domingo, junio 04, 2023

Casa de contratación



Desde 1492, los asuntos de las Indias fueron gestionados por el capellán de la reina Juan Rodríguez de Fonseca, pero para 1503, el gran volumen comercial que se había creado demostró la necesidad de crear un ente que pudiese atender satisfactoriamente las necesidades administrativas creadas; necesidades que como todo lo relacionado con el descubrimiento, nada tendrían en común con lo posteriormente desarrollado en Inglaterra o los Países Bajos, donde el tratamiento no pasaba de ser otra cosa que la relación entre metrópoli y colonias. 

Y sí, en 1503, y en principio como medio de controlar el tráfico atlántico, fue creada la Casa y Audiencia de Indias, que pasaría a ser conocida como Casa de la Contratación de Indias, cuyo objeto sería fomentar y regular el comercio y la navegación con el Nuevo Mundo… Pero también, y hasta la instauración de las audiencias de América, fue la jurisdicción de las nuevas provincias  en asuntos administrativos que posteriormente dependerían del  Consejo Supremo de Indias que, como el de Castilla, el de Italia y el de Flandes, residían en la Corte. 

Su ubicación en Sevilla se debió a que, ya desde el siglo XIII la ciudad era enclave esencial en las rutas comerciales con África, Portugal y las islas del Atlántico.

Su esplendor se centró en los siglos XVI y XVII, periodo en el que tenía como misión el control de todos los bienes y personas que circulaban en ambos sentidos… y a partir de 1510 otras cuestiones que no eran de menor peso; así, de la Casa dependía una escuela de cartografía encargada de elaborar los mapas de los lugares descubiertos, y otra encargada de la formación de pilotos donde se impartían las técnicas de navegación.

El año 1510 fueron actualizadas las Ordenanzas, que en esta ocasión atendían asuntos como las horas de trabajo, libros de registro, regulación de la emigración, relaciones con mercaderes y navegantes, herencias de los muertos en Indias, y aspectos científicos como la cartografía… o la formación de pilotos, cuyo primer encargado como piloto mayor fue Américo Vespucio.

Del piloto jefe dependía la organización de las exploraciones, el establecimiento de cartas marinas, la escuela de pilotos y cosmógrafos y la concesión de licencias de oficial de marina. 

Función del piloto mayor era la formación de los nuevos pilotos, y de él dependía el cosmógrafo, encargado de realizar cartas náuticas e instrumentos de navegación en base a las informaciones aportadas por los que volvían de sus viajes. También del piloto mayor dependía el catedrático, que aportaba el conocimiento de los nuevos métodos de navegación.

En 1519, fue creado el puesto de cartógrafo, necesario por la continua corrección de los datos, que generó una abundante cartografía, esencial para la navegación.

Todos estos datos, estudios, descubrimientos, significaron el auge de la marina española, que mantuvo como secreto de estado y que sin lugar a dudas fue el principal centro de conocimiento marítimo durante toda su existencia.

Una labor científica que, posiblemente, revistió una importancia mayor que la de la propia Sala de Gobierno, que entendía sobre la catalogación de los metales recibidos al objeto de catalogarlos y calificarlos conforme a su ley; controlaba las herencias dejadas por los fallecidos en América y su asignación a sus familiares. Asimismo controlaba las fianzas que debían depositar quienes viajaban a las Indias como responsables de algún cargo otorgado por la Corona, vigilaba todo tipo de tráfico y cobraba el impuesto real del 20% sobre todos los bienes procedentes de los nuevos territorios.

Y es que, si la Sala de Gobierno, en lo económico tenía la importancia reseñada, no era menor la actuación en el ámbito de la actividad marinera; así, recogía los informes aportados por los navegantes sobre todo lo descubierto, cuyo material sería utilizado para el levantamiento de mapas y el estudio antropológico, lingüístico y naturalista. 

La Casa también contaba con un  cronista oficial, que estaba encargado de dejar por escrito la historia de los territorios descubiertos en todos los ámbitos señalados. 

Estamos hablando, así, de un organismo que compatibilizaba la fiscalización con el estudio científico, etnográfico, geográfico e historiográfico. 

La inmensa documentación generada por la Casa de Contratación está hoy recogida en el Archivo General de Indias, creado en 1785, donde también se encuentran los fondos  del Consejo de Indias, de la Casa de la Contratación, de los Consulados y de las Secretarías de Estado y del Despacho.

Como consecuencia de la sedimentación acumulada en el Guadalquivir, el puerto de Sevilla quedó inoperativo para el tránsito, por lo que la sede sería trasladada a Cádiz el año 1717, donde permaneció hasta el año 1790, cuando desapareció al haber sido liberalizado el comercio con las Indias en 1778, hechos que tan bien servirían los intereses de Inglaterra. 









BIBLIOGRAFÍA

Instituciones comerciales españolas [1503] LA CASA DE CONTRATACIÓN DE SEVILLA

El Puerto de Indias http://www.arauco.org/SAPEREAUDE/terraaustralisincognita/historiasdelaglobalizacion/casadecontratacionsevilla.html

La Casa de la Contratación de Sevilla

https://personal.us.es/alporu/histsevilla/casacontratacion_hist.htm

Casa de contratación. http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-93056.html

La Casa de Contratación de Sevilla (1503-1790) y el premercantilismo http://www.hispanidad.info/contratahisp.htm

Los trabajos geográficos de la Casa de contratación

http://www.memoriachilena.gob.cl/archivos2/pdfs/mc0018438.pdf


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