Las Barras de Aragón: LAS MENTIRAS DEL NACIONALISMO CATALÁN: “ESPAÑA COMO NACIÓN ANTES DE 1714″
Hace más de quinientos años que las Coronas de Castilla y de Aragón se unieron para dar paso a la Monarquía de España, constituyendo ésta la primera Nación “política” de Europa al darse en España el primer paso para dejar atrás el sistema “feudal” dotando a la Corona de una administración y gobierno único y global para todos los territorios bajo la soberanía de los Monarcas de España. Pero no sólo fue una unión política, la unión de Castilla y Aragón a la que al poco tiempo se uniría Navarra, sino también una unidad cultural, que contaba ya con una base previa forjada durante el larguísimo periodo de tiempo conocido como Reconquista, la cual permitió que la unión fuera un éxito. No obstante, a día de hoy existen muchos autores que niegan la existencia de España como Nación antes de la “Guerra de Sucesión a la Corona Española” e incluso algunos fijan como inicio una tan tardía fecha como es 1812; así como también hay quien niega que exista tal Nación Española, indicando que en verdad se trata de la Nación Castellana. Tales afirmaciones no son ciertas en absoluto, no obstante cuentan con una excesiva difusión en universidades, institutos, medios de comunicación, libros de autores que cuentan con reconocimiento inmerecido, etc… A continuación se exponen una serie de puntos que con el apoyo de referencias documentadas, se demostrará fácilmente como España como unidad territorial, política y cultural, tiene cinco siglos, como sí es España la Nación más antigua de Europa, como ser español no es ser sólo castellano, y en consecuencia como ya existía el pueblo español muchísimo antes de la fecha de 1714 que tanto repiten los nacionalistas catalanes.
1710: Regnorum Hispaniae et Portugalliae Tabula Generalis. Joahnn Baptiste Homann:
1.- ¿QUÉ ES UNA NACIÓN?
Alegoría a España en la fachada de la Biblioteca Nacional de España. Obra del catalán Agustí Querol (1892-1903)
Como ya se explicó en la anterior entrada de este blog “La Corrupción del lenguaje al servicio de la mentira nacionalista” el significado de las palabras cambia con el tiempo, pierden su significado original, aumentan el numero de acepciones para la misma palabra, etc… Es el caso de la palabra Nación, la cual hoy en día, a diferencia de hace siglos, ha ido ganando acepciones. Así pues si buscamos en un diccionario de 1611 nos encontramos con la siguiente definición de Nación:
Hoy en día la palabra Nación tiene dos acepciones, la nación “cultural”, con un significado “difuso” como lo es también la palabra “país”, palabras que pueden ser válidas tanto para una región, como para el territorio que la engloba; y otra relacionada con las palabras “Estado” y “Soberanía”, es decir, Nación “Política”, acepción surgida de las ideas ilustradas que cristalizaron, a finales del S.XVIII con la Revolución Francesa (más que con la independencia de los EE.UU). Se habla y se entiende principalmente, desde entonces, por Nación, el concepto “Estado-Nación”, término que causa también problemas con los que proclaman que su histórica región, sin tener estado, es también una nación. No obstante estos últimos hablan de nación “cultural”, es decir de los habitantes de una zona delimitada en la que hay ciertas características que les definen, así como una tradición histórica común, pudiéndose considerar por nación cultural tanto a Cataluña, como a Córdoba o a Sevilla, pero también a la misma España. En cuanto a Nación Política, no siempre esta definición coincide con que esa definición sirva para que la unidad territorial soberana que la compone, sea también una nación cultural, sobre todo si es una unión reciente, como lo eran las desparecidas Yugoslavia o la URSS, o bien las naciones ·”culturales” constituyentes tienen tanta personalidad que hace que esa unión no cuaje del todo y sea a veces definida como una mera unión, aspecto que después de siglos de unidad, por mucho que se empeñen sus naciones constituyentes, verdaderamente ya sea algo más, como es caso del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte o Bélgica. En cualquier caso son las Naciones Políticas del Reino Unido y de Bélgica las que están en la ONU, no así Inglaterra, ni Flandes, que son naciones culturales, históricas, (incluso Inglaterra ha llegado a ser Nación Política), pero HOY, no son naciones “políticas”. Cuando oímos Nación, entendemos por tal, lo que son Francia, Italia, los EEUU, Rusia, Suiza y España.
En cualquier caso que a partir de finales del S.XVIII se de un nuevo significado a la palabra “Nación”, esto no significa que no existieran antes “naciones políticas”, así como también existían “Estados”, otra palabra, que antes de estas fechas, tampoco significaba lo mismo. Que alguien escriba en un documento, un nuevo significado para una palabra, no significa que desde ese momento nazca una nueva “nación” o un “nuevo estado”, “o un nuevo pueblo”. No tiene sentido. Así pues quedan como absurdos aquellos que dicen que la existencia de España, como “nación”, o los españoles como “pueblo”, parte de 1812, porque en la Constitución “la Pepa” se habla de “nación española”, “soberanía nacional”, y “españoles”. Porque es tan ridículo decir eso, como decir que hasta la Revolución Francesa no existían los franceses, ni Francia, o hasta que tuvo constitución, Portugal tampoco existía. Absurdo además porque esa constitución de 1812 tampoco tuvo mucha continuidad, ya que después de no ser aceptada por Fernando VII, el trienio liberal duró poco, y a la muerte de Fernando VII, tampoco se restablece aquella constitución por entonces tan liberal, sobre todo en lo que respecta a la soberanía nacional. Si no existía España hasta 1812, su existencia, según estos lumbreras iba dando saltos, pasando del trienio liberal, en la que existía, al absolutismo, en la que volvía a dejar de existir, y quedándose su existencia a medias con las siguientes constituciones en las que el liberalismo no alcanzaba su plenitud como en 1812.
Regimiento Asturias. Sangre Española. Ferrer-Dalmau
España, como Francia, Suiza o Italia, son naciones “políticas” que además encajan en la definición de “nación cultural”, en cualquiera de los sentidos tan “difusos” que tiene esta acepción. No por ello dejan de tener dentro de sus límites territoriales, naciones “culturales” históricas que son un reflejo de su formación territorial. De estas naciones “culturales” parten, en gran parte, las teorías falaces sobre la existencia de España actual como nación “cultural”, negándola y afirmando que en verdad lo que entendemos por nación “española” es sólo la “nación castellana”, de la que ellos, principalmente refugiándose en el idioma, no forman parte. Algo que a los suizos les debe chocar, como a los franceses, a los italianos, e incluso a la nación cultural escocesa, donde se habla más inglés que gaélico o escocés. Pero además niegan la existencia de España como “nación política” antes del famosísimo 1714. No vacilan estos manipuladores en reinterpretar el Antiguo Régimen a la carta, para dar fuerza a sus falsas explicaciones.
De forma rotunda, podemos afirmar que decir que España, antes de 1714 “no era una unidad política”, ES FALSO. Porque es unidad política cuando un soberano adopta el nombre de la unión surgida, y se le llama de esa manera tanto por los mismos súbditos, como por las naciones extranjeras. Es unión política cuando hay un ejército que es el español. Es unidad política cuando hay un gobierno, para todos los territorios, estructurado en consejos territoriales y temáticos, con competencia (estos últimos) en todos los territorios. Y además es unidad política cuando la ubicación de dichos consejos se encuentra en un mismo lugar, en Madrid, puntualmente Valladolid. Es unidad política cuando es esa unión, y no por separado, la que está en Guerra y la que está en Paz. Es unión política cuando en un mapa político cualquiera pre -1714 se representa a España de forma separada y al mismo nivel que otras naciones, como Francia o Portugal (a excepción de la unión temporal). Es unión política cuando esa unión tiene unos mismos estandartes o símbolos. Es unión política cuando a las diferentes monedas acuñadas en diferentes territorios llevan inscritas la palabra Hispaniarum Rex, añadiéndose otros títulos fuera de la unión que da nombre a la Monarquía , como es el caso de Flandes o Milán. Y tantas y tantas explicaciones que hacen innegable la existencia de la unidad política de España. Y cabe decir que no supone en absoluto que las características propias del Antiguo Régimen, en las que existían diferencias legislativas, no solo en territorios, sino entre ciudades y entre clases sociales, que España no estuviera unida políticamente, porque esas características también se daban en mayor o menor grado en cualquier país de Europa. Como es el caso de Francia, que también tenía varias “cortes” y “parlamentos” hasta la Revolución Francesa la cual liquida su Antiguo Régimen. Tener aduanas, tener monedas diferentes en territorios, también se daba en la España del S.XIX, y de hecho en 1829 tuvieron lugar las últimas cortes de Navarra. Y es que tener embajadores, tener monedas, tener consulados, etc. en el Antiguo Régimen los podían tener hasta las mismas ciudades, sin constituir por ello ningún Estado-Nación. Es absurdo, por lo tanto, utilizar las particularidades del Antiguo Régimen para hacer creer que no existía una unidad política. Tener fueros no significa tener un autogobierno soberano e independiente. En tal caso y si hiciéramos caso a los que predican estas teorías, antes de 1714, no existía ninguna nación, ninguna unidad política, y por lo tanto no existían ni Francia, ni Portugal.
En la colina de Albuch “tercios españoles. Oleo sobre lienzo de José Ferre Clauzel.
Por otro lado España era (y es) antes de 1714 una nación cultural, un pueblo diferenciado, cuando además de en el extranjero, se habla internamente, en todos los territorios de esa unión, en diferentes idiomas, de “los españoles HEMOS hecho tal y cual cosa”, “los españoles SOMOS de tal y cual manera”, etc.. Es unión cultural cuando se loan las excelencias de los españoles y de la propia España. Es unión cultural cuando se tiene internamente, por los propios habitantes, un sentimiento de pertenencia a una unión en los diferentes territorios que la componen. Es unión cultural cuando se antepone a otras naciones extranjeras el nombre de los españoles. Y es que tenemos miles y miles de referencias y testigos contemporáneos, muchos de esas zonas en donde se niega la existencia de España, que confirman esta unidad “cultural” y desmienten a los que difunden lo contrario. En los siguientes puntos se aporta documentación, correspondiente a la evidente existencia de España como nación “política” y “nación cultural” bastante antes de 1714.
La implantación para toda España de un gobierno y una administración conjunta, a través de los citados consejos territoriales y temáticos, hace que España sea considerada la nación “política” más antigua de Europa. De hecho se suele citar, también en el extranjero, a la unión de Castilla y Aragón como la creación del primer estado moderno, y se señala esa unión política y administrativa como un hito en la historia europea y un salto adelante para ir dejando poco a poco el feudalismo y más tarde enterrar definitivamente el Antiguo Régimen.. De hecho por el mismo criterio, en Portugal se afirma que los portugueses fueron los primeros en tener un Estado-Nación. Pero decir que Portugal, España o Francia fueron las primeras naciones políticas, no significa que no existieran por ejemplo los daneses, o Dinamarca, en donde había un Rey soberano en sus territorios, donde habitaban los daneses, con sus características diferenciales, había unidad política, pero no contaban con una administración conjunta de gobierno para toda la soberanía territorial.
Si la unión política de España fue también una unión cultural, lo fue porque se partía de una base anterior a dicha convergencia, un sentimiento de pertenencia común de los diferentes reinos peninsulares, motivado tanto por la unidad religiosa (y geográfica) frente al Islam, como también el recuerdo de la España cristiana perdida, la España de los visigodos, recuerdo siempre permanente durante el largo proceso llamado Reconquista, y de ello queda constancia en escritos de diferentes cronistas y en citas de diferentes monarcas, los cuales se consideraban herederos de los godos. Es por eso que a partir de los Reyes Católicos nace España como nación-política y se habla también de España como nación cultural. Evidentemente citar una fecha a partir de la cual nace una Nación es casi imposible, más cuando las naciones se crean a partir de una evolución, como es el caso de España, Francia, Italia, etc…Pero si tuviéramos que poner un Hito para citar el nacimiento de España como nación cultural, y por lo tanto para poder hablar de españoles como miembros de un mismo pueblo, es a partir de los Reyes Católicos, y no de fechas anteriores, y mucho menos tan posteriores cuando esa nación cultural está más que consolidada (1714 o 1812). A partir de las fuentes contemporáneas a estos monarcas, las cuales se citan en los siguientes puntos se podrá entender perfectamente que esto fue así.
Desde luego se tiene que entender y tener presente que en cada época hay una realidad social y cultural diferente. De hecho lo que suele unir a la población en la Edad Media es más la religión y el soberano, que los matices diferenciales a los que se refieren los extranjeros para verles como un pueblo diferenciado. También se tiene que entender que la Reconquista fue un periodo larguísimo, por ello hubo contacto con otras culturas, y en donde los reinos peninsulares estuvieron constantemente en guerra no sólo contra el Islam, sino entre ellos mismos, lo que creó reinos con “personalidades” diferenciadas, pero sin dejar de mantener nexos comunes que permitieron el “triunfo” de la unión “cultural” y “política” entre los que serán después ya parte del pueblo español. No se puede decir que la Hispania Romana era España, como tampoco que el Reino de los visigodos lo fuera. Pero de la misma forma tampoco se debe obviar que la España actual es heredera de aquellas dos realidades anteriores, sobre todo de la España visigoda, tal y como se cita con frecuencia durante la Reconquista y como no se cansan de repetir las fuentes contemporáneas a la unión entre Castilla y Aragón. Así pues para entender la unión de España es preciso comentar previamente, y sin profundizar, que era la Hispania Romana, los habitantes llamados hispanos, y también la España de los reyes visigodos, los cuales gobernaban a los hispanos que eran mayoría entre la población. Hablar de hispanos, sobre todo con los visigodos no es hablar de unos señores que habitan en un concepto geográfico, sino de un “colectivo ya diferenciado” para los extranjeros, con la prudencia que merece hablar de pueblos en dicha época, y remarcando siempre las diferencias entre los habitantes de la Península, debido a la no homogénea romanización y la presencia de diferentes pueblos germánicos en la Península.
2.- LA HISPANIA ROMANA
El nombre de España procede de Hispania. Pero Hispania no era España, y los hispanos, desde luego, no eran españoles. Aún así, los españoles son herederos de la Hispania romana, así como también de los íberos, celtas, vascones, etc.. Hispania es un nombre de origen fenicio que se utilizó, en origen, para designar únicamente a la Península Ibérica. Los hispanos en el inicio de la romanización eran las personas de los diferentes pueblos que había en la Península. No obstante que en origen fuera un concepto geográfico, al existir una cierta “homogeneización” y unión bajo el Imperio Romano, de los antiguos pueblos prerromanos, hizo, que transcurridos varios siglos, hablar de un hispano, no tuviera el mismo significado que al inicio de la romanización. Los pueblos prerromanos eran muchos, no obstante fueron prácticamente despareciendo a medida que avanzó la romanización, la cual ciertamente no fue 100% homogénea e igualmente intensa en todos los territorios. A pesar de ello, los romanos dejaron para casi todos los habitantes la misma religión, el latín, leyes, etc… Incluso en aquellas zonas insistentemente “no romanizadas” llama la atención la existencia de casos como el de por ejemplo Oeaso (Irún) o el nombre latino de “Iruña”, Pamplona. Para cuando se produce la caída del Imperio Romano de Occidente, los habitantes de Hispania con sus diferencias sociales, y con sus diferencias también motivadas por el sustrato restante de los pueblos anteriores, y por el mayor o menor grado de romanización, y sin ser una unidad territorial diferenciada, ni mucho menos un pueblo ¿sirve aún para definir globalmente a los habitantes muy diferenciados de los antiguos pueblos prerromanos, desde un punto de vista meramente geográfico? ¿o decir hispano ya vale tanto para identificar, sin diferenciarlos, a un señor de la Bética y a otro de la Tarraconensis?¿Dónde estaban los lacetanos o los layetanos, o los vacceos, por entonces?. Desde fuera de la Península hubo quien los citó a todos con características comunes diferenciales.
Moneda romana S.II del emperador nacido en la Itálica, Adriano, con la leyenda: HISPANIA.
Denario romano 81 a.C. con la leyenda HISPAN y con la alegoría de Hispania
Moneda siciliana S.II A.C. con la leyenda Hispanorum
– “Dichosos los hispanos para quienes beber es vivir”. Julio César, S.I. a.C.
– “Los hispanos prefieren la guerra al descanso, y si no tienen enemigo exterior lo buscan en casa”. Pompeyo Trogo, historiador galo-romano, S.I. a.C.
– “El hispano es ágil, belicoso, inquieto. Hispania es distinta de Itálica, más dispuesta para la guerra a causa de lo áspero del terreno y del genio de los hombres”. Tito Livio, historiador romano, S.I. a.C.
– “La nación hispana o la Hispania Universa no supo unirse contra Roma. Defendida por los Pirineos y el mar habría sido inaccesible. Su pueblo fue siempre valioso pero mal jerarquizado”. Lucio Anneo Floro, historiador romano, S.II
3.- LOS GODOS
A esta lista se le deben añadir dos reyes más: Agila II, rival de Rodrigo, y a Ardón, que reinando en Narbona (Francia) sería ciertamente el último rey godo. Con la decadencia del Imperio Romano, llegan a la Península diferentes pueblos como los godos, vándalos, alanos y suevos. Serán los godos los que consigan unificar la Península y formar una unidad territorial. Es este reino, el de los godos, al cual se reiteran como herederos los reinos cristianos peninsulares durante la reconquista y con la unión de Castilla y Aragón, según celebran varias fuentes de uno y otra bando se reunifica España. Es el reino de los godos, al que remiten varias crónicas que hablan de la España perdida, o la España destruida, desde la Crónica mozárabe del 754 a la Crónica de España del catalán Pere Miquel Carbonell, contemporáneo de los Reyes Católicos. España no era el reino de los Visigodos, ni los habitantes de aquel reino eran españoles, no obstante los que unieron España y sus antecesores, desde el inicio del periodo conocido por Reconquista, se declararon herederos y continuadores del Reino Godo. De hecho los habitantes de Asturias y de la Marca Hispánica utilizaban las leyes godas, y cabe recordar como a los habitantes de Barcelona, el Rey Carlos el Calvo, en el S.IX les llama Godos e Hispanos. También como el Conde de Barcelona, Borrell II, en el S.X se autodenominaba Dux Gothiae. Y de hecho la zona de la Septimania francesa y parte de la Marca Hispánica era también conocida como Gothia. Cabe recordar también como los musulmanes Banu Qasi, tan relacionados con Pamplona, y que dominaban el valle medio del Ebro (S.VIII-X), eran descendientes de un noble visigodo, el Conde Casio. En cualquier caso, una vez liquidado el Imperio Romano, y aún conservando más o menos el mismo idioma, el latín, y siguiendo una religión común con el resto de los antiguos territorios romanos, los hispanos, que constituían la mayor parte de la población de Hispania, ya que los invasores germánicos fueron una minoría, en el año 711, no eran sólo los habitantes de la Península, sino que los hispanos ya eran “hasta cierto punto” un colectivo diferenciado al que referirse al menos desde el extranjero, tal y como hizo Carlos el Calvo más de un siglo después. Manteniendo siempre la prudencia de hablar de “pueblo diferenciado” en dicha época y teniendo presente el diferente grado de romanización y contacto con diferentes invasores germánicos, y en cualquier caso sin aceptar esta “diferenciación” ya que ciertamente, los habitantes se unían más por el soberano y la religión que por otros matices, el hablar entonces de un hispano ya no servía para referirse a los celtas e íberos, los cuales habían dejado de existir siglos atrás. No obstante remarquemos que la Hispania de los visigodos, no era España, ni los hispano-godos, eran españoles.
En el 624 el Rey Suintila consigue expulsar a los bizantinos de Hispania, unificando toda la Península. Los Reyes Godos y la iglesia visigoda constituyen el primer órgano político con vocación de legislar en todo el territorio hispano. San Isidoro de Sevilla (556-636) nos dejó testimonio de lo que para él era entonces Hispania:
“Cuando (Suintila) ascendió a la cumbre de la realeza, conquistó las demás ciudades que tenía en Hispania el poder romano ( bizantinos), tras de luchar con ellas, y con gran felicidad, consiguió la gloria aumentada del triunfo por encima de todos los reyes anteriores, y fue el primero que poseyó la monarquía del reino de toda España que rodea el Oceano, cosa que a ninguno de sus antecesores le fue concedida…”
Laus Hispaniae de San Isidoro de Sevilla en su obra “Historia de los reyes de los godos, vándalos y suevos”.
4.- LA ESPAÑA PERDIDA. LA HISTORIA COMÚN DE LOS REINOS CRISTIANOS PENINSULARES. ¿ESPAÑA?¿ESPAÑOLES?
Las referencias a la “España perdida”, la “destrucción de España” son continuas en las crónicas de los diferentes reinos y condados cristianos peninsulares a lo largo de la reconquista. De hecho la historia particular de cada uno de los reinos converge en una misma historia inicial, la cual después de dar paso a los reyes peninsulares “fantásticos” como Tubal, nieto de Noé, Íbero, Hispan, Hércules Egipciano, etc…dan paso a los Reyes Godos, e incluso se incluye a menudo, la historia de los otros reyes peninsulares. Con la unión de Castilla y Aragón, se evoca a la recuperación de la España goda. También varios monarcas de los diferentes reinos suelen hacer mención a su pertenencia a una misma España, la cual no es en absoluto una nación, y no es tampoco un pueblo diferenciado. La España de los Godos había desparecido. A pesar de ello vemos que a los habitantes de Barcelona se les llama de entrada Godos o Hispanos, y se rigen por las leyes godas, al igual que los asturianos. Cada reino tiene su personalidad, sus propios intereses, no obstante la religión común, la geografía peninsular y el estar en lucha contra el Islam (también entre ellos) hace que existan nexos de unión y “cierta hermandad” entre los reinos peninsulares, no sólo en cuanto a formar parte de un pasado común y “el deseo de recuperar España, lo que se confirma cuando varios reyes peninsulares se intitulan como veremos reyes de España, reyes de las Españas y Emperador de las Españas o de toda España, y bastante antes de la unión de Castilla y Aragón que supone la creación de la Monarquía o Corona de España.
España durante la Reconquista, como concepto, al igual que sucede con Hispania, palabra de la cual procede, se refiere también a la Península. Y su significado, sin dejar de ser nunca la Península, varía con el tiempo y llega a tener diferentes “connotaciones” llegando incluso a servir para designar a la parte musulmana cuando ésta domina la mayor parte de la Península, algo que irá variando a medida que son los cristianos los que van ocupando la mayor parte de la antigua Hispania. A pesar de ello persiste como se ha indicado un sentimiento de pertenencia a una misma España cristiana, y se evoca con frecuencia el recuerdo de la España perdida que se pretende recuperar. Así es evidente que para el que escribía Estoria de España por encargo de Alfonso X, España era algo más que un simple concepto geográfico.
Realmente los reinos cristianos peninsulares no sólo se consideraban herederos de los godos e hispanos, sino que además lo eran ciertamente, y no sólo los de Asturias, sino también los habitantes de la Cataluña Vieja, zona en donde la elevada presencia de Godos hizo que esta zona conjuntamente con la Septimania francesa, la zona se llegara a llamar Gothia. Aunque la influencia franca-provenzal fuese notable en esa zona al estar bajo soberanía carolingia, tal y como sucedió con el idioma occitano del que parte el catalán (de aquí que el catalán fuese conocido también históricamente como lemosino, por Limoges, Francia, hasta 1934 cuando Pompeu Fabra pidió que se “dejara de utilizar”) el origen de la población era principalmente hispano y godo, y no franco-ario, como algunos, hoy, por buscar diferenciarse, les gusta señalar.
CAPITULAR CARLOS EL CALVO DEL AÑO 844 DIRIGIDA A LOS GODOS E HISPANOS DE LA CIUDAD DE BARCELONA:
Apréciese que la traducción de Hispano es español, traducción habitual hasta no hace muchos años
Compilación Constitucions de Cataluña de 1588:
En la “Compilación de les Constitucions i altres drets de Cathalunya Catalanes”, realizada en 1588 en tiempos del Rey de España Felipe II se nos recordaba (al igual que en innumerables ocasiones, en diferentes crónicas) el origen godo de los habitantes que se encontraron los francos cuando tomaron Barcelona, y así nos explica como el primer Conde de Barcelona, Bera, así como Wifredo el Velloso, tenían origen Godo.
Los Usatges de Barcelona (usos y costumbres, código jurídico) comenzaron a ser recopilados en tiempos del “Apoderador de España”, Ramon Berenguer (1023-1076). A continuación un apunte extraído del libro de 1834, de Pere Nolasc Vives i Cebrià:“Traducción al castellano de los Usages y demás derechos de Cataluña que no están derogados o no son notoriamente inútiles, con indicación del contenido de estos y de las disposiciones por las que ha venido à verlo, ilustrada con notas sacadas de los más clásicos autores del principado”
En uno de esos Usatges de Barcelona, se habla de enviar huestes contra los enemigos que iban a destruir España:
4.1.- LA PALABRA ESPAÑA EN LA RECONQUISTA
Cuando el latín se corrompe, surgen los romances, e Hispania es pronunciada España. No obstante no deja de ser España el nombre dado a la Península Ibérica. Sin embargo España evoca también a la España perdida de los Godos la cual se pretende recuperar para la cristiandad, pretensión que durante el periodo larguísimo de tiempo llamado Reconquista, irá creando nexos de unión entre los diferentes reinos cristianos peninsulares. Cabe indicar que al inicio de dicho periodo, la mayor parte de la Península está dominada por los musulmanes, lo cual supone que sea normal llamar España a la parte musulmana y sea normal que un Rey cristiano diga que se va a España cuando se va a Córdoba. A medida que avanza la parte cristiana, España se utilizará también para designar a los reinos cristianos peninsulares, un ejemplo de ello se aprecia si buscamos la palabra “España” en el Poema de Mio Cid, elaborado entre 1140 y 1204. El nombre de España aparece escrito varias veces en esta gran obra de la lengua castellana.
Por ejemplo en el Cantar de las bodas: “desde ese día se apreció a Babieca en cuanto grande fue España”. Aquí se hace mención a la España anterior a la invasión musulmana, la España perdida de los Godos.
En el Cantar de la Afrenta de Corpes, España ya se refiere a la parte cristiana:
l conde don García en pie se levantaba:
«¡Merced ya, rey, el mejor de toda España!
ved cuánta honra crece al que en buena hora nació
cuando señoras son sus hijas de Navarra y de Aragón!
Hoy los reyes de España sus parientes son;
a todos alcanza honra por el que en buena hora nació.
Así pues a lo largo de la Reconquista España sirve en un inicio para referirse a la parte musulmana, de aquí que Ramon Berenguer I sea conocido por el “Apoderador” o “Subyugador” de España, pero también para referirse a la España perdida de los godos, como se aprecia en el Poema del Cid, y también, ya con la mayor parte de la península en manos de los cristianos, a la parte cristiana, (como acabamos de ver) evocando dicha palabra un nexo de unión entre los reinos cristianos con personalidades muy diferenciadas, pero cuya ubicación geográfica, unión religiosa frente al islam y el recuerdo de un pasado común, servía para dotar a esta palabra de algo más que un concepto geográfico, tal y como se aprecia en varias frases de Jaime I de Aragón. Así mismo y desde un inicio varios Reyes de Asturias, León, Castilla, Aragón o Pamplona se intitularán Reyes o Emperadores de España o de las Españas, así como los condes de Barcelona Ramon Berenguer III y Ramon Berenguer IV eran los marqueses de las Españas.
4.2.- LA PALABRA ESPAÑOL EN LA RECONQUISTA
Al igual que España procede del latín Hispania, también el gentilicio español procede del mismo idioma. No obstante en este caso existen divergencias en cuanto al sentido inicial de la palabra “español”, significado que en el momento previo a la unión de Castilla y Aragón, ya significa según todas las teorías “el que es natural de España”, y así se refieren así mismos los habitantes de cada territorio cristiano peninsular de forma inequívoca en el momento de la unión de España con los Reyes Católicos. Ser español, al igual que España, significa ser de la Península Ibérica, pero al mismo tiempo también dado que España es algo más que la Península, tendrá una connotación superior a la meramente geográfica. Al parecer el gentilicio “Español” no es de origen “Español” sino que todo apunta a que sea de origen occitano (Francia), así nos los indica la Real Academia Española. No obstante como en muchas de las etimologías existen diferentes teorías al respecto, y en cuanto a nuestro gentilicio existen varias respecto al significado original de la palabra “español”.
Las referencias documentadas del uso de Español (espaignon, espainol, etc..) son muy antiguas. Curiosamente son mucho más antiguas que las primeras referencias documentadas de “catalán”, siendo la más antigua la de 1115, correspondiente a la toma de Mallorca por pisanos y los hombres del Conde de Barcelona y de Provenza, Ramon Berenguer III. Siendo de origen provenzal, el gentilicio “español”, quizás los primeros en ser llamados así fueran los habitantes de lo que hoy es la Cataluña vieja.
La teoría de Coll, en la que apunta a que Español sólo era aplicado a los de Castilla y León, (hispanos menores) se apoya según este autor nacionalista, en frases como la siguiente de Francesc Eiximenis (n. en Gerona, 1330-1409) que en su obra “Lo Crestià”, 1392, escribía lo siguiente:
“Catalans e spanyols beuen en grans taces…”
“Espanyols són grans menjadors de carn, et jatsia que sien grans parlers e sapien fer una travessura, quant s’hi prenen, emperò tostemps són estats reputats en altres coses per hòmens grossers”
“Com catalans mengen pus graciosament e ab millor manera que altres nacions”.
No obstante este autor, sin dejar de ser sospechoso, por su vinculación con el nacionalismo catalán, y de obsesionarse en desvincular a los catalanes del resto de españoles, no indica si esta frase de Eiximenis pueda deberse al mismo fenómeno que cuando hoy al hablar de Europa, pensamos en verdad en el resto de Europa, y nos distinguimos a menudo de los europeos, sin dejar por ello de considerarnos como tales. Tampoco sugiere si hay una tradición de llamar España a lo que se va reconquistando y de ahí dicha frase, o tampoco sabemos si el autor entiende Españoles sólo a los de Castilla y León, ya que no se aprecia si también incluye a los de Aragón u a otros territorios. En verdad en esa frase no define Eiximenis que es para él un español. Esta teoría cae por su propio peso cuando en diferentes casos, como por ejemplo en la crónica de Muntaner, anterior a Eiximenis se nos indica que el Infante de Mallorca tiene una galera llamada “Española”.
En la crònica de Ramon Muntaner, se explica que la Galera del Infante Fernando de Mallorca se llamaba “Española”.
Pero poco después de Eiximenis, en la crónica universal “Flos Mundi” escrita en Cataluña hacia 1407, por un anónimo catalán, el autor en el inicio de dicha crónica decía la frase que se indica a continuación, con el propósito al parecer de completar lo que habían explicado sobre “Spanya” autores que no eran españoles y que se habían ocupado de la historia de “Spanya” de forma superficial. Así pues el autor catalán remarcaba un “Yo que soy Español”:
“yo empero, qui son spanyol, teixiré e regalaré la dita ystoria, contemporant uns feyts ab altres, tam com ma industria sostenir porà”
Por lo que la teoría de Coll, sin dejar de ser interesante, no parece ser del todo correcta, o al menos no hay suficientes referencias para que quede claro lo que nos indica. De todas formas antes de la unión con los Reyes Católicos, y también según Coll, español es el gentilicio para todos los naturales de España. Y España, además de ser el nombre de la Península, es también el nombre de la parte indiscutiblemente cristiana, con un origen godo, del que se consideran herederos los reinos cristianos, y por lo tanto la palabra España tenía en consecuencia una connotación adicional que daba a entender que dicha palabra era algo más que la Península, lo que permitirá que dicha unión no parta de cero y que la unidad política también sea una unidad cultural.
5.- LA RECONQUISTA, LOS REYES CRISTIANOS.
Batalla de las Navas de Tolosa, obra de 1864 del catalán Francisco de Paula van Halen y Gil. Cuadro que hoy se expone en el Senado.
El periodo de tiempo conocido como “Reconquista” es un periodo de tiempo “larguísimo”, en el cual los diferentes reinos, condados, señoríos, etc.., en definitiva los territorios cristianos de la Península construyeron una personalidad propia, que también les llevó a extenderse fuera de los límites peninsulares. Aunque estos reinos se declarasen herederos de los godos, y varios monarcas se intitularan Rey o Emperador de toda España, o de las Españas, cada uno de ellos tenía intereses propios, lo que llevó al enfrentamiento entre los mismos en diversas ocasiones. No obstante como ya se ha mencionado, la ubicación geográfica y sobre todo “la unidad religiosa” frente a un enemigo común, dio lugar a un cierto “hermanamiento”, entre los diferentes territorios. Uno de los momentos “más mencionados” de colaboración entre los Reinos cristianos contra el Islam, fue la batalla de las Navas de Tolosa, de 1212, en la que acudieron los Reyes de Castilla, Aragón y Navarra, el señor de Vizcaya, y también voluntarios leoneses, portugueses, e incluso de Francia.
Monumento Batalla de las Navas de Tolosa, en La Carolina (Jaén)
Se suele comentar, que supuestamente fue en esta batalla la primera vez que se utilizó el grito de guerra ¡Santiago y cierra, España!. Este grito de guerra y de autoafirmación es una tradición cultural española, que al parecer antes de una carga en ofensiva, era pronunciado por las tropas cristianas contra las musulmanas durante la Reconquista, y más tarde por las tropas españolas de la época moderna. El significado de dicha frase, es invocar a Santiago, patrón de España, y por otro la orden militar “cierra”, que significa trabar combate, embestir, cerrar la distancia con el ejército contrario. La pronunciación de España, al final, es en referencia al destinatario de la frase: los españoles.
A continuación se aportan listas de los reyes cristianos peninsulares, así como los Condes de Barcelona. Aún faltaría incorporar un buen número de condes con “personalidad propia”, tales como los Condes de Urgel o de Pallars (en lo que hoy es Cataluña), así como condes y señores de otros territorios hispánicos o incluso Reyes, como los de Galicia cuando esporádicamente ha llegado a ser un reino no dependiente de León. Tampoco se incluyen los Reyes de Portugal, reino que debía haber sido parte de la España reunificada, la España de los godos que había sido destruida, perdida, y que se pretendía recuperar para la cristiandad, pero sólo durante un breve tiempo llegó a formar parte de la Corona Española. Con estas listas se puede apreciar como la Reconquista es un periodo largo, como existe una larga lista de monarcas independientes (a excepción de los Condes de Barcelona) y como se puede entender que los diferentes territorios peninsulares desarrollaron su propia “identidad” y su propia “historia”. No obstante, sin embargo, la siguiente frase del S.XIV del catalán Muntaner:
El catalán Ramon Muntaner en su Crónica, escrita entre 1325 y 1332, nos narra un encuentro entre el Rey de Aragón Pedro III el Grande y su sobrino el Sancho IV Rey de Castilla y de León
Frases de Jaime I el Conquistador, Rey de Aragón:
Jaime I en su crónica “Llibre dels feits del rei en Jacme”, el monarca alude a una visión profética de un fraile minorita navarro, según la cual las pugnas entre cristianos y musulmanes “en terras despanya” cesarán porque “un rey ho ha tot a restaurar e a defendre aquest mal que no venga en Espanya”
Cuando Jaime I decidió ayudar a Alfonso X en la conquista del Reino de Murcia (1265-1266) sin recibir nada a cambio, se encontró con las reticencias de las cortes a sufragar la costosa campaña. El rey les persuadió aduciendo, entre otras razones, que lo hacía “pers salvar Espanya”.
En 1274, durante el Concilio de Lyon, el Conquistador se manifestó dispuesto a emprender de inmediato una nueva Cruzada con la participación de sus tropas. Cuando finalmente se decidió no llevarla a cabo, dijo a sus acompañantes: “Barons, anar nos ne podem, que huy es honrada tota Espanya” (“Barones, ya podemos irnos, que hoy ha quedado honrada toda España”)
El catalán Pere Tomich escribe, en el siglo XV, sobre la Reconquista: Perderem, oh dolor, la Espanya (…) les comtes e reys ab lurs inmortals virtuts la recobraran. (“Perderemos, oh dolor la Espanya (…) los condes y reyes con sus inmortales virtudes la recobrarán”).
Y por último, esta frase anterior a la unión de Castilla y Aragón con los Reyes católicos, en donde recogemos lo que se ha comentado anteriormente. España…
6.- LA UNIÓN DE CASTILLA Y ARAGÓN, EL NACIMIENTO DE ESPAÑA COMO NACIÓN, Y EL TÍTULO DE REY DE ESPAÑA
El Gran capitán, Gonzalo Fernández de Córdoba, en la batalla de Ceriñola (Italia), 1503. Obra de Federico Madrazo.
Es a partir de los Reyes Católicos cuando se une España, tanto políticamente, como culturalmente. Obviamente una nación no nace a partir de una fecha en concreto, sino que existe una evolución. No obstante España, como nación cultural, a diferencia de otras uniones territoriales, no partía desde cero como se ha visto en los anteriores puntos. Poner una fecha al “nacimiento” de España no es sencillo, como no lo es para ninguna nación. Sin embargo, no se puede situar ese “nacimiento” antes de los Reyes Católicos. Pero tampoco decir barbaridades e irse a 1714 o 1812, cuando ya existe plenamente como nación en ambas acepciones, cultural y política. A menudo se suele fijar la boda entre ambos monarcas, en 1469, como fecha cero para la unidad de España, y en verdad esto no es así, porque en ese momento ni Isabel I es reina de Castilla, ni Fernando V lo es de Aragón. Resulta más pertinente fijar 1479 cuando Fernando que para entonces ya es Rey de Castilla, al morir su padre, Juan II de Aragón, es coronado Rey y señor de toda la Corona de Aragón. Esta unión es muy celebrada en todos los territorios, y tenemos y se aportan bastantes referencias , en distintos idiomas y de distintos territorios, confirmando este hecho. Se celebra la “recuperación de la unidad perdida desde los visigodos”, tal como se verá en la documentación que se adjunta a continuación. A partir de entonces los Reyes Católicos, que no se intitulan así mismos Reyes de España, son denominados de esta forma y ellos dejan que se les llame así, como queda más que reflejado en la documentación de la´época. De la misma forma, la unidad de las Coronas de Castilla y Aragón es denominada España, constituyendo una unidad política,” la Corona o Monarquía de España”, y sin incluir todavía ni a Navarra, ni al Reino de Granada, y sin contar con Portugal.. España ya no es sólo la Península que seguirá llamándose igualmente España, sino que es ya una unidad territorial a la que se refieren tanto en el extranjero, como en el interior de las dos Coronas que inicialmente forman la unión.
El nombre de España y Rey y Reyes de España se institucionaliza, y así queda constancia cuando el Papa Alejandro VI (Rodrigo Borgia) les concede a Isabel y Fernando el título de Católicos mediante bula papal, al igual que el de Francia contaba con el de Cristianismo. En esa bula papal “si convenit” de 1496 se les denomina Reyes de España. Pero también en tratados internacionales se les llega a denominar con ese título, como en el de Trento, de 1501, Lyon 1503 o en el de Blois de 1504. Referencias a los dos monarcas como Reyes de España es más que frecuente en los diferentes territorios que forman parte de la reciente unión, y tanto es así que tanto Juan II Rey de Portugal, como su hijo Manuel I, se quejaron a Fernando el Católico por hacerse llamar Rey de España, siendo ellos también españoles y Reyes independientes. Incluso se les llega a acuñar en Italia, moneda con el título de Reyes de España.
Son los Reyes Católicos los creadores del Estado Moderno, hito en la historia europea, creando una administración de gobierno de forma global para todos los territorios en donde eran soberanos, mediante la creación de Consejos territoriales y temáticos, de los que se dará detalle más adelante en un apartado específico. Eso permite afirmar que España es la Nación Política más antigua de Europa, acepción asociada a Estado y Soberanía, aún sin significar todavía Estado y Nación lo mismo que significará a partir de finales del S.XVIII. Es con los Reyes Católicos cuando ya existe unidad política entre las Coronas. Es con ellos cuando los ejércitos se unen en empresas comunes, ya sea la conquista de Granada, guerras en Italia o el descubrimiento de América, en cuyo segundo viaje, con Colón, partirá un gran número de súbditos de la Corona de Aragón, básicamente de Cataluña. Castilla y Aragón, será ya la Corona de España y como tal será conocida en otros países y también de forma interna, y a partir de entonces se hablará cada vez más, en cada territorio, de “los españoles somos”, “los españoles hemos hecho”…consolidando la nación española también en su acepción cultural.
En cuanto a los títulos con los que se referirán a partir de entonces a los Reyes de la Monarquía Española, no sólo persistirá de manera oficial el largo desglose de sus diversos títulos, sino que se utilizará también el de Rey de España, principalmente en la literatura y a nivel coloquial; o el también muy utilizado de Rey Católico, de la misma forma que el Rey de Francia, era el Rey Cristianísimo. No obstante también se utilizará para denominarles a ellos y a sus sucesores el “Hispaniarum Rex”, título que podemos ver en las monedas acuñadas (ya con los Austrias), o la traducción al romance de éste, que sería Rey de las Españas. El Hispaniarum Rex es un título que en el momento de recuperarse para un monarca, ya contaba con una tradición muy antigua en la península, y es un título que Carlos I, a diferencia de los Reyes Católicos sí aceptará y utilizará personalmente. Todas estas titulaciones coexistirán incluso pasado el famosísimo 1714 de los nacionalistas y aún más allá del 1812. El hecho de llevar un título con el nombre de la unión de Castila y Aragón, “España”, “o las Españas” denota por si sólo la constatación de la unidad conseguida.
El título en plural, Rey de las Españas (Hispaniarum Rex) es un título con el que se pretende hacer entender por una gran legión de autores que al utilizarse por los monarcas de España se pretendía reflejar la pluralidad y diversidad de España, lo cual sin negar que España lo sea, porque sí lo es, no parece ser ese el objeto de dicho título. Más bien la pretensión era dar continuidad a un título utilizado en España, con bastante anterioridad a la unión de Castilla y Aragón, por varios monarcas de Asturias, León, Castilla, Pamplona y Aragón; los cuales al utilizarlo podrían sí hacer referencia a varios reinos independientes, o a varias tierras de la España de entonces, (tal y como señalan la mayoría de autores), o incluso también a las antiguas divisiones romanas (comentado por algunas fuentes). No obstante en el momento de la unión con los Reyes Católicos, la España de entonces es diferente a la España del S.XI.
Cuando se une Castilla y Aragón, existen referencias, como la del catalán Pedro Margarit que nos indica que se “han unido la Hispania Citerior y la Hispania Ulterior”. También dos referencias que se indican a continuación nos hablan de cuantas “Españas” al parecer se unen, y nos hablan de DOS Españas, pero no de cada una de las “naciones culturales” de las que se constituían las Coronas de Aragón y Castilla. Por lo que se deduce que no pensaban al decir ese plural “Españas” en “Vizcaya, Cataluña, Galicia, Valencia, Castilla, León, Asturias, etc… Por otro lado y al ya haber sido utilizado el Hispaniarum Rex desde fechas tan antiguas como el S.XI, se debe entender que dicho título hace (más que posiblemente), referencia a la voluntad de seguir una tradición muy antigua de la parte cristiana peninsular, recuperándose así un título que ahora es necesario utilizar para llamar al monarca de la unión. Este título en el S.XI podría efectivamente referirse a todos los reinos peninsulares del momento, pero también quizás como apuntan algunos otros autores a todas las antiguas provincias romanas de Hispania. En cualquier caso en el momento de la unión, no existen ni las divisiones de Hispania, ni existen los mismos reinos que existían 4 siglos antes, y al existir el uso al mismo tiempo del título de Rey de España en singular, así como el hablar de España de forma más frecuente que de las Españas, denota que sólo se tenía en mente en la época de la unión y posteriormente una única realidad que se estaba comenzando a forjar, una única España. Decir esto no significa que España no sea plural y existan diferentes realidades, fruto de su proceso de formación territorial durante el largo periodo que dura la “Reconquista”.
Así pues Pedro Mártir de Angleria (1457-1526) decía en su “Opus Epistolarum”:
“El Rey y la Reyna gobiernan las DOS Españas con perfecta justicia”
Por otro lado el zaragozano Andres de Li, 1494, en su Thesoro de la Pasión Sacratísima de nuestro Redemptor Jesu-Christo, hacía alusión también sólo a DOS Españas, que ¿podemos interpretar como las Hispanias Citerior y Ulterior que comentaba Margarit en 1482?
Así pues parecería intuirse a partir de estos tres autores que la referencia a “Las Españas” se correspondería, en el momento de la unión, a denominar las divisiones romanas de Hispania , (o Castilla + Aragón) más que a un interés y una clara voluntad de querer indicar que España eran muchas “naciones” o existían “muchas diferentes Españas”, tal y como se indica en ciertos ámbitos nacionalistas. Pero dejando al lado esta suposición, cabe decir que los Reyes Católicos, o Carlos I, NO son los primeros de los que se tiene documentado ser monarcas de España, ni de las Españas. Antes que ellos varios monarcas, de Asturias, León, Castilla, Pamplona y Aragón se intitularon Reyes de España, Emperadores de toda España, Reyes de las Españas (Hispaniarum Rex). Por lo que este título en una época como la de Alfonso VI de León y Castilla, hacía referencia posiblemente a todos los territorios cristianos, los cuales, repito, no eran los mismos territorios cristianos que existían antes de la unión de Castilla y Aragón. Algunos otros autores sugieren en señalar que el plural se refiere a todas las antiguas divisiones provinciales romanas (Gallaecia, Bética, Tarraconense, Lusitania, Cartaginense..). Pero también podría referirse “las Españas” a todas las tierras de España. En cualquier caso, se trata desde luego un caso de metonimia, es decir, las “provincias o tierras (o reinos)” de España se convierten en “Las Españas”, así como un vino Rioja, es un Rioja. Pero “Españas”, sólo hay una, que es la que se pretendía recuperar para la cristiandad durante la Reconquista.
Cabe señalar que en España existieron las Diócesis Hispaniarum, por las provincias Gallaecia…Bética, que además contaban con la Balearica y la Mauretania Tingitana). Lo que nos sirve para hacer comprender que Hispaniarum, al igual que las Diócesis Hispaniarum, sea como se ha indicado, un caso de metonimia, y por lo tanto que España sólo sea una, y no haga referencia entonces a “muchas realidades”. Lo mismo sucedería con “las tierras de España”, o a “las Provincias de España”, porque en cualquier caso para los que hablaban de las Españas, sólo había una España, ya que este título también se daba en singular.
Desde 1088 la sede episcopal de Toledo es nombrada por el papa “Hispaniarum Primas, y el arzobispo de la ciudad será el Primado de las Españas. Título disputado en Braga (Portugal) y Tarragona. De hecho, esta primacía de Tarragona respecto a los demás obispados de España, se establecía mediante una excepción en los Usatges de Barcelona en los que la sede de Tarragona podía ser ocupada por cualquier obispo español a diferencia del resto de instituciones del Principado, que sólo podían ser ocupadas por sus naturales.
En el 1095 el Papa llama a Pedro I de Aragón y de Pamplona, Rey excelentísimo de las Españas:.
En cualquier caso y fuera para referirse a las diócesis de las Españas, o como indican la mayor parte de las fuentes, para denominar a los varios reinos peninsulares o tierras de España del S.XI, esta titulación, con la que llegan a intitularse varios monarcas durante la Reconquista, es utilizada de nuevo tras la unión de Castilla y Aragón, MÁS bien por tradición, rescatando un título antiguo, que por la voluntad de reflejar en el momento de la unión “muchas realidades” o referirse únicamente y en ese momento a la unión de la Hispania Citerior y Ulterior. De hecho el título en plural, coexistirá con el singular, y con el título de Rey Católico, y a España se la entiende, como se entendía con Sancho Garcés III, como una única unidad, y en ese sentido se refieren cuando se menciona.
A continuación varios monarcas que se intitularon Emperadores o Reyes de España o de las Españas durante la Reconquista:
Sancho el Mayor. Obra del S.XVII de Juan Ricci. Monasterio de San Millán de Yuso
El rey de Pamplona, Sancho Garcés III (990/992-1035, en el año 1034 tras tomar León se hizo proclamar, según citan varias fuentes, Imperator Totius Hispaniae. El Abad Oliva (971-1046), de los condados catalanes, le llamó “Rex Ibericus” y el cronista galo Rodolfus Glaber (980-1047) “Sancio Rege Navarrae Hispaniarum”. Se afirma que este Rey sería el primero en utilizar el Hispaniarum Rex para si mismo, así en los documentos del burgalés monasterio de Oña figura con fecha del 1029 (algunos autores sugieren que dicho documento es posterior a este Rey) figura como “Sancius, Gratia Dei, Hispaniarum Rex”:
“Privilegium a domino et glorioso Sancio, rege Hispaniarum, monasterio sancti Salvatoris, quod vocatur Oniense, concessum”.
Sancius, gratia Dei, Hispaniarum Rex, cum omnibus episcopis, ducibus, comitibus, et obtimatibus in provinciis suo imperio subditis degentibus, domino pape presidenti Sancte Romane sedi et apostolice ecclesie, et totius orbis archiepiscopis, episcopis, et omnibus (…)
Alfonso I Rey de Aragón y de Pamplona (1073-1134) gracias a su matrimonio con doña Urraca, gobernó temporalmente sobre León, Castilla, Toledo, Navarra y Aragón y se hizo llamar entre 1109-1114 “Emperador o Rey de toda España”
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Retrato del Rey Alfonso I de Aragón, el Batallador, por Francisco Pradilla, 1879. Ayuntamiento de Zaragoza.
Alfonso VII de León, se coronó Emperador de toda España, en la Catedral de León, tal y como se recuerda en el vitral de la misma catedral, recibiendo homenaje de su cuñado, Ramon Berenguer IV Conde de Barcelona.
6.1.- LOS REYES CATÓLICOS: REYES DE ESPAÑA
Como ya se ha indicado. El título Hispaniarum Rex responde a una ya antigua tradición peninsular de escribirlo en plural, pudiendo efectivamente referirse en origen, y por metonimia, a los diferentes reinos peninsulares, los cuales irán menguando en número, a medida que se avanza hacia la unión y recuperación de la España perdida. Pero no obstante no haría referencia al interés por parte de los monarcas en indicar con su título las “muchas realidades nacionales”, las “muchas Españas”, ya que cuando se habla entonces de España se habla de una sola España, y tanto es así que el título Rey de España en singular coexiste con el plural. En cualquier caso España se une tal y como explica un orgulloso Fernando el Católico en 1514, dejando claro que se considera continuador de la Reconquista y heredero de la España perdida de los Godos.
“¿Cómo es posible que un pueblo tan belicoso como el español haya sido siempre conquistado, en todo y en parte, por galos, romanos, cartagineses, vándalos, moros?”, preguntó un embajador florentino al Rey Fernando el Católico, a lo que éste respondió: La nación es bastante apta para las armas, pero desordenada, de suerte que sólo puede hacer con ella grandes cosas el que sepa mantenerla unida y en orden”.
A continuación se detallan referencias a los Reyes Católicos como Reyes de España y a sus hijos como Príncipe de España. Así como varias celebraciones por la unificación de España, (que inicialmente es Castilla y Aragón), y elogios a la nueva unidad, así llamada, constatando que no se habla entonces de España únicamente como un concepto geográfico. Así mismo se refleja como esa unidad política, llamada ya España, lo es con este nombre anteponiéndose incluso, principalmente en el extranjero, a Portugal que también se encuentra en la Península, y que seguirá denominándose igualmente “España”.
Según Hernando del Pulgar, contemporáneo a los Reyes Católicos, a los Reyes se les propuso titularse Reyes de España, y aunque no lo consideraron, dejaron que se les hiciera llamar así, tal y como les llama el propio Hernando Pulgar. Vemos como desde este momento los españoles están al mismo nivel que ingleses y franceses, por lo que ya no se trata de describir únicamente a los habitantes de la Península, sino a los de la unión de Castilla y Aragón, a la que se les unirá Navarra, y durante un breve periodo de tiempo, también a la pretendida y con derecho a ser parte de la deseada reunificación, a Portugal.
En 1479 la antigua Generalitat de Cataluña, comentaba que Fernando ya era Rey de Aragón y de Castilla. Coronación que se celebró con “una gran fiesta en Barcelona”.
La unidad Castilla y Aragón, primero, y luego con Navarra, era llamada España, aún sin contar con Portugal:
Diálogo de la lengua de Juan de Valdés, 1535 “Portugal está apartada de la Corona de España”
De 1480, tenemos esta obra, en las que se celebra el nacimiento del hijo de los Reyes Católicos, Juan, Príncipe de las Españas. Obsérvense las loas a la unión.
1482, Diego Valera:
De 1482, el catalán Joan Margarit: Se han unido las Españas Citerior y Ulterior, aquella unidad que desde el tiempo de los Romanos y Visigodos se había perdido
1482, Yñigo Mendoza en su “Vita Christi por coplas Sermon trovado sobre el yugo y coyunda que el Rey Don Fernando trae por divisa”:
1494, Carlo Verardi, In laudem Serenissimi Ferdinandi, Hispaniarum Regis, Bethicae®ni Granatae obsidio victoria&triumphus. Et de insulis in Mari Indico nuper inuentis.
1495, desde la Corona de Aragón, el catalán Jaume Ferrer, que trazó el mapamundi para el tratado de Tordesillas, de 1494, se dirige por carta a los Reyes de Spanya.
En la ampliación de la obra del catalán Pere Tomic, del S.XV, en 1534, se habla de el Rey de Hespanya Don Fernando:
1499, desde Zaragoza se habla del Rey de Hespaña, y loas a “nuestra Hespanya”. ¿Concepto geográfico?
1492, Antonio Nebrija en su Gramática de la lengua castellana
1499, Historia de las Antigüedades de España por Nebrija:
Andrés Bernáldez en su “Memoria del reinado de los Reyes Católicos”:
Juan, hijo de los Reyes Católicos, Príncipe de las Españas:
Fernández Santaella, hablando de la Reyna y de la Corona de España:
Carta de 1507, a un catalán, hablando sobre el Rey de Spanya:
Carlino, moneda napolitana, de 1503: Isabel y Fernando, Reyes de España:
Ambrosio Montesino, 1503, Vita Cristi Cartuxano:
Fray Ambrosio Montesino en 1512:
Nicolás Maquiavelo, en “el Príncipe”, escrito en 1513:
Y posteriormente a su desaparición se les seguirá mencionando como Reyes de España. Lucio Marineo Siculo, en 1539:
1562
Felipe el Hermoso, el Kaiser Maximiliano, y la heredera de España (erbtochter für Hispanien)
1496, Coplas hechas sobre el casamiento de la hija del Rey de España (Doña Juana) con el hijo del Emperador, Archiduque de Austria.
1545, Rerum a Fernando et Elisabe Hispaniarum regibus gestarum decades II nec non belli Navariensis libri duo. Annexa insuper archiepiscopi Roderici Chronica (nec non Genealogi regum Hispanorum Alphonsi de Carthagena et (Joannis Moles Margarit) episcopi Gerundensis paralipomenon Hispaniae libri decem antehac non excussi – Granatae, nebissensis).
1760, en las quejas de los de la Corona de Aragón a Carlos III (memorial de agravios):
Los Reyes Católicos, siendo Reyes de Castilla , de León, de Aragón, de Valencia, de Jerusalén, etc.. Sí fueron Reyes de España, y Sí unieron políticamente España, y Sí se puede hablar de nación Española a partir de ellos. De hecho España es la nación política más antigua de Europa. Estos Reyes dejaron “huella” en todos los territorios en los que fueron soberanos.
Y hasta en Gibraltar, Catedral Santa María la Coronada:
6.2- CARLOS I, REY DE ESPAÑA.
Carlos I, a diferencia de los Reyes Católicos, si se intituló y utilizó el Hispaniarum Rex. Referencias a Carlos como Rey de España o de las Españas, son más que frecuentes, y se acompañará, después de haber conseguido la Corona de España ,dicha titulación con la de Emperador de los Romanos cuando más tarde sea proclamado. A continuación se adjuntan varias referencias:
Florín de la ceca de Amberes.Carlos, Emperador y Rey de las Españas:
Moneda de Carlos I, un escudo, acuñado en Barcelona para la expedición a Túnez.
1535:
Estando en Roma, hablando con el Papa, el Rey de España, Carlos I, lo hizo en español. Dos embajadores franceses le reconvinieron por usar ese idioma. El rey dio media vuelta y le dijo a un obispo: “Señor obispo, entiéndame si quiere; y no espere de mi otras palabras que de mi lengua española, la cual es tan noble que merece ser sabida y entendida por toda la gente cristiana”.
“España sola pare los hombres armados”. Rey Francisco I de Francia, enemigo del Imperio Español, S.XVI.
“Las fanfarronadas españolas superan a las de cualquier otra nación, tanto que debe reconocerse que la nación española es brava, bravucona y valerosa, y de genio vivo y hábil para improvisar frases con ingenio…”. Pierre de Boudeille, escritor francés, S.XVI
En 1519 tuvo lugar en Barcelona la XIX reunión del toisón de oro. En la Catedral de Barcelona se pintaron los escudos de los asistentes. Carlos I consta como Rey de las Españas, su hermano Fernando como Infante de España.
1527:
6.3.- Felipe II, Rey de España:
1619:
Londres, 1554. Felipe II, Príncipe de las Españas, se casa con la Reina de Inglaterra María I.
Prince Philip of Spain and Queen Mary of England, 1558 por Hans Eworth.
6.4.- FELIPE III, Rey de España
Philippe III, Roi d’Espagne, copi d’après un original conservé au musée du Prado, commandé par Anne d’Autriche en 1655
“Nada queda fuera de mi alcance con diez dedos en las manos y ciento cincuenta españoles”. Alonso de Contreras, militar y escritor español del s.XVII.
6.5.- FELIPE IV, REY DE ESPAÑA
Juan de Noort, 1645
Juan de Noort, 1645 Baltasar Carlos, príncipe de España
1628, Perpiñán:
6.6.- CARLOS II, REY DE ESPAÑA
6.7.- FELIPE V, REY DE ESPAÑA
A Felipe V, se le gritó en Barcelona en 1701: Viva el Rey de España, Viva España y Viva Felipe Quinto ( no IV de Aragón)
1701
La boda del Rey de España, Felipe V, se celebró en Figueres (Girona).
Escudo Felipe V
6.8.- EL ARCHIDUQUE CARLOS, CARLOS III, REY DE ESPAÑA
Este fue el llamado por algún autor EL “REY DE LOS CATALANES”, un Rey que no obstante NO DEJABA DE LLAMARSE ASÍ MISMO REY DE ESPAÑA y/o HISPANIARUM REX. Y al mismo tiempo LOS CATALANES austracistas NO PARABAN DE LLAMARLE CON EL MISMO TÍTULO (Ver más en la entrada de este blog: los héroes del 1714 eran españolistas.
1709:
1705 y en catalán:
La mujer del Archiduque en Barcelona, 1708. La Reina de España “Koningin van Spanje”
Título completo de la “Narraciones históricas” por el austracista catalán Castellví:
7.- LA UNIDAD POLÍTICA DE ESPAÑA
La Villa de Madrid, Corte de los Reyes Católicos de España. 1623
El llamado sistema polisinodial fue la organización POLÍTICA de la Monarquía de España, por lo que es absolutamente falso negar que España no tuviera unidad política antes de 1714. Este sistema estructurado en consejos, unos centrales, con ámbito competencial en toda la Corona, como el de estado, el de Guerra y el de Inquisición, y por otro lado Consejos Específicos sectoriales como el Cruzada y Hacienda, y otros territoriales para cada uno de los territorios que estaban bajo soberanía del Rey de España.
Este sistema nace con los Reyes Católicos, pero sufre modificaciones a partir de entonces aumentando el número de Consejos Territoriales, según la incorporación de nuevos dominios, o con la creación de nuevos consejos, como por ejemplo la creación del Consejo de Estado por de Carlos I. Junto a los Consejos se encontraban las Juntas, de carácter menos importante y, en general, creadas para asuntos específicos y de duración determinada. Además de estos Consejos y Juntas, los Reyes poseían organizaciones administrativas de delegación de gobierno en los diferentes territorios de la Corona, así como de forma más específica en la administración de la justicia mediante Audiencias Reales. Estos Monarcas españoles solían enviar Virreyes a diferentes territorios, y en estos delegaban su función de gobernante. .Aún existían muchas más subestructuras de gobierno, de estado, dependientes directamente del monarca, varias de ellas exclusivas de los diferentes reinos o coronas que componían la Monarquía de España. Así existían los Corregidores de Castilla, Gobernadores Generales, los Mestres Racionals de la Corona de Aragón, els Veguers y els batlles del Principado de Cataluña.
España es la nación política más antigua de Europa, fue el primer Estado Moderno europeo.
Desde 1561 el establecimiento de manera permanente de la Corte en Madrid otorgará a la Villa la condición de capital de la Monarquía de España.
Real Alcázar de Madrid en donde se ubicaban los Consejos de España, como el territorial de la Corona de Aragón y el Consejo de Estado.
Felipe V mandó trasladar los diferentes Consejos de España al palacio de los Consejos de Madrid, donde aún hoy está el Consejo de Estado.
En 1521 Carlos I, crea el Consejo de Estado, consejo que hoy aún persiste.
Grabados del funeral de Carlos I, por Hyeronymus Cock, 1559. Entre los que desfilan figuran representantes de los Consejos de España e Italia.
No es cierto, como suelen afirmar los nacionalistas catalanes, que la Diputación del General de Cataluña fuera el gobierno de Cataluña, y que el Principado tuviera estructuras de Estado, y que además se rigiera de forma autónoma, y mucho menos que fuera independiente. Los consejos de los Austrias eran parte del gobierno universal de la Monarquía de España, y a ellos, a los Reyes y a su gobierno, estaban sometidos también los diputados de la Diputación del General (Generalitat). En Cataluña había un Virrey que gobernaba como representante del Rey de España con plenitud jurisdicción civil, criminal y administrativa. Además de otras estructuras de gobernación, existía como en otros territorios de la Corona, la Real Audiencia, la cual también dependía del monarca, y constituía el órgano de la administración de justicia en el Principado. También para las subdivisiones de Cataluña, en jurisdicciones administrativas, es decir las veguerías, habían los veguers, y a continuación los batlles. Pero todos ellos también dependientes del monarca, el Rey de España. Cuando Felipe V en 1716 publica el Decreto de Nueva Planta para la Real Audiencia del Principado de Cataluña, está modificando un órgano de administración de justicia que ya dependía de él directamente. A este mismo documento se le atribuye un contenido del que carece, y que por naturaleza del mismo es imposible, y viene a decirnos lo poco documentados y el poco interés en leerlo, que tienen bastantes nacionalistas, los cuales acostumbran a mencionar dicho documento desconociéndolo por completo. Por otro lado, actuando como un nexo de unión entre el Virrey y el Monarca, existía el Consejo Supremo de la Corona de Aragón, consejo establecido en Madrid desde que se fija como corte del Rey. Este Consejo tiene como objeto la gobernación de la Corona de Aragón, siendo competente en todo el ámbito de la Corona, además de ser el más alto tribunal de justicia real.
En la entonces española Perpiñán, en 1628, se nos hacía una descripción del gobierno de España y específicamente de Cataluña. Comentando las funciones de los Consejos y de la Audiencia.
En el “Teatro de las Grandezas de la Villa de Madrid Corte de los Reyes Católicos de España”, Gil González Dávila, 1623 nos explicaba el funcionamiento y la historia del Consejo Supremo de la Corona de Aragón.
El nacionalismo y ciertos autores acostumbran a confundir a mucha gente aprovechándose de las características propias del Antiguo Régimen (las cuales se daban en todos los países de Europa antes de 1714), para hacer creer que el Monarca de España antes de 1714 no pintaba nada en ciertos territorios que contaban con fueros; pretendiendo hacer ver con su tergiversación que el Rey estaba sometido a “unas Cortes territoriales” y a la Diputación del General o a otra institución, dado que el Monarca juraba dichos fueros en cuanto asumía su soberanía. Les constitucions catalanes, como ya se ha mencionado en otras entradas de este blog, no eran una Constitución como la que hoy tienen Francia, España o Portugal. Estas constitucions eran como se denominaban a los fueros en Cataluña, furs en Valencia y fueros en Aragón. Dichas constitucions surgían de una Corte, normalmente convocada para conseguir, el monarca, dinero de los nobles y eclesiásticos de un territorio, a los que por ello el Rey concedía nuevos privilegios, concesiones, libertades (exenciones). Contar con leyes diferentes entre territorios, entre ciudades, y entre estamentos sociales, era normal en el Antiguo Régimen, así como que una misma ciudad tuviera embajadores, o tuviera una ceca para acuñar moneda. Todas estos argumentos, propios del anterior Régimen, son utilizados para hacer creer que no existía España políticamente, o que el monarca no gobernaba en Cataluña, o incluso que Cataluña era un estado soberano e independiente. Pero es que la misma situación también se daba en Francia, pero nadie niega que el país vecino no existiera, ni de que un rey tan absolutista como Luis XIV no mandara nada en por ejemplo la Bretaña.
Portada Constitucions Catalanes, correspondientes a la Corte de 1493.
Una excelente descripción del “modo de Gobernación del Principado” antes de 1714 nos lo explica el aragonés José Pellicer de Ossau y Tovar en 1642. Nos comenta que si bien la Diputación del General tenía funciones, el que “mandaba” y gobernaba en Cataluña era el Virrey o Lloctinent, que también era Capitán General del Principado. La Diputación del General que nació para la recaudación de un impuesto que le da nombre a la institución velaba por el cumplimiento de lo pactado con el Rey en las Cortes y tenía funciones fiscales, pero no gobernaba Cataluña y estaba sometida al dicho Virrey, y más aún al Rey de España.
También se pretende hacer creer que “las cortes catalanas” eran un congreso de los diputados de la época, donde se debatía el día a día de los asuntos de gobierno de Cataluña, entre los brazos (noble, eclesiástico y real). Nada más lejos de la verdad. Los asuntos del día a día los llevaba el Virrey, y en Madrid el Rey despachaba esos asuntos con sus Consejos territoriales y temáticos. Las cortes no se convocaban con regularidad e incluso pasaban años hasta convocarse una nueva. Normalmente, como se ha indicado servían para conseguir el monarca dinero a cambio de la concesión de nuevos privilegios a las clases “privilegiadas” los nobles y eclesiásticos de un territorio, que tenían propiedades e intereses familiares por los que velar. Un ejemplo de la “importancia de las Cortes Catalanas” se recoge en la siguiente imagen donde se ofrecen unas estadísticas en las que se puede apreciar que el protagonismo de las mismas no es ni por asomo la que ciertos nacionalistas y ciertos autores “mal informados” pretenden hacer creer.
Que los gobernadores últimos de Cataluña fueran los Reyes de España, o un regente nombrado por ellos, y que éstos fueran considerados como gobernadores generales de toda España, era algo que reconocía la antigua Generalitat. Lo que sorprende es leer y escuchar a la actual (la cual no es heredera de la antigua, ya que no es la misma institución, sino que sólo ha recuperado el nombre) decir que el Rey de España no gobernaba en Cataluña y que lo hacía la Diputación del General, siempre que no les da por decir que no existía ni el Rey de España ni tampoco España como unidad política.
También es falso decir, como acostumbran varias fuentes (como vemos se contradicen entre sí los nacionalistas) que los catalanes no participaban o estaban excluidos del gobierno de los Austrias. A continuación unos ejemplos que desmienten tal afirmación:
Y es que se pretende hacer ver características del Antiguo Régimen como evidencias de la no existencia o la evidencia de la soberanía de ciertos territorios, e intentando ridículamente comparar esa época con la actual, y de ahí afirmaciones tan absurdas como indicar que la Corona de Aragón era una federación, o pensar que la Diputación del General gobernaba en Cataluña y que tener fueros era la confirmación de tener soberanía y ser independientes, además de tener estructuras de estado. En Francia y en el resto de Europa, sucedía lo mismo, en mayor o menor grado, pero curiosamente nadie extrae las mismas disparatadas conclusiones que comentan los nacionalistas y ciertos autores sobre España. El Antiguo Régimen, que existe en España hasta 1833, tiene hasta esas fechas características derivadas del feudalismo y recoge la herencia de la formación territorial de España, de hecho la Diputación del General, el Consell de Cent, los privilegios, los fueros, las “corts” proceden de la Edad Media, y en plena Edad Moderna ya eran anacronismos; más aún en 1833. Feudalismo no es sinónimo de tener estructuras de Estado. Vicens Vives y Emili Giralt nos explicaban cual era la realidad de Cataluña antes de 1714:
Un poco de información sobre la Francia del Antiguo Régimen:
Los parlamentos franceses antes de 1789:
En los pays d’état de Francia (el poder del Rey no era total se comenta en estas imágenes) sucedía prácticamente lo mismo, que en las zonas tan “soberanas” e “independientes” que dicen haber sido Cataluña y otras regiones de España antes de 1714.
Tener cortes, parlamentos, pero también privilegios, fueros, leyes particulares, embajadores, monedas.. en diferentes territorios, e incluso entre diferentes ciudades y estamentos sociales…era algo habitual en el Antiguo Régimen. No obstante sólo sucede para el caso de España que surjan teorías de lo más absurdas a partir de la clara intención de querer confundir a un determinado público tergiversando la historia.
8.- REINO, CORONA, MONARQUÍA DE ESPAÑA
A la unión política de la Corona de Castilla y Aragón ya se la denomina España, Corona de España, Monarquía de España o Monarquía Católica. Y también Reino de España, aunque principalmente en el extranjero. A dicha Monarquía, nombre más frecuente dentro de España, se le irán añadiendo nuevos territorios que quedarán bajo la soberanía del Rey de España o Hispaniarum Rex o Rey Católico. Así, dicha Monarquía (no sucede lo mismo con el Reino de España al que se refieren los extranjeros) denominará a todo el Imperio Español. No obstante España seguirá siendo Castilla y Aragón, con Navarra. Siempre se distinguirá entre Italia y España, y también España respecto a los Países Bajos, y por supuesto respecto a otros países como Francia, Inglaterra, etc.. Así se acostumbra a hablar del Rey de España, de las Indias, Rey de Nápoles, de Sicília, Conde de Flandes, y de los españoles, italianos, flamencos, etc.. Es decir hay una unidad política denominada España desde la unión con los Reyes Católicos que tiene el mismo nombre que la Península Ibérica, la cual se sigue llamando también España. Portugal está geográficamente en España y tiene un pasado común con el resto de reinos cristianos peninsulares. No obstante desde la unión de Castilla y Aragón ya se contrapone España con Portugal y se diferencian los españoles de los portugueses. Portugal llega a estar unida a España y como en el caso de Austria con Alemania, también eran españoles, no obstante es una unión que duró poco, e incluso durante la misma hubo quien seguía distinguiendo España de Portugal, así como hemos visto p.ej. “Rey Felipe III de España y II de Portugal”. Después de la separación de Portugal, España siguió siendo políticamente lo que ya era antes de la unificación peninsular. La Monarquía de España siendo el título principal el del Rey de España daba nombre a toda la Corona, al igual que los títulos principales de Rey de Aragón y de Castilla, daban nombre respectivamente a las Corona de Aragón y de Castilla, aún estando éstas formadas por otros reinos diferentes a los privativos que tenían el mismo nombre.
Pavo Real de los Habsburgo
El significado de reinos en España a diferencia de otros países adquiere un significado a veces, (no siempre), “provincial”. Es decir los reinos en España son Provincias, aunque no todas las provincias son reinos formalmente, ya que nunca han tenido Rey, como es el caso de Cataluña. Es frecuente leer cuando se desglosaban los reinos de la Corona de Aragón decir que los reinos eran Aragón, Valencia, Cataluña. No obstante en ese contexto reino significa provincia, pero cuando se busca dar el trato formal de reino ya se desglosa en los reinos de Aragón, Valencia y ….Principado de Cataluña. El caso de Cataluña es particular y curioso; no es un reino porque nunca tuvo Rey, no obstante dentro de la Corona de Aragón está a la altura de Aragón y Valencia, y de aquí que a veces aparezca en algunos escritos referencias al Principado como reino, pero se refiere a provincia, no a un reino que ha tenido Rey. El título principal del Principado de Cataluña era el de Conde de Barcelona, por lo que también existen muchas referencias antiguas al Principado como el Condado de Cataluña, y tampoco existió el Conde de Cataluña. El significado de reinos en España tiene siempre que entenderse dentro del contexto, por que a veces por falta de no saber como referirse territorialmente a Cataluña se utilizaba la palabra reino o condado, sin serlo nunca formalmente. Así Jaime I llama reino a Cataluña, el mejor reino de España, el más noble porque está formado por muchos condados, en un sentido estrictamente provincial, no porque fuera Cataluña un reino, no tiene sentido buscarle otras significaciones como hacen algunos nacionalistas, ya que Jaime I era Conde de Barcelona, pero no Rey de Cataluña.
Los dominios del señor del Rey de Aragón estaban formados por varios reinos, por ese motivo al ente superior del que forman parte dichos reinos se le llama Corona, para distinguir Corona de Aragón del Reino que lleva el mismo nombre, debido a que el título principal de la Corona, es el Rey de Aragón. No obstante de cara principalmente al extranjero existen referencia a la Corona de Aragón, como reino de Aragón, o simplemente Aragón. Lo mismo sucede con la Corona de Castilla. Y cuando se unen ambas Coronas, el nombre utilizado para el ente superior es el de Monarquía de España, aunque también se utilice Corona de España, Monarquía Católica y principalmente en el extranjero, refiriéndose a Castilla y Aragón, Reino de España.
Regnum Hispaniae et Principatibus sibi adiunctis, por Hans Tirol, 1546
La mejor explicación de que era y no era España y lo que era y no era la Monarquía de España, nos la da precisamente un catalán en 1701:
1701, Barcelona. Monarquía de España, blasón español. Español Imperio..
1631, Madrid, Reyno de España.
1706, Monarquía y Corona de España
Referencias a Cataluña como Provincia (denominación utilizada de forma más frecuente la propia Generalitat para referirse al Principado):
1704, Valencia. Monarquía de España
1625: España es un sólo Reyno. Reyno de España, Corona de España. Monarquía de España.
1700. Monarquía de España.
9.- LA CORONA DE ARAGÓN EN AMÉRICA
Colón anuncia el descubrimiento de América a los Reyes Católicos que se encontraban en Barcelona (o Badalona según la fuente). Palau de la Generalitat.
No es cierto que los habitantes de la Corona de Aragón tuviera prohibido comerciar con América. Es un tópico antiguo y muy extendido, pero que falta a la verdad. Otra cosa es el comercio directo con América, puesto que la flota de Indias, todo, tenía que pasar por Sevilla y más tarde por Cádiz. Pero ese problema lo tenían el resto de ciudades y territorios de la Corona de Castilla, y no significaba ello prohibición alguna. Tampoco es cierto que los de la Corona de Aragón no tuvieran protagonismo en el descubrimiento, conquista y gobierno de las Indias. Puesto que existen varios descubridores, conquistadores y gobernantes (virreyes) de la Corona de Aragón , antes del famosísimo 1714. A continuación se presentan algunos de los catalanes que tuvieron protagonismo en América, ya fuera en calidad de conquistador, como de gobernante.
Colón anuncia el descubrimiento de las Indias a los Reyes Católicos que se encuentran en Cataluña. Rápidamente en 1493 se crea una nueva expedición desde el Principado, que haciendo escala en Cádiz, iniciará el segundo viaje colombino. El jefe militar de la expedición fue el catalán Pere de Margarit, que según comenta el catalán Feliu de la Penya en 1709 (Anales de Cataluña) llevó consigo 1.500 hombres. Colón le nombró gobernador de Santo Tomás en la Española (República Dominicana y Haití). Encontramos a Pere de Margarit representado a los pies de la estatua de Colón en Barcelona.
La Isabela, primera ciudad del nuevo mundo fundada por Españoles en la Isla La Española.
Miquel Ballester de Tarragona partió también con Colón a La Española, donde fue alcalde de Concepción de la Vega. Es recordado en Santo Domingo por ser “el primero” en extraer caña de azúcar en el año 1505.
Juan de Espés, de Lérida, en 1536 al servicio de Carlos I, para “pacificar” Nueva Andalucía (Venezuela)
Joan Orpí i del Pou, de Piera (Barcelona) último conquistador de Venezuela, donde fundó una Nueva Barcelona y una Nueva Cataluña.
1967
En 1526, Miquel Rifós, de Sarrià, hoy barrio de Barcelona, acompañó como lugarteniente a Sebastián Caboto en la expedición al Río de la Plata
El catalán Manuel de Senmenat-Oms, embajador español que da la noticia a Felipe V en París de que era el nuevo Rey de España, fue nombrado por éste Virrey del Perú en 1707.
Y después de 1714 más, mucha más presencia, contrariamente a lo que acostumbran a decir los nacionalistas, que deliran sobre persecuciones y opresión a los catalanes por su lugar de nacimiento.
Gaspar de Portolà, ilerdense, muy recordado en los Estados Unidos.
Catalanes que iban a América a ocupar cargos y que querían hacer feliz a España
Y se podría hablar de Alberni y su expedición a la isla de Nutka, Canadá, e incluso de otros protagonistas catalanes en América de pasado oscuro, como traficantes de esclavos, origen de muchas de las fortunas de los patricios catalanes del S.XIX. Algunos de ellos de estos destacaron del resto de esclavistas en atrocidades, destacando Joan Maristany, responsable del genocidio de la Isla de Pascua. O también Francesc Abellá i Raldiris, de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) el segundo gran chinero de la historia, quien tuvo problemas con el cónsul de Macao, Muñz del Caño, el cual llegó a denunciarlo por embarcar menores sin permiso, ante lo cual Abellà se jactó de haberlo hecho y de que lo repetiría cuantas veces quisiera. Aunque Francesc hizo muchísimos viajes y con diferentes destinos, de los ocho viajes que realizó entre 1869/1873, que si se tienen registrados, envió 5.000 coolis con destino a la Habana. En 1874 publicó “El Proyecto de inmigración libre de China dirgido a los Sres. hacendados de la Isla de Cuba”.
En cuanto a la consideración de los naturales de la Corona de Aragón respecto a América queda más que claro en los siguientes dos documentos:
En las últimas cortes de Cataluña, en 1705, se le pedía al archiduque Carlos de Austria ampliar el número de barcos para comerciar con América. Se le solicitaba aumentar el número de barcos con los que Cataluña comerciaba con América, de dos a cuatro, pero además sin pagar derechos.
De hecho está más que documentada la presencia de catalanes en Sevilla dedicados al comercio con América. Un ejemplo es la “Pontificia, Real, Ilustre, Antigua y Primitiva Hermandad de Nuestra Señora del Rosario y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Conversión del Buen Ladrón y Nuestra Señora de Montserrat”, que es una cofradía que forma parte de la Semana Santa de Sevilla. La devoción y el culto a la Santísima Virgen de Montserrat, mantenido por los catalanes residentes en la ciudad para el comercio con las indias es el origen directo de esta hermandad. Los historiadores oscilan al señalar su antigüedad desde finales del S.XV hasta finales del S.XVI.
10.- PAZ, GUERRA, MONEDAS
Es España la nación que antes de 1714 está en guerra. Es España la que está en Paz. Los mencionados en los tratados son los Reyes de España. Las monedas, aún de diferentes cecas, llevan la leyenda Hispaniarum Rex, acompañándose de otros títulos fuera de España, como sucede en Milán o Flandes. Los que combaten contra portugueses, franceses, ingleses son los españoles. Es la armada de España, son los tercios españoles, son las galeras de España, es el ejército español. Sólo por esto los nacionalistas y los autores de ciertas extravagantes teorías deberían replantearse seguir insistiendo en sus delirios negacionistas y en fomentar teorías absurdas y totalmente ajenas a la verdad histórica.
Tratado de paz entra las Coronas de España, Gran Bretaña y Portugal, que los Diputados del General del Principado no debían contravenir en 1692.
1698. Alegría en Barcelona, por la paz universal de la Monarquía de España, con las demás Coronas.
Catalanes, vascos, aragoneses, leoneses….castellanos, todos conjuntamente participan en las batallas entre “españoles” y los soldados de otra nación extranjera. La toma de Granada fue muy celebrada en Cataluña, con 10 días seguidos de fiesta, según escribió la Generalitat en 1492. En ella tomaron parte catalanes, como el ya citado Margarit que partió con Colón en su segundo viaje.
1572, Sevilla. Rey de España, Galera Real de España, Españoles:
La batalla de Lepanto, 7 de octubre de 1571. Gran participación catalana destacando a Luis de Requesens. Contienda en la que estuvo también Cervantes. Todos españoles bajo estandarte de la Liga Santa.
La batalla de Lepanto. Autor anónimo, finales del S.XVI
Batalla de Lepanto. Palau de la Generalitat de Catalunya.
Réplica de la Galera Real de Don Juan de Austria, con la que combatió en Lepanto. Construida con motivo del 400 aniversario de la batalla, 1971. Adornada con un rico programa inconográfico de origen emblemático, se encuentra en el Museu Marítim de Barcelona. La galera original, fue construida también en Barcelona, en las antiguas atarazanas, en donde hoy se ubica el mencionado museo. “La Real” fue la mayor galera de su tiempo
Plafón de cerámica, representando la batalla de Lepanto situado en la iglesia del Rosario de Valls, del siglo XVII, reproducción del original por el ceramista Joan Baptista Guivernau, en el Museo Marítimo de Barcelona.
En el castillo de Cardona (Barcelona) se encuentra esta placa en recuerdo de la participación catalana de esta hermosa vila ducal. Feudo de una de las familias más poderosas de la Corona de Aragón y especialmente del Principado de Cataluña: los Folch de Cardona, Duques de Cardona, familia que acabó emparentando con la casa de Medinaceli.
Ya se vio en otra entrada de este blog “La corrupción del lenguaje al servicio de la mentira nacionalista”, que el que un territorio de la Monarquía de España tuviera moneda, ceca, en el Antiguo Régimen, no significa que ese territorio sea un Estado, al buscar comparaciones con tiempos modernos. Hoy tampoco tiene España una moneda “propia” y no por ello deja de ser un Estado Soberano. Lo que hoy es normal o lo que era normal en el S.XX, no tiene porque serlo por ejemplo en el S.XVII, en pleno Antiguo Régimen, donde diferentes ciudades tenían ceca y acuñaban moneda, sin constituir por ello un estado soberano e independiente. Incluso dentro de Cataluña Lérida o Vic acuñaron moneda. Ahora bien, las monedas acuñadas en Cataluña llevarán al igual que el resto de la Monarquía de España, la leyenda “Hispaniarum Rex”, con lo que se viene a señalar esa unidad política a través de la numismática. En otros territorios de dicha Monarquía que no son España, como Milán o Flandes, se añadirá con el Hispaniarum Rex el título que le corresponde al Rey en ese territorio, Conde de Flandes o Duque de Milán, algo que en Barcelona sólo se da cuando se entrega Cataluña a Barcelona y las monedas de Luis XIII y Luis XIV llevan el “Rey de Francia y Conde de Barcelona o Príncipe de Cataluña, señor principal de Cataluña). Y es que no eran franceses, pero sí españoles.
Luis XIII Rey de Francia, señor principal de Cataluña
Luis XIII Rey de Francia y Conde de Barcelona
Luis XIV, Rey de Francia y Conde de Barcelona
11.- CARTAS DEL REY A LA GENERALITAT: EN CATALUÑA GOBERNABA EL REY DE ESPAÑA.
A continuación una serie de cartas enviadas por varios Reyes de España a los Diputados del General de Principado de Cataluña, en los que se puede observar claramente quien mandaba sobre quien. Dichas cartas han sido extraídas de los “dietaris” de la Antigua Generalitat de Catalunya.
12.- ESPAÑA DABA NOMBRE A LA PENÍNSULA IBÉRICA, PERO AL MISMO TIEMPO TAMBIÉN A UNA NACIÓN QUE NO INCLUÍA A PORTUGAL.
Hispania es el nombre dado a la Península Ibérica, nombre utilizado por los romanos. Los godos unifican dicha península y gobiernan en toda ella como un único reino y es con ellos cuando Hispania fue una unidad territorial diferenciada. Pero es una Hispania que se pierde, una Hispania perdida que los diferentes reinos cristianos peninsulares pretenden recuperar para el cristianismo y de la que todos los reinos, condados y señoríos se declaran herederos. Hispania ya pronunciada España, sigue siendo la península ibérica, pero también significa algo más para los reinos cristianos, antes de los Reyes Católicos. La unidad política de Castilla y Aragón a finales del S.XV es conocida ya por si sola como España, Corona de España o Monarquía de España, y sus monarcas sin dejar de ser Reyes de Castilla, Aragón, León….condes de Barcelona, etc…son los Reyes de España, o de las Españas. Se trata pues de una unidad política en la que Portugal no está aún incluida, pero al mismo tiempo, los portugueses son también españoles geográficamente, y son tan herederos de la “España perdida de los godos” como los de Castilla y Aragón. Poco después de la unión de Castilla y Aragón, se conquista Granada y a continuación se une Navarra a dicha unión. Estas uniones amplían la unión inicial llamada, ya por entonces, España.
El deseo, es unificar toda la Península, recuperar toda la España perdida de los godos, es decir que la unidad política coincida con la unidad geográfica. Es por ello que con la unión de Castilla y Aragón, Pedro Mártir de Anglería diga que “ya está casi toda España unida, sólo queda Navarra y Portugal”, Al mismo tiempo desde esas fechas a la unión de Castilla y Aragón ya se la llama España (políticamente). Más tarde en 1535, Juan de Valdés, en su Diálogo de la lengua, indicaría que a la Corona de España, le falta Portugal, que tiene rey propio. Como se aprecia hay una España “política” que no se corresponde con la España “geográfica”, o con la completa España perdida de los godos, a la que falta unirse Portugal. Debe entenderse que desde la unión de Castilla y Aragón, a la unión de Portugal a la Monarquía de España, pasa un siglo. Tiempo para que la unidad política conocida como España sea distinguida de Portugal, y a los españoles de los portugueses, sobre todo en el extranjero. Así es normal encontrar antes de la deseada reunificación de España referencias en las que se distingue España de Portugal como también referencias en las que se sigue llamando españoles también a los portugueses. Portugal es un “miembro” con derecho a ser español y ser llamado como tal, pero que sin embargo no forma parte de la España política.
En la batalla de Lepanto se habla de españoles, en la conquista de las Indias también. Ya existe España como nación de forma separada a Portugal cuando esta se une. Ya existe un Rey de las Españas, Hispaniarum Rex, o Rey de España, antes de que Felipe II sea proclamado también Rey de Portugal. La unión con Portugal no durará mucho, poco más de medio silgo, y durante esta unión, aunque sea la unión deseada, “la recuperación de la España perdida de los godos”, y aunque existan referencias como la de Quevedo en la que indica que España son las coronas de Portugal, Castilla y Aragón, y aunque los mapas políticos hablen del reino de España, incluyendo a Portugal; lo cierto es que también existen referencias durante esa breve unión, en las que se sigue distinguiendo a España de Portugal, y tanto es así que como se ha indicado, p.ej. Felipe III, es III Rey de España, pero II Rey de Portugal. Después de la separación de Portugal, la unión política de Castilla y Aragón seguirá siendo España, “la corona de España”, “una nación llamada España”, que ya existía antes de incluir a Portugal, y así se reflejará también en los mapas políticos donde se distingue el Reino de España del Reino de Portugal. Pero a pesar de todo, seguirá siendo la Península llamada también España, y sólo desde el punto de vista geográfico (y ciertamente también el cultural), nunca político, ni nacional; se incluirá también a Portugal. Portugal es un territorio con derecho a ser llamado España, y sus habitantes españoles, y el propósito es que formaran parte de la nación española, el deseo era recuperar la misma unidad perdida de los godos. Pero es una unión que no tuvo éxito, al igual que (aunque con matices) cuando se reunificó Alemania, se quedó fuera Austria.
1581: Respuesta a la sucesión del Reino de Portugal por el más poderoso Príncipe, “Felipe, Rey de las Españas”
El Portugués Luis de Camoês que llega a decir que también es español, en su obra “Os Lusiadas” distingue España de Portugal.
1595, España entendida como Península y como unidad política:
London, 1523. Spain and Portugal.
1536, les Royaumes d’Espagne et Porgual, les estrangers soit d’Espagne, Portugal….
1556. Espagne, Portugal, Anglaterre…
1672 Atlas de España, en el que se diferencia el Reino de España del de Portugal.
Viaje a España, a este Reino,1666:
Las delicias de España y de Portugal, 1707. Portugal no es políticamente, ni nacionalmente España.
Y es que España, con Portugal o sin ella, era España. Una unidad política y también una nación, en la que los españoles, como Cervantes, Lope de Vega, y tantos y tantos otros, y tantas y tantas referencias, y datos, que hacen que el decir lo contrario sea caer en el mayor de los absurdos, al querer hacer creer que España sólo era la Península, al ser llamada también ésta, con el mismo nombre.
CERVANTES NACIÓN ESPAÑOLA
13.- LOS ESPAÑOLES COMO PUEBLO
Se adjuntan varias referencias sobre “los españoles” antes de 1714. Referencias de varios territorios de la Corona de España y en diferentes idiomas. ¿Puede alguien seguir diciendo después de dignarse a leerlas, que no existían los españoles como pueblo antes de 1714, o siendo ya aún más absurdo, antes de 1812?
1547:
1552…Flandes, Nápoles, los flamencos, los napolitanos y demás…están en la Monarquía de España, pero se les distingue de España y de los españoles.
1617
1697: “Catalanes, haced inmortal en la historias el nombre Español”
14.- EL IDIOMA ESPAÑOL
En este punto me remitiré a la lectura de la anterior entrada de este blog: “Las mentiras del nacionalismo catalán: el idioma español en Cataluña antes de 1714″. Y es que los idiomas no hacen territorios, sino al contrario, y es por ello que el castellano se llama español, al ser común en toda España, de la misma forma que el toscano pasó a llamarse italiano. El español mucho antes de 1714 ya era el idioma franco y general de toda España, el idioma de la cultura, el idioma preferido para la escritura y de ello existen muchísimas referencias que dan prueba de ello.
1576. El castellano y el toscano, por prestigio se expandieron, y se convirtieron en el Español y en el Italiano respectivamente:
1590
1706: Español e italiano
15.- BANDERA Y ALGUNOS SÍMBOLOS DE LA ESPAÑA PRE-1714
Bastante antes de 1714, y muchísimo antes de 1812, a España y a su Rey les representaron por el mundo estandartes y banderas diferentes a la actual roja y gualda ¿No han oído nunca hablar estos insistentes teólogos de “España sólo era un concepto geográfico” de la Cruz de Borgoña?
Dirck Van Delen. Interior gran sala de Binnenhof en la Haya durante la gran asamblea de los Estado Generales en 1651.
Estandarte de los Reyes Católicos
Detalles de ” La Armada Invencible”, cuadro inglés de finales S.XVI
La toma de Breda, por Velázquez, cuadro de 1635
Sala de batallas de El Escorial, representando la batalla de San Quintín.
Desembarco de los tercios en Terceira (Azores) en 1582. Niccolò Granello, Monasterio de El Escorial.
Tercios de Flandes por Ferre Clauzel
Al parecer para la Generalitat (la antigua) si existía la bandera de España . Nos dejaron constancia de lo sucedido en lo que indica la imagen inferior. La partida de Felipe V de Barcelona a Nápoles en 1702.
La bandera actual existe desde finales del S.XVIII, pero antes el Rey y España tuvieron otros distintivos:
Jeu d’armoiries des souverains et états d’Europe, 1690, libro francés escrito por Claude Oronce Finé de Brianvill.
Fragmento de “Carta itineraria de Europa de Martin Waldseemüller, 1520:
Sello de Felipe II como Rex Hispaniarum Utriesque Siciliae Hierusalem et Portugallie…en el reverso Arxdiux Austriae
El arhiduque Carlos, como Rey de España:
El león de España, símbolo representativo de España, hasta hace poco. Hoy prácticamente olvidado. ¿Tiene símbolos un Concepto Geográfico?
Juan Caramuel a inicios del S.XVII: “El León es Príncipe de las selvas, Monarcha de los brutos y Emperador de todos los animles (…) no conoce el miedo, y por esta razón es símbolo perfecto de España, que con corazón de leona ampara con valor a todos sus súbditos”.
1586 “El león de España”
El león de España se enfrenta al Dragón (en verdad un grifo) que representa a Portugal. 1639
Respuesta divertida de los portugueses al escrito anterior.
El león será símbolo de España hasta el S.XX, casi siempre acompañando a la alegoría femenina que representaba también a la propia nación española. Hoy ha caído en el olvido.
¡¡Despierta España!! Dibujo del barcelonés Francesc Labarta (1883-1963)
Guerra de la Independencia, el león español deshace al águila de Napoléon.
El león español con el águila de Napoleón en Astorga.
1885, el conflicto de Las Carolinas entre España y Alemania, levantó fervor españolista entre los catalanes (portada Campana de Gràcia, 30-08-1885)
Cuadro 1833 con carga propagandística liberal anticarlista “Alegoría de España con la Reina MªCristina e Isabel II”.
El palentino Sinesio Delgado compuso en 1906 “Himno a la bandera”. En 1931 se publicó esta ilustración en Barcelona:
El desconocimiento de los símbolos actuales y pasados de España, y de sus fuerzas armadas, así como otros símbolos utilizados para representar a España, lleva a muchos nacionalistas, que navegan en un mar de ignorancia irracional, a plantear teorías estrafalarias, al no encontrar la bandera española actual en cuadros o portulanos anteriores al S.XVIII. Por ejemplo deberían conocer cual es el escudo actual del Tercio de Armada, actual unidad de la armada Española, y su historia, antes de plantear “ocurrencias” por la presencia de determinados símbolos en mapamundis como el del portugués Domingo Teixeira de 1573, a partir del cual, afirman que Cataluña fue la que descubrió América e inició su Conquista….Otro caso similar es reinterpretar un cuadro inglés del S.XVI referente a la Armada Invencible en donde al no apreciar la bandera española actual deducen que no existía España, ya que no conocen que enseñas se utilizaban en la época.
Además de existir antes de 1714 el Rey y Reina de España, Príncipe de España, infantes de España, Primados de las Españas (arzobispos de Toledo y Tarragona), existían también los Grandes de España. La Grandeza de España es la máxima dignidad de la nobleza española en la jerarquía nobiliaria, pues está situada inmediatamente después de la de infante. Es otorgada por el rey. Su origen se encuentra en las antiguas monarquías visigodas, aunque no es hasta el reinado de Carlos I de España, en el S.XVI, cuando comienza a regularse y establecerse como la conocemos en la actualidad.
15.1- SANTOS PATRONES
¿Y para qué un concepto geográfico tenía que tener patrones?
¿Por qué se tenía que celebrar la beatificación de Santa Teresa de Jesús en la Barcelona de 1615?
16.- VIVAS A ESPAÑA, VIVAS AL REY DE ESPAÑA
Insisten los nacionalistas y ciertos autores, en que España sólo era un”concepto geográfico” antes de 1714 o 1812. Me pregunto si estos señores pueden responder ¿Para qué alguien antes de 1714 gritaría “Viva un concepto geográfico”? ¿Y quien diría “Viva el Rey de un concepto geográfico”? Pues esto lo hacían todos los españoles y también los catalanes antes de 1714:
17.- NACIÓN ESPAÑOLA
Como ya se ha indicado al inicio de esta entrada, la palabra nación no tenía antes de la Revolución Francesa, o la independencia de los Estados Unidos, un significado relacionado con la soberanía y estado, al menos no desde el punto de vista práctico, sino teórico, y desde luego dicha acepción no era utilizada. Esta nueva acepción se empieza a utilizar a partir de entonces, por lo que las referencias que existen sobre nación en escritos anteriores a 1714, no indican si una nación podría considerarse hoy “una nación” con la nueva acepción. No obstante el hecho de figurar esa palabra indica que existe un colectivo diferenciado territorialmente, dado que nación en su significado antiguo se refiere a un territorio, provincia, reino, etc..y a los naturales del mismo. Debe tenerse en cuenta que era normal encontrar en una misma frase la nación española y la nación mallorquina.
Sin embargo que aparezca “nación española” en un escrito antiguo y más aún teniendo en cuenta el contexto donde aparecen estas dos palabras nos ayuda a comprender como sí existía España y sí existían los españoles como pueblo, a diferencia de lo que pretenden hacer creer, y han conseguido entres sus feligreses, los nacionalistas catalanes y ciertos autores que al parecer no están muy bien informados o tienen como objeto por diferentes motivos el desinformar. Y es que cuando la nación española está en guerra con la nación francesa, o la nación española es tal y cual, o alguien exclama por la gloria de la nación española, nos explicas sus excelencias, la loa..etc…nos viene a indicar precisamente lo que niegan los nacionalistas: la nación española, con su acepción política existía desde fechas muy anteriores a la Guerra de Sucesión. Cabe decir además que catalanes y naturales de otras regiones que hoy niegan su pertenencia a España si se incluían antes de 1714, y por supuesto muchísimo antes de 1812, en dicha nación española, considerándose parte del mismo territorio que el resto de españoles, así como naturales del mismo, es decir, españoles.
A continuación se presentan varias referencias antiguas de nación española, en la que por el contexto en el que se encuentran escritas, cualquiera puede entender como el nacionalismo lleva cien años engañando a los catalanes y como ciertos autores que son elogiados son unos auténticos ignorantes o farsantes, no merecedores de ningún reconocimiento.
Recopilación de “les Constitucions de Cathalunya” 1704:
“Las armas Españolas, se espera que lograrán (…) para mayor gloria suya y honra de la Nación Española. Cónsul de la nación española. Volvió a España pasando por Cataluña y llegando a Madrid, su Corte.”
1628 desde Perpiñán, siendo aún una ciudad española:
Dos naciones: Españoles y franceses. Digan que Nación hay en el mundo que se pueda vanagloriar más de la fe, y palabra que son los ESPAÑOLES.
1535. Rey de España Carlos I: “señor de tan valerosa nación para que veamos al presente como se ve la bandera de España celebrada por la más victoriosa, acatada por la más gloriosa, tenida por la más poderosa y amada por la más digna de ser querida en el universo”
1706 “GENEROSA NACIÓN ESPAÑOLA..NACIÓN GLORIOSA”
1702. ¿Se les acabó la tinta a los de la antigua Generalitat de tanto escribir a los cónsules de la NACIÓN ESPAÑOLA?
18.- MAPAS DE ESPAÑA PRE-1714
Regni Hispaniae en “Europae Totius Orbis Terrarum Partis Praestantissimae, Colonia, 1592.
1597. Hispaniae Regnum (Reino de España) por Giovanni Antonio Magini, Venecia.
Hispaniae et Portugalliae Regna. Nicolau Visscher, 1672
Hispaniae et Portugalliae Regna. Nicolau Visscher. Versión anterior de 1695. Cambia la leyenda
Mapa de 1705, Henri Chatelain, Carte Historique et geographique des Royaumes d’Espagne et de Portugal divisés selon ses Royaumes et Provinces.
Esto Sí es un mapa de la España geográfica, la Península, pero no de la España política, la cual ya no incluía a Portugal, 1697. Nótese que hasta se divide Portugal, en Portugal y el Algarve.
1697. El Atlas abreviado o comprendiosa geograhphia del mundo antiguo y nuevo. Describe a España como Reyno donde hay uno de los gobierno Monárquicos.
1661. Europa contiene: Irlanda, Escocia, España, Portugal, Francia. Claramente nos diferencian España de Portugal.
1700. L’Espagne (La Península) por N. de Fer y Guillaume Danet. Otro mapa geográfico.
Todos los reinos de España y Portugal, F.de Wit, 1650
1659, Regnorum Hispaniae Descriptio, Joan Blaeu.
Les delices de l’Espagne et de Portugal, 1707. Juan Álvarez de Colmenar
Regnorum Hispaniae nova descriptio, 1631. Willem Blaeu.
L’Espagne et le Portugal, par N. de Fer, 1705
Mapa de los Reinos de España y Portugal, 1706, basado en mapas anteriores. Pierre Husson.
Pierre Duval, 1680…El Principado de Cataluña con las nuevas fronteras entre los Reinos de Francia y España.
Israel Silvestre, 1625. Perfil Villa de Madrid, capital del Reino de España.
I
Herman Moll, 1711, España y Portugal.
Les Frontières d’Espagne et de Portugal, par N. de Fer, 1703
1706: Novissima et Accuratissima Regnorum Hispaniae et Portugalliae. Pieter Schenk
1710: Regnorum Hispaniae et Portugalliae Tabula Generalis. Joahnn Baptiste Homann
1705: Novissima et Accuratissima Regnorum Hispaniae et Portugalliae Tabula F. de Wit.
1734, Novissima et Accuratissima Regnorum Hispaniae et Portugalliae Mappa Geographica. Matthäus Seutter. (Cataluña en el mismo sitio antes y después de 1714)
19.- CONCLUSIONES
Monumento a Isabel la Católica en el Paseo de la Castellana, obra del catalán Manuel Oms, 1883. Con la Reina, figuran el Cardenal Mendoza y el Gran Capitán.
La conclusión principal después de leer los puntos anteriores se puede contestar con la inscripción que figura en el monumento a Isabel I de Castilla, y que se observa a continuación. Porque lo que se indica es absolutamente cierto. Desde los Reyes Católicos, se puede hablar de Reyes de España, Monarquía de España, y de España como Nación en cualquiera de sus acepciones, porque la unión de Castilla y Aragón fue una unión política pero también cultural, pudiendo hablar también desde entonces del Pueblo Español. Es pues España la Nación “Política” más antigua de Europa, al haber dado la Monarquía Española el primer paso para dejar atrás el feudalismo, creando una administración y gobierno global para todos los territorios en los que el monarca de España o de las Españas era soberano. A partir de la unión de Castilla y Aragón, se hablará de la Corona de España, la bandera de España, el ejército de España, la moda española, el idioma español, la nación española, los españoles han hecho tal y cual cosa, LOS ESPAÑOLES SOMOS, en los mapas políticos figurará España, España está en guerra con otro país, España estará en paz con otra Nación, etc…y se gritará Viva España en sus diferentes territorios y en distintos idiomas, siendo por lo tanto de “la Nación Española” todos los españoles, y no sólo los castellanos, cuyo idioma castellano, convertido por prestigio cultural y económico en “el Español”, al expandirse por toda España y convertirse en idioma general y común de todos los españoles, no ha significado nunca que al hablarlo hayan desaparecido los gallegos, vascos, aragoneses, catalanes, valencianos, andaluces, etc…y se hayan convertido en castellanos. Un idioma no hace a un territorio, como pretenden hacer creer desde el nacionalismo catalán, sino en la ONU deberían haber entre 5.000 y 6.000 naciones y no sólo 193. Ser español es lo que une a todos los diferentes territorios de la actual España, cuya singularidad y diversidad son producto de la formación territorial de España a partir de la unión sucesiva de pequeños reinos y condados en nuevos reinos y Coronas cada vez más relevantes; siempre, cada uno de sus monarcas, con la esperanza de recuperar una unidad perdida según ellos con los Visigodos. Ser español es lo que nos unió y lo que nos sigue uniendo hoy, se hable el idioma que se hable, se tenga el modelo de estado que se tenga. Nos lo dicen quinientos años de historia común, demasiados para que alguien ponga en duda la existencia histórica de España como Nación, la cual para bien o para mal es la que es hoy, por el protagonismo histórico de cada uno de los españoles de los diferentes territorios que la constituyen.
Cuando hoy se habla de Nación, se piensa en Francia, Japón, Rusia, Italia, Suiza o España. Cuando pensamos en estas naciones, pensamos en la acepción “política” de Nación, acepción ligada a “Estado y Soberanía”. Si bien la nueva acepción de Nación, así como de Estado, se tienen que entender como tales a partir principalmente de la Revolución Francesa, no implica ello que no existiera antes de esas fechas el concepto de Nación “Política”. Así Francia antes de 1789, ya tenía estructuras de “estado” y Francia ya era una “nación política”, cuya soberanía territorial en verdad no era de los franceses, sino que era del Rey, siendo sus naturales súbditos y no ciudadanos. Pero que alguien escriba en un diccionario una nueva acepción para una palabra, no significa que a partir de entonces exista el concepto al que se referirá el nuevo significado. Como tampoco se debe entender que pasar del Antiguo Régimen al Nuevo, implica el nacimiento de ninguna nación, ni de ningún pueblo, ya que es ridículo pensar que hasta que Portugal no tuvo Constitución, Portugal no existía como Nación “política”, y peor aún, no existían los portugueses. España debe ser el único país en donde se utiliza de forma malintencionada las particularidades del Antiguo Régimen para negar su existencia como Nación, sin percatarse nunca que en el resto de países europeos, así como incluso dentro de las propias zonas nacionalistas, y más aún, entre ciudades y entre estamentos sociales, existían muchas diferencias. Que existieran diferentes legislaciones, parlamentos, cortes, embajadores, monedas, aduanas, etc.. era habitual en el anterior Régimen, pero tanto en España como por ejemplo en Francia. Pero nadie discute la existencia de Francia como Nación antes de 1789.
El Antiguo Régimen es herencia de la formación territorial de las naciones, recoge el sistema feudal. El primer paso para dejar atrás dicho sistema y dar paso a los Estados Modernos, dejando