Elio Antonio de Cala y Xarana, Antonio de Lebrija (o
de Nebrija)
Antonio de Nebrija nació en Lebrija el año 1444
Historiador, pedagogo, gramático, traductor, docente, catedrático, filólogo, lingüista, lexicógrafo, impresor, editor, cronista, escritor y poeta, tuvo parte en el propósito papal y cisneriano de corrección del calendario juliano, que no conocería la luz hasta 1582.
En Lebrija cursó sus primeros estudios “debajo de
bachilleres y maestros de gramática y lógica”, y de allí marchó a Salamanca
donde pasó cinco años en la Universidad. Con diecinueve años, y al amparo del
obispo de Córdoba Juan Rodríguez Fonseca, se fue a estudiar a Italia, becado
por el Real Colegio de España o de San Clemente de los Españoles, en la
Universidad de Bolonia, donde permaneció hasta 1470.
Estudió en profundidad el hebreo, lo que acabaría
siendo un estigma en su enfrentamiento con el Inquisidor Diego Deza, y todos lo
conocemos como el creador de la gramática castellana, que no es poco, pero su
vida de profesor abarcó más de medio siglo, desde 1470 hasta 1522, año de su
fallecimiento a los 78 años.
A su vuelta de Bolonia dio clases en Sevilla y en
1473 fue docente de gramática en la Universidad de Salamanca, donde el 4 de
julio de 1475 fue contratado como lector de la universidad por cinco años; el
22 de enero de 1476, sienta plaza de catedrático de gramática, dándose cuenta
que ningún manual existente se ajustaba a sus ideas, lo que le lleva a redactar
sus Introductiones latinae, que imprime en Salamanca en 1481 y que acabaría
siendo editado en castellano más de un centenar de veces en vida de Nebrija en
ciudades como Salamanca, Burgos, Alcalá, Logroño, Barcelona, Granada, Sevilla,
Antequera, Zaragoza, Toledo, Pamplona, Madrid o Valencia.
También en Lyon se editó en 1511 y posteriormente en
París, Venecia, Amberes, Deventer -Países Bajos-, Burdeos, Limoges, Toulouse o
Colonia, siendo uno de los manuales de gramática latina más utilizados en la
educación europea del siglo XVI.
Publicó la primera gramática castellana en 1492, y
el hecho es significativo. Coincide con otros dos hechos de capital
importancia: la toma de Granada y el descubrimiento de América. Toda una
premonición, ya que se trata de la primera gramática moderna que se adelantó
treinta y siete años a la primera gramática italiana, cincuenta y ocho a la
primera francesa y cuarenta y cuatro a la primera portuguesa. Y siendo que fue
publicada tres meses antes del descubrimiento de América, destaca el programa
que encierra en su prólogo:
Cuando la Corona española se extienda por otras
regiones u otros países y tengan “necessidad de nuestra lengua, si no vienen
desde niños a la deprender [...] podranla más aina saber por esta mi obra”.
La lengua es compañera del Imperio.
La lengua está al servicio de la unidad de la
nación.
Fijar el uso del español para que, evitando
posteriores cambios, pueda servir a la unidad nacional.
La lengua debe ser el vehículo fiel de transmisión a
la posteridad de las hazañas y glorias culturales presentes.
También en 1492 publicó un primer diccionario
latino-español, y otro español-latino en 1494. Pasarían décadas hasta que
apareciese el diccionario de otra lengua vulgar. Editado también en catalán, en
Barcelona, en 1507 por el editor Carles
Amorós, de quién no cobraría derechos de autor. Ese hecho le serviría de
lección, porque acabó siendo el primer escritor del mundo que cobró derechos de
autor.
Sin lugar a dudas, su espíritu estaba abierto a toda
manifestación del saber, lo que le llevó
a interesarse por las cuestiones más variadas. Así, se introdujo en el campo de
la Historia, de la Pedagogía, de las Matemáticas, de la Cosmografía, del
Derecho, de la Medicina, sin haber hecho nada sobresaliente en estos campos,
salvo la aportación de lo que era su fuerte: la exactitud en la utilización del
lenguaje. Y es que Nebrija consideraba que la gramática era la base de toda
ciencia.
Había iniciado una intensa campaña contra la
ignorancia de los maestros, hasta el extremo que, en la dedicatoria de las
Introducciones latinas a la reina Isabel decía: “A todos los maestros que
tienen hábito y profesión de letras, los provoco y desafío, y desde agora les
denuncio guerra a sangre y fuego, porque entre tanto se aperciban de razones y
argumentos contra mí”.
Graves palabras para los oídos de algunos
sapientísimos maestros de Teología, de Derecho Civil y Pontificio, de
Filosofía, de Medicina, que menospreciaban al gramático. Pero cuando vieron que
Nebrija, alegando que la Gramática era necesaria para un uso correcto de la
lengua, luego sobre las demás materias, y que ponía en evidencia la ignorancia
de sus colegas, le presentaron una gran oposición.
Y no eran pocos quienes se sentían dolidos. Aasí,
nada menos que Juan Luis Vives dice de
él: es más útil a los bisoños que a los más provectos. Y más: ―¿Vos no veis que
aunque Librixa era muy docto en la lengua latina, que esto nadie se lo puede
quitar, al fin no se puede negar que era andaluz, y no castellano, y que
scrivió aquel su vocabulario con tan poco cuidado, que parece averlo escrito
por burla?
En 1499, con bula del papa Alejandro VI, el cardenal
Cisneros funda la Universidad de Alcalá. Nebrija, interesado en el proyecto
bíblico, pasa a formar parte del equipo de trabajo.
La ubicación cultural era de sobras conocida, por lo
que fue llamado para la traducción de la futura Biblia políglota complutense,
pero sus diatribas le habían enfrentado con el Inquisidor Diego Deza, que llegó
a procesarlo como judaizante, sin mayores consecuencias. No obstante, el
problema hizo que Cisneros lo apartase de los trabajos de traducción de la
Biblia. En beneficio de la Inquisición hay que decir que investigó hasta al
mismísimo Carlos I, con lo que nada tiene de particular que investigase a
Antonio de Nebrija.
Tras la actuación truculenta tenida por Diego
Rodríguez de Lucero, inquisidor de Granada, con la aquiescencia de Diego Deza,
contra Hernando de Talavera, Deza fue depuesto como Inquisidor General y
nombrado Fco. Jiménez de Cisneros, que en 1516 dio el visto bueno para la
publicación de la Apología de Nebrija.
Nebrija considera al latín como lengua superior a
las otras, y por ello, cuanto más se acerca una lengua al latín, más perfecta es.
Esto hace que su gramática castellana sea una gramática a la manera latina.
En 1513 Nebrija optaba a la cátedra de Prima
Gramática en la universidad de Salamanca. Era evidente que la iba a ganar, pues
su antiguo titular, que acababa de fallecer, había pasado del grupo de sus
enemigos a uno de sus mayores admiradores… Pero el claustro eligió a un recién
graduado como titular, lo que determinó a Nebrija a dejar Salamanca.
Marchó a Sevilla, donde regentó aquel año la cátedra
de San Miguel, que abandonó en 1514, con setenta años, para atender la cátedra
de Retórica de la nueva Universidad de Alcalá de Henares. Cisneros le daba el
privilegio de que “leyese lo que él quisiese, y si no quisiese leer, que no
leyese; y que esto no lo mandaba dar porque trabajase, sino por pagarle lo que
le debía España”.
Murió en Alcalá de Henares el 2 de julio de 1522.
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