenes del instructor de arte, dentro de las normas generales que para su funcionamiento ha dado repetidas veces esta Asesoría Nacional de Cultura y Arte. El teatro de títeres de las Delegaciones Provinciales hará los desplazamientos posibles a los campamentos enclavados en la provincia.248

Al frente del citado departamento se encontraban personas como D. Luis de Sosa o Abad Ojuel.

Los títeres, por otra parte, merecían especial atención como medio formativo de los flechas más pequeños. Manuel Sáinz – Pardo, Oficial Instructor, definía así el teatro de títeres: “Dos son las cualidades que atribuimos a los títeres: educativos y recreativos, aunque, en definitiva, podemos reducirlo a la mínima expresión y afirmar que la mejor cualidad que tienen los títeres es la de ser eminentemente educativos, puesto que el recrear, el divertirse con estos muñecos no es más que una de las muchas facetas educativas que tienen”249

Por otra parte, los instrumentos necesarios para la realización de este tipo de espectáculo son, y más en Campamentos, fáciles de improvisar, con lo que el carácter formativo aumenta. Así, en esta actividad se desarrollan cualidades como las literarias, las manualidades, y el arte de mover los muñecos sincronizados con el texto que se recita.


Poesía

A los pueblos sólo los mueven los poetas, y ¡ay del que ante la poesía que destruye no levanta la poesía que promete!250

La poesía que promete también estaba presente en campamentos.

A través suyo se expresaban muchos sentimientos; entre ellos también el desencanto:

PAZ… Y SIESTA251

No había paz. Ni Justicia…
Incendios, robos crímenes. La Paz había muerto…
La gente “de orden” se asusta: “¿Y la paz?”…
De repente alguien habla de PATRIA, PAN, JUSTICIA…
Nuevo susto de las “gentes e orden”: “¿Y la Paz qué?”…
Las voces azules aumentan: PATRIA, PAN, JUSTICIA…
Las gentes de orden se animan: “Vamos a luchar por la Patria”…
En realidad envían a otros a que luchen por ellos…
Los jóvenes del yugo y el haz se lo creen..
Y luchan…
“¡Paz!” La Paz se enseñorea de todo…
Cuando alguien protesta se le dice: “PAZ”…
Pero es un triunfo de la paz… y de la SIESTA…
La sociedad burguesa ya respira tranquila…
Paz, paz, paz, paz, paz…
Y le hacen coro otras voces: “Democracia”, “Diálogo”, “Concurrencia”…
“¿Y la Justicia?”…
La sociedad sigue en letargo…
Sigue durmiendo la siesta…
El peligro ya ha pasado…


Música

Como ya se ha indicado reiteradamente, la canción era esencial en el Frente de Juventudes, pero si es poesía, también es música.

Agustín de Foxá, Juan y Félix Tellería, Joaquín Rodrigo, Odón Alonso, F. Moreno Torroba,… son algunos de los maestros que colocaron sus conocimientos al servicio de la Juventud española.

Por otra parte, el instructor de música cuidará de ensayar con los acampados las canciones e himnos que mejor respondan al espíritu que informa el Movimiento. Se cultivarán las canciones populares de las regiones españolas. También se hará uso del repertorio clásico de canciones de compositores universales como Mozart, Schubert, Schuman, etc., atendiéndose a las posibilidades artísticas de los acampados. El instructor, allá donde sea posible, usará para la enseñanza del micrófono, a fin de lograr la máxima eficacia.252


Prensa campamental

La acepción prensa campamental tiene una doble vertiente:
La prensa en el Campamento
La prensa relativa a Campamentos.

A su vez, la prensa en el campamento tenía otras variantes:
El periódico volante
El periódico mural
El periódico de escuadra.

En cuanto al periódico volante, que en las últimas épocas de la OJE estaba compuesto por una sola hoja, en tiempo de las Falanges Juveniles estaba compuesta por tres o cuatro hojas, y debía contener los siguientes elementos:

Algún artículo de fondo y contenido sencillo, atractivo y fundamental.
Consigna y máxima, claras y precisas.
Vida del Campamento: reseñas de actos, noticias, visitas, incidencias.
Información especial deportiva.
Curiosidades de cultura general: conocimiento de plantas, insectos, estrellas, topografía y toponimia locales, leyendas e historias del lugar, etc.
Cuentos, caricaturas, chistes, canciones, comentarios alegres o jocosos, etc.253

La salida del periódico se revestía de interés y alegría, repartiéndose entre los acampados, mientras era anunciado a voces, dando al acontecimiento un interés que atrajese la atención de los acampados.

Estaba abierto a las colaboraciones de quienes tuviesen aficiones literarias, encargándose los mismos muchachos de aportar las noticias que lo componían.

El periódico mural tenía una concepción distinta.

En este caso la plasticidad jugaba el papel más importante, procurando llamar la atención en ciertos temas, usando el colorido.

El mural puede dedicarse a varios temas informativos, para la confección de los cuales se recurre a los recortes de prensa, a los dibujos, etc., o bien puede estar dedicado a un tema central. En todos los casos debe ser visible desde lejos, y debe darse especial importancia a la imagen, huyendo del excesivo texto, que debe limitarse a frases cortas, en gran impresión.

Siempre el lema escrito y el dibujo deben estar en consonancia el uno con el otro, evitando murales que quieran transmitir muchos mensajes. Se debe atender, especialmente, a la plasticidad.

El periódico de escuadra cumplía una función formativa muy interesante, al ser confeccionado por miembros de la misma escuadra, con lo cual todos los acampados participaban en esta actividad cultural.

La realización del mismo no debía ser, como en otros casos, diaria, sino que podía constituir una actividad a desarrollar un par de veces durante todo el turno, sirviendo de instrumento intelectual competitivo entre todas las escuadras.

Este tipo de prensa esporádica estaba compuesto por comentarios sobre el Campamento, sobre alguna de sus actividades, un dibujo de libre iniciativa, chistes, adivinanzas, relatos de cualquier tipo, canciones, etc., conservando en todo caso una estructura periodística.


La prensa relativa a Campamentos

Si bien la prensa de Campamentos era la que, de una forma directa conocían los acampados, existía otra prensa relativa a Campamentos, dirigida a sus mandos, por la que se transmitían las órdenes, se comunicaban los nombramientos y los conocimientos surgidos de la experiencia, así como la pedagogía que posteriormente debía ser aplicada.

En los primeros tiempos, durante la Guerra, dicha prensa se limitaba a las secciones específicas de la Organización Juvenil en el Boletín Oficial del Movimiento.

En enero de 1942 apareció una publicación, Mandos del Frente de Juventudes, que con carácter mensual fue el órgano de expresión propio de la institución hasta Diciembre de 1956.

Revistas del tipo Juventud, Alcalá, la Hora, respondían a otras motivaciones, y sólo ocasionalmente se ocupaban de la problemática de Campamentos.

Otras publicaciones de carácter local y comarcal también trataban del asunto. Así, Ímpetu, portavoz de la Juventud Falangista Ampurdanesa, Atajo, de Barcelona, etc., que trataban la problemática juvenil, y esporádicamente la campamental.

No pueden olvidarse los artículos que sobre el asunto editaban los periódicos diarios (buenos ejemplos podemos encontrar en La Vanguardia y en Solidaridad Nacional, por ejemplo. Ambos periódicos de Barcelona), pero la magnitud que llegó a tener la obra de Campamentos  hacía necesaria una publicación periódica que mantuviese al tanto de las normas, de las posibles actividades y de los progresos técnicos y educativos aplicables a esta especialidad. Nació en Julio de 1943, y se llamó, atendiendo a una característica importante de las ciudades de lona, “MÁSTIL”.

La importancia de esta revista, la calidad, no sólo de impresión, sino muy especialmente de contenidos, fue mantenida hasta el momento de su desaparición, en 1976, y sin lugar a dudas reunía la más completa información sobre todos los aspectos relativos a la educación en el campamento.

La calidad de su papel, así como el número de páginas, iba aumentando en relación con la importancia que anualmente adquirían las ciudades de lona.

Si en su primera etapa estaba compuesta de 12 páginas, en las que el 75% de la información se dedicaba a atender aspectos de estructura, se debe señalar que, a partir de 1954 adquirió una relevancia digna de mención, incrementada con los años, hasta desaparecer víctima del advenimiento de la democracia.

La Revista MÁSTIL es, sin lugar a dudas, un documento imprescindible para la investigación de la obra educativa campamental del Frente de Juventudes.

En ella se recogen estadísticas, normas, noticias de los más importantes campamentos, entrevistas a personas muy ligadas a la problemática campamental, fomento de la repoblación forestal, de campamentos para deficientes, normas, y en conjunto la norma pedagógica del Nacionalsindicalismo.

Las calificaciones otorgadas por el Cuerpo de Inspectores eran publicadas en esta revista, sirviendo con ello de acicate a un mejor desarrollo de la tarea del mando.

Respecto a la periodicidad de esta publicación, se puede decir que era un tanto anárquica, si exceptuamos los números correspondientes al mes en que se iniciaba la celebración de campamentos.

En 1957 comenzó a ser más esporádica, aunque incrementó considerablemente su contenido.

Ya en 1971 apareció una nueva revista de periodicidad anual, que venía a completar la función de Mástil. Se llamaba Normas para Campamentos Juveniles; tenía el mismo formato que Mástil, y un de páginas similar (sobre las 100), en las que se atendía las actividades que debían ser desarrolladas, si bien la explicación de las mismas debía recogerse en publicaciones anteriores.

Estas Normas tuvieron un antecedente en publicaciones que, con mucha menor entidad se venían distribuyendo desde 1961.254

Con toda esta serie de publicaciones contrastas las Normas para la Campaña de Campamentos de 1977 que, editadas por la Presidencia del Gobierno, Subsecretaría de Familia, Juventud y Deporte, Dirección General de la Juventud, se reducía a una y solitaria hoja ciclostilada.



Manualidades

La Naturaleza ofrece multitud de posibilidades para desarrollar este aspecto formativo, que si bien debía ser atendido en todas las ocasiones, debe cuidarse sobre todo en los campamentos de Flechas y Escolares, en los que los acampados pueden sentirse más atraídos por esta clase de trabajos que contribuirán a darles una desenvoltura y habilidad que en muchas ocasiones no tienen en el manejo de algunas herramientas; habilidad y práctica que un día pueden serles útiles y proporcionarles beneficios y satisfacciones255.


Trabajos en madera.-

La realización de este tipo de trabajos, especialmente decorativos, abarcaba las más diversas formas y funciones; la confección de lámparas, en ocasiones aprovechando formas de troncos (que debían ser agujereados mediante una barrena y un alambre al rojo); la construcción de bancos (cuya mayor dificultad consistía en cortarlos a lo largo); la más fácil construcción de sillas en la base de algún árbol cortado, o a partir de un trozo de tronco con las medidas adecuadas, eran algunas de las labores realizadas durante el tiempo dedicado a manualidades.

Tinteros, secafirmas, nidos artificiales para los pájaros (realizados a base de tablas recubiertas de troncos finos), son algunos de los más destacados trabajos en madera.

Trabajos en corcho.-256

Trabajándolo debidamente, y utilizando en la confección de figuras otros materiales como cola, alambre, palillos y alfileres de cabeza de plástico, se realizaban vistosos trabajos como cocodrilos, jirafas, búhos…

La técnica para la realización de estos trabajos es también muy sencilla, limitándose la dificultad a la hora de doblar los palillos, lo cual se solventaba mojándolos, dando la forma deseada y dejándolos secar.


Trabajos en alambre y lata.-256

Este tipo de trabajos da lugar a muchas posibilidades; así, se puede citar la confección de un candelabro (en un bote), o un cuelgapapeles con la ayuda de unos alicates.

Se pude citar también palmatorias de alambre, mariposas (consistentes en un alambre doblado y enrollado sobre sí mismo, una hélice de hojalata y un cilindro para hacerla correr sobre el alambre), y siluetas de alambre.

Trabajos en caña.-256

Se puede citar la confección de alfileres y de flautas




Trabajos de junquillo y rafia 256.-

Con estos materiales se pueden confeccionar cestos, salvamanteles, posavasos, etc., y para su realización sólo es necesario una cantidad adecuada de junquillos que se mantendrán siempre húmedos para trabajarlos mejor, una aguja fuerte y larga, y rafia para coser.

Maquetas.-256

Estos trabajos requieren una mayor especialización y dedicación, por lo que se dedicaba a los flechas mayores y a los cadetes.

Modelado y vaciado.-256

Para el modelado se requiere arcilla amasada, y útiles (punzones de diversas formas), así como una tabla donde depositar la arcilla que se quiere modelar.

Para el vaciado se utiliza la escayola, haciéndose moldes de barro o arcilla, sobre los que posteriormente se vierte la escayola. Se deja secar.

Aeromodelismo.- 257

Esta actividad adquirió tal envergadura que llegaron a realizarse campamentos específicos de la misma. No obstante, aquí sólo es presentado como una actividad más.

El Frente de Juventudes fue promotor de esta actividad en España.

Para las actividades generales, el Manual de Campamentos indicaba que debía limitarse su actividad a un modelo sencillo (el aeromodelo Chimbo), para el que se requería, como máximo, un trabajo de 24 horas.

Las clases serían impartidas por instructores que tenían reconocido su título por el Ministerio del Aire.

Por supuesto, a la hora de señalar las actividades, no faltaba la pormenorizada indicación del material necesario258




Formación Premilitar

Los primeros años de la organización estuvieron fuertemente marcados por esta actividad, como consecuencia de la guerra, pero con los años se fue quedando en un segundo plano, atendiéndose en su lugar aspectos formativos de otro tipo.

No debemos olvidar que los niños imitan lo que ven en los mayores, y del mismo modo que los “chiribís” del Partido Socialista desfilaban militarmente de tres en fondo, los muchachos de las Organizaciones Juveniles primero, y posteriormente del Frente de Juventudes, hicieron lo propio.

Salvando lo que de anecdótico pueda tener lo citado, de la vistosidad de los desfiles se pasó a la realización de otros ejercicios que, si bien son considerados de utilidad militar, son de más clara valía civil. Entre ellos se puede destacar el levantamiento de planos, el cálculo de distancias, etc. Aspectos que más adelante estudiaremos.

Recordemos que el nacimiento de las Organizaciones Juveniles fue un hecho espontáneo. Los muchachos de retaguardia, y a modo de juego, celebraban con desfiles los triunfos de sus hermanos en el frente.

Pronto estos muchachos, a los que primeramente se les denominó balillas en un intento de comparación con las juventudes fascistas, fueron uniformados y armados con fusiles de madera, lo que daba mayor vistosidad a los desfiles.

Sus actuaciones, según el relato de personas que estuvieron relacionadas con los mismos259 eran rubricadas por las ovaciones del público que los contemplaba, sobre todo si se trataba de una ciudad recién liberada.

Por otra parte, es conveniente considerar que hasta la Guerra de Liberación no había existido en España una verdadera organización de juventudes, seria y eficaz, adscrita a cualquier corriente política, y menos a una institución de tipo estatal a la que encomendar una función de carácter complementario para la formación cívico – social y política de los niños y jóvenes españoles260.

Este hecho influyó, sin lugar a dudas, en el marcado carácter militar de la primera época, abonado el mismo con la casi exclusiva condición de mutilados de guerra de los mandos de la Organización, que lógicamente aportaban su euforia del frente, abonada, cada vez más con las crecientes deserciones por parte de muchos que huían de la libertad existente en el bando autodenominado rojo, buscando deliberadamente la esclavitud existente en el bando denominado nacional por quienes se autotitulaban rojos.261

Posteriormente, como podemos constatar comparando este programa con las actividades desarrolladas en años sucesivos, se le fue confiriendo a cada apartado una importancia muy definida.

Así, el capítulo de marchas y campamentos evolucionó hasta abarcar lo apuntado en el capítulo tercero de esta exposición; el apartado de transmisiones apareció enmarcado en el capítulo de actividades culturales, y la misma instrucción premilitar perdió entidad para enmarcarse, como una actividad más, en los propios campamentos.

Las actividades de Acampador, Sherpa, Cartógrafo, Enlace, Rastreador, Intendente, Pontonero, Cabuyero, Guerrillero, Táctico261, se desarrollaron sin ser consideradas puramente actividades premilitares, sino dentro del capítulo Aire libre.

Se daban, eso sí, amplias nociones de la vida de milicia, profundizando en el asunto con quienes lo deseaban, quienes estudiaban táctica militar, además de los conocimientos generales sobre orden cerrado, formación, movimiento, evolución, hilera, vanguardia, retaguardia, etc., que eran extensivos a todos los acampados262

Para aquellos había posibilidades de profundizar (no en balde, del Frente de Juventudes han surgido buenos militares, de entre los que quiero destacar al Teniente Coronel Tejero y al Comandante Sáenz de Ynestrillas, éste, asesinado por la ETA), teniendo a su disposición instructores de la categoría de quién en 1982 era Director de la Academia General Militar de Zaragoza, D. Carlos Pinilla.

Pero la instrucción militar no se limitaba a la mecánica de la milicia, sino que abarcaba aspectos de educación cívica o de cultura general militar263, así como los ya citados de topografía, supervivencia, etc.

Los ejercicios de tiro, así como un profundo conocimiento de la Historia de España, completaban esta formación premilitar, que se enmarcaba en el todo de la formación integral que se pretendía aplicar.

No debemos olvidar que la educación, entre los antiguos, era única y no se diferenciaba, como ocurre actualmente, la educación familiar de la educación religiosa o de la educación cívica. Los padres, los ancianos y los sacerdotes transmitían los usos y tradiciones, así como los modos de comportarse264.

Si nos atenemos a este concepto de educación, podemos entrever los Campamentos, y por relación, lo que era la formación premilitar. Su función consiste en educar a la juventud de tal manera que el día de mañana pueda asimilar, con el mínimo esfuerzo y la máxima eficacia, los conocimientos técnicos propios de los soldados. Nadie que visite nuestros campamentos, o asista a una marcha bien llevada, ha sacado la impresión de una organización de tipo belicoso, ni asistirá a demostraciones del manejo de armas, elementos de guerra, etc.265

Incidiendo en este sentido, el Manual de Campamentos ordenaba: No se abusará nunca de formaciones, desfiles, instrucciones colectivas, actividades todas que deben ser muy ocasionales, siempre al servicio de un superior criterio educativo.266

Evidentemente, los muchachos del Frente de Juventudes supieron desfilar en todas las etapas, pero como vengo repitiendo, existían otras actividades, tales como los juegos de utilidad premilitar, la topografía o las transmisiones.

Los ejercicios de aplicación sobre el terreno se realizaban en forma de juegos, limitados cada uno a su fin, enmascaramiento, observación, información, etc. La finalidad de estos juegos no es tanto como en los de táctica aplicada, la de una competición en regla entre dos bandos, como la perfecta realización del ejercicio.267

Con este tipo de formación se fomentan diversos campos intelectuales, como el conocimiento de la orografía, de la hidrografía, de los accidentes naturales, de su nomenclatura y de la forma de sortearlos, así como de la supervivencia.

En tanto a las transmisiones, tanto con banderas como con persianas o linterna, eran otro tipo de actividad premilitar digna de resaltar.268

Los cálculos de altura, las mediciones, la orientación por la sombra, por el reloj, por las estrellas, y otras, eran las llamadas técnicas de educación premilitar que, a quienes han practicado deportes de montaña les ha resultado de gran utilidad.


Formación sanitaria

La educación sanitaria, como materia formativa tampoco era ajena a los intereses formativos del F. de J.

Ya en el Boletín Oficial del Movimiento de 20 de Junio de 1939269 se hace referencia al tema.

Aparte los manuales específicos de esta temática, que profundizaban en estudios de anatomía, la divulgación de la Sanidad en Campamentos atendía generalidades al alcance de los más,270 con explicaciones de tratamiento ante diversas circunstancias271, que cuando se trataba de cursos para Jefes de Centuria, se profundizaba algo más272,273.

En los citados manuales se daban instrucciones sencillas sobre el conocimiento del cuerpo humano (más profunda en el caso del sanitario), para a continuación, con refuerzos gráficos, dar paso a la explicación de cada una de las cuestiones.

La atención a los primeros auxilios individuales también era tenida en cuenta, y su explicación atendía diversos supuestos comunes274.

En el puro aspecto de la higiene personal, por otra parte, es suficientemente expresivo el juicio que sobre el tema emitiera Manuel Sacristán Luzón, en su momento destacado miembro radical franquista, y a la sazón militante comunista: Había una especie de racismo contra el sucio. Se rechazaba a priori todo lo sucio, tanto en el aspecto físico como en el intelectual.

Por otra parte, y abundando en lo mismo, debemos recurrir a los consejos constantemente expresados: El verse alejado del pueblo o la ciudad y en contacto directo con la Naturaleza hacen olvidar a algunos camaradas las reglas de higiene y aseo personal, imprescindibles para la salud propia y para vivir junto a otras personas. Precisamente en el Campamento y en las Marchas es donde se debe cuidar con más frecuencia la pulcritud y limpieza de la ropa interior y exterior, de las manos y uñas, de la cara y cabeza, y de los pies. Porque también, debido a las actividades físicas y al medio de convivencia, se ensucian con mucha más frecuencia. El baño y la ducha diarias son completamente obligatorios, así como la muda frecuente de la ropa interior, calcetines y pañuelos275.

Otros consejos, o la ausencia de los mismos, serían de todo punto incompatibles en una institución como el Frente de Juventudes.


Formación religiosa

El sentido religioso, secular en el pueblo español, imprimía carácter a las actividades del Frente de Juventudes.

De sus filas ha salido un importante número de misioneros, jesuitas, dominicos… que posteriormente se han esparcido por el mundo.

Enfrentamientos con algún estamento de la institución eclesiástica no faltaron a lo largo de los años, por motivos que van desde el hecho de entrar en misa con pantalón corto y mangas de camisa arremangadas276, hasta el escándalo provocado porque las misiones culturales pretendían que las mujeres se bañasen277. Enfrentamientos que, por otra parte, manifiestan la oposición de algunos sectores de la institución eclesial hacia la organización.

Si las dos anécdotas citadas son de grado menor, no sucede lo mismo con la protagonizada por el Arzobispo y Cardenal Primado D. Enrique Pla y Deniel que, sin incidir directamente sobre la obra de Campamentos, y a instancias del Arzobispo de Zaragoza, provocó un conflicto a raíz de la difusión, por parte de Auxilio Social, de unos emblemas relativos a la obra Condenado por Desconfiado, de Tirso de Molina.

No obstante, se puede decir que la práctica totalidad de los sacerdotes que asistieron a campamentos hicieron una excelente labor de catequesis.

Según indica Carmen Martín Olmedo, en el Frente de Juventudes se practicaban las misas dialogadas, al propio tiempo que variaba rápidamente la actitud recelante de algunos curas al observar la fe cristiana de que hacían gala los campamentos.

Este hecho, en definitiva, se ve plasmado a lo largo de los años en múltiples manifestaciones, que abarcan desde la edición de un considerable número de libros cuya temática era religiosa, hasta la censura eclesial de las demás obras, sin olvidar la participación directa en el Congreso Eucarístico de Barcelona, en 1952.

Como las demás enseñanzas, en la primera época adquiría unos matices especiales, máxime teniendo en cuenta los destrozos y persecuciones, tanto físicos como morales que pocos años antes había sufrido el pueblo español.

Con ocasión del Congreso Eucarístico citado se reunieron en Barcelona 10.000 muchachos que se distribuyeron en las 1500 tiendas de un gigantesco campamento.

Distribuidos en cuatro zonas o concentraciones de Campamentos, quedaron montadas más de 1500 tiendas de campaña extendidas en distintos puntos de la capital catalana: Montjuich, el Parque de la Ciudadela, La Escuela Industrial y la Zona del Puerto. En la primera, un gran campamento dividido en cuatro sectores alojó el grupo más importante de las Falanges Juveniles de Franco. La Ciudadela sirvió de emplazamiento a un campamento modelo –el San Fernando- donde una escuadra de cada provincia, los camaradas de la Escuela Preparatoria Militar y unidades de guías montañeros demostraron cumplidamente a los muchos visitantes, nacionales y extranjeros que por él pasaron, cómo es la vida del Frente de Juventudes. En la Escuela Industrial se albergó la nutrida y “trepidante tropa” de Cultura y Arte que al tiempo de asistir al Congreso realizaron su competición nacional de actividades. Los flechas navales y los camaradas de Cádiz, Sevilla, Huelva, Mallorca, Murcia y Alicante, estos últimos residiendo en los barcos “Tarifa” y “Tritón”, cedidos al Frente de Juventudes por el Ministerio de Marina, y en los que hicieron el viaje hasta Barcelona, enclavados en la zona del puerto.

Cada uno de aquellos campamentos llevó un nombre. Fueron “Covadonga”, “Montserrat”, “Guadalupe”, “San Fernando”, “El Pilar”, “Nuestra Señora de la Merced”, “Begoña”, “San Francisco Javier”, “San Isidro”, San Vicente Ferrer”, “Santo Domingo”, “San Raimundo de Peñafort” y “Nuestra Señora del Carmen”.

En el interesante y significativo capítulo de movilización material hay que anotar 1400 tiendas de escuadra, 100 de servicios, tres tiendas parques, 14 cocinas, 20.000 mantas y 100 toneladas de relleno para las colchonetas; toda una exposición de actividades, aeromodelismo, etc.

Como razón única para explicar la coordinación de este mundo de cosas, está la insuperable capacidad de unos mandos con veteranía, buena técnica y mejor estilo, que fueron los artífices de la gran victoria de la organización y efectividad que entre otras cosas representó la asistencia del Frente de Juventudes al Congreso Eucarístico de Barcelona. Y el admirable espíritu de sacrificio, la espléndida superación ante las dificultades y el entusiasmo y disciplina ejemplares de los millares de militantes asistentes. 278

La extensión de los campamentos hasta el Congreso Eucarístico representó la expresión de la vivencia religiosa en los mismos; religiosidad que, por otra parte, conoció proyección internacional en el trato con los Scouts Católicos de Francia, Alemania, Estados Unidos, Bélgica, Holanda y Vietnam, con motivo de la construcción de una capilla a la Virgen de Dorán278, a la que ya hace referencia otro capítulo.

Por otra parte, y ciñéndonos a la normalidad campamental, debemos destacar que las actividades religiosas entraban en el principio de voluntariedad, en otros puntos citado. Nada de asistencia obligatoria a Misa diaria. Discreta brevedad en los rezos. Las comuniones generales , sólo cuando esté bien cierto el Capellán de que la totalidad de los acampados reciben este Sacramento por un acto expreso de voluntad279.

El capellán, además de atender sus obligaciones religiosas, realizaba un determinado número de charlas o conferencias sobre temas de Religión y Moral, que previamente preparará. Estas conferencias deben versar sobre temas fundamentales de formación religiosa, sin que por ningún concepto se arriesgue a expresar temas o teorías que puedan llevar confusión a los oyentes280.281

Diariamente, en el acto final, explicará una máxima religiosa. Esta es una frase breve, clara y concreta cuyo contenido, de orden religioso o moral, debe quedar indeleblemente grabada en el ánimo de los oyentes282.

Finalmente sólo queda apuntar que, si bien la línea iniciada en el verano de 1937 para las Organizaciones Juveniles perduró hasta su liquidación, se observa un constante progreso en el desarrollo de las técnicas educativas, máxime si tomamos como ejemplo los citados campamentos de la O.J., donde la intuición suplía en muchas ocasiones la falta de conocimientos.

En el puro aspecto religioso podemos citar como norma la que representó la encíclica de Pío XI Divini Illius Magistri283 sobre la educación cristiana de la juventud, que fue modificada por la Declaración del Concilio Vaticano II284.


Construcciones de Aire Libre

La educación en la Naturaleza adquiere plena vigencia al referirnos a la prácticas de Aire Libre.

Las prácticas de cabuyería y de pontonero, por ejemplo, que en la vida de las ciudades no reciben importancia, son atendidas especialmente en campamentos.

Si en un principio era atendida esta formación como puro medio de educación militar, posteriormente adquirió otra importancia en el campo de la formación  integral, procurando insuflar la capacidad de desenvolverse en la naturaleza, con los propios medios.

Este tipo de prácticas, que forzosamente son un método juvenil de vida ocasional en la Naturaleza con intencionalidad formativa285, es el tipo de educación preferido por el Frente de Juventudes.

Las técnicas de construcciones de Aire Libre abarcan aspectos tales como la construcción de hornillos o el alumbrado autárquico.

Las construcciones realizadas a partir de cuerda y madera van desde pasarelas y tirolinas hasta puentes y portaladas.

Pero veamos este tipo de actividades por partes.

Cabuyería:

Tras atender a los tipos de cuerda, a sus partes, y a los nudos, las explicaciones continuaban con la práctica de puentes y pasareles.286

La utilización de estos conocimientos completaba su función con la construcción de chabolas a partir de troncos y hojas, casas elevadas, puentes, cocinas elevadas, señalización, tapices de judo, máquinas de nadar, bibliotecas, sombrajos, mesas, etc., y todo partiendo de elementos simples como la cuerda y la madera287.

En lo tocante del alumbrado autárquico, existían varias modalidades288.



Formación estética

Los actos solemnes, como el izar, arriar, y el homenaje a los caídos, si bien representaban poco espacio de tiempo en la vida cotidiana, representaban unos momentos de profunda meditación.

La llamada para estos actos estaba precedida por una hiperactividad de los acampados, vistiéndose el uniforme, observando lo impecable del mismo, para no desmerecer el acto para el que eran llamados.

Si el acto de izar y arriar  banderas alcanzaba altas cotas de atención por parte de todos, el homenaje a los Caídos desbordaba la emotividad.

Tras arriar banderas, tras haber entonado el Cara al Sol, se dirigían las formaciones hacia la Cruz de los Caídos mientras entonaban la canción Yo tenía un camarada.

Una vez en el lugar, se hacía el ofrecimiento de la corona, que era precedido por la oración a José Antonio, y dos padrenuestros por España, por los Caídos, por la Falange y por el Caudillo.

Dados los gritos de ritual, se volvía en formación a la plaza del Campamento, donde se romperían filas, mientras nuevamente se entonaba Yo tenía un camarada, canción de origen alemán, españolizada por las Organizaciones Juveniles, y cuya letra dice:

I

YO TENÍA UN CAMARADA
ENTRE TODOS EL MEJOR
SIEMPRE JUNTOS AVANZÁBAMOS
SIEMPRE JUNTOS CAMINÁBAMOS
AL REDOBLE DEL TAMBOR

¡GLORIA! ¡GLORIA!
¡GLORIA Y VICTORIA!
CON EL CUERPO Y CON EL ALMA
CON LAS ARMAS EN LA MANO
POR LA PATRIA.

NUESTROS CANTOS, QUE VUELAN,
EL VIENTO LOS LLEVA POR AHÍ,
QUE EN ESPAÑA
EMPIEZA A AMANECER

II

CERCA SUENA UNA DESCARGA
VA POR TI O VA POR MÍ
Y A MIS PIES CAYÓ HERIDO
EL AMIGO MÁS QUERIDO
Y EN SU FAZ LA MUERTE VI

III

EL ME QUISO DAR LA MANO
MIENTRAS EL FUSIL CARGUÉ;
Y UNIÉNDOLA CON LA MÍA
VETE CON DIOS –ME DECÍA-
POR ESPAÑA MORIRÉ
Música F. Silcher 1825
Cancionero O.J. Asturias ¿1940? 289

Por su parte, el uniforme, entendido como elemento estético, conoció tres fases:

La primera, que abarca la etapa espontánea de las Organizaciones Juveniles, de los Balillas, no tenía uniformidad específica, si bien se usaba la camisa azul (los flechas), y la boina roja (los pelayos).

A partir de la unificación, y hasta 1960, el uniforme era como sigue:

- Boina roja
- Camisa azul mahón con hombreras y dos bolsillos, con insignias (en el izquierdo el yugo y las flechas, y en el derecho el cisne de una cabeza, ajedrezado)
- Los militantes juveniles, brazalete de las Falanges Juveniles, con los colores nacionalsindicalistas y un león rampante inscrito en un rombo.
- Pantalón corto, con cinturón de cuero y hebilla con el yugo y las flechas.
- Medias
- Botas claveteadas
- Para combatir el frío se completaba con una chaquetilla con las mismas insignias.

En la etapa de la Organización Juvenil Española (1960), era como sigue:290

Para Flechas y Arqueros:

- Boina azul con emblema del león rampante y la leyenda vale quién sirve.
- Camisa caqui con hombreras azules y dos bolsillos con insignias (en el derecho la cruz de San Fernando –cruz potenzada- con el león rampante herencia de las Falanges Juveniles, y en el derecho el cisne bicéfalo ajedrezado); en la manga izquierda, el escudo de la provincia.
- Pantalón corto gris, ajustado con un cinturón (primero ajedrezado, posteriormente con la cruz potenzada y el león rampante). En un primer momento el cinturón era de color marrón. En los últimos tiempos, era negro para todos.
- Medias.
- Zapatos marrones con suela de goma.
- Se completaba con un jersey azul adornado  por unas tiras blancas en las bocamangas y en el cuello.


Para Cadetes::

- Boina roja con emblema del león rampante y la leyenda vale quien sirve.
- Camisa azul, con los mismos emblemas que flechas y arqueros.
- El resto de la uniformidad, idéntico al de flechas y arqueros, salvo el cinturón, que siempre fue negro.
- Completaban la uniformidad con pantalón largo gris, para ciudad.

Uniforme de régimen interior:

Similar en todas las épocas consistía en:

- Camiseta (en las Falanges Juveniles llevaba en el pecho el cisne, y en la Organización Juvenil Española la cruz potenzada).
- Pantalón corto azul.
- Zapatillas

A la hora de la verdad, en el caso de los cadetes, muchos acostumbraban a prescindir de la boina, o a sustituirla por una azul, en señal de desacato.291

Este hecho es destacado por los inspectores en los informes correspondientes a cada curso292.


Fuego de Campamento

El Fuego de Campamento era uno de los momentos más deseados del día.

En él, todos se convertían en actores y en espectadores de la más desbordante alegría. Humor, representaciones teatrales, canciones, cuentos… Todo tenía cabida en este momento.

La preparación física del fuego corría a cargo de la escuadra de servicios, y en desarrollo de las actividades debía procurarse la máxima participación.

La norma, siempre presente, no podía faltar en esta ocasión. Puede resumirse como sigue:

1ª.- No pueden fomentarse las actuaciones individuales, y menos cuando son siempre las mismas. Nada de estrellas ni graciosos.

2ª.- En los Fuegos de Campamento no debe esperarse calidad en las actuaciones, sino simplemente buena voluntad y espíritu de servicio y de camaradería. Es tan meritoria la actuación del Flecha que canta maravillosamente una jota como la de aquel otro que con torpeza recita un verso. Y más aún si son actuaciones colectivas.

3ª.- Por tanto, incurre en falta de camaradería todo el que se permite burlarse de cualquier actuación por deficiente que sea. Sí es permisible el “abucheo” amistoso; se reprimirá, en cambio, de un modo rotundo cualquier intento de burla.

4ª.- Las interrupciones en el transcurso de una actuación, la falta de silencio adecuado, el “gracioso” que adelanta la solución de un chiste, son otras tantas manifestaciones de ineducación que todo Jefe de Campamento reprimirá enérgicamente.

5ª.- La única limitación en los chistes e historietas es la limpieza y el buen gusto naturales en todas nuestras manifestaciones293.

Las canciones  propias del Fuego de Campamento, alguna de las cuales está citada en el capítulo relativo a la canción, eran simpáticas o regionales, siendo de destacar que algunos de los artistas, lo fueron posteriormente a nivel público (caso del Dúo Dinámico).

Pero si la canción, el teatro y los chistes eran casi de obligado cumplimiento (el humorista Cassen empezó también en Campamentos), no debemos olvidar los juegos, en este caso radicalmente distintos de los juegos deportivos, que incidían en otro tipo de motivación.294

Al acabar la actuación, si había sido bien interpretada, se premiaba al artista con un a canción:

BIEN POR EL CHICO, BIEN
BIEN, BIEN, BIEN, BIEN, BIEN 295

A la que luego se le añadía otra estrofa:

QUE SE LO HA CREÍDO
MATARILE RILE RILE
QUE SE LO HA CREÍDO
MATARILE RILE RON
CHIM PON

Si por el contrario, el respetable entendía que la actuación no había sido buena, castigaba al actor con esta otra canción:

DATE EL BOTE, CARA DURA
PON PON PON SACÚDETE, FEO296

A la que también se le añadía otra estrofa:

LA TIENE DE CEMENTO
LA TIENE DE HORMIGÓN
CHIM PON
CAROTA, PINCHA UVAS, ROMPEHUEVOS
QUE LA CARA, SE TE NOTA,
QUE LA TIENES DE BELLOTA,
FEO.




Dimensión de la Obra

Como sea que a lo largo de casi cuarenta años se han celebrado multitud de campamentos po0r los que han pasado cerca de cuatro millones de españoles, considero dato estadístico interesante el que es objeto del presente capítulo.

Limitando las citas a tres, la primera correspondiente a la Organización Juvenil, la segunda a la media vida de las Falanges Juveniles, y la tercera al año 1971, podemos hacernos una idea de la amplitud de la obra.

Como se apunta en el capítulo de las Organizaciones Juveniles, en 1937 asistieron a Campamentos entre 2500 y 3000 muchachos.

Ya en 1949, la campaña acogió a 64.392 jóvenes, distribuidos por todas las provincias, incluido el protectorado de Marruecos, y exceptuadas las provincias de Badajoz y Guinea.297



















NOTAS

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